El reciente “plan de manejo” del Nevado de Toluca desató la polémica. Se emitió en octubre y rápidamente se levantaron voces que aseguran que abre la puerta a la tala indiscriminada. Pero el problema no es el plan en sí. Los añejos problemas comunales de la región, la corrupción galopante en el Estado de México, los intereses privatizadores que motivan ese proyecto, la tala clandestina, la pobreza y la impunidad son los protagonistas de la verdadera crisis que padecen los habitantes de la zona alrededor del volcán.
AMANALCO, Edomex: Para calmar las protestas por la supuesta aprobación para talar 17 mil hectáreas del Nevado de Toluca, el titular de la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), Rafael Pacchiano, organizó un viaje para la prensa al ejido El Capulín. Quiso mostrar las acciones que, asegura, ha emprendido para proteger esa Área Natural Protegida (ANP).
La cita fue el 7 de noviembre a las 8 de la mañana. Y la visita fue un montaje. Todo parecía planeado para la foto, en la que destacaban, acicalados, Pacchiano y Alfredo del Mazo Meza –comisionado nacional de ANP, hijo del exgobernador mexiquense Alfredo del Mazo y primo del presidente Enrique Peña Nieto.
Sin embargo, la realidad es distinta y trasciende el presunto plan para talar las faldas del volcán. Sin control, diariamente bajan camiones de la montaña con árboles cortados de manera clandestina. Nadie los detiene pese a que transitan a pleno día y exhiben permisos a todas luces falsos:
De camino a Toluca, un camión repleto de troncos, con placas 776-ER-5, del Estado de México, circula sin problemas. En la parte trasera se veía la siguiente “autorización”, escrita a mano: “Semarnat. Trabajos de saneamiento en arbolado forestal afectado por incecto descortesador autorizado con notificación DFMarnat. Santa María del Monte. Municipio Zinacantepec (sic)”.
Y no es la única irregularidad en ese municipio. El alcalde de Zinacantepec, Manuel Castrejón, se construyó una casa en esa zona protegida cuando era diputado, de acuerdo con Arturo Chavarría, presidente del Colegio de Arquitectos y Urbanistas del Estado de México. Hoy, la obra está clausurada, por la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) y la Semarnat, según se lee en el oficio PFPA/173/2C2750057-15-02.
Sin embargo, en los jardines de la residencia pastorean dos caballos, y a las afueras alguien sembró papas. No se ve descuidada.
Proceso hizo un recorrido por algunos de los 56 ejidos donde se ha denunciado tala indiscriminada. En el ejido Contadores hay reforestación, pero no está regulada ni ha sido efectiva: de los 700 árboles que se sembraron sólo sobreviven unos 60.
Otro problema es el robo de agua de los manantiales. Sin que los comuneros sepan a dónde se dirigen, “aparecieron” alcantarillas para encauzar el agua y anchas mangueras para robarse el líquido, afirman.
El volcán herido
“En Río Hondito todo está cercado. Cuando hay un incendio no se puede entrar porque está alambrado”, indica Chavarría durante el recorrido. Él va mostrando vestigios de aserraderos, los caminos que usan los camiones, los tocones que dejan los árboles jóvenes. A lo lejos se escucha el trabajo de, por lo menos, tres aserraderos clandestinos. Algunos leñadores tumban un pino de unos 30 metros de altura.
Otro carro lleno de madera trae otro permiso clandestino. Una manta de plástico dice: “Con el permiso permiten los ejidos (sic)”. En un espacio de unos 2 mil 500 metros cuadrados –un cuarto de hectárea– hay restos de unos 15 árboles talados “pese a que esta zona es un área de protección forestal”, puntualiza Chavarría.
El temor por lo que ocurrirá con el bosque, los rumores y la falta de información alcanzaron a los vendedores del Parque de Los Venados, quienes afirman que ya existe un permiso para construir un Walmart, algo de lo que no hay pruebas hasta el momento.
En otros ejidos, como Raíces, lamentan la falta de ayuda del gobierno y denuncian que, por ello, ha habido muertes por hipotermia.
En toda la zona se percibe la pobreza y la incertidumbre.
No pasa nada
El 1 de octubre de 2013, Peña Nieto publicó un decreto que le quitó la categoría de “reserva natural” al Nevado de Toluca. Así abrió la puerta a la explotación comercial de la zona, algo no necesariamente nocivo, según autoridades e incluso expertos conservacionistas: entre otras cosas permite que los pobladores aprovechen legal y ordenadamente sus recursos.
Para que ese decreto entrara en operación se requería un programa que detallara las acciones concretas. Y ese proyecto acaba de ver la luz: el Plan de Manejo del Área de Conservación de Flora y Fauna
del Nevado de Toluca (PNT) fue emitido el pasado 21 de octubre.
Como sea, Chavarría cuenta que desde 2013 algunos de los comuneros se inconformaron e interpusieron un amparo, pero no pasó nada. “Hay taladores de los ejidos que están de acuerdo con la tala y actúan en contubernio con las autoridades. Vamos, los denunciamos, toman fotos, les presentan planos, pero no hacen nada. No hay nadie en la cárcel por esto. Esta actitud provoca incendios”, añade.
Comenta que la extracción de la madera es muy rápida: un camión puede ser llenado en sólo media hora. “Nosotros vemos a unos talamontes, y cuando nos detectan ya nos están esperando con sus motosierras. Luego le dices al gobierno esto y responde: ‘Bueno, ya ven que así hay grupos, gente organizada’”.
En la pantomima de El Capulín, Alejandro del Mazo se refirió al decreto que el presidente Lázaro Cárdenas publicó el 25 de enero de 1936, en el que declaró “parque nacional” el Nevado de Toluca.
Pero el priista jamás se refirió al de octubre de 2013, que le abrió las puertas al llamado Grupo Atlacomulco para que pueda manejar las 53 mil hectáreas de la zona y realice finalmente inversiones que desde hace años proyectó para ese bosque. (Proceso 1931)
Al hablar del PNT, Pacchiano afirmó que es un rumor que este plan vaya a permitir la deforestación indiscriminada de 17 mil hectáreas, como se ha difundido tras una nota de Animal Político y mediante una petición en la plataforma change.org promovida por Maru Ayón.
El 23 de noviembre pasado, Ayón matizó en su cuenta de Facebook: “El Plan de Manejo puede que sea una gran iniciativa para cuidar el Nevado de Toluca, existen investigaciones que demuestran que la mejor manera de conservar los ecosistemas forestales es apoyando a las comunidades para su manejo y aprovechamiento cuidadoso.
“Pero para que el plan de manejo tenga éxito, tenemos que seguir vigilantes y asegurarnos de que ese plan se instrumente de manera cuidadosa y responsable, y de que a ningún político o empresario se le ocurra imaginar la manera de torcer las cosas.”
De acuerdo con el primer plan de subzonificación de la Semarnat para el Nevado de Toluca estará permitido realizar “actividades productivas de bajo impacto ambiental”. La Subzona de Aprovechamiento Sustentable de los Recursos Naturales comprende una superficie de 17 mil 785.5 hectáreas repartidas en 11 polígonos.
El gobierno federal aprobó un “manejo forestal sustentable” en esa superficie. Es decir, que se permita la tala en 32.59% de la ANP, siempre con permiso de la Semarnat.
En octubre de 2013, paralelamente, el gobierno federal anunció que impulsaría la actividad turística “de bajo impacto” en el Nevado de Toluca y que “no se permitirá en ningún caso la edificación o construcción de fraccionamientos, casas campestres, cabañas o búngalos residenciales, ni la edificación o construcción de hoteles, posadas o fincas de descanso, ni campos de golf”.
Esa restricción quedó estipulada en el “Borrador del Programa de Manejo” del Nevado de Toluca que hizo público la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas en ese momento.
Pero el pasado 21 de octubre de 2016 fue eliminada dicha restricción. En la versión final del PNT –publicada en el Diario Oficial de la Federación– ya no se hace referencia a la restricción de campos de golf, fraccionamientos o búngalos.
“El Programa de Manejo sí comprende el aprovechamiento forestal sustentable en la superficie señalada, pero con restricciones claramente establecidas por la legislación ambiental”, según documentos de la Semarnat. La dependencia ha reconocido presiones para cambiar el uso de suelo, pero asentó que no cederá ante ellas.
Chavarría difiere: “Aunque la gente ha protestado, las denuncias no prosperan, y para calmar a la gente agarran a dos o tres jovencitos, los exhiben y ya, nadie sabe qué hacen con la madera”.
Son los mismos
Este nuevo intento privatizador fue encargado a Ignacio Pichardo Pagaza, exgobernador mexiquense y actual encargado de una supuesta organización con tintes ecologistas (Proceso 1931). Él reapareció en el montaje de El Colorín, el 7 de noviembre pasado.
Cuando él y el resto de funcionarios llegaron, ya estaba montado un templete “ecológico”, adornado con arbolitos “para la reforestación”. Luego organizaron una pequeña caminata en la que Lucía Madrid, presidenta del Consejo Civil Mexicano para la Silvicultura Sostenible (CCMSS), defendió el proyecto de manejo forestal comunitario apoyado por la dependencia. Pero Pacchiano reconoció que sólo dos de los 54 ejidos del Nevado de Toluca están dentro de este proyecto.
Durante el paseo por El Capulín, en la ladera norte del volcán, se mostró cómo desde el año pasado los dueños de las tierras podaron y reforestaron los árboles, pues pretenden regenerar las zonas dañadas.
El año pasado se extrajeron mil 700 metros cúbicos de madera en El Capulín. Cada metro se vende en mil pesos. Una cuarta parte de los ingresos se destina al pago de impuestos y el resto de los recursos se invierte en obras comunitarias para el manejo del bosque y compra de equipo, dijeron los ejidatarios.
Al final del recorrido y de una conferencia de prensa, los campesinos invitaron carnitas a funcionarios, periodistas e invitados. Y ahí, uno de los habitantes de la zona, don Severino, dijo: “Nosotros hacemos todo el trabajo de conservación. Hay manantiales, pendientes, vegetación. Pueden sacarse hasta mil 8oo metros de madera, a mil pesos el metro cúbico”.
En total, calculó, la ganancia neta que puede quedarle a la comunidad por cada mil metros cúbicos es de 75 mil pesos.
Nadie habló de los costos.
FUENTE: PROCESO.
AUTOR: ROSALÍA VERGARA (REPORTAJE ESPECIAL)
LINK: http://www.proceso.com.mx/465600/la-cara-oscura-del-nevado-toluca
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jueves, 8 de diciembre de 2016
miércoles, 9 de noviembre de 2016
Debe vigilarse Nevado de Toluca ante Plan de manejo: Greenpeace
La organización ambiental Greenpeace, junto con la Fundación Tláloc, representante de las organizaciones de la sociedad civil en el Consejo Asesor del Nevado de Toluca, expresó que, como documento, el Programa de manejo no garantiza por sí sólo el buen manejo de la flora y fauna de “este importante ecosistema”, por lo que su ejecución deberá ser vigilada de manera permanente por el Consejo Asesor del Nevado de Toluca, a fin de garantizar que todos y cada uno de los proyectos que pretendan llevarse a cabo en la zona cumplan realmente con criterios de sustentabilidad.
Denunciaron que es un “foco rojo” el que no hubo voluntad de las autoridades para dejar incluido en la redacción del programa de manejo un listado de lo que no está permitido construir, lo que serviría para así prohibir expresamente infraestructura de alto impacto ambiental como campos de golf.
Coincidieron en que la reciente publicación del Programa de Manejo para el Nevado de Toluca es un avance en la necesaria regulación de actividades del Área Natural Protegida, la cual había permanecido por décadas sin ningún control respecto a las actividades realizadas tanto en su interior como en el perímetro, lo que lo llevó a un estado grave de deterioro.
Por otra parte, Carlos Mendieta de la Fundación Tláloc, voz de la sociedad civil en dicho Consejo, señaló que el programa de manejo del Nevado de Toluca puede ser una puerta abierta a proyectos que realmente busquen la protección y conservación del área, pero a su vez, también es un riesgo debido a la debilidad institucional, falta de competencias locales y prácticas de corrupción.
“No es que el documento, como está redactado, vaya a permitir la comercialización o la tala en las 17 mil hectáreas, sin embargo, si es un escenario de riesgo dada la historia de debilidad institucional que tiene nuestro país, dado que en muchos casos no se ha honrado la causa para la cual fue creada la Semarnat (la protección ambiental), sino que ha habido prácticas incongruentes con dicho fin; dada la corrupción y la falta de contraloría social”, advirtió Mendieta.
Ante esto, ambas organizaciones señalaron que es necesario que se enlisten exhaustivamente todos y cada uno de los distintos proyectos que están contemplando realizarse y que se dice son sustentables, a fin de contar con información concreta y verificable, así como que se haga valer que ningún proyecto pueda llevarse a cabo si éste no cuenta con la aprobación del Consejo.
El Plan de Manejo del Nevado de Toluca presentado por la SEMARNAT asegura que con la legalización de la tala comercial en las 17 mil 785 hectáreas de bosque se logrará “recuperar y restablecer las condiciones ecológicas previas a las modificaciones causadas por las actividades humanas” en esta reserva natural.
FUENTE: DESINFORMÉMONOS.
AUTOR: REDACCIÓN.
LINK: https://desinformemonos.org/vigilarse-nevado-toluca-ante-plan-manejo-greenpeace/
Denunciaron que es un “foco rojo” el que no hubo voluntad de las autoridades para dejar incluido en la redacción del programa de manejo un listado de lo que no está permitido construir, lo que serviría para así prohibir expresamente infraestructura de alto impacto ambiental como campos de golf.
Coincidieron en que la reciente publicación del Programa de Manejo para el Nevado de Toluca es un avance en la necesaria regulación de actividades del Área Natural Protegida, la cual había permanecido por décadas sin ningún control respecto a las actividades realizadas tanto en su interior como en el perímetro, lo que lo llevó a un estado grave de deterioro.
Por otra parte, Carlos Mendieta de la Fundación Tláloc, voz de la sociedad civil en dicho Consejo, señaló que el programa de manejo del Nevado de Toluca puede ser una puerta abierta a proyectos que realmente busquen la protección y conservación del área, pero a su vez, también es un riesgo debido a la debilidad institucional, falta de competencias locales y prácticas de corrupción.
“No es que el documento, como está redactado, vaya a permitir la comercialización o la tala en las 17 mil hectáreas, sin embargo, si es un escenario de riesgo dada la historia de debilidad institucional que tiene nuestro país, dado que en muchos casos no se ha honrado la causa para la cual fue creada la Semarnat (la protección ambiental), sino que ha habido prácticas incongruentes con dicho fin; dada la corrupción y la falta de contraloría social”, advirtió Mendieta.
Ante esto, ambas organizaciones señalaron que es necesario que se enlisten exhaustivamente todos y cada uno de los distintos proyectos que están contemplando realizarse y que se dice son sustentables, a fin de contar con información concreta y verificable, así como que se haga valer que ningún proyecto pueda llevarse a cabo si éste no cuenta con la aprobación del Consejo.
El Plan de Manejo del Nevado de Toluca presentado por la SEMARNAT asegura que con la legalización de la tala comercial en las 17 mil 785 hectáreas de bosque se logrará “recuperar y restablecer las condiciones ecológicas previas a las modificaciones causadas por las actividades humanas” en esta reserva natural.
FUENTE: DESINFORMÉMONOS.
AUTOR: REDACCIÓN.
LINK: https://desinformemonos.org/vigilarse-nevado-toluca-ante-plan-manejo-greenpeace/
sábado, 5 de noviembre de 2016
Peligra abastecimiento de agua por tala comercial en Nevado de Toluca: experto
Ciudad de México. La aprobación de la tala comercial al bosque del Nevado de Toluca provocará problemas de abastecimiento de agua por tratarse de una zona vital de recarga para los mantos acuíferos, advirtió Pedro Moctezuma Barragán, responsable del proyecto Sierra Nevada de la Unidad Iztapalapa de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM).
En entrevista comentó que el plan de manejo presentado por la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) forma parte de una tendencia preocupante que afecta la sustentabilidad de la región. El pasado 21 de octubre se autorizó la tala comercial de 17 mil hectáreas equivalentes a 33 por ciento de esa reserva natural declarada como Parque Nacional en 1936.
“La decisión de la Secretaría indica una dinámica que se repite a nivel nacional en donde se han dejado de defender los ecosistemas y las áreas naturales protegidas para entregarlas a la explotación en una lógica extractivista”. Lo anterior se acompaña de un importante recorte presupuestal para los programas forestales y los problemas relacionados con el agua, aseveró el investigador del Departamento de Sociología.
Moctezuma Barragán también recordó que esta zona está conectada al sistema Cutzamala que abastece de agua a la Ciudad de México. “No sólo se abre la puerta para la expropiación de los bienes maderables, sino también para la minería tóxica en áreas naturales en otros lugares del país”.
El doctor en planeación y desarrollo por la Universidad de Liverpool manifestó que con ello la Comisión Nacional de Áreas Protegidas está extralimitando su mandato, y consideró que una propuesta para revertir estos efectos es la ciudadanización de este manejo por medio de la Ley de Aguas Ciudadana para defender las cuencas y los acuíferos.
En enero de 2013 la Comisión había reconocido que luego de más de 70 años de depredación el Nevado de Toluca sufrió la desaparición de enormes extensiones de bosque convertido en tierras para cultivo. Aunado a ello, se reportó un decremento en el número de especies silvestres de flora y fauna, la merma de manantiales, además del aumento de la erosión.
La superficie que ahora se abre a la tala comercial es de las más importantes, ya que posee lava, algo que no existe en otras zonas. En la última década se había logrado mantener gracias a la participación social de las comunidades cercanas.
Moctezuma Barragán recomendó corregir el rumbo de estas políticas para evitar la pérdida de esta masa forestal tan importante y, por el contrario, impulsar su regeneración.
El especialista en medio ambiente y desarrollo sustentable señaló que la medida afectará significativamente la supervivencia de la fauna, algo que el paradigma de gestión actual debiera considerar.
El gobierno debe otorgar a la población la oportunidad de defender la biodiversidad del país y sus ecosistemas, de modo que se fortalezcan los servicios ambientales de manera primordial en todo el centro del país, finalizó.
Fuente: La Jornada
Autor: Redacción
http://www.jornada.unam.mx/ultimas/2016/11/05/peligra-abastecimiento-de-agua-por-tala-comercial-nevado-de-toluca
martes, 1 de noviembre de 2016
Nevado de Toluca: Semarnat autoriza tala controlada y elimina prohibición para construir hoteles
La tala será a través de un manejo forestal sustentable en 17 mil 785 hectáreas que también podrán explotar el turismo de bajo impacto con la construcción de hoteles, fraccionamientos y campos de golf.
La Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) aseguró que no permitirá que haya tala sin control en el Nevado de Toluca y que el gobierno federal sólo aprobó que haya un “manejo forestal sustentable” en 17 mil 785 hectáreas de esta reserva natural.
Es decir, de acuerdo a la dependencia, ahora se permitirá la tala en el 32.59% del Área Natural Protegida, pero con permiso de la secretaría.
En esa misma zona también se podrán construir hoteles, fraccionamientos y campos de golf, una vez que la misma autoridad eliminó el impedimento legal para desarrollar infraestructura inmobiliaria, comercial y turística en esta reserva natural.
“El Programa de Manejo sí comprende el aprovechamiento forestal sustentable en la superficie señalada, pero con restricciones claramente establecidas por la legislación ambiental”, de acuerdo a la Semarnat.
Eliminan restricción
Desde octubre de 2013, el gobierno federal anunció que se impulsaría la actividad turística en el Nevado, sin embargo, también se adelantó que estas actividades serían restringidas a turismo de bajo impacto, y expresamente se planteó que “no se permitirá en ningún caso la edificación o construcción de fraccionamientos, de casas campestres, cabañas o bungalos residenciales, ni la edificación o construcción de hoteles, posadas o fincas de descanso, ni campos de golf” en esta reserva natural.
Esa restricción al desarrollo de infraestructura turística fue anunciada en noviembre de 2013, y estaba incluida en el “Borrador del Programa de Manejo” del Nevado de Toluca, hecho público en ese momento por la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas.
Dicho documento fue formalizado tres años después, el pasado 21 de octubre de 2016, pero en la versión que finalmente fue publicada en el Diario Oficial de la Federación, fueron eliminadas las restricciones que prohibían el establecimiento de infraestructura turística y desarrollos inmobiliarios.
En su versión final y oficial, el Programa de Manejo ya no hace ningún tipo de referencia a conceptos como “campos de golf” o “fraccionamientos” o “bungalos residenciales”, y al respecto de las actividades turísticas permitidas, sólo establece dos categorías: la primera de estas categorías aplica en todo el territorio del Nevado y es el “turismo de bajo impacto ambiental”, es decir, aquellas actividades recreativas “que no impliquen modificaciones de las características o condiciones naturales originales”.
Sin embargo, dentro de esta reserva natural existen al menos 22 centros poblacionales, agrupados en lo que la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas denominó “Subzona de asentamientos humanos”, y que abarca en total 93 hectáreas del Nevado de Toluca.
En estos asentamientos humanos, la categoría autorizada es la de “turismo” a secas, sin que aplique ninguna limitación en términos ambientales.
En octubre de 2013, de hecho, el entonces titular de la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas, Luis Fueyo McDonald, anunció este aval para la infraestructura turística y los nuevos desarrollos inmobiliarios en el Nevado de Toluca, durante un recorrido de prensa por la zona.
En esos 22 asentamientos humanos, explicó el entonces titular de la Conanp, “puede haber gente que reciba turistas, habilitando habitaciones para que pernocten (…) No se van a construir nuevos centros de población, (porque) eso está prohibido por la ley, pero en los centros de población que ya están se pueden aprovechar los predios para los fines que fueron autorizados. Y puede haber todo lo que en un centro de población se admite: ¿Un comercio? Sí. ¿Una casa-habitación? Sí. ¿O que alguien habilite un hotel? Sí.”
Debate público
A raíz de la nota publicada ayer por Animal Político, en la que se informó que el nuevo programa de manejo del Nevado de Toluca autorizó la tala en 17 mil 785 hectáreas de esta reserva, lectores enviaron dudas y objeciones a la nota publicada.
Uno de estos lectores fue Osmar Martínez, quien advirtió que “aunque suene contradictorio, el aprovechamiento comercial de las zonas forestales permite incluso ‘mejorar’ la calidad de la foresta. En cualquier explotación comercial, se tiene un plan de manejo hecho por ingenieros forestales; éste se guía por ciclos de corta de una cantidad de metros cúbicos de madera anual, de este modo, mientras se talan unas zonas, otras se están reforestando para regresar a ellas cuando los árboles tengan un diámetro determinado: es un manejo cíclico”.
Con estos procedimientos, explicó, “hay fuentes de trabajo, se cuidan las zonas en recuperación de la tala clandestina y los incendios, se sanea si es necesario y el aprovechamiento del bosque se puede realizar casi de forma ilimitada”.
Efectivamente, las autoridades plantearon en el nuevo Programa de Manejo del Nevado de Toluca que las actividades de tala deberán realizarse de forma “sustentable”, cortando sólo un volumen de madera equivalente al crecimiento anual de la masa forestal.
Como se señaló en la nota publicada ayer, el objetivo de estas modificaciones en el manejo del Nevado de Toluca es restaurar los bosques a su estado original, es decir, a su estado previo a las afectaciones causadas por la actividad humana, tal como señala el mismo Programa de Manejo publicado el 21 de octubre.
Sin embargo, el Programa de Manejo también señala que el volumen de madera talada deberá ser igual al volumen de masa forestal recuperada cada año. Dicho de otro modo: por cada metro cúbico que el bosque se recupere, un metro cúbico de madera será talado.
Esa fórmula no deja ver cómo se recuperarán las grandes extensiones de bosque perdidas a lo largo de décadas, a causa de la tala clandestina, la agricultura y la ganadería.
Por otra parte, Ana Margarita Romo Ortega escribió: “Respecto al artículo sobre el Nevado de Toluca en Animal Político: es mentira. Se autorizaron plantaciones forestales comerciales para reconvertir parcelas agrícolas a su vocación forestal y así recuperar la cobertura boscosa, sólo aquellas plantaciones autorizadas pueden ser aprovechadas después de varios años que ya prestaron servicios ambientales. NO está autorizada la tala. Mejor revisen con sus propios ojos el programa de manejo, está en el DOF del 21 de octubre de este año.”
Al respecto, cabe aclarar que en las 17 mil hectáreas de bosque en las que se autorizó el “aprovechamiento forestal maderable” no existe actividad agrícola, y por lo tanto no hay parcelas qué reconvertir. Este perímetro corresponde a las zonas donde el bosque logró preservarse, a pesar de la tala clandestina, y la extensión de la frontera agrícola.
Sin embargo, es cierto lo que afirma Ana Margarita, acerca de que en aquellas zonas en donde el bosque ya se perdió, debido a la agricultura y la ganadería, las autoridades anunciaron que promoverán entre los agricultores la reconversión de sus parcelas a suelo forestal, aunque ningún agricultor o ganadero estará obligado a abandonar sus actividades productivas.
Por último, Iñaqui Robles comentó que la autorización de la tala en el Nevado de Toluca “no debe verse como un ecocidio, mientras se lleven a cabo las normas mexicanas y la Comisión Nacional Forestal (debe) centrarse en el plan de manejo forestal sostenible y sus programas de operación anual, (así) todo marchará bien”.
Debe recordarse, sin embargo, que todos estos cambios en el manejo del Nevado de Toluca fueron realizados por el gobierno federal, tras reconocer que las normas previas de protección nunca fueron aplicadas por las autoridades responsables.
El nuevo Programa de Manejo, sin embargo, no explica cómo se garantizará que estas nuevas disposiciones de protección ahora sí serán acatadas.
RESPUESTA DE SEMARNAT.
Carta Semarnat by http://www.animalpolitico.com on Scribd
FUENTE: ANIMAL POLÍTICO.
AUTOR: PARIS MARTÍNEZ.
LINK: http://www.animalpolitico.com/2016/11/tala-nevado-toluca-hoteles-golf/
La Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) aseguró que no permitirá que haya tala sin control en el Nevado de Toluca y que el gobierno federal sólo aprobó que haya un “manejo forestal sustentable” en 17 mil 785 hectáreas de esta reserva natural.
Es decir, de acuerdo a la dependencia, ahora se permitirá la tala en el 32.59% del Área Natural Protegida, pero con permiso de la secretaría.
En esa misma zona también se podrán construir hoteles, fraccionamientos y campos de golf, una vez que la misma autoridad eliminó el impedimento legal para desarrollar infraestructura inmobiliaria, comercial y turística en esta reserva natural.
“El Programa de Manejo sí comprende el aprovechamiento forestal sustentable en la superficie señalada, pero con restricciones claramente establecidas por la legislación ambiental”, de acuerdo a la Semarnat.
Eliminan restricción
Desde octubre de 2013, el gobierno federal anunció que se impulsaría la actividad turística en el Nevado, sin embargo, también se adelantó que estas actividades serían restringidas a turismo de bajo impacto, y expresamente se planteó que “no se permitirá en ningún caso la edificación o construcción de fraccionamientos, de casas campestres, cabañas o bungalos residenciales, ni la edificación o construcción de hoteles, posadas o fincas de descanso, ni campos de golf” en esta reserva natural.
Esa restricción al desarrollo de infraestructura turística fue anunciada en noviembre de 2013, y estaba incluida en el “Borrador del Programa de Manejo” del Nevado de Toluca, hecho público en ese momento por la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas.
Dicho documento fue formalizado tres años después, el pasado 21 de octubre de 2016, pero en la versión que finalmente fue publicada en el Diario Oficial de la Federación, fueron eliminadas las restricciones que prohibían el establecimiento de infraestructura turística y desarrollos inmobiliarios.
En su versión final y oficial, el Programa de Manejo ya no hace ningún tipo de referencia a conceptos como “campos de golf” o “fraccionamientos” o “bungalos residenciales”, y al respecto de las actividades turísticas permitidas, sólo establece dos categorías: la primera de estas categorías aplica en todo el territorio del Nevado y es el “turismo de bajo impacto ambiental”, es decir, aquellas actividades recreativas “que no impliquen modificaciones de las características o condiciones naturales originales”.
Sin embargo, dentro de esta reserva natural existen al menos 22 centros poblacionales, agrupados en lo que la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas denominó “Subzona de asentamientos humanos”, y que abarca en total 93 hectáreas del Nevado de Toluca.
En estos asentamientos humanos, la categoría autorizada es la de “turismo” a secas, sin que aplique ninguna limitación en términos ambientales.
En octubre de 2013, de hecho, el entonces titular de la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas, Luis Fueyo McDonald, anunció este aval para la infraestructura turística y los nuevos desarrollos inmobiliarios en el Nevado de Toluca, durante un recorrido de prensa por la zona.
En esos 22 asentamientos humanos, explicó el entonces titular de la Conanp, “puede haber gente que reciba turistas, habilitando habitaciones para que pernocten (…) No se van a construir nuevos centros de población, (porque) eso está prohibido por la ley, pero en los centros de población que ya están se pueden aprovechar los predios para los fines que fueron autorizados. Y puede haber todo lo que en un centro de población se admite: ¿Un comercio? Sí. ¿Una casa-habitación? Sí. ¿O que alguien habilite un hotel? Sí.”
Debate público
A raíz de la nota publicada ayer por Animal Político, en la que se informó que el nuevo programa de manejo del Nevado de Toluca autorizó la tala en 17 mil 785 hectáreas de esta reserva, lectores enviaron dudas y objeciones a la nota publicada.
Uno de estos lectores fue Osmar Martínez, quien advirtió que “aunque suene contradictorio, el aprovechamiento comercial de las zonas forestales permite incluso ‘mejorar’ la calidad de la foresta. En cualquier explotación comercial, se tiene un plan de manejo hecho por ingenieros forestales; éste se guía por ciclos de corta de una cantidad de metros cúbicos de madera anual, de este modo, mientras se talan unas zonas, otras se están reforestando para regresar a ellas cuando los árboles tengan un diámetro determinado: es un manejo cíclico”.
Con estos procedimientos, explicó, “hay fuentes de trabajo, se cuidan las zonas en recuperación de la tala clandestina y los incendios, se sanea si es necesario y el aprovechamiento del bosque se puede realizar casi de forma ilimitada”.
Efectivamente, las autoridades plantearon en el nuevo Programa de Manejo del Nevado de Toluca que las actividades de tala deberán realizarse de forma “sustentable”, cortando sólo un volumen de madera equivalente al crecimiento anual de la masa forestal.
Como se señaló en la nota publicada ayer, el objetivo de estas modificaciones en el manejo del Nevado de Toluca es restaurar los bosques a su estado original, es decir, a su estado previo a las afectaciones causadas por la actividad humana, tal como señala el mismo Programa de Manejo publicado el 21 de octubre.
Sin embargo, el Programa de Manejo también señala que el volumen de madera talada deberá ser igual al volumen de masa forestal recuperada cada año. Dicho de otro modo: por cada metro cúbico que el bosque se recupere, un metro cúbico de madera será talado.
Esa fórmula no deja ver cómo se recuperarán las grandes extensiones de bosque perdidas a lo largo de décadas, a causa de la tala clandestina, la agricultura y la ganadería.
Por otra parte, Ana Margarita Romo Ortega escribió: “Respecto al artículo sobre el Nevado de Toluca en Animal Político: es mentira. Se autorizaron plantaciones forestales comerciales para reconvertir parcelas agrícolas a su vocación forestal y así recuperar la cobertura boscosa, sólo aquellas plantaciones autorizadas pueden ser aprovechadas después de varios años que ya prestaron servicios ambientales. NO está autorizada la tala. Mejor revisen con sus propios ojos el programa de manejo, está en el DOF del 21 de octubre de este año.”
Al respecto, cabe aclarar que en las 17 mil hectáreas de bosque en las que se autorizó el “aprovechamiento forestal maderable” no existe actividad agrícola, y por lo tanto no hay parcelas qué reconvertir. Este perímetro corresponde a las zonas donde el bosque logró preservarse, a pesar de la tala clandestina, y la extensión de la frontera agrícola.
Sin embargo, es cierto lo que afirma Ana Margarita, acerca de que en aquellas zonas en donde el bosque ya se perdió, debido a la agricultura y la ganadería, las autoridades anunciaron que promoverán entre los agricultores la reconversión de sus parcelas a suelo forestal, aunque ningún agricultor o ganadero estará obligado a abandonar sus actividades productivas.
Por último, Iñaqui Robles comentó que la autorización de la tala en el Nevado de Toluca “no debe verse como un ecocidio, mientras se lleven a cabo las normas mexicanas y la Comisión Nacional Forestal (debe) centrarse en el plan de manejo forestal sostenible y sus programas de operación anual, (así) todo marchará bien”.
Debe recordarse, sin embargo, que todos estos cambios en el manejo del Nevado de Toluca fueron realizados por el gobierno federal, tras reconocer que las normas previas de protección nunca fueron aplicadas por las autoridades responsables.
El nuevo Programa de Manejo, sin embargo, no explica cómo se garantizará que estas nuevas disposiciones de protección ahora sí serán acatadas.
RESPUESTA DE SEMARNAT.
Carta Semarnat by http://www.animalpolitico.com on Scribd
Carta Semarnat by http://www.animalpolitico.com on Scribd
FUENTE: ANIMAL POLÍTICO.
AUTOR: PARIS MARTÍNEZ.
LINK: http://www.animalpolitico.com/2016/11/tala-nevado-toluca-hoteles-golf/
martes, 12 de enero de 2016
Tlacotepec, a la defensa del agua y de los bosques del Nevado de Toluca
Habitantes de Santiago Tlacotepec, en el Estado de México, luchan nuevamente por cerca de 6 mil hectáreas de tierra amenazadas, a su juicio, por el decreto del presidente Enrique Peña Nieto que, en 2013, legalizó la tala y otras actividades productivas en el Nevado de Toluca.
Tlacotepec es un pueblo enclavado en las faldas del Nevado de Toluca, junto al cerro de Tepeyolulco, con una larga historia de rebeldía: entre 1475 y 1480, sus primeros habitantes, matlazincas, lucharon contra los aztecas, cuando éstos comenzaron la expansión de su imperio hacia el valle en donde hoy se asienta la capital del Estado de México; y 40 años después, en 1521, lucharon contra los españoles, que luego de barrer a los aztecas, continuaron con los pueblos cercanos al valle de México.
Después, durante la Revolución, Tlacotepec luchó con Zapata por recuperar las tierras de la comunidad que, en el porfiriato, les fueron arrebatadas por grandes hacendados; y cuando Porfirio Díaz fue derrocado, Tlacotepec siguió luchando, por varias décadas más, hasta que la ley reconoció a sus pobladores como únicos dueños de las tierras que reclamaban de forma ancestral.
Hoy, habitantes de Santiago Tlacotepec luchan nuevamente por esas tierras, que comprenden cerca de 6 mil hectáreas, la mitad de las cuales son bosques, amenazados, a su juicio, por el decreto del presidente Enrique Peña Nieto que, en 2013, legalizó la tala y otras actividades productivas en el Nevado de Toluca.
“Siempre hemos sido un pueblo que se defiende –dice Daniel, un joven que, junto a otros universitarios, ejidatarios, comuneros y vecinos, integraron un comité civil contra el decreto presidencial de 2013–. Los antiguos contaban de sus luchas para defender las tierras del pueblo, el agua del pueblo; e igual hicieron nuestros abuelos, luego nuestros padres, y hoy nos toca a nosotros. Y nuestra forma de luchar, ahorita, es informar: porque esto del decreto lo hicieron las autoridades en lo oscurito, sin avisarle a nadie, y aunque han pasado más de dos años, la gran mayoría de los habitantes de Tlacotepec no saben que el monte está amenazado.”
Y las formas de informar, destaca, son muchas: en octubre organizaron un foro local, al que acudieron más de 700 moradores de Tlacotepec, en diciembre emprendieron una colecta de firmas, en papel y por change.org (checa aquí la petición), para exigir a la Suprema Corte de Justicia de la Nación que revoque el decreto de Peña Nieto, y para este año, adelanta, “estamos organizando nuevos foros, el próximo tal vez para febrero, con la participación de científicos que van a explicar a los pobladores los riesgos de que se abra el Nevado de Toluca a la explotación forestal; y, aún sin fecha, tenemos planeada también una protesta pacífica, en la Ciudad de México, ya sea en Los Pinos o en la Corte, para hacernos ver.”
El recurso sagrado
Cuentan las leyendas locales que el primer morador de lo que hoy se conoce como Santiago Tlacotepec fue un antiguo matlazinca que subió al cerro de Tepeyolulco, para pedir a los dioses que lo moraban que le permitieran construir su casa en ese lugar, en donde crecen bien el maíz y los magueyes.
Se trata de un cerro escalonado, con terrazas artificiales que datan de la época prehispánica, en las que aún se siembra maíz.
“Existe la leyenda –narra Erik Hernández, cronista de Tlacotepec–, de que abajo de ese cerro hay una pirámide escondida.”
Daniel completa el mito: “Se dice que los más viejos abuelos cubrieron la pirámide con sus ayates, y luego le echaron tierra encima.”
Hace una década, de hecho, un morador que realizaba obras en su vivienda encontró una pieza de cerámica prehispánica, cuya decoración da muestra de la antigüedad de este mito.
Tal como explica el cronsita de la comunidad, el cerro de Tepeyolulco, hoy más conocido como cerro de Tlacotepec, es un espacio ritual, en el que durante la época prehispánica se realizaban ceremonias relacionadas con el agua, como elemento sagrado, generador de vida.
Incluso, subraya, otras leyendas locales aseguran que desde la cueva que existe en su lado poniente se puede acceder a un río subterráneo.
“Al entrar –señalan los testimonios recuperados por el cronista del pueblo– se escucha cómo baja (el agua) con mucha fuerza, además, dentro de él hay un jardín lleno de árboles frutales de las mejores rutas, pero también en él se encuentran fuerzas del mal y, por eso, si entras, seguro no sales.”
Independientemente de la veracidad de estas leyendas, señala Érik, lo que éstas dejan ver es que el agua es un elemento cuya importancia vital reconocen los moradores de Tlacotepec, desde su fundación y, aún en el presente, manantiales como los que cita el mito, que brotan de pequeñas cuevas en las faldas del Nevado de Toluca, siguen abasteciendo de agua pura no sólo a Tlacotepec, sino a todas las comunidades de la zona, y más allá.
De hecho, destaca, aún después de la Conquista, en este y en otros poblados se mantuvo la tradición de, cada año, acudir a celebrar actos de consagración –ahora bajo el rito católico– en estos manantiales, una costumbre que se mantiene hasta el día de hoy.
La cadenita…
Todo es como una “cadenita”, explica Alejandro Alberto Ortega, presidente del Consejo de Vigilancia de Bienes Comunales de Santiago Tlacotepec. “El agua nace del subsuelo, pero, ¿cómo llegó ahí? Pues llega por infiltración: es el agua que escurre por las laderas del monte (el Nevado de Toluca), y que va filtrándose por la tierra. Y, ¿cómo llegó el agua al Nevado? Llegó atraída por los bosques, en forma de nubes, que hacen la nieve de la punta o que cae en forma de gotas.”
Todo, pues, es como una cadenita.
Desde los años 80, explica Alejandro, la gente de Tlacotepec comenzó a tomar conciencia del valor de los recursos naturales de la zona. “Siempre hemos sabido que el monte es nuestra subsistencia, pero antes, por la pobreza, no había otra forma de subsistir: la madera era el recurso para todo, para construir, para calentarse, para cocinar, y también la gente cazaba para comer… y sabíamos que le hacíamos daño al monte, pero no teníamos otra opción, no era para hacernos ricos, era para vivir.”
Por eso, explica, cuando Tlacotepec quedó integrado a la zona metropolitana de Toluca –de la cual se haya a 9 kilómetros de distancia–, la gente pudo encontrar otras formas de subsistir, y los “monteros”, prácticamente desaparecieron en esta zona.
En los bosques que están dentro de las tierras comunales de Tlacotepec, explica, desde hace más de 30 años dejó de haber tala, se delimitaron zonas de pastoreo fuera del bosque, para quienes ejercen la ganadería, y no se abrieron más campos de cultivo.
Por el contrario, explica Alejandro, año con año, por iniciativa propia, los moradores han realizado labores de reforestación y de vigilancia, ya que sus tierras, hasta hace algunos años, aún eran invadidas por ganaderos, que llevaban a sus vacas a pastar a zonas que ya habían sido restauradas ambientalmente.
Parado junto a un oyamel centenario, con una circunferencia de 5 metros en su base, Alejandro habla con humildad y embelezo.
“Desde que se hizo la recategorización (es decir, cuando el Nevado de Toluca perdió la categoría de parque nacional) ellos (las autoridades) nos dicen que hay que hacer el aprovechamiento maderable, pero si ahorita tiramos este árbol, ¿cuándo volveríamos a tener un árbol como éste? Yo creo que esto no nada más lo debe defender la comunidad de Tlacotepec, sino todas las comunidades aledañas al Nevado, y a la mejor hasta (las comunidades) nacionales e internacionales”.
Su observación, sencilla y clara, resume una realidad compleja: efectivamente, con el agua que se infiltra a través de la capa boscosa del Nevado de Toluca no sólo se abastece a las comunidades asentadas en sus faldas, sino a todo el Valle de Toluca.
Sus afluentes, además, las cuencas del río Balsas y el río Lerma que, a su vez, llevan agua al Valle de México y al norte de Guerrero.
El valor estratégico del Nevado de Toluca fue lo que, en 1936, llevó al entonces presidente de la República, Lázaro Cárdenas, a declararlo como Parque Nacional, con lo que quedaron prohibidas todo tipo de actividades extractivas y productivas, reserva que fue anulada en 2013.
Epílogo: qué sigue…
“Hacernos visibles” es la meta del comité civil de Tlacotepec, explica Daniel Carrillo. Y esto implica, detalla, no sólo informar y hacer del conocimiento público la importancia del Nevado de Toluca para la subsistencia, sino también hacer valer su voz, como hijos de Tlacotepec.
“Además de las acciones de difusión, entre las que está también la realización de un documental, tenemos la meta de que se revise el padrón de comuneros, y poder registrarnos como tales aquéllos que tenemos derecho a serlo”, ya que, remató, esto podría abrir la puerta para iniciar nuevos amparos contra el decreto del presidente Peña Nieto.
En la actualidad, la Suprema Corte mantiene en su agenda la discusión de un amparo contra la recategorización del Nevado de Toluca, bajo la tesis de que dicha medida presidencial podría afectar los derechos humanos de los mexicanos.
FUENTE: SIN EMBARGO.
AUTOR: PARIS MARTÍNEZ.
LINK: http://www.animalpolitico.com/2016/01/tlacotepec-a-la-defensa-del-agua-y-de-los-bosques-del-nevado-de-toluca/
Tlacotepec es un pueblo enclavado en las faldas del Nevado de Toluca, junto al cerro de Tepeyolulco, con una larga historia de rebeldía: entre 1475 y 1480, sus primeros habitantes, matlazincas, lucharon contra los aztecas, cuando éstos comenzaron la expansión de su imperio hacia el valle en donde hoy se asienta la capital del Estado de México; y 40 años después, en 1521, lucharon contra los españoles, que luego de barrer a los aztecas, continuaron con los pueblos cercanos al valle de México.
Después, durante la Revolución, Tlacotepec luchó con Zapata por recuperar las tierras de la comunidad que, en el porfiriato, les fueron arrebatadas por grandes hacendados; y cuando Porfirio Díaz fue derrocado, Tlacotepec siguió luchando, por varias décadas más, hasta que la ley reconoció a sus pobladores como únicos dueños de las tierras que reclamaban de forma ancestral.
Hoy, habitantes de Santiago Tlacotepec luchan nuevamente por esas tierras, que comprenden cerca de 6 mil hectáreas, la mitad de las cuales son bosques, amenazados, a su juicio, por el decreto del presidente Enrique Peña Nieto que, en 2013, legalizó la tala y otras actividades productivas en el Nevado de Toluca.
“Siempre hemos sido un pueblo que se defiende –dice Daniel, un joven que, junto a otros universitarios, ejidatarios, comuneros y vecinos, integraron un comité civil contra el decreto presidencial de 2013–. Los antiguos contaban de sus luchas para defender las tierras del pueblo, el agua del pueblo; e igual hicieron nuestros abuelos, luego nuestros padres, y hoy nos toca a nosotros. Y nuestra forma de luchar, ahorita, es informar: porque esto del decreto lo hicieron las autoridades en lo oscurito, sin avisarle a nadie, y aunque han pasado más de dos años, la gran mayoría de los habitantes de Tlacotepec no saben que el monte está amenazado.”
Y las formas de informar, destaca, son muchas: en octubre organizaron un foro local, al que acudieron más de 700 moradores de Tlacotepec, en diciembre emprendieron una colecta de firmas, en papel y por change.org (checa aquí la petición), para exigir a la Suprema Corte de Justicia de la Nación que revoque el decreto de Peña Nieto, y para este año, adelanta, “estamos organizando nuevos foros, el próximo tal vez para febrero, con la participación de científicos que van a explicar a los pobladores los riesgos de que se abra el Nevado de Toluca a la explotación forestal; y, aún sin fecha, tenemos planeada también una protesta pacífica, en la Ciudad de México, ya sea en Los Pinos o en la Corte, para hacernos ver.”
El recurso sagrado
Cuentan las leyendas locales que el primer morador de lo que hoy se conoce como Santiago Tlacotepec fue un antiguo matlazinca que subió al cerro de Tepeyolulco, para pedir a los dioses que lo moraban que le permitieran construir su casa en ese lugar, en donde crecen bien el maíz y los magueyes.
Se trata de un cerro escalonado, con terrazas artificiales que datan de la época prehispánica, en las que aún se siembra maíz.
“Existe la leyenda –narra Erik Hernández, cronista de Tlacotepec–, de que abajo de ese cerro hay una pirámide escondida.”
Daniel completa el mito: “Se dice que los más viejos abuelos cubrieron la pirámide con sus ayates, y luego le echaron tierra encima.”
Hace una década, de hecho, un morador que realizaba obras en su vivienda encontró una pieza de cerámica prehispánica, cuya decoración da muestra de la antigüedad de este mito.
Tal como explica el cronsita de la comunidad, el cerro de Tepeyolulco, hoy más conocido como cerro de Tlacotepec, es un espacio ritual, en el que durante la época prehispánica se realizaban ceremonias relacionadas con el agua, como elemento sagrado, generador de vida.
Incluso, subraya, otras leyendas locales aseguran que desde la cueva que existe en su lado poniente se puede acceder a un río subterráneo.
“Al entrar –señalan los testimonios recuperados por el cronista del pueblo– se escucha cómo baja (el agua) con mucha fuerza, además, dentro de él hay un jardín lleno de árboles frutales de las mejores rutas, pero también en él se encuentran fuerzas del mal y, por eso, si entras, seguro no sales.”
Independientemente de la veracidad de estas leyendas, señala Érik, lo que éstas dejan ver es que el agua es un elemento cuya importancia vital reconocen los moradores de Tlacotepec, desde su fundación y, aún en el presente, manantiales como los que cita el mito, que brotan de pequeñas cuevas en las faldas del Nevado de Toluca, siguen abasteciendo de agua pura no sólo a Tlacotepec, sino a todas las comunidades de la zona, y más allá.
De hecho, destaca, aún después de la Conquista, en este y en otros poblados se mantuvo la tradición de, cada año, acudir a celebrar actos de consagración –ahora bajo el rito católico– en estos manantiales, una costumbre que se mantiene hasta el día de hoy.
La cadenita…
Todo es como una “cadenita”, explica Alejandro Alberto Ortega, presidente del Consejo de Vigilancia de Bienes Comunales de Santiago Tlacotepec. “El agua nace del subsuelo, pero, ¿cómo llegó ahí? Pues llega por infiltración: es el agua que escurre por las laderas del monte (el Nevado de Toluca), y que va filtrándose por la tierra. Y, ¿cómo llegó el agua al Nevado? Llegó atraída por los bosques, en forma de nubes, que hacen la nieve de la punta o que cae en forma de gotas.”
Todo, pues, es como una cadenita.
Desde los años 80, explica Alejandro, la gente de Tlacotepec comenzó a tomar conciencia del valor de los recursos naturales de la zona. “Siempre hemos sabido que el monte es nuestra subsistencia, pero antes, por la pobreza, no había otra forma de subsistir: la madera era el recurso para todo, para construir, para calentarse, para cocinar, y también la gente cazaba para comer… y sabíamos que le hacíamos daño al monte, pero no teníamos otra opción, no era para hacernos ricos, era para vivir.”
Por eso, explica, cuando Tlacotepec quedó integrado a la zona metropolitana de Toluca –de la cual se haya a 9 kilómetros de distancia–, la gente pudo encontrar otras formas de subsistir, y los “monteros”, prácticamente desaparecieron en esta zona.
En los bosques que están dentro de las tierras comunales de Tlacotepec, explica, desde hace más de 30 años dejó de haber tala, se delimitaron zonas de pastoreo fuera del bosque, para quienes ejercen la ganadería, y no se abrieron más campos de cultivo.
Por el contrario, explica Alejandro, año con año, por iniciativa propia, los moradores han realizado labores de reforestación y de vigilancia, ya que sus tierras, hasta hace algunos años, aún eran invadidas por ganaderos, que llevaban a sus vacas a pastar a zonas que ya habían sido restauradas ambientalmente.
Parado junto a un oyamel centenario, con una circunferencia de 5 metros en su base, Alejandro habla con humildad y embelezo.
“Desde que se hizo la recategorización (es decir, cuando el Nevado de Toluca perdió la categoría de parque nacional) ellos (las autoridades) nos dicen que hay que hacer el aprovechamiento maderable, pero si ahorita tiramos este árbol, ¿cuándo volveríamos a tener un árbol como éste? Yo creo que esto no nada más lo debe defender la comunidad de Tlacotepec, sino todas las comunidades aledañas al Nevado, y a la mejor hasta (las comunidades) nacionales e internacionales”.
Su observación, sencilla y clara, resume una realidad compleja: efectivamente, con el agua que se infiltra a través de la capa boscosa del Nevado de Toluca no sólo se abastece a las comunidades asentadas en sus faldas, sino a todo el Valle de Toluca.
Sus afluentes, además, las cuencas del río Balsas y el río Lerma que, a su vez, llevan agua al Valle de México y al norte de Guerrero.
El valor estratégico del Nevado de Toluca fue lo que, en 1936, llevó al entonces presidente de la República, Lázaro Cárdenas, a declararlo como Parque Nacional, con lo que quedaron prohibidas todo tipo de actividades extractivas y productivas, reserva que fue anulada en 2013.
Epílogo: qué sigue…
“Hacernos visibles” es la meta del comité civil de Tlacotepec, explica Daniel Carrillo. Y esto implica, detalla, no sólo informar y hacer del conocimiento público la importancia del Nevado de Toluca para la subsistencia, sino también hacer valer su voz, como hijos de Tlacotepec.
“Además de las acciones de difusión, entre las que está también la realización de un documental, tenemos la meta de que se revise el padrón de comuneros, y poder registrarnos como tales aquéllos que tenemos derecho a serlo”, ya que, remató, esto podría abrir la puerta para iniciar nuevos amparos contra el decreto del presidente Peña Nieto.
En la actualidad, la Suprema Corte mantiene en su agenda la discusión de un amparo contra la recategorización del Nevado de Toluca, bajo la tesis de que dicha medida presidencial podría afectar los derechos humanos de los mexicanos.
FUENTE: SIN EMBARGO.
AUTOR: PARIS MARTÍNEZ.
LINK: http://www.animalpolitico.com/2016/01/tlacotepec-a-la-defensa-del-agua-y-de-los-bosques-del-nevado-de-toluca/
martes, 24 de noviembre de 2015
Piden a la SCJN devolver el estatus de Parque Nacional al Nevado de Toluca
La Suprema Corte discutirá mañana el amparo que busca anular el decreto presidencial que retiró al Nevado de Toluca su estatus de Parque Nacional.
Luego de posponer por tres semanas consecutivas la discusión de un amparo con el que se busca anular el decreto presidencial que retiró al Nevado de Toluca su estatus de Parque Nacional, la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) agendó este debate para este miércoles 25 de noviembre.
En el marco de este análisis jurídico en el máximo tribunal del país, Luz Emilia Aguilar Zínzer, promovente del amparo 779/2014, lanzó a través de la plataforma Change.org una petición dirigida a la Suprema Corte, en la que destaca que la recategorización del Nevado de Toluca –decretada en octubre de 2013 por el presidente Enrique Peña Nieto– “significa la legalización de las actividades devastadoras en su territorio (además de que) el proceso de recategorización se dio a partir de un estudio con importantes imprecisiones y vacíos, y sin la necesaria consulta con los habitantes de la zona, ni a los expertos en el tema”.
El decreto del presidente Peña Nieto otorgó al Nevado de Toluca la categoría de Área de Protección de Flora y Fauna, y autorizó expresamente la realización de actividades productivas que han deforestado la zona, como la tala, la agricultura, la ganadería, la acuacultura y la extracción de especies.
El Nevado de Toluca mantenía el estatus de Parque Nacional desde 1936, año en que le fue conferida esa categoría de protección ambiental por el entonces presidente Lázaro Cárdenas.
Según el decreto de 1936, la montaña y los bosques del Nevado de Toluca debían obtener la máxima categoría de protección, impidiendo que se realizara cualquier actividad productiva, para garantizar la alimentación de dos cuencas hidrológicas que llevan agua a distintas ciudades del Valle de México, el Valle de Toluca y el norte de Guerrero.
Sin embargo, las autoridades subsecuentes omitieron hacer valer la estricta protección establecida en el Nevado de Toluca, lo que derivó en décadas de tala clandestina, agricultura y ganadería ilegales, invasiones de suelo e, incluso, extracciones mineras, actividades que finalmente fueron autorizadas por Peña Nieto, en 2013.
A dos años de que fuese emitido el decreto de Peña Nieto, destaca la petición que ya cuenta con mil 400 adherentes, en el Nevado de Toluca “ya se multiplican las bardas que fragmentan el bosque”, además de que “está en puerta la edificación de una estación de tren”.
Con la recategorización, además, el territorio original del Nevado de Toluca fue recortado, y mediante este proceso fueron desagregados del área protegida distintos terrenos de alto valor inmobiliario, por lo que los signantes de esta petición, dirigida a la SCJN, demandaron también “que se publique la lista de propietarios privados que han adquirido terrenos en la poligonal del ex Parque Nacional”.
FUENTE: ANIMAL POLÍTICO.
AUTOR: PARIS MARTÍNEZ.
LINK: http://www.animalpolitico.com/2015/11/piden-a-la-scjn-devolver-el-estatus-de-parque-nacional-al-nevado-de-toluca/
Luego de posponer por tres semanas consecutivas la discusión de un amparo con el que se busca anular el decreto presidencial que retiró al Nevado de Toluca su estatus de Parque Nacional, la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) agendó este debate para este miércoles 25 de noviembre.
En el marco de este análisis jurídico en el máximo tribunal del país, Luz Emilia Aguilar Zínzer, promovente del amparo 779/2014, lanzó a través de la plataforma Change.org una petición dirigida a la Suprema Corte, en la que destaca que la recategorización del Nevado de Toluca –decretada en octubre de 2013 por el presidente Enrique Peña Nieto– “significa la legalización de las actividades devastadoras en su territorio (además de que) el proceso de recategorización se dio a partir de un estudio con importantes imprecisiones y vacíos, y sin la necesaria consulta con los habitantes de la zona, ni a los expertos en el tema”.
El decreto del presidente Peña Nieto otorgó al Nevado de Toluca la categoría de Área de Protección de Flora y Fauna, y autorizó expresamente la realización de actividades productivas que han deforestado la zona, como la tala, la agricultura, la ganadería, la acuacultura y la extracción de especies.
El Nevado de Toluca mantenía el estatus de Parque Nacional desde 1936, año en que le fue conferida esa categoría de protección ambiental por el entonces presidente Lázaro Cárdenas.
Según el decreto de 1936, la montaña y los bosques del Nevado de Toluca debían obtener la máxima categoría de protección, impidiendo que se realizara cualquier actividad productiva, para garantizar la alimentación de dos cuencas hidrológicas que llevan agua a distintas ciudades del Valle de México, el Valle de Toluca y el norte de Guerrero.
Sin embargo, las autoridades subsecuentes omitieron hacer valer la estricta protección establecida en el Nevado de Toluca, lo que derivó en décadas de tala clandestina, agricultura y ganadería ilegales, invasiones de suelo e, incluso, extracciones mineras, actividades que finalmente fueron autorizadas por Peña Nieto, en 2013.
A dos años de que fuese emitido el decreto de Peña Nieto, destaca la petición que ya cuenta con mil 400 adherentes, en el Nevado de Toluca “ya se multiplican las bardas que fragmentan el bosque”, además de que “está en puerta la edificación de una estación de tren”.
Con la recategorización, además, el territorio original del Nevado de Toluca fue recortado, y mediante este proceso fueron desagregados del área protegida distintos terrenos de alto valor inmobiliario, por lo que los signantes de esta petición, dirigida a la SCJN, demandaron también “que se publique la lista de propietarios privados que han adquirido terrenos en la poligonal del ex Parque Nacional”.
FUENTE: ANIMAL POLÍTICO.
AUTOR: PARIS MARTÍNEZ.
LINK: http://www.animalpolitico.com/2015/11/piden-a-la-scjn-devolver-el-estatus-de-parque-nacional-al-nevado-de-toluca/
martes, 20 de octubre de 2015
La próxima semana, la Suprema Corte definirá el futuro del Nevado de Toluca
En octubre de 2014, la Suprema Corte decidió ejercer su facultad de atracción sobre el juicio de amparo contra el decreto presidencial que legaliza la explotación de los recursos naturales de esta reserva. El juicio fue promovido por una ciudadana.
La Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) anunció que el próximo 28 de octubre iniciará el análisis del decreto presidencial mediante el cual, en 2013, se retiró el estatus de Parque Nacional al Nevado de Toluca, legalizándose así la explotación de los recursos naturales de esta reserva natural.
La Segunda Sala de la SCJN analizará si esta medida –decretada por el presidente Enrique Peña Nieto en octubre de 2013– restringe los derechos humanos y ambientales de la ciudadanía, además de que discutirá si el gobierno federal faltó a su obligación de “garantizar y proteger la vida de las personas” al legalizar actividades productivas como la tala, la agricultura y la ganadería en esta reserva natural.
Hace un año, en octubre de 2014, la Suprema Corte decidió ejercer su facultad de atracción sobre el juicio de amparo contra el decreto presidencial promovido por la ciudadana Luz Emilia Aguilar Zinser, quien señaló en entrevista sus argumentos.
“La categorización del Nevado como Parque Nacional, en 1936 –explicó– forma parte de un modelo científico de conservación que privilegia las partes altas de las cuencas hidrográficas, y ese paradigma científico no puede modificarse por decreto. El agua sigue siendo vital y la deforestación sigue teniendo los mismos efectos negativos.”
Por ello, subrayó, “la legalización de las actividades que han destruido el Nevado de Toluca no hace más que acelerarlas, no las va a detener. Esto, más bien, es un estímulo para la deforestación”.
El Nevado de Toluca (o Xinantécatl) fue declarado Parque Nacional en 1936 por el entonces presidente Lázaro Cárdenas del Río debido a su valor estratégico. Sus afluentes, generados por la absorción y escurrimientos, abastecen de agua a dos de las cuencas más importantes del país, las de los ríos Lerma y Balsas, que surten de líquido a Toluca, su zona metropolitana, parte del valle de México y el norte de Guerrero.
Debido a la necesidad de preservar esta zona boscosa para la subsistencia de los asentamientos humanos de esta región del país, el presidente Lázaro Cárdenas decidió otorgarle el máximo estatus de protección al Nevado de Toluca, el de Parque Nacional, mediante el cual quedó prohibida toda actividad productiva, extractiva o de explotación de su vegetación, suelos, aguas, fauna y demás recursos.
Con el pasar de las décadas, sin embargo, los gobiernos del Estado de México y federal omitieron garantizar esta protección al Nevado de Toluca, por lo que este santuario natural se vio invadido por agricultores, talamontes, ganaderos, cazadores, mineros, así como por asentamientos irregulares que permanecieron en condición de ilegalidad hasta el pasado 1 de octubre de 2013, cuando el presidente Peña Nieto determinó que, más que perseguir estas conductas, lo que se debe hacer es “ordenar apropiadamente las actividades productivas y extractivas”, de tal forma que se “preserve nuestro patrimonio natural, al mismo tiempo que se genere “riqueza”, tal como señala su decreto.
FUENTE: ANIMAL POLÍTICO.
AUTOR: PARIS MARTÍNEZ.
La Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) anunció que el próximo 28 de octubre iniciará el análisis del decreto presidencial mediante el cual, en 2013, se retiró el estatus de Parque Nacional al Nevado de Toluca, legalizándose así la explotación de los recursos naturales de esta reserva natural.
La Segunda Sala de la SCJN analizará si esta medida –decretada por el presidente Enrique Peña Nieto en octubre de 2013– restringe los derechos humanos y ambientales de la ciudadanía, además de que discutirá si el gobierno federal faltó a su obligación de “garantizar y proteger la vida de las personas” al legalizar actividades productivas como la tala, la agricultura y la ganadería en esta reserva natural.
Hace un año, en octubre de 2014, la Suprema Corte decidió ejercer su facultad de atracción sobre el juicio de amparo contra el decreto presidencial promovido por la ciudadana Luz Emilia Aguilar Zinser, quien señaló en entrevista sus argumentos.
“La categorización del Nevado como Parque Nacional, en 1936 –explicó– forma parte de un modelo científico de conservación que privilegia las partes altas de las cuencas hidrográficas, y ese paradigma científico no puede modificarse por decreto. El agua sigue siendo vital y la deforestación sigue teniendo los mismos efectos negativos.”
Por ello, subrayó, “la legalización de las actividades que han destruido el Nevado de Toluca no hace más que acelerarlas, no las va a detener. Esto, más bien, es un estímulo para la deforestación”.
El Nevado de Toluca (o Xinantécatl) fue declarado Parque Nacional en 1936 por el entonces presidente Lázaro Cárdenas del Río debido a su valor estratégico. Sus afluentes, generados por la absorción y escurrimientos, abastecen de agua a dos de las cuencas más importantes del país, las de los ríos Lerma y Balsas, que surten de líquido a Toluca, su zona metropolitana, parte del valle de México y el norte de Guerrero.
Debido a la necesidad de preservar esta zona boscosa para la subsistencia de los asentamientos humanos de esta región del país, el presidente Lázaro Cárdenas decidió otorgarle el máximo estatus de protección al Nevado de Toluca, el de Parque Nacional, mediante el cual quedó prohibida toda actividad productiva, extractiva o de explotación de su vegetación, suelos, aguas, fauna y demás recursos.
Con el pasar de las décadas, sin embargo, los gobiernos del Estado de México y federal omitieron garantizar esta protección al Nevado de Toluca, por lo que este santuario natural se vio invadido por agricultores, talamontes, ganaderos, cazadores, mineros, así como por asentamientos irregulares que permanecieron en condición de ilegalidad hasta el pasado 1 de octubre de 2013, cuando el presidente Peña Nieto determinó que, más que perseguir estas conductas, lo que se debe hacer es “ordenar apropiadamente las actividades productivas y extractivas”, de tal forma que se “preserve nuestro patrimonio natural, al mismo tiempo que se genere “riqueza”, tal como señala su decreto.
FUENTE: ANIMAL POLÍTICO.
AUTOR: PARIS MARTÍNEZ.
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