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lunes, 6 de febrero de 2017

Oaxaca: Hallan dos sembradíos de amapola en 14 hectáreas

Elementos de la Policía Federal (PF) localizaron en las inmediaciones del municipio Santiago Textitlán, Oaxaca, dos terrenos con una extensión total de más de 14 hectáreas, sembrados aparentemente con amapola.

En un comunicado, la Comisión Nacional de Seguridad (CNS) informó que el hallazgo se registró cuando elementos de la PF, en coordinación con la Procuraduría General de la República y autoridades del estado de Oaxaca, realizaban sobre vuelos en la entidad y detectaron los sembradíos.

En el lugar, precisó, los efectivos realizaron operativos terrestres, donde localizaron dos terrenos, uno de ellos con una superficie de 100 mil metros cuadrados, sembrado con plantas de amapola con un peso aproximado de 142 mil 900 kilogramos.

El segundo terreno de cultivo tenía una extensión de 48 mil metros cuadrados y aproximadamente 50 mil 800 kilos de plantas de amapola.

De acuerdo con la CNS, los elementos tomaron muestras de los plantíos destruidos, que fueron puestas a disposición del agente del Ministerio Público de la Federación en la capital de Oaxaca, donde se continuará con las investigaciones que correspondan.





Fuente: Proceso
Autor: Redacción
http://www.proceso.com.mx/473273/oaxaca-hallan-dos-sembradios-amapola-en-14-hectareas

lunes, 26 de diciembre de 2016

Casimiro González, el empresario de medios al servicio de “El Mono” Muñoz

El cateo de la Subprocuraduría Especializada en Investigaciones contra la Delincuencia Organizada (SEIDO) a la residencia del empresario de medios Roberto Casimiro González duró aproximadamente 12 horas.

Las autoridades investigan al dueño de la cadena RCG por lavar millones de dólares para Juan Manuel Muñoz Luévano, El Mono o El Inge, narcotraficante detenido desde el 18 de marzo pasado en España.

La cadena RCG, que incluye estaciones de radio, TV e Internet, creció gracias a los millonarios contratos que le asignó el exgobernador Humberto Moreira Valdés, los cuales continuaron bajo la administración del actual gobernador Rubén Moreira.

Las investigaciones que llevan a cabo los fiscales de Texas indican que el empresario Roberto Casimiro y su hermano Rolando, detenido en Estados Unidos, transfirieron millones de dólares robados del erario de Coahuila a bancos texanos a través de sus empresas. Fondos que fueron saqueados durante la administración de Humberto Moreira.

A las investigaciones en Estados Unidos se suman las que actualmente realizan las autoridades de España y muy recientemente las mexicanas a través de la unidad contra la Delincuencia Organizada de la Procuraduría General de la República (PGR).

Informes de testigos en poder de la SEIDO precisan:

“El día 15 de marzo del año 2013 por instrucciones de Juan Manuel Muñoz Luévano, alias el mono, me constituí en las oficinas de Alfonso Arguelles Gámez (Notario de Roberto Casimiro) situadas en calle Campeche casi esquina con calle Hidalgo a fin de hacer entrega de dinero en una maleta deportiva color azul con blanco de medidas de 40 centímetros de largo, 25 cm de alto y 25 cm de ancho llena de billetes de 500 pesos el cual era el pago parcial por servicios de reestructuración financiera y estrategia fiscal por medio del cual Roberto Casimiro González invertía el dinero de Juan Manuel Muñoz en distintos paraísos fiscales a través de distintas compañías y un banco en San Antonio, Texas y Holanda”.

Quién es el Mono Muñoz

La Agencia Antinarcóticos de los Estados Unidos (DEA por sus siglas en inglés) tiene identificado a Mono Muñoz como un traficante de grandes cantidades de cocaína y de contrabando de armas desde 1999.

“Desde alrededor del 1 de enero de 1999, y hasta la fecha de esta acusación, en el Distrito Oeste de Texas, el Distrito Norte de Texas, en la República Mexicana y en otros lugares, el acusado conspiró y se alió con otras personas desconocidas para el Gran Jurado con la intención de poseer, distribuir de forma controlada sustancias superiores a 5 kilogramos o más de cocaína”, precisa la denuncia SA 15CR0024, de la cual Apro tiene copia.

Las investigaciones que lleva a cabo la DEA indican que Juan Manuel Muñoz se inició en el narcotráfico en Sinaloa, estado a donde se fue a trabajar tras estudiar la carrera de Agronomía en la Universidad Autónoma Agraria Antonio Narro de Coahuila.

Para finales de la década de los noventa, Mono Muñoz y cómplices pasaban cocaína por la ciudad fronteriza de Reynosa, pagando piso al Cartel del Golfo. En esa ciudad se topó con los integrantes del brazo armado del Cartel de los Zetas, que la vigilaban.

Ese primer encuentro entre los Zetas y Mono fue desastroso para el ahora “empresario”.

Las pesquisas señalan que Juan Manuel Muñoz contaba con el permiso de Osiel Cárdenas para pasar su droga. No obstante, Miguel Ángel Treviño Morales, El Z40, no estaba enterado. Así que lo detuvo, lo llevó a una casa de seguridad donde lo torturó hasta que arribó Heriberto Lazcano quien confirmó que tenía autorización de Osiel, y lo liberaron.

Años después, El Ingeniero regresó a su tierra natal, Matamoros Coahuila, con una pequeña fortuna la cual invirtió en diversas empresas, principalmente gasolineras en la zona metropolitana de la Laguna.

Para el año 2005, cuando los Zetas llegan como avanzada del Cartel del Golfo (CDG) a Coahuila, Miguel Ángel Treviño y compañía lo buscaron y se involucró en el lavado de dinero así como en la distribución de gasolina robada.

Gracias a esa relación las empresas de Manuel Muñoz se diversificaron y extendieron pronto a Saltillo.

En la capital de Coahuila se hizo socio de políticos y empresarios. Entre los políticos destaca Gerardo Garza Melo, quien tiene sociedad con El Mono en al menos una gasolinera, y Vicente Chaires, exsecretario particular de Moreira.

Entre los empresarios destaca Roberto Casimiro González, propietario de la Cadena RCG.

Muñoz Luevano también realizó negocios con el principal locutor de los noticieros de RCG, Marco Martínez Soriano, quien durante un tiempo presumió su amistad con El Mono. Incluso cuando su hija estudiaba en España vivía en un departamento con la hija del capo.

Ahora las autoridades de los tres países centran sus investigaciones en los hombres cercanos y socios de Juan Manuel Muñoz Luévano.

El principal: Gerardo Garza Melo, quien renunció al gabinete de Rubén Moreira cuando se capturó al Ingeniero en España. Era titular de la Secretaría de Gestión Urbana, Agua y Ordenamiento Territorial, dependencia que fue desaparecida sin ningún anuncio oficial, en abril del presente año.

Garza Melo y Muñoz Luévano son dueños de la estación de servicio llamada la Teresita, donde se distribuía gasolina robada. El “wachico” de los Zetas también se distribuye en las más de 20 gasolineras propiedad del capo que le reportaban ganancias, cada una, por más de cuatro millones de pesos por semana.

Garza Melo era el enlace entre El Mono y los funcionarios de Coahuila. Las autoridades investigan los hombres que trabajaban para él y para El Mono.

Entre los principales nombre que ahora están en poder de la SEIDO están: Juan Cuitláhuac Martínez Hernández, El Bebé; Carlos Lara, El Chido y Jesús Guía Alberto Herrera, El Diente.

Los Fiscales de Texas también investigan una serie de transacciones inmobiliarias y transferencias de dólares a bancos de Estados Unidos en los que aparecen una serie de nombres de abogados, notarios y funcionarios.

Entre ellos destacan los nombres de los políticos Vicente Chaires, el diputado federal Luna Canales y el hermano del Secretario General de Gobierno, Víctor Zamora.

En las indagaciones de Estados Unidos también salió a relucir el nombre del exalcalde de Torreón Miguel Ángel Riquelme, el principal abanderado del PRI para sustituir a Rubén Moreira, candidatura que es impulsada ampliamente por la cadena RCG.

Los documentos de la Corte Federal de los Estados Unidos indican que en el centro de todas las operaciones de transferencia de millones de dólares a bancos de Texas se encuentran las empresas de los hermanos Roberto Casimiro y Rolando González Treviño.





Fuente: Proceso
Autor: Juan Alberto Cedillo
http://www.proceso.com.mx/467656/casimiro-gonzalez-empresario-medios-al-servicio-mono-munoz

sábado, 10 de diciembre de 2016

Encarcela Paraguay a cuatro miembros del ‘cártel’ de Sinaloa

Asunción, Paraguay. Cuatro mexicanos fueron encarcelados en Asunción, capital de Paraguay, tras ser acusados de pertenecer al cártel de Sinaloa.

Jimmy Wayne Gallien Córdova, Marcos Antonio Castro de la Rosa, Martín Víctor Manuel Huerta Flores y Armando Carrillo Flores pretendían enviar unos 300 kilos de cocaína a Holanda.

El cargamento y los mexicanos fueron capturados el miércoles pasado por agentes antidrogas encabezados por la fiscal Zully Figueredo, quien aseguró a periodistas que los extranjeros pertenecían al cártel de Sinaloa y se les investigaba desde hace meses.

El juez penal de garantías, Paulino Escobar, dijo el sábado que dio curso a las imputaciones de los mexicanos junto con otros dos paraguayos por los presuntos delitos de posesión, comercialización de sustancias estupefacientes, tráfico de drogas y asociación criminal. "La fiscalía tiene seis meses de plazo para investigar a fondo y luego solicitar el juicio", precisó.

Todos los acusados fueron ingresados a la penitenciaría Tacumbú, en la periferia sur de Asunción. Los imputados, por otra parte, se abstuvieron de declarar el viernes último ante la fiscal.

Paraguay no produce cocaína pero es un país en tránsito de la droga de origen boliviano y colombiano hacia los mercados de consumo. Las extensas fronteras sin estricto control con Argentina, Bolivia y Brasil facilitan el tráfico ilegal.





Fuente: La Jornada
Autor: AP
http://www.jornada.unam.mx/ultimas/2016/12/10/encarcela-paraguay-a-cuatro-miembros-del-2018cartel2019-de-sinaloa

lunes, 5 de diciembre de 2016

El tamaño del fracaso: 186 mil muertos en una década de guerra en México, según datos oficiales

El 11 de diciembre de 2006, el Presidente Felipe Calderón Hinojosa inició la guerra contra el narcotráfico. El objetivo: liberar a Michoacán de los poderes fácticos. El Gobierno incluyó al Ejército en lo que se supondría sería la declive del crimen en la zona. Cuatro mil 260 elementos castrenses, 46 aeronaves y 246 vehículos intervinieron la entidad. Diez años  después, en el país operan nueve cárteles del crimen organizado y 37 células delictivas. El número de víctimas pone en vilo la estrategia de seguridad que tanto Calderón Hinojosa como el Presidente Enrique Peña Nieto decidieron extender. En los últimos 10 años, la violencia se ha traducido en 186 mil muertos, según las cifras oficiales.

En una década México superó la cifra de homicidios de conflictos armados registrados en América Latina que han tenido una duración de hasta medio siglo. Esto es la guerra. Los muertos no hablan, pero su silencio apunta a las autoridades.
“Uno siempre sabe cuando comienza una guerra, pero no cuando acaba”, dijo Guillermo Garduño Valero, profesor de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), quien se ha especializado en el fenómeno del tráfico de drogas.

No es claro cuántos muertos ha dejado la guerra contra el crimen organizado que inició el Partido Acción Nacional (PAN), pero sí que no hay vuelta atrás. “Hubo un momento en el que se podía negociar [con los capos], ahora ya no quedan actores visibles”, agrega.

En 2012, el Secretario de Defensa de los Estados Unidos, Leon Edward Panetta, dijo que 150 mil mexicanos fueron asesinados en el sexenio calderonista, con base en supuesta información otorgada por las autoridades mexicanas.

Otras cifras, más conservadoras, de la organización italiana Líberia, refieren que son 116 mil mexicanos los que perdieron la vida durante el segundo sexenio del PAN.

Por su parte, los datos oficiales detallan un alza en los homicidios.

El Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) contabiliza 186 mil 297 asesinados entre diciembre del 2006 y diciembre del 2015. Calderón registró en su Gobierno 122 mil 462 asesinatos; Peña Nieto lleva 63 mil 835 (en tres años; 2013, 2014 y 2015).

Lo que sería igual a la cantidad de personas que se necesitan para llenar al mismo tiempo los estadios: Azteca, Azul y Ciudad Universitaria.

El conteo del Inegi es el más confiable del país. Retoma los datos del Registro Civil y los Servicios Médicos Forenses, los cuales especifican la causa de cualquier defunción.

Por su parte, el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública  (SESNSP) contabiliza 184 mil 682 carpetas por homicidio doloso, entre 2013 y octubre de 2016. Según esos datos, el sexenio de Calderón sumó 104 mil 794 carpetas, y Peña, en tres años y diez meses de Gobierno, 68 mil 82.


En cuanto a los desparecidos: el Registro Nacional de Datos de Personas Extraviadas o Desaparecidas, (RNPED) reporta 28 mil 937 personas que han sido desaparecidas en el fuero común del 2007 a octubre de este año. Más 966 personas en el fuero federal en el mismo periodo. Una suma de 29 mil 903.



A pesar de que la guerra contra el narcotráfico movilizó a las fuerzas armadas hacia las labores de seguridad en las calles, los índices de violencia no son mejores que 10 años atrás.

El 2007 cerró con una tasa de averiguaciones previas por homicidio doloso de 9.34 por cada 100 mil habitantes, según el SESNSP.

Después de una década, y un largo recorrido de acciones de combate, no ha vuelto a haber una tasa menor a la del 2007.

A 11 meses del presente año, la tasa de homicidios dolosos por cada 100 mil habitantes registra 13.95.

El panorama de aquel entonces y el actual no se explican sin los altibajos de inseguridad.


El 2011 presentó la mayor tasa de homicidio doloso dentro de los diez años de la guerra contra el narcotráfico, con 19.75 por cada 100 mil habitantes.



10 AÑOS DE REACOMODOS DEL CRIMEN

Cuando Felipe Calderón Hinojosa llegó a la Presidencia el mapa del narcotráfico era otro.

Un informe de la Procuraduría General de la República (PGR), del último trimestre de ese año, refiere que en el país había siete grandes cárteles.

Entre ellos, el Cártel de Sinaloa de Joaquín “El Chapo” Guzmán, el Cártel de Tijuana de los hermanos Arellano Félix, el Cártel del Golfo de Osiel Cárdenas, el Cártel de Juárez de los hermanos Carrillo Fuentes, el Cártel de Colima de los hermanos Amezcua Contreras, el Cártel de Pedro Díaz Parada “el oaxaqueño” y el Cártel Milenio.

“Tendríamos que considerar la importancia que tenían hace 10 años ciertas figuras como serían, primero, ‘El Chapo’ Guzmán, quien dominaba toda la escena”, dijo Guillermo Garduño Valero, profesor de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM).
En agosto de 2006, la revista Proceso expuso que los cárteles del Golfo, Sinaloa y Milenio tenían presencia en Apatzingán, Michoacán.

En la zona operaba Nazario Moreno, quien fue abatido por las autoridades en 2014, quien diez años atrás había formado una célula llamada la Empresa, al servicio del Cártel del Golfo, que cobraba cuotas al resto de traficantes que operaban en la zona.

En Veracruz y Tamaulipas, el Cártel del Golfo, de Osiel Cárdenas, dominaba, y su brazo armado Los Zetas, conformado por ex militares mexicanos y kaibiles guatemaltecos, se convertían en un problema de seguridad nacional.


En el norte, en Tijuana, el Cártel de Tijuana controlaba el tráfico de mariguana, heroína y metanfetaminas; pese a que el líder criminal Javier Arellano-Félix fue capturado en agosto del 2006.

Mientras tanto, a principios del año electoral en el que el PAN volvió a ganar la Presidencia del país, el Cártel de Sinaloa, del ahora preso Joaquín Guzmán Loera, mantenía presuntas disputas con el Cártel del Golfo en Acapulco y Monterrey.

“El Chapo” Guzmán operaba en 17 estados, y era a través de Ignacio Coronel Villarreal, que controlaban principalmente las costas de Quintana Roo y Yucatán.

De acuerdo con la PGR, en 2006 fueron detenidas 12 mil 195 personas por mantener vínculos con estas organizaciones; el 98 por ciento eran colaboradores o distribuidores del narcomenudeo.

Diez años de guerra después, información de la PGR entregada a este medio refiere que en el país operan 9 cárteles y 37 células delictivas.

En abril del año pasado el Departamento del Tesoro de Estados Unidos anunció que incluyó en su “lista negra” de organizaciones criminales al Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), junto con Los Cuinis.

“En años recientes, hemos visto una tendencia al alza en la erosión de los carteles históricamente poderosos así como a la emergencia de nuevas organizaciones como la CJNG y Los Cuinis”, explicó John E. Smith, director interino de la Oficina de Control de Activos Financieros del Tesoro.


Garduño explicó que la desaparición de algunos cárteles y la disminución del poder de otros no significó el fin de la presencia del narcotráfico en las zonas que operaban.
“Hubo una necesaria reconfiguración en estos últimos diez años de los liderazgos. Pero las organizaciones persisten porque los intereses [el mercado de oferta y demanda] articulados sobre narcóticos a nivel mundial prevalecen”, añadió el catedrático.

Genaro García Luna, titular de la extinta Secretaría de Seguridad Pública, dio a conocer en 2010 que el mercado de las drogas estaba valorado en 60 mil millones de dólares anuales.

Una cifra alta en comparación con estimaciones hechas por la DEA (siglas en inglés para la Administración para el Control de Drogas). En 2009 valoró este mercado entre 18 y 39 mil millones de dólares.


FALTA DE CAPACITACIÓN

El director del Observatorio Nacional Ciudadano (ONC), Francisco Rivas Rodríguez, explicó que hubo un avance disparejo entre las medidas para hacer frente al narcotráfico en el ámbito federal, y aquellas tomadas en el estatal.

Pese a que el 1 de junio de 2009 una Ley transformó a la Policía Federal Preventiva en Policía Federal -cuya creación le aportó facultades de investigación preventiva y de colaboración con la PGR-estas medidas no se acuerparon en los estados.

Rivas explicó que con la llegada de Calderón al Gobierno, él echa a andar una policía que cumpla con los requisitos para el combate contra el narcotráfico, sin embargo, cuestionó: “¿Cuál ha sido el problema?, una década después seguimos careciendo de estos policías en lo local”.

Con el Presidente Enrique Peña Nieto la Secretaría de Seguridad Pública fue disuelta, y sus responsabilidades asumidas por la Secretaría de Gobernación (Segob). Sin embargo, las estrategias han carecido de efectividad.

Entre enero y octubre de 2016, los homicidios aumentaron 21 por ciento con relación al mismo periodo del año pasado.

El pasado 30 de agosto, el Presidente Enrique Peña Nieto anunció que 50 municipios que concentran el 42 por ciento de los homicidios dolosos serían reforzados.
“Es totalmente más de lo mismo, ¿por qué? Porque es darle recursos a entidades que no cumplen; es aumentar la presencia de fuerzas federales en lo local. No se diferencia en nada de lo que ya se ha hecho. Probablemente sí disminuya los homicidios, pero no los problemas de fondo”, dijo Rivas.

En el presente año a la dependencia le fueron asignados 67 mil 472 millones de pesos en el Presupuesto de Egresos de la Federación, de los cuales 5 mil 952 millones fueron destinados a subsidios en materia de seguridad pública.

En tanto que para este año el presupuesto será de 58 mil 159 millones y el subsidio de 5 mil millones de pesos.
“La estrategia contra el narco fue de ataque frontal pero el crimen muta”, dijo Luis Apertti, integrante de la mesa de seguridad y justicia en la zona metropolitana de Tampico, Tamaulipas.

El especialista refiere que en el caso de Tamaulipas el cometimiento de delitos pasó de extorsiones y secuestros a robos y delitos patrimoniales. Mas el control de las plazas y el trasiego de drogas sigue.

“Yo creo que ha habido un retraso importante en la respuesta del Gobierno estatal para atender este fenómeno. No tenemos ni el número de los elementos, ni las calificaciones”, explicó.


ADICCIÓN EN MÉXICO

No toda la droga se va hacia Estados Unidos. En julio del año pasado el Instituto Mexicano del Seguro Social otorgó 50 mil consultas para atender casos de adicción, en los que se incluyen el alcohol y el cigarrillo.

“Sí ya hay un mercado mexicano esa es una de las cosas que tenemos que contemplar. Existe la propensión. Como también la lógica del mercado, si hay demanda hay que crear entonces una oferta. Y ahí entra otro factor, la inducción”, dijo Garduño.

En el 2011 la Encuesta Nacional de Adicciones estimó que una población de 500 mil consumidores de drogas.

Mas este año el titular del Consejo Nacional contra las Adicciones Manuel Mondragón dijo durante la presentación de una encuesta sobre estudiantes adictos que en México había 713 mil 963 menores de edad con necesidad de algún tratamiento.

De acuerdo con una presentación pública del doctor Rafael Camacho Solís, ex director del Instituto para la Atención y Prevención de las Adicciones, por cada dólar que se invierte en usuarios de drogas, se gastan 100 en la guerra contra el narcotráfico.

Asimismo, un informe del 2013 hecho por la organización Crisis Group titulado “El desafío de Peña Nieto: los cárteles criminales y el Estado de Derecho en México”, advierte que en muchos casos, la venta callejera de drogas está directamente vinculada a los cárteles.

“Añadiendo una nueva dimensión a las guerras por el control de territorio”, cita el trabajo.

LOS REYES DE EU

El 80 por ciento de la droga que entra a los Estados Unidos lo hace a través de México, de acuerdo con el estudio “El Problema de Drogas en las Américas: Estudios”, de la Organización de Estados Americanos.

La influencia de los cárteles se ha instalado en las grandes ciudades de los Estados Unidos, de acuerdo con la DEA y las Fuerzas en Contra del Crimen Organizado (OCDETF, por sus siglás en inglés).

Mientras el Cártel de Sinaloa tiene vínculos en la costa Este y Oeste, a su vez el Cártel del Golfo, principalmente, en Texas; el Cártel de Juárez en Nuevo México y Texas; los Caballeros Templarios en Oregón; así como los Zetas en Winsconsin, Texas y Maryland.


Por su parte, el Cártel Jalisco Nueva Generación la tiene en Nevada, California y Mississippi.

MAPA:



“El narcotráfico está enlazado a una demanda mundial. Y estamos teniendo sencillamente el primer mercado consumidor del mundo a la par. Qué hubiera pasado si no hubiera ni un gramo de opio, cocaína, heroína, en Estados Unidos, o Europa; la gente hubiera caído en menos de 24 hora en un estado de ansiedad”, dijo Garduño.

FUENTE: SIN EMBARGO.
AUTOR: JUAN LUIS GARCÍA HERNÁNDEZ.
LINK: http://www.sinembargo.mx/05-12-2016/3121218

jueves, 25 de agosto de 2016

Rubén Moreira y su Procurador querían tajada del “Mono Muñoz”, revelan grabaciones en España

Foto: Sin Embargo
La agencia noticiosa EFE publicó que el presunto narcotraficante Juan Manuel Muñoz Luévano, “El Mono”, afirmó en una conversación telefónica mantenida desde España, que el Gobernador de Coahuila, Rubén Moreira Valdez, se interesó por sus negocios para que le entregara una cantidad de dinero. En la transcripción literal de la conversación, “El Mono” dice que Moreira le había mandado saludos y que “se ofrecía y que estaba preocupado” por sus negocios porque “quería una lana”. Múñoz fue detenido el pasado marzo en España y está a la espera de una petición de extradición de EU, cuyas autoridades le califican de “gran narcotraficante” y colaborador de varios cárteles.

Madrid, 25 ago (EFE).- Las transcripciones de las escuchas telefónicas que la Policía española hizo durante años al narcotraficante mexicano “Mono Muñoz” trasladan a un escenario de palizas, amenazas de secuestro, homicidios y corrupción dignos de la más tibia de las películas de narcos.

“Déme una oportunidad”, le suplicaba por teléfono a Juan Manuel Muñoz Luévano un hombre que le debía 24 millones de pesos, a lo que el narcotraficante contestaba: “No, no, no. ¿Cuál última oportunidad? ¿Qué vas a hacer, vender su alma?”.

El “Mono Muñoz” le decía entonces que le iban “a llevar” y no le iban a devolver hasta que pagara: “Es una lástima porque yo te quería a ti y a tu familia, a todos cabrón, y te dije que iba a ser tu tumba”. Con estas palabras acababa una conversación que había comenzado con un “si te tuviera enfrente, te mataba”.

Esta llamada, de junio de 2014, es una de las decenas que la policía transcribe en un extenso informe, al que ha tenido acceso Efe, sobre las actividades delictivas del “Mono”.

El presunto narcotraficante afirmó en una conversación telefónica mantenida desde España, que el Gobernador de Coahuila, Rubén Moreira Valdez, se interesó por sus negocios para que le entregara una cantidad de dinero.

Según un informe policiaco al que tuvo acceso EFE, “El Mono Muñoz” intentó en algún momento amedrentar a Rubén Moreira “con informaciones reservadas que tiene en su poder”.

En una conversación de junio de 2014, el detenido habla con un interlocutor sin identificar y explica que Moreira se había puesto en contacto con él, e interesado por sus negocios con el objetivo, dice la Policía, “de que le haga entrega de una cantidad de dinero”.

En la transcripción literal de la conversación, “El Mono” dice que Moreira le había mandado saludos y que “se ofrecía y que estaba preocupado” por sus negocios porque “quería una lana”.

En noviembre de 2014 dijo: “El procu, Homero, que quiere hablar y ponerse a la orden”, dice el narcotraficante, de quien EU ha pedido su extradición.

Múñoz fue detenido el pasado marzo en España y está a la espera de una petición de extradición de EU, cuyas autoridades le califican de “gran narcotraficante” y colaborador de varios cárteles.

Muñoz Luévano amenazaba, extorsionaba, ordenaba dar palizas e incluso asesinar desde su casa de un barrio residencial de la periferia de Madrid, donde intentaba pasar desapercibido junto a su familia, a pesar de que al gozar de un alto nivel de vida llamó la atención de los investigadores.

Aunque no todas las conversaciones han podido ser intervenidas (usaba un sistema de cifrado), en las pinchadas Muñoz Luévano habla con sus “empleados” mexicanos del día a día del “negocio”.

Así, en una ocasión le informan de que habían hecho desaparecer a un pandillero que les robaba (“ahí está y de ahí dentro no sale”), en otra ordena dar una “chinga” a un hombre y en una tercera le reportan que han metido “una calambrada” al tío de un moroso.

“Que caiga también su familia”, le dice a uno de los suyos hablando de un deudor que habían ido a buscar sin éxito. A otro que le robaba seis litros diarios de gasoil, el “Bebe” y el “Chido” le dieron unos “tablazos”.

A través del móvil, el “Mono” también mandó quemar la tienda de un “viejito” con el que mantenía un litigio: “Si ustedes no pueden, consígame un puto ahí que vaya y me queme esa pinche vinoteca”. Días más tarde, recibió las fotos del incendio.

De los políticos del estado de Coahuila, donde se circunscribía su influencia, se valía para todo tipo de favores, incluyendo poner a su nombre fincas (es el caso del Jesús Duran Flores, alcalde de Arteaga) o que le quitaran de en medio a empresas que le podían hacer la competencia en su negocio de gasolineras (para conseguirlo hablaron con un político y con un fiscal).

La acusación más grave que recae sobre él se refiere precisamente a una mujer de la Fiscalía mexicana que “colaboraba” con su grupo pasándoles información pero que había fallado en un asunto: no les había avisado de la orden de detención de su sobrino por secuestro.

“Para que vaya usted y la mata ahí”, le dice al sobrino al enterarse de la traición, tras cuestionarle su lealtad: “Si es su amiga, ¿por qué no le han avisado?”.

El “trabajo” del “Mono Muñoz” durante su residencia en Madrid no se limitaban a ordenar asesinatos y palizas, colaborar con cárteles como Los Zetas o Sinaloa blanqueando su dinero o introducir droga en España, sino que también se mantenía bien informado de otra de las actividades de la banda: el robo de gasolina.

En una llamada, le cuentan que habían detenido a dos de sus hombres robando 40 mil litros de un oleoducto, ante lo que da instrucciones para presionar a la Policía para que no investigue el asunto: “Que no trascienda y lo menos que salga en la prensa”.

Este cazador cazado, también conocido con el apodo de “Ingeniero”, se enfrenta ahora en la Audiencia Nacional española a los delitos de blanqueo y narcotráfico, pero cabe la posibilidad de que acabe siendo juzgado en EU, que le busca por delitos parecidos y ha pedido su entrega.





Fuente: Sin Embargo
Autora: Marina Ulecia
http://www.sinembargo.mx/25-08-2016/3084176

lunes, 22 de agosto de 2016

“Mayo” Zambada habría negociado con el CJNG liberación del hijo del “Chapo”: Ríodoce

CIUDAD DE MÉXICO (apro).- Luego de que este sábado se dio a conocer que Alfredo Guzmán Salazar Alfredillo “levantado” por un grupo armado la madrugada del 15 de agosto pasado en Puerto Vallarta, Jalisco, habría sido ya liberado con al menos uno de los otros cinco desaparecidos, el director del semanario Ríodoce, Ismael Bojórquez, señaló que Ismael El Mayo Zambada habría participado la negociación.

“Dos o tres días después de que fueron secuestrados, nosotros supimos de que quién estaba interviniendo directamente en la negociación, o había hablado con los líderes del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) para que fueran liberados fue El MayoZambada”, señaló Bojórquez.

Mencionó que los detalles de la liberación de los seis secuestrados en el Bar La Leche de Puerto Vallarta la madrugada del pasado lunes, no han sido revelados.

Aunque las autoridades sólo confirmaron el plagio de Jesús Alfredo, Ismael Bojórquez dijo que también el otro hijo del líder del cártel de Sinaloa, Iván Archivaldo, fue privado de su libertad, pues así se lo precisaron sus fuentes que informaron de la liberación.

El sábado, la fuente de información consultada por Proceso señaló que desde el jueves pasado familiares de algunos de los plagiados recibieron llamadas telefónicas en las que se les pedía una fuerte cantidad de dinero a cambio de revelar el paradero de los seis hombres levantados. En algún caso se pidieron hasta cinco millones de dólares. Y antes habían llegado llamadas anónimas a autoridades locales de Jalisco señalando que los seis “levantados” ya estaban muertos.





Fuente: Proceso
Autor: Redacción
http://www.proceso.com.mx/451832/mayo-zambada-habria-negociado-cjng-liberacion-del-hijo-del-chapo-riodoce

viernes, 22 de julio de 2016

Huyen de El Nayar: coras, huicholes y tepehuanos

Cientos de familias wixárikas, coras y tepehuanas que habitan en la Mesa de El Nayar y parte de la Sierra Madre Occidental, que comparten Durango, Nayarit y Zacatecas, están siendo obligadas a dejar casas y tierras por el acoso permanente del crimen organizado, que los obliga a sembrar y cosechar amapola para producir goma de opio, denunció Abelino Ramos Parra, líder indígena.

Durante la primera reunión nacional de indígenas y campesinos de El Barzón, en esta ciudad, Ramos Parra señaló que los indígenas ya no dejan sus coamiles (milpas) y animales por hambre o pobreza, sino por la presión del narcotráfico: “Hay un desplazamiento fuerte, y no nomás de Nayarit; también en Durango, Zacatecas y parte de Jalisco.

Decenas de comunidades viven en condiciones críticas, a pesar de los programas gubernamentales de apoyo al campo y a los grupos indígenas, agregó.

Estamos entregando paquetes de insumos para producir maíz. ¡Ojalá no vayan a ser para la amapola! Nosotros lo estamos haciendo de buena fe; espero que no me vayan a meter en un lío. Así están las cosas.

Desde hace meses, señaló el dirigente, médicos, enfermeras y maestros rehúsan subir a la sierra de El Nayar por temor a los narcotraficantes y han abandonado clínicas rurales y escuelas, por lo que pidió auxilio al gobierno y la sociedad civil.

“Todo esto lo aprovechan los criminales. Al narco le interesa que la gente esté pobre, que no vaya el Ejército, que no vaya nadie. Por eso está huyendo mucha gente. Sí, en parte es el hambre, pero también las condiciones” en las comunidades indígenas.

¿Quién creen que cosecha la goma? ¡Los niños, lo tengo que decir! ¿Por qué? Porque es más cómodo para ellos; están chiquitos y no andan agachados rayando (la amapola para obtener la goma de opio).

–¿Cómo desplazan los narcotraficantes a los indígenas?

–Como la siembra de enervantes es clandestina, el narco se esconde en el cerro y empieza a sembrar. Si la vaca de un indígena se mete en el potrero donde siembra amapola, la mata, y eso generó otro desplazamiento.

Ramos Parra, quien también ha sido dirigente de El Barzón en Nayarit, aseguró que los criminales provienen principalmente de Jalisco y provocan incendios forestales a fin de ocupar los terrenos para sus siembras clandestinas.

En la zona donde estamos, en El Nayar, pegado a Jalisco, ¡qué casualidad que todos los incendios se inician en Jalisco! Nos sube la lumbre, nos quema el bosque y nos afecta a los que cosechamos maíz y hongo.

Pese al daño que esto causa a los poblados indígenas, la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), la Comisión Nacional Forestal (Conafor) y “todas las instituciones que tienen que ver con la conservación no hacen nada. Nos dejan a nosotros con una chingada guardarraya y tenemos que defender el bosque. ¿Y cómo lo defendemos? Esa es la desesperanza. Tú, gobierno, pon aquí vigilancia o dame pistola, porque me está afectando la lumbre que salió del coamil donde van a sembrar la amapola. Si no puedes tú, gobierno, déjanos a la sociedad civil; ábrele la puerta”.

La gente que está ahí ya no puede vivir, ya no puede subsistir; se está yendo porque este triangulito de Zacatecas, Nayarit y Durango está muy metido.

Ramos Parra recordó que durante años ha solicitado una escuela normal para la Mesa de El Nayar, “una rural, pero que sea de indígenas para que se vayan a vivir ahí. ¡Y que dice el gobierno que no se puede, por el problemón nacional que hay ahorita!

“Eso es lo que nos está doliendo. ¿Al rato en qué vamos a andar todos? ¿Vamos a adorar al Chapo, o no sé a quién más?"





Fuente: La Jornada
Autor: Alfredo Valadéz Rodríguez
http://www.jornada.unam.mx/2016/07/22/estados/026n1est

domingo, 17 de julio de 2016

El imperio económico de los Arellano Félix: así como la PGR se los quitó, así lo recuperaron

Hace tres meses los integrantes de la familia Arellano Félix vendieron por 12 millones de pesos una mansión que por 20 años estuvo bajo resguardo de la PGR. La adquirieron en la década que compraron y vendieron una serie de propiedades de alta plusvalía, aseguradas en 1993 tras el asesinato del Cardenal Juan Jesús Posadas Ocampo. La reciente ganancia del clan con la venta de la última mansión en su poder y el repunte de los asesinatos ocurridos en Tijuana en el último año y medio, contradicen la versión de autoridades mexicanas y norteamericanas que insisten en mostrar al Cártel Arellano Félix como una organización “desarticulada”.

Ciudad de México, 17 de julio (Zeta/SinEmbargo).- Era la segunda semana de diciembre de 1985. Parada ante una juez, Alicia Félix viuda de Arellano pidió autorización judicial para vender una millonaria finca, ya que -según ella- se encontraba en problemas económicos desde la muerte de su esposo. Aseguró a la juzgadora no tener dinero para ofrecer una adecuada educación al menor de sus hijos y, con la venta del bien, sortearía esos gastos. Lo que no dijo Alicia aquel día en Guadalajara fue que Benjamín y Ramón, dos de sus hijos mayores, eran líderes en Tijuana de la organización mafiosa más violenta de su generación: el Cártel Arellano Félix (CAF). Fueron ellos quienes en 1992 le declararon la guerra a Ismael “El Mayo” Zambada y sus socios, Joaquín “El Chapo” Guzmán y Héctor “El Güero” Palma, porque éstos les debían 20 millones de dólares por el cruce de droga a Estados Unidos. Con el primer encarcelamiento de “El Chapo” en 1993, los Arellano ganaron la batalla.

“Me veo en la necesidad de solicitar que se autorice la venta del bien inmueble y con eso poder seguir dando a mi menor hijo la educación que hasta hoy ha recibido”, expresó Alicia a la juez jalisciense Irma Becerra, con la que acudió como parte del juicio legal que se siguió de manera rutinaria, para pedir autorización de vender una finca de 2 mil 297 metros cuadrados perteneciente a su hijo, Francisco Javier Arellano Félix, entonces de 16 años de edad; 17 años después, tras la captura de su hermano Benjamín y el asesinato en 2002 de su otro hermano, Ramón, Francisco Javier se convertiría en líder del CAF hasta 2006, cuando lo capturaron en unas vacaciones, pescando en su yate en aguas internacionales de Baja California Sur.

Como parte de aquel juicio en 1985, Alicia presentó dos testimonios por escrito para avalar su petición. El del abogado José de Jesús Ruíz Novoa y el de Silvia Silva de Morales. También el consentimiento del “tutor dativo” de su hijo, el abogado Ignacio González Parada. Un presunto personaje mafioso conocido por las autoridades norteamericanas que, en 2012, lo boletinaron por sus actividades de “lavado de dinero”. En 2013 fue González quien sacó de la cárcel, a través de un juicio de amparo, al narcotraficante Rafael Caro Quintero, líder fundador del Cártel de Jalisco, encarcelado por el asesinato del agente encubierto de la DEA, Enrique Camarena.

Alicia finalmente vendió la finca por 30.2 millones de pesos en abril del 86. Lo hizo sin la autorización de la juez Becerra, aval que llegaría meses después de realizada la venta. Apenas dos años antes, en 1984, Francisco Javier y su padre Benjamín Francisco habían comprado el terreno sin construcción por 4.1 millones de pesos. En ese lapso construyeron una finca estilo español con arcos y balcones, valuada en 19.5 millones de pesos.

Los movimientos hechos por Alicia y sus hijos eran parte de una estrategia para gastar cientos de millones de pesos en propiedades. Lo hicieron en las décadas de los ochenta y noventa. La maniobra que encaja perfectamente con el delito de operaciones con recursos de procedencia ilícita (lavado de dinero) era comprar, construir, vender y donar terrenos, casas y mansiones de alta plusvalía a personas cercanas a la familia, según revelan 30 actas notariales analizadas por Zeta, obtenidas a través del Registro Público de la Propiedad de Jalisco (RPPJ). Los documentos contienen anotaciones escritas a mano por dos de los ministerios públicos federales que solicitaron el aseguramiento de los bienes, incluido el número de averiguación previa, así como oficios escritos a máquina de escribir y firmados por funcionarios del RPPJ en los que formalizan la entrega de las actas notariadas a la Procuraduría General de la República (PGR).

En Jalisco, donde los Arellano radicaban oficialmente desde el 76, gastaron más de 1 mil 100 millones de pesos con la compra de 23 propiedades que juntas miden dos veces el tamaño de la cancha de futbol del Estadio Azteca, según el análisis del semanario.

Uno de los movimientos predilectos de la familia era comprar terrenos rústicos para construir en ellos fincas o mansiones que vendían a ocho veces su valor original. La última mansión de ese tipo la vendieron en marzo de 2016. Se localiza en el exclusivo fraccionamiento del Club de Golf Santa Anita, en Tlajomulco de Zúñiga, Jalisco. En 1993 esa propiedad, junto con otras 15, fueron aseguradas por la PGR como parte de las investigaciones derivadas del asesinato del Cardenal Juan José Posadas Ocampo, ocurrido el 24 de mayo de ese año.

La mansión fue recuperada por Alicia en junio de 2015, luego de un juicio que duró dos años y en el cual el principal alegato fue que la PGR “nunca comprobó” que el dinero para comprarla tuviera conexiones con operaciones de lavado de dinero.

LA RUPTURA

El CAF es una de las organizaciones del narcotráfico mexicanas junto con los cárteles de Sinaloa, Jalisco y Juárez, que más décadas lleva en activo en el mundo de las drogas. Iniciaron sus actividades en Tijuana en 1982, cuando ante los ojos de todo el mundo eran un grupo de hermanos carismáticos que organizaban grandes fiestas en Tijuana, Mazatlán y Guadalajara.

La popularidad que tenían los hermanos les permitió granjearse la amistad de muchachos de buenas familias que, asesorados por Benjamín y Ramón Arellano, se convirtieron en sicarios o socios del clan. A ese cártel y sus aliados, se le atribuyen cientos de asesinatos y desapariciones.

Utilizaron el sadismo para acabar con la competencia y castigar la deslealtad de sus aliados. Fueron los primeros en ordenar el asesinato y la desintegración en ácido de sus enemigos, práctica que años después se conocería como “pozoleo”.

César Esquer, Elman Chávez y Pritam Sing fueron tres de las víctimas del CAF con las que utilizaron ese método. Los “pozolearon” en 2003, cuando esa práctica era totalmente desconocida por la prensa y la opinión pública. Se daría a conocer hasta seis años después, tras la captura de Santiago Meza López “El Pozolero”, ex operador del CAF.

Esquer era un joven veinteañero egresado de la universidad, que en ese entonces trabajaba en Mexicali como editor de la página de internet de un periódico local. Viajó hasta Tijuana con sus amigos para cobrar el dinero de unos paquetes de marihuana que le dejó a su primo, quien trabajaba como Policía y narcotraficante del Cártel Arellano Félix. La droga había sido robada a los operadores de los Arellano en Mexicali, así que cuando se enteraron del movimiento ordenaron asesinar a los muchachos y desintegrarlos en ácido. Por seis años estuvieron en calidad de desaparecidos, hasta 2009, cuando el primo mafioso de Esquer, capturado por robo y otros delitos, confesó el destino de su familiar y sus dos amigos.

Por ese tipo de acciones, las autoridades norteamericanas y mexicanas catalogarían al Cártel Arellano como la organización mafiosa más “violenta” de su generación.

Fueron ellos los que en 1992, en plenitud de sus operaciones mafiosas, rompieron con “El Chapo” Guzmán, “El Güero” Palma y “El Mayo” Zambada, con quienes llevaban una buena relación no sólo laboral, sino de amistad. Se distanciaron porque Zambada les debía dinero por el cruce de droga en Tijuana, así que los hermanos ordenaron asesinarle, escribió en su momento el periodista Jesús Blancornelas.

Tanto “El Chapo” como “El Güero””, en represalia orquestaron una emboscada para asesinarlos a ellos en una discoteca de Puerto Vallarta, en la que murieron seis personas. Los hermanos Ramón y Francisco Javier Arellano escaparon ilesos del ataque.

El cardenal de Jalisco, Juan José Posadas Ocampo, fue asesinado el 24 de mayo de 1993 tras presuntamente ser confundido con “El Chapo” Guzmán. Foto: Zeta

Los Arellano tomaron venganza el 24 de mayo de 1993. Ordenaron asesinar a “El Chapo”, cuyo nombre ya había saltado a la fama pública por la fallida emboscada. Los hermanos trataron de matar al capo sinaloense cuando éste se dirigía al Aeropuerto de Guadalajara. Por una “confusión” asesinaron al Cardenal de Jalisco, Juan José Posadas Ocampo, quien se trasladaba al mismo destino.

Según la cuestionada versión oficial de la PGR, los pistoleros del clan Arellano que le dieron 15 balazos a quemarropa a Posadas, un hombre alto de poco más de 110 kilos, lo confundieron con “El Chapo” Guzmán, quien no alcanza los 1.68 metros de estatura y pesaba no menos de 80 kilos.

El abogado del Arzobispado de Jalisco, José Antonio Ortega, ha cuestionado en múltiples ocasiones el móvil del crimen y ha descartado la hipótesis de la PGR. Públicamente ha dicho que Posadas fue asesinado porque “conocía los nexos del narco” con políticos mexicanos, entre los que se encontraba Raúl Salinas, hermano del entonces Presidente de México, Carlos Salinas.

Derivado de la presión internacional, Guzmán Loera se convirtió en el principal sospechoso del crimen de Posadas. Fue detenido el 9 de junio de 1993 en Guatemala y entregado a las autoridades mexicanas. Con esa primera captura, los Arellano le ganaron la batalla al capo sinaloense, aun cuando éste nunca fue procesado penalmente por el asesinato; tampoco fueron enjuiciados Benjamín o Ramón Arellano Félix.

En la actualidad, dos de los hermanos Arellano Félix (Ramón y Francisco Rafael) están muertos; y otros tres (Benjamín, Francisco Javier y Eduardo) se encuentran presos en cárceles de Estados Unidos. Las pugnas entre “El Mayo” Zambada y los Arellano continúan, sólo que ahora un hijo de Benjamín es quien dirige a la organización mafiosa, apoyado por otro joven familiar. Esa lucha por el control de Tijuana ha provocado un repunte en los asesinatos durante el último año y medio. Con ese incremento los índices de violencia se asemejan a los que se tenían en los años 2008, 2009 y 2010, cuando el Cártel de Sinaloa, a través de Teodoro García Simental, “El Teo”, ex operador del CAF, intentó sacar del negocio definitivamente a los Arellano, en ese entonces bajo el mando de Fernando Sánchez Arellano “El Ingeniero”, uno de los sobrinos de la familia.

Los movimientos de la familia Arellano Félix. Gráfico: Zeta

LOS MOVIMIENTOS DEL CLAN

Hasta antes de simular problemas financieros, los integrantes de la familia Arellano se presentaban como profesionistas o empresarios para cerrar sus operaciones de compra y venta de bienes. Francisco Rafael se identificaba como “licenciado en Administración de Empresas” y “profesionista”, cuando no estudió una carrera universitaria; Fernando Arellano Félix se presentaba como “ingeniero”; Benjamín Francisco, padre de los hermanos, se decía “constructor”; mientras que Benjamín Arellano, el líder fundador del cártel, era un “comerciante”.

De esa manera los Arellano se identificaban ante notarios públicos y los dueños de las propiedades que adquirían. En 1984, el “licenciado Francisco Rafael Arellano Félix” compró dos propiedades a Marcelino García Paniagua y su esposa, Amelia Arteaga Anaya. Marcelino era hijo del ex Secretario de la Defensa Nacional y ex Gobernador de Jalisco, Marcelino García Barragán. El año que vendió las propiedades se desempeñaba como funcionario público de Aduanas. Un año después fue presidente del club de futbol Chivas del Guadalajara, y en dos diferentes periodos dirigió la Federación Mexicana de Futbol. Murió en 2007 a causa de cáncer.

La primera propiedad vendida por Marcelino fue una finca de 2 mil 357 metros cuadrados, ubicada en Zapopan; la segunda, un terreno rustico de 2 mil 976 metros cuadrados que Francisco Rafael fraccionó en seis y vendió por separado. Por las dos propiedades Marcelino y su esposa recibieron 15.8 millones de pesos.

Otra argucia legal recurrente en los movimientos de la familia Arellano, para no dejar rastro del dinero, era donar y vender las propiedades a otros miembros o amigos de la familia. En por lo menos nueve ocasiones hicieron ese movimiento. Alicia Félix fue la principal beneficiaria. Su hija Norma Isabel le hizo tres donaciones: dos propiedades en Zapopan y una más en Guadalajara; su hijo Francisco Rafael le vendió la mansión de Tlajomulco de Zúñiga.

Luis Benjamín y Frank Xavier Arellano Martínez, los dos hijos de Benjamín Arellano Félix, recibieron la donación de una casa por parte de sus abuelos en 1984; las cuñadas de Benjamín y Francisco Rafael también participaron en esos movimientos.

CONFISCAN BIENES

El asesinato de Posadas y la detención de “El Chapo” Guzmán en 1993, cambiaron el destino de la familia Arellano. Les quitó una serie de propiedades y los convirtió en el clan del narcotráfico mexicano más buscado de la época. La PGR comenzó a investigarlos. Producto de las investigaciones ordenó, en agosto de ese año, asegurar varias de las propiedades compradas por la familia en Jalisco, Sinaloa y Baja California.

En Jalisco, fueron 16 los bienes asegurados, de los cuales siete ya no pertenecían a los Arellano, quienes los vendieron o donaron.

Los Arellano iniciaron una batalla legal en Juzgados y tribunales para recuperar sus bienes. En la actualidad hay juicios que continúan abiertos y otros se han iniciado en la última década. Lo que reclaman los integrantes del clan o sus herederos, es que en más de 20 años, la PGR “no ha comprobado” que las propiedades fueran adquiridas con recursos del narco. Bajo esa premisa lograron ya la devolución de la mansión de Tlajomulco de Zúñiga.

LA IMPUNIDAD

Las pruebas que incriminan a la familia Arellano por operaciones con recursos de procedencia ilícita a través de la compra, venta y construcción de propiedades, siempre han sido públicas y se encuentran en actas notariales e inscripciones del RPPJ.

En los documentos salen a relucir los nombres de abogados, notarios públicos, testigos y posibles cómplices que participaron en las operaciones del clan. No existía en aquel entonces una Ley de extinción de dominio, como la que opera actualmente para obligarlos a denunciar penalmente las millonarias transacciones. Moralmente pudieron haberlos denunciado por delincuencia organizada y no lo hicieron.

Entre los notarios públicos jaliscienses que más participación en los movimientos de la familia Arellano, se encuentran Mario Camarena Rosas y Mario Montaño Beltrán. El primero certificó seis operaciones de compra de bienes y cuatro de venta; el segundo, cinco de compra y dos de venta.

Sergio Salvador Aguirre Anguiano es otro abogado cuyo nombre aparece en las actas. Como suplente de notario público se encargó de escriturar, en 1990, la compra de un condominio de 210 metros cuadrados adquirido por Norma Isabel Arellano Félix, una de las hermanas mayores del clan. Por esa transacción pagó 14.7 millones de pesos. El bien fue asegurado por la PGR en 1993. Aguirre Anguiano se convertiría dos años después en ministro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación y en la actualidad se encuentra en el retiro.

La maniobra implementada por la familia Arellano es una de las estrategias clásicas del lavado de dinero. No es una coincidencia que el Grupo de Acción Financiera Internacional, máximo organismo intergubernamental en el mundo para combatir y prevenir esa actividad, haya identificado tanto a notarios públicos como a agentes de bienes inmuebles dentro de las actividades y profesiones no financieras vulnerables para ser usadas en operaciones de blanqueo de recursos.
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NINGÚN PROCESADO POR LAVADO

A 23 años del aseguramiento de las propiedades del clan Arellano en Jalisco, la PGR no ha solicitado órdenes de aprehensión contra ningún miembro de la familia por la realización de operaciones con recursos de procedencia ilícita, delito que se castiga con hasta 15 años de cárcel. Tampoco ha informado el destino de las mansiones y casas aseguradas, aun cuando se le ha solicitado una entrevista formal a través de su área de Comunicación Social; en Estados Unidos, contradictoriamente, los hermanos Benjamín, Eduardo y Francisco Javier han sido sentenciados por narcotráfico y lavado de dinero; su hermana Enedina, por su parte, es señalada de encabezar la red de lavado de dinero que sostiene financieramente al CAF.

Información obtenida por el sistema de transparencia del Servicio de Administración y Enajenación de Bienes (SAE) y una búsqueda avanzada hecha a través del servidor de aplicaciones de mapas Google (Google Maps), revela que siete de las 16 propiedades aseguradas por la PGR están en perfecto estado; otras dos se encuentran en resguardo del SAE; una funciona como escuela privada, otra como asociación civil que promueve el empleo y una más fue vendida en marzo pasado.

En el caso de la escuela, se trata de la preparatoria Liceo del Bosque, cuyos directivos al ser cuestionados sobre la procedencia del bien, dijeron desconocer su vínculo con la familia Arellano. Se trata de la finca estilo español que, en abril de 1986, Alicia Félix vendió por 30.2 millones. Aquella por la que pidió autorización judicial para vender, argumentando problemas financieros.

En el caso de sietes propiedades más que no estaban entre los bienes asegurados por la PGR y pertenecían a la familia, cuatro fueron vendidas y tres continuaban bajo su tutela, según las actas notariales en poder de ZETA. Entre éstas se encuentra la propiedad que Francisco Rafael compró a Marcelino García Paniagua y su esposa. En la actualidad tal inmueble aloja al Instituto Anahuacalli, centro educativo en Zapopan que cuenta con niveles preescolar y básico (primaria y secundaria). Este Semanario buscó en varias ocasiones a los directivos de la institución para saber si conocían el origen del predio y, pese a una serie de llamadas y el envío de un correo electrónico, no respondieron a la solicitud.

La superficie de la mansión de los Arellano Félix. Foto: Zeta

MANSIÓN VENDIDA

Contrario a los exóticos gustos que suelen tener los narcotraficantes cuando se trata de las casas donde viven, los Arellano Félix tenía un gusto sofisticado que discrepaba con los de otros mafiosos de la época. Nada de zoológicos, esculturas o acabados con imágenes de santos o animales; cero colores llamativos o ninguna estructura que desentonara con las residencias tipo colonial con toques contemporáneos que solían construir.

La mansión del fraccionamiento Club de Golf Santa Anita en Tlajomulco de Zúñiga, era la muestra de su buen gusto. Construcción de mil 230 metros cuadrados de dos plantas, pintada con colores blanco y azul pastel; cuatro amplias recámaras, estudio, sala, cocina con muebles de madera, comedor y área de televisión; cochera techada con espacio para ocho vehículos; alberca circular con vestidores, baños y cuarto de juegos; una segunda casa separada de la principal y 927 metros cuadrados adiciones de jardines. Lo mejor: la tranquilidad de estar ubicados en un complejo privado que cuenta con perímetros totalmente bardeados, caseta de vigilancia 24 horas, casas separadas y extensas áreas verdes que incluyen dos parques y 16 hectáreas de bosque.

La construyeron entre 1985 y 1989. Por el terreno rustico de 2 mil 156.99 metros cuadrados, Francisco Rafael pagó 970 mil pesos. Posteriormente éste le vendió la propiedad, con mansión incluida, a su mamá, en 1989.

En la demanda promovida ante el juez Raymundo Cornejo Olvera, Alicia Félix acusó a la PGR de violentar sus derechos por el decomiso de la mansión, pues en más de dos décadas nunca se comprobó que la compra se hiciera con recursos de procedencia ilícita.

Por poco más de ocho meses el juez Cornejo analizó la demanda y, en la última semana de octubre de 2014, se la concedió. Concluyó que aun cuando la PGR en sus investigaciones estableció que Alicia y sus hijos formaban parte de “una red de lavado de dinero”, la dependencia fue “omisa en pronunciarse” sobre la certeza del acto reclamado. Expuso también que nunca había existido “conducta criminosa” por parte de la quejosa o “en los que estuviera relacionada la finca en mención”.

De esa manera el juez Cornejo, un abogado con maestría en Política Criminal que obtuvo con la tesis “Análisis Crítico de la Ley Federal Contra la Delincuencia Organizada”, ordenó la “inmediata devolución” de la mansión.

La PGR contrademandó la decisión de Cornejo; el reclamo llegó hasta un tribunal federal, donde tres magistrados ratificaron la decisión del juez: regresar la mansión a la señora Alicia.

Sin trabas legales de por medio, Alicia y familia contrataron los servicios de empresas dedicadas a la venta de bienes raíces que ofertaron la mansión a través de sus páginas de clasificado. “Para terminarla a su gusto”, señalaban los anuncios que promovían la mansión, vendida finalmente en marzo pasado.

Lo que ha quedado en evidencia con la devolución de la mansión Arellano, es que por una “omisión” de la PGR las pruebas del lavado de dinero se desvanecen. La venta de la mansión de Tlajomulco de Zúñiga es la llave que el CAF necesitaba para pelear sus bienes y seguir con el millonario blanqueo de dinero que comenzó en los mismos años que la madre del clan mafioso le hizo un desesperado pedido a una juez de Guadalajara.





Fuente: Sin Embargo
Autor: Francisco Sandoval Alarcón con información del Semanario Zeta
http://www.sinembargo.mx/17-07-2016/3067986