Antes del 2018 prácticamente no había demanda de servicios de tratamiento relacionados con el consumo adictivo de fentanilo en México. Sin embargo, desde 2021 se empezaron a presentar los primeros casos.
Aunque la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo ha dicho que el consumo de fentanilo ilícito en México no es un problema “grave”, la Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes (JIFE) de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) aseguró que va en aumento el uso de ese opioide sintético, en particular en estados del norte del país.
En su Informe 2024, presentado el martes, también afirmó que el aseguramiento de fentanilo en territorio mexicano ha bajado en comparación con lo hecho en otros años y también frente a lo incautado por Estados Unidos y Canadá.
La JIFE afirmó que México se está convirtiendo en un “mercado de consumo de fentanilo”, que es 50 veces más potente que la heroína.
Y es que, se detectó que la demanda de tratamiento por consumo de fentanilo ilegal comenzó a subir en México desde 2021 -aún en la administración de Andrés Manuel López Obrador-, en particular en los estados fronterizos de Baja California, Chihuahua y Sonora, así como en Sinaloa.
Según el informe, antes del 2018 prácticamente no había demanda de servicios de tratamiento relacionados con el consumo adictivo de fentanilo en México. Sin embargo, desde 2021 se empezaron a presentar los primeros casos y de ahí, la demanda creció rápido. En el 2023 hubo 430 casos atendidos, con base en datos de los Centros de Integración Juvenil (CIJ).
Detalla que, del 100% de las personas atendidas por el organismo en el 2023, el 60% buscó tratamiento por consumo de drogas sintéticas, entre ellas, fentanilo. Entre las sustancias más consumidas por los solicitantes de ayuda estaban la maraiguana, la metanfetamina y la cocaína.
El documento también denuncia que, en farmacias ubicadas en el norte de México se venden sin receta medicamentos falsificados, como metanfetamina etiquetada erróneamente como “Adderall”, o pastillas con fentanilo mezclado vendidas como como “oxicodona”. Y, según la investigación, los principales compradores son turistas cuyo idioma natal es el inglés.
No obstante, señala, el consumo de analgésicos opioides en México aún es 800 veces menor que en Estados Unidos. Y alerta que las autoridades deben fortalecer las estrategias de prevención y control para evitar un mayor impacto de esta crisis sanitaria.
Baja incautación en México
De acuerdo con el informe, en 2023 en México fueron aseguradas 1.8 toneladas de fentanilo, un 10% menos que las 2 toneladas incautadas en el 2022.
En Canadá también bajaron los decomisos de esa droga, pues en 2023 fueron decomisadas 1.7 toneladas de opioides, incluído fentanilo, pero un año antes se incautaron 4.6 toneladas.
Por el contrario, se refiere en el documento, la Administración para el Control de Drogas de Estados Unidos (la DEA, por sus siglas en inglés), reportó la incautación de casi 15 toneladas de fentanilo en 2023, de las cuales 13 fueron en forma de polvo y 1.9 toneladas en 79 millones de comprimidos.
“Además, la cantidad total de 79 millones de comprimidos de fentanilo incautada en 2023 casi triplicó la cantidad incautada en 2021. De igual modo, la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de los Estados Unidos (CBP, por sus siglas en inglés) incautó aproximadamente 12.2 toneladas de fentanilo en 2023, casi el doble que la cantidad incautada en 2022, lo que equivale a unas 1,200 millones de dosis”, asegura el informe.
En contraste con estas cifras y en el contexto de la llamada que tuvo ayer con el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, en la que se anunció que la imposición de 25% de aranceles será hasta el 2 de abril, la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo presentó una gráfica con la que aseguró que la incautación de fentanilo en dicho país cayó 41.5% desde que el magnate republicano regresó a la Casa Blanca.
México, la fábrica
Para cerrar, la JIFE asegura en su informe que la mayor cantidad de fentanilo y otras drogas sintéticas aseguradas en Estados Unidos se fabricaron en México.
“El tráfico de fentanilo y otros opioides sintéticos sigue siendo el principal desafío relacionado con las drogas a que se enfrenta América del Norte, dado que la mayoría de la sustancias incautadas en la región, se fabrican ilícitamente en México antes de llegar a los mercados de destino de Canadá y Estados Unidos”, sentencia.
Y detalla: “La fabricación ilícita de fentanilo en México suele comportar el uso de sustancias químicas que no están sujetas a fiscalización internacional. La situación es similar en lo que respecta a la metanfetamina, si bien esa droga también se fabrica ilícitamente en los Estados Unidos”.
Tal afirmación coincide con investigaciones periodísticas que aseguran que en México existen laboratorios clandestinos donde se fabrica fentanilo, pero que Sheinbaum Pardo ha rechazado en varias ocasiones.
FUENTE: PROCESO.
AUTOR: SARA PANTOJA.