El informe final de la misión de observación de la Organización de Estados Americanos (OEA), presentado en Washington el domingo 17, hace un largo listado de prácticas fraudulentas y concluye que no es posible saber quién ganó las elecciones hondureñas del 26 de noviembre.
Sin embargo, la maniobra para consolidar la imposición avanza con protagonismo del gobierno de Enrique Peña Nieto. La postura expresa del gobierno de Donald Trump es que la reelección del presidente Juan Orlando Hernández –cabeza de la red trasnacional de intereses económicos que se ha apoderado de las instituciones nacionales– sea aceptada, y México –seguido por Israel y España– se encargó de dar el primer paso para llevarla a la práctica: el martes 19 declaró que lo reconoce como presidente electo.