El lunes pasado se cumplió un año de que 10 adolescentes y un adulto —todos cortadores de aguacate— fueron torturados y asesinados a balazos en un predio de las afueras de la comunidad de Tarecuato, en el municipio de Tangamandapio, Michoacán.
Ahora, esas víctimas son recordadas en estas fechas, pero sus familias siguen sin conocer la justicia porque los principales responsables permanecen libres.