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viernes, 24 de octubre de 2014

En Pemex castigos menores

El dueño de Oceanografía ya está en prisión, pero los funcionarios sancionados por el caso siguen activos y sin multas.

Al tiempo que Amado Yáñez ingresó en el reclusorio sur del DF por delitos financieros graves, los cuatro funcionarios sancionados por el caso Oceanografía en Pemex están a punto de regresar al trabajo y ninguno de ellos fue multado.

Los funcionarios tienen niveles de gasto que triplican sus ingresos, de acuerdo con sus declaraciones patrimoniales, y no era la primera vez que se les castigaba por irregularidades.

El 24 de abril de este año, dos meses y medio después de que Oceanografía fuera inhabilitada por la diferencia en el pago de fianzas sobre varios de sus contratos, el Órgano Interno de Control de Pemex Exploración y Producción (PEP) sancionó a cuatro funcionarios de tercer nivel por “violación de procedimientos de contratación”.

El expediente CI-R-PEP-032 /2014 llevó a la destitución e inhabilitación de los funcionarios, pero ninguno de ellos recibió sanción económica.

El gerente de administración y finanzas sur de Pemex Exploración y Producción (PEP) con sede en Villahermosa, Joel Bermúdez Castro, fue destituido e inhabilitado por un año, hasta abril de 2015, de acuerdo con el registro de servidores públicos sancionados de la Secretaría de la Función Pública.

Castro estaba registrado con un sueldo neto mensual de 90 mil 549 pesos. A pesar de ello, escribió en su declaración patrimonial que durante el año pasado tuvo ingresos por 2.9 millones de pesos. Posee dos terrenos, dos casas y cuatro automóviles, comprados entre 2010 y 2013.

Aunque la inhabilitación causó efecto desde abril, Castro aún aparece como funcionario activo de Pemex en el registro del Portal de Transparencia del IFAI.

El subgerente de Seguridad y Control de Contratos de Obras Estratégicas en Villahermosa para PEP, Luis Ignacio García Mendoza, fue destituido y también inhabilitado por un año en el mismo expediente. En 2001 y 2002 ya había sido amonestado y suspendido por negligencia administrativa.

Su puesto tiene percepciones mensuales netas por 52 mil 640 pesos, pero su declaración patrimonial de 2013 muestra ingresos anuales que representan 124 mil pesos cada mes, más de dos veces su salario.

El tercer sancionado es Erick Cabañas Ramírez, quien se desempeñaba como especialista de bases técnicas para licitaciones en Ciudad del Carmen.

Su última declaración patrimonial es de 2009 aunque la suspensión es de abril de 2014. Fue inhabilitado por seis meses, que se cumplieron este jueves.

Quien obtuvo únicamente destitución y no inhabilitación fue José Juan Félix Arenas Muñoz, residente de obra para PEP en Villahermosa, con un sueldo neto mensual de 43 mil pesos.

A pesar de ello, reportó ingresos durante 2013 por 91 mil 400 pesos mensuales.

Ninguno de los implicados tuvo participación en el fraude a Banamex, según Pemex.

Comparte juez con Elba

Con el aliciente de que actuó sin complicidad de funcionarios públicos, la resolución por la que Amado Yáñez ingresó al reclusorio sur del Distrito Federal resultó tan ambigua como el resto de las informaciones oficiales divulgadas desde su detención el 20 de octubre.

El Consejo de la Judicatura Federal informó que el juzgado 14 penal del DF dictó la consignación contra Amado Yáñez como administrador único de Oceanografía, y se limitaron a decir que había cometido “delitos contra la Ley de Instituciones de Crédito”.

La probable responsabilidad penal por la que Yáñez podría ser sentenciado indica que la consignación sería por el caso Banamex.


El juez que dictó la consignación fue Rubén Darío Noguera, el mismo que en noviembre de 2013 determinó el segundo auto de formal prisión contra Elba Esther Gordillo por evasión fiscal.

FUENTE: REPORTE INDIGO.
AUTOR: PENILEY RAMÍREZ.

No se pueden reconocer deudas de Oceanografía con Banamex, resuelve juez federal

Felipe Consuelo Soto, juez tercero de Distrito en Materia Civil, resolvió que no puede reconocer las deudas de Oceanografía con Banamex como válidas.

El juez federal notificó este viernes la sentencia de reconocimiento y graduación de créditos en el concurso mercantil de Oceanografía, pero dejó fuera cinco créditos reclamados por Banamex, por considerar que no está debidamente comprobado que sean deudas líquidas y exigibles a la empresa de Amado Yáñez Osuna.

De acuerdo con el Consejo de la Judicatura Federal, los créditos no reconocidos de Banamex suman mil 602 millones de UDIS, aproximadamente 8 mil 334 millones de pesos, y el juez los rechazó pese a que el conciliador del concurso, José Antonio de Anda Turati, había propuesto darlos por válidos.

Banamex había reclamado que se le reconocieran al menos 405 millones de dólares, unos 5 mil 589 millones de pesos.

Felipe Consuelo indicó que el banco puede intentar de nueva cuenta el reconocimiento de sus créditos, durante el plazo que hoy inicia para interponer recursos de apelación contra esta sentencia, lo que le da a la institución bancaria nueve días para lograr algo que no fue posible en los cinco meses que lleva el trámite del concurso.

El juzgado avaló que de acuerdo con lo ordenado en el numeral 223 de la Ley de Concursos Mercantiles, “no se hará pago a los acreedores de un grado sin que queden saldados los del anterior, según la prelación establecida para ellos”.

Ayer jueves, el Consejo de la Judicatura Federal informó que el presidente de Oceanografía, Amado Omar Yáñez Osuna, consignado por delitos graves, se reservó su derecho a declarar y solicitó la duplicidad del plazo constitucional de 72 a 144 horas.

En una tarjeta informativa, recordó que el Juzgado Décimo Cuarto de Distrito de Procesos Penales Federales consignó penalmente a Yáñez Osuna, y que no tiene derecho a libertad bajo fianza ya que los delitos financieros de los que es acusado son considerados graves.

El propietario de Oceanografía está acusado del delito sancionado por la Ley de Instituciones de Crédito en la modalidad de las personas que para obtener un crédito proporciona a un organismo crediticio datos falsos sobre el monto de activos de una persona moral.

Esto se considera un delito si como consecuencia se origina un quebranto o perjuicio patrimonial para la institución cuando el monto de la operación quebranto o perjuicio patrimonial, exceda el equivalente a los 350 mil días de salarios mínimos.

FUENTE: SIN EMBARGO
AUTOR: REDACCIÓN.
LINK: http://www.sinembargo.mx/24-10-2014/1151300.

jueves, 23 de octubre de 2014

Sin libertad bajo fianza

Amado Yáñez fue consignado por el delito de defraudación fiscal y lavado de dinero. Los abogados estaban tramitando un amparo.

La orden para la detención de Amado Yáñez fue directa: consignarlo por delitos que no alcanzaran libertad bajo fianza.

Su caso en la Procuraduría General de la República (PGR) fue tratado con discreción y marchas forzadas para armar un expediente que amparara que el empresario ahora sí irá a la cárcel por defraudación fiscal y lavado de dinero.

Un día antes de su captura, su equipo más cercano se sentía confiado en que “las cosas iban muy bien”, a pesar de que el diario La Jornada publicó que existían órdenes de aprehensión contra “los involucrados” en el fraude contra Banamex, que incluían a Yáñez y tres funcionarios del banco.

El empresario, sin embargo, no fue detenido en calidad de procesado. Se le llevó a declarar ante la Subprocuraduría Especializada en Investigación de Delincuencia Organizada (SEIDO) con una orden de presentación la noche del lunes 20.

El martes, cuando llevaba más de doce horas en la PGR sin acceso a sus vías usuales de comunicación, una de sus personas más cercanas dijo a Reporte Indigo que “estaba tranquilo y declarando en buena lid”. Sus abogados estaban tramitando un amparo y creían que “iba a salir hoy mismo”.

Al interior de la Procuraduría aún no estaba claro cuál sería el caso por el que se le consignaría, a pesar de que se tenía en el abanico las denuncias penales del Infonavit y el Instituto Mexicano del Seguro Social, el fraude de Banamex y los despidos injustificados a cientos de trabajadores.

Una fuente de la PGR dijo a este diario que la consignación no sería “por Pemex ni por el IMSS”, pero se estaba trabajando para que no alcanzara fianza.

El segundo aire

 Al tiempo que no se confirmaba cuáles serían los cargos, el diario La Jornada y luego El Universal publicaron más detalles sobre el caso Banamex, con base en el oficio 110/F/A/267/2014, elaborado por la Unidad de Inteligencia Financiera de la PGR, el dictamen del 29 de abril de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores y la resolución del juzgado 14 en materia penal del DF, que apuntaban a Yáñez y los empleados del banco.

Era la segunda vez que Yáñez y el procurador Jesús Murillo Karam se encontraban cara a cara durante una declaración ministerial.

La primera ocasión derivó en el pago de 80 millones de pesos por una fianza para enfrentar el proceso penal en libertad.  Murillo Karam le pidió entonces explicaciones sobre una supuesta flota de Rolls Royce que el empresario habría comprado con el dinero de los préstamos de Banamex.

A la negativa de Yáñez, Murillo Karam le mostró unas facturas de compra de los aparatos, que incluían la acotación de que eran Rolls Royce marine.

Yáñez dijo que no se trataba de automóviles sino de los motores de varios de los barcos de Oceanografía.


El procurador entonces habría quedado “sorprendido y muy enojado con la respuesta”, según una fuente que presenció el encuentro, la cual significaba que algunas de las imputaciones contra Yáñez que habían llegado a la PGR desde Pemex podrían no resultar contundentes.

FUENTE: REPORTE INDIGO.
AUTOR: REDACCIÓN.

jueves, 16 de octubre de 2014

Manuel Medina Mora: el enlace

Una demanda en EU, provocada por el fraude de Oceanografía a Citi-Banamex, concluye que Manuel Medina Mora habría tolerado las fallas de control del gigante financiero en México, lo que hace al banco vulnerable a pérdidas patrimoniales.

El “discreto y desafortunado caso” que describió Citigroup para dimensionar el fraude a su filial Banamex de parte de Oceanografía, se acerca cada vez más a concluir que los orígenes están en la médula de la institución.

De haber iniciado como un tema “aislado y menor” en su filial mexicana Banamex, como lo describió Citigroup en marzo, pasó a provocar un juicio en Estados Unidos cuyas consecuencias ya han empezado a verse. 

Esta averiguación ha influido en el descenso a negativo que dio la calificadora Moody’s en la perspectiva de crédito del emporio financiero. 

Y por el mismo juicio estaría implícita la eventual salida de Manuel Medina Mora de la copresidencia del Citigroup.

Ese proceso inició cuando salió a medios el fraude que Oceanografía hizo a Banamex-Citi, lo que llevó a que el Sistema de Pensiones y Retiro de los Bomberos de Oklahoma, temerosa del fin de sus recursos ahí ahorrados pudieran mermar, hizo una demanda para comprobar los controles que la institución tiene implementados para proteger su patrimonio. 

El caso, a cargo de la magistrada Abigael LeGrow, concluyó colocando a Medina Mora como el responsable de la supervisión de las operaciones en México, y el enlace con el corporativo Citigroup.

En consecuencia salió a relucir que en los últimos cuatro años han existido malas prácticas y falta de controles internos de la empresa bancaria en casos de intentos de fraude, lavado de dinero y faltas al secreto bancario.

La vía judicial acerca el dedo a la implicación de Citigroup con Banamex en el caso Oceanografía como un actor participante, no una mera víctima de su rama mexicana. 

Y aunque Medina Mora ya sufrió en marzo una baja en su compensación anual de 11 millones de dólares en 2012, a 9.5 millones en 2013, según informó Citigroup a la Comisión de Valores de EU (SEC, por sus siglas en inglés), lo siguiente sería su salida del gigante financiero.

Y según trascendió ayer en The Wall Street Journal, se prepara su salida de Medina Mora del Grupo “en los próximos meses”, de acuerdo a lo publicado ayer por su corresponsal en México.

Dudas en seguridad 

La demanda del Sistema de Pensiones y Retiro de los Bomberos de Oklahoma contra Citigroup fue presentada el 17 de marzo, apenas tres semanas después de que se anunciara en México que Banamex había sufrido un presunto fraude por 400 millones de dólares prestados a Oceanografía. 

Desde esta primera aproximación legal los Bomberos mencionan la participación de Manuel Medina Mora como quien “se encarga de supervisar la franquicia en México de Banamex”.

El Sistema de Retiro ha sido accionista de Citigroup desde diciembre de 2007 y a partir de la demanda, el 13 de agosto formalizaron una petición al Tribunal de Equidad de Delaware para “inspeccionar los libros y registros relativos a los acontecimientos recientemente revelados” que implicaron a Banamex, “uno de los bancos más grandes de consumo fuera de Estados Unidos”. 

Las firmas de abogados Grant & Eisenhofer, P. A. y Paul, Weiss, Rifkind, Wharton y Garrison, LLP, radicadas en Wilmington, Delaware, ubicaban desde la demanda a Medina Mora como copresidente de Citigroup y presidente en su filial en México, según informó también La Jornada la primera semana de octubre.

La investigación buscaba determinar si hubo mala gestión o incumplimiento del deber fiduciario de los directores o funcionarios de Citigroup, y si la junta de accionistas del banco en EU debió comenzar una demanda derivada de los hechos. 

Citi anunció que al 31 de diciembre del año pasado tenía una línea de crédito de corto plazo con Oceanografía (OSA) por 585 millones de dólares.

Y según se revela en la demanda el 11 de febrero “Citi, junto con Pemex, inició revisiones detalladas de su exposición crediticia a OSA y del programa de financiamiento de cuentas por cobrar”.

Pero las verificaciones solo tomaron ocho días, hasta el 20 de febrero, una semana antes de que se anunciara el embargo de la empresa por parte de la Procuraduría General de la República.

“La diferencia de 400 millones de dólares entre las cuentas por cobrar registradas por Banamex, y las que se harían válidas para Citigroup, fueron cargadas a gastos de operación”, explica la magistrada Abigail LeGrow en la conclusión de las medidas preliminares, del 30 de septiembre.

Este “cargo de operación” le permitió al banco deducir estas pérdidas de impuestos en el ejercicio fiscal 2013, y ajustó a la baja los ingresos netos de Citi de 13.9 a 13.7 mil millones de dólares 

Esto “redujo” el beneficio neto en 112 millones de dólares.

Citi pecó por omisión

Los abogados del Fondo de Pensiones comienzan a apuntar a una posible omisión por parte del banco. 

Como prueba hace un recuento de los empleados de Banamex que fueron despedidos “después de que Citigroup hiciera una investigación interna”.

Los demandantes citan que “la oficina en Manhattan del FBI investiga posibles señales de advertencia deliberadamente ignoradas” y que “la falta de controles internos contribuyeron al fraude”.

Del mismo modo hacen énfasis en el informe de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores, el cual determinó que 10 empleados de Banamex “conocieron, consintieron e implementaron la conducta dolosa encaminada a autorizar o realizar operaciones a sabiendas de que estas resultaran en quebranto al patrimonio de Banamex” (Reporte Indigo, 23 de junio de 2014).


Los abogados de los bomberos de Oklahoma también hacen ver que el caso ocasionó la baja en la calificación del banco por parte de Moody’s.

Esta baja se confirmó con la perspectiva negativa que la calificadora otorgó a Banamex este 14 de octubre, con el argumento de que “a pesar del impacto inicial aparentemente limitado del incidente Oceanografía en los negocios del banco, todavía no está claro cuáles pueden ser sus consecuencias a largo plazo”.

“Aunque no hay informes públicos en unión directa con el Consejo de Administración de Citigroup y el banco, ha dicho que el fraude era un incidente aislado, Citigroup podría haber carecido de los controles adecuados para frustrar el plan en sus inicios”, ampliaron los abogados de los bomberos. 

Los demandantes centran su reclamo en los comités de Gestión de Riesgos, de Finanzas y de Auditoría del banco, quienes administran el perfil, políticas, prácticas, evaluación y procesos de gestión de riesgos.

Citygroup protagonista, no víctima

Las averiguaciones en el proceso de una demanda del Fondo de Pensiones de los Bomberos de Oklahoma sobre los controles de seguridad de Citigroup, pusieron en evidencia que la participación del gigante financiero en el fraude de Oceanografía a Banamex coloca a Citi como participante y no víctima por los pobres controles de seguridad y riesgos de la filial mexicana.

2 de marzo

> Se publica en medios el presunto fraude de Oceanografía contra Banamex, filial en México de Citigroup

17 de marzo

> El Sistema de Pensión y Retiro de los bomberos de Oklahoma demanda a Citigroup por sus controles internos, preocupados por la seguridad de sus ahorros. Mencionan a Manuel Medina Mora por su puesto de copresidente de Citigroup y presidente de Banamex-City

13 de agosto

> La magistrada Abigail LeGrow, encargada del caso, hace una petición para inspeccionar los libros y registros relativos a los acontecimientos recientemente revelados que implicaron a Banamex, haciendo referencia a Oceanografía.

> El banco respondió que el Fondo de Pensiones debía tener "pruebas concretas y tangibles" de que el Consejo Administrativo de Citi "fue complice en el fraude a Banamex".

> Este argumento fue desechado porque la magistrada consideró que, a pesar de que no son concretas, las pruebas de los bomberos "cruzan el umbral de una base creíble".

30 de septiembre

> La magistrada LeGrow en la conclusión de las medidas preliminares señala a Medina Mora como responsable de los controles de seguridad del sistema bancario y la consecuente falla en ellos. Lo que pudo haber hecho posible el fraude de Oceanografía

> Los documentos que se abrirán serán entregados en la Junta Directiva de Citigroup en los temas que se refiere al fraude a Banamex y la posible falta de controles en el secreto bancario y las medidas antilavado.

14 de octubre

> La calificadora Moody's baja la calificación de Citigroup a negativo como probable consecuencia de las conclusiones preliminares de la demanda.

Medina Mora, responsable

El primer revés para el banco llegó el 27 de junio, cuando la magistrada dio una opinión favorable a que se inspeccionaran los libros y registros. 

“El demandante había declarado una base creíble para inferir posible mala gestión o infracciones cometidas por la Junta, o de la alta dirección en Citigroup, en relación con el fraude en Banamex”, escribió LeGrow. 

Las propias declaraciones de Citigroup respecto al caso Oceanografía llevaron a la magistrada a inferir “posibles malos manejos o irregularidades con respecto a cómo Citigroup implementó los controles y programas de cumplimiento”.

Los bomberos buscaron que se hicieran públicos “documentos sensibles” que abarcaban de 2008 a 2014, como el otorgamiento de crédito por Banamex a Oceanografía, la carta de requisitos de Banamex en cumplimiento a las leyes de secreto bancario y antilavado, además de la detección y prevención del fraude y la gestión del riesgo. 

En junio la magistrada acotó la inspección de los libros y registros relativos al fraude Banamex desde enero de 2011 a junio de este año, y los libros y registros relativos al tema Banamex EU desde enero de 2012 hasta la fecha de la orden. 

La valoración de la magistrada niega que sea un evento “discreto, aislado a Banamex”, como dice Citi, en tanto que las ganancias de la filial mexicana representan el 10 por ciento del capital mundial del banco y efectivamente disminuyeron sus ganancias globales para el año pasado. 

“El evento fue lo suficientemente considerable como para causar que Citigroup corrigiera los datos financieros.

“La investigación interna dio lugar a la terminación de 12 empleados de Banamex, entre ellos cuatro altos ejecutivos, y  las investigaciones asociadas llevaron Moody’s a rebajar las calificaciones de depósitos y deuda de la filial”, ironiza la magistrada. 

Ella misma se refiere a la participación directa de Medina Mora: “el copresidente de Citigroup también ostenta el título de presidente en México, y es responsable de la supervisión de las operaciones de Citigroup en México, proporcionando un enlace adicional entre los temas de alta dirección entre Banamex y Citigroup”. 

El banco respondió que el Fondo de Pensiones debía tener pruebas “concretas y tangibles” de que el Consejo de Administración de Citi “fue cómplice en el fraude en Banamex”. 

Este argumento fue desechado porque la magistrada consideró que, a pesar de que no son concretas, las pruebas de los bomberos “cruzan el umbral de una base creíble”. 


La decisión de abrir todos los libros que abordan los temas de controles y procedimientos de Banamex, no solamente los referidos a Oceanografía, es un indicio de que el juicio busca conocer la implicación del banco, más allá de Oceanografía.

Los documento que finalmente se abrirán serán el directorio  y las minutas de los comités, los materiales que contienen temas de conversación, transcripciones y resúmenes de declaraciones o informes que fueron entregados a la Junta Directiva de Citigroup, en lo referente al fraude a Banamex,secreto bancario y medidas antilavado. 

Conclusión: un banco sin controles

Como un segundo elemento en contra del banco, los abogados demandantes señalan que a principios de marzo Citigroup fue citada por el gran jurado de la oficina del fiscal del distrito de Massachusetts sobre el cumplimiento de la Ley de Secreto Bancario y contra el lavado de dinero.

Ese juicio versa sobre deficiencias detectadas por los reguladores bancarios en EU respecto a la oficina de Citibank en Sioux Falls, Dakota del Sur. 

Encontraron que Citi no tuvo controles internos y pruebas independientes y no reportó actividades sospechosas de los clientes del banco en una sucursal extranjera. 

El banco “no admitió ni negó ninguno de los hallazgos, pero acordó implementar medidas correctivas, incluyendo el fortalecimiento de los controles internos y la presentación de informes”.

Ya en 2012 y 2013 la institución bancaria había firmado órdenes de consentimientos para mejorar su controles internos con la Corporación Federal de Depósito de Seguros (FDIC, por sus siglas en inglés) y con el Departamento de Instituciones Financieras de California.

En marzo del año pasado firmó una orden similar con la oficina de la Reserva Federal. 

Ahí aceptó que “Citigroup carecía de sistemas eficaces de control internos y de gobierno para supervisar adecuadamente las actividades con respecto al legal cumplimiento y el riesgo (a la pérdida) de reputación relacionados con los bancos”.

Las sospechas serían que Banamex pudo haber permitido dinero del narcotráfico:

“No informó sobre las transacciones bancarias sospechosas relacionadas con presuntos miembros del cártel de drogas, incluidos los problemas que se descubrieron durante una revisión llevada a cabo por consultores de Ernst & Young, que fueron contratados para implementar controles de secreto bancario y contra el lavado de dinero”.

Dictamen de CNBV atribuye responsabilidades internas 

El hecho de que Banamex tiene pobres controles de seguridad en sus cuentas y sus requisitos para riesgos, quedó evidente con el informe que la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV) emitió el 29 de abril y publicó Reporte Indigo el 23 de junio en un reportaje firmado por Armando Estrop. 

Según la nota el dueño de Oceanografía, Amado Yáñez, no actuó solo y el fraude se hizo con dolo desde la administración del banco, filial del gigante financiero estadounidense Citigroup. 

La CNBV emitió el 29 de abril el dictamen sobre el expediente 211.464. 2014/DD/010 enviado a la Subprocuraduría Fiscal Federal de Investigaciones, en donde se establece que el dinero no se empleó para financiar las obras de Pemex Exploración y Producción, y en cambio fue empleado de manera personal por el poseedor de la mayoría de acciones de la naviera, quien actualmente enfrenta un proceso legal en libertad.  

Y a pesar de que en su declaración ministerial Amado Yáñez ha querido inculpar a Martín Díaz Álvarez –sobrino del exsecretario de Hacienda, Francisco Gil Díaz–  él no es mencionado en los documentos.

Díaz es socio con el 20 por ciento de las acciones de Oceanografía, sin embargo al realizar la investigación con los documentos del banco y de la empresa, no se puede establecer que alguna de las líneas de crédito haya sido gestionada por él.


El informe agrega que el fraude originó a Banamex un quebranto patrimonial por 455 millones 281 mil 729 pesos, que se encuentra inmerso en el registro contable del daño patrimonial por 5 mil 234 millones de pesos.

FUENTE: REPORTE INDIGO.
AUTOR: PENILEY RAMÍREZ.

miércoles, 15 de octubre de 2014

Oceanografía: una venta que se hundió

La intención de compra de la empresa naviera de parte de la familia Alemán, se cayó. Las causas apuntan, entre otras cosas, al aumento inexplicable de la deuda con Banamex.

Apenas una semana se sostuvo el acuerdo previo firmado la noche del martes 7 entre Amado Yáñez y la familia Alemán para la compra de sus acciones en Oceanografía. 

El punto medular en el quiebre de la intención de compra fue Banamex, a quien el conciliador del concurso mercantil le reconoció más deuda de lo que habían previsto los equipos de Yáñez y Alemán en las negociaciones preliminares.

Una fuente gubernamental dijo a Reporte Indigo que la matriz de Citigroup en Estados Unidos hizo saber al gobierno de Enrique Peña Nieto que el banco estaba “extrañado” con la decisión, que favorecería al autor de un supuesto fraude en su contra.

La compra de la mayoría accionaria fue valuada en un inicio en 400 millones de dólares, que irían a la inyección de capital a la operación de la empresa, cuyo regreso generaría los recursos para ir pagando a los acreedores. 

Hasta la mañana de ayer todo iba viento en popa, al menos al interior de la negociación, dijo una fuente cercana al proceso,  quien pidió anonimato. 

Sólo media hora antes de hacerlo público en una entrevista de Radio Fórmula, el equipo de Amado Yáñez supo que la “intención de compra” daría marcha atrás.

Salida anunciada

“Fue un balde de agua fría. Dijeron lo mismo que luego declararon en la entrevista, que la deuda era más alta de lo que habíamos hablado y que su Consejo no les había autorizado a seguir con el proceso”, relató la fuente.

Pero los indicios de que algo no iba bien para los intereses de Yáñez no fueron pocos. 

Apenas unas horas antes el secretario de Hacienda, Luis Videgaray, declaró que el gobierno federal “no avala ninguna información que apareció en los medios” sobre la venta del paquete accionario a Grupo Alemán.

Tampoco se hizo público el monto final de acreedores desde el viernes 10, como se había pronosticado, y Pemex, principal contratista de la compañía, no hizo ningún pronunciamiento a favor de la venta. 

El diario El Universal publicó que el martes se realizaría una reunión entre el secretario Luis Videgaray, el procurador Jesús Murillo Karam, el director general del SAE, Héctor Orozco y Pemex, para abordar el caso. 

El mismo día en que tendría lugar este encuentro se anunció que el Grupo Alemán se desistía.

Era el tercer indicio. 

El jueves 9 el presidente de Interjet, Miguel Alemán Magnani, dijo en una entrevista con Radio Fórmula que “no estaríamos entrando en una sociedad (con Amado Yáñez). Él estaría completamente fuera del negocio”.

Aunque aceptó que se había firmado un documento de intención de compra, lo supeditó a que comenzarían “a revisar una serie de cosas. No hemos podido llegar a fondo a ver los números y otra serie de factores, porque está en un concurso mercantil y debemos hacer una serie de análisis”.

La fuente consultada por este medio, sin embargo, aseguró que durante meses el equipo de la familia Alemán ha revisado la situación bancaria. 

“Presumo que no quieren entrar en un conflicto con Banamex”, dijo. 

Alemán Magnani había dicho en Radio Fórmula el jueves que “si por alguna razón hay algo que no está bien, o el gobierno decide que no debe ser así por alguna situación, nosotros no tenemos interés en cambiar una serie de factores.

“Si el señor Amado nos puede vender la totalidad de sus acciones y no participar en la empresa, si legalmente todo se cuadra (…) estaremos y trataremos de recuperar Oceanografía”.

Desde el inicio se perfilaban 

La familia Alemán apareció como posible compradora. Alemán Magnani aseguró a los trabajadores que serían recontratados al aceptar un finiquito.  

2014
1 de junio 
> Miguel Alemán Magnani, probable comprador de Oceanografía se reunió con trabajadores y les aseguró que serán recontratados.

3 de junio
> El juez penal de ámbito federal en el caso dictó auto de formal prisión contra Amado Yáñez, imputándole la posible responsabilidad de 55 millones de dólares.Paga una fianza por 87 millones de pesos.

11 de junio
> Yáñez acusa a su principal socio, Martín Díaz Álvarez, del fraude cometido contra Citi. Dice que era el operador. 

24 de junio
> La Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV) deslindó de responsabilidades a Martín Díaz Álvarez.

30 de junio
> Trabajadores de alrededor de la república han llegado a Ciudad del Carmen a protestar por la incertidumbre laboral y exigir sus salarios caídos.

1 de julio
> Se intensifican las protestas de los acreedores de Oceanografía. El SAE asegura que pagará 200 liquidaciones y saldos caídos por semana,  La primera semana solo paga a 73.

3 de octubre 
> Sale Javier Arrigunaga de la dirección de Banamex-Citi, se maneja en medios que la causa fue el descuido del manejo del préstamo a Oceanografía.

9 de octubre 
> Trasciende que finalmente la familia Alemán, propietaria de Interjet, compra Oceanografía, lo que inyectaría capital a la naviera.

14 de octubre
> Miguel Alemán Magnani anuncia que su familia retira la oferta para adquirir la naviera.


¿Compradores favoritos?

Aún con la salida de Alemán, la empresa se encuentra en negociaciones con tres fiadoras “que ya han puesto ofertas” y podrían ayudar a la capitalización.

También los tres principales acreedores, que poseen el 60 por ciento de la deuda, Moneda, Ice Canyon y Ashmor, tenedores de unos bonos de la compañía para un crédito que vencía en 2015, “van a seguir adelante, tienen el dinero listo. Esto ya no es un problema de dinero”.

Si el equipo de Yáñez logra conseguir las fianzas y que los acreedores coloquen fondos en la capitalización de la empresa, aún puede salvarse de la quiebra.

De lo contrario, el primer beneficiado sería el empresario Carlos Hank Rhon, quien ya se ha manifestado interesado en comprar nueve de los barcos más grandes de Oceanografía, de acuerdo con una fuente de Pemex. 

El anuncio final de cuántos acreedores tenía la proveedora de Pemex, y a cuánto ascendía el total de la deuda, se pospuso en principio para el viernes 10 y luego para el lunes 13.

Una fuente cercana a la negociación dijo a este diario que el conciliador contratado por el Servicio de Administración y Enajenación de Bienes (SAE), José Antonio de Anda Turati, aumentó la deuda a los acreedores y “sin fundamentos le dio la razón a Banamex y le sumó 5 mil millones de pesos más a la deuda total”.

Citigroup solicitaba que se le acreditara una deuda de 7 mil 700 millones de pesos por servicios de cobro de contratos que Oceanografía había endosado a Banamex, y que se suministraban por una línea de préstamos tramitada por la división fiduciaria del banco. 

Pero el conciliador dejó fuera 2 mil millones de este monto, de acuerdo con una fuente confidencial citada ayer por el diario Reforma. 

“El acuerdo previo estaba esperando que se avalara con los tenedores de bonos y que Pemex renovara los contratos (a Oceanografía), aún faltaba mucho por concretar. 

“Pemex no dijo sí ni no. El proceso había sido muy transparente, ahora (los Alemán) valoraron que ya no”, añadió a este diario la fuente que participó en las negociaciones. 

La petrolera también ganó un amparo en contra de la petición de Oceanografía para que le devolvieran 500 millones de pesos de penas convencionales que les retuvieron desde la última semana de febrero. 

Ello aunque el juez había determinado en la declaratoria de concurso mercantil que la retención de dichos montos frenaría la capitalización de la empresa y su posibilidad de salir adelante en el juicio mercantil. 

El oscuro Banamex, bajo la lupa de Citi

En medio de la negociación con los acreedores y luego de la salida de Javier Arrigunaga de la dirección general de Banamex, la matriz de Citigroup sigue bajo acusaciones de fraude, avaladas en el informe sobre el caso elaborado por la Comisión Nacional Bancaria y de Valores.

Aunado a eso, este martes Citigroup anunció en Nueva York que había concluido una investigación de las actividades de una unidad de Banamex que proporcionaba servicios de seguridad personal.

La investigación se inició en julio pasado y fue encargada a una firma de abogados para investigar “una unidad de Banamex que proporcionaba servicios de seguridad personal en México”. 

Después de realizar entrevistas, revisar expedientes electrónicos y físicos y hacer análisis forense de medios computarizados y electrónicos, concluyeron que existía un fraude por 15 millones de dólares (201.5 millones de pesos) que consistieron en “la prestación de servicios de seguridad no autorizados a terceros y el uso de telecomunicaciones interceptadas”. 

El banco informó que estaban disolviendo la unidad y “los servicios de seguridad serán proporcionados por la función de seguridad global de Citi”. 

La investigación ahora se lleva ante instancias policiacas y de reguladores en Estados Unidos y México. 

Aunque el caso no se vincula directamente con Oceanografía, según lo informado hasta el momento, el director general de Citi, Michael Corbat, declaró: 

“Durante los últimos meses, hemos estado revisando nuestra franquicia en México y hemos hecho cambios significativos para fortalecer nuestros procesos y controles. 


“Continuaremos tomando los pasos que sean necesarios para asegurar que cada parte integrante de nuestra franquicia global cumpla con nuestros estándares”.Continuaremos tomando los pasos necesarios para asegurar que cada parte de nuestra franquicia global cumpla con nuestros estándares”.

FUENTE: REPORTE INDIGO.
AUTOR: PENILEY RAMÍREZ.

viernes, 10 de octubre de 2014

Oceanografía-TMM: ¿sociedad o ruptura?

Tras la compra de Oceanografía, la familia Alemán enfrenta un dilema. Conseguir mejores contratos que salven a TMM o absorber a la empresa de su familia política y erigirse como el consorcio naviero del sexenio.

Miguel Alemán Velasco y su hijo, Miguel Alemán Magnani, llegan a la compra de Oceanografía con un lastre bajo el brazo: la decisión de “no poner dinero bueno en el malo”.

Y es que la compañía naviera TMM, propiedad de José Serrano Segovia -suegro de Alemán Magnani- está en serios aprietos financieros. 

A la posibilidad de crear un megaconsorcio se suma una segunda, comentada por dos fuentes cercanas a la familia. 

El anuncio oficial de la compra de la mayoría accionaria de Oceanografía por un poco más de 400 millones de dólares será precedido por la renuncia pública de ambos al consejo de administración de TMM, donde ahora son vocales. 

Aunque llegara a concretarse la renuncia, ello no diluye el vínculo familiar Velasco-Serramo, que poseerán dos empresas antes competidoras. 

Además de su participación en TMM, Alemán Magnani es consejero propietario del Consejo de Administración de Grupo Financiero Banorte y consejero independiente en Barco Mercantil del Norte, con quienes Oceanografía tiene una deuda de 517.5 millones de pesos según la declaratoria de concurso mercantil.

Empresa en quiebra

La posibilidad de que la familia Alemán incursionara en los negocios navieros de la mano de TMM, fundada en 1987, fue barajada durante años, pero nunca se concretó. 

Como parte del consejo de administración, suegro y esposo de Vanessa Serrano vieron desfilar los reportes financieros anuales, que muestran altos índices de deuda y bajos de ganancias. 

La decisión, según relató a este diario una fuente confidencial, inició por poner dinero en manos de un operador con capacidad y experiencia, este es, Amado Yáñez, hasta ahora dueño de Oceanografía.

La naviera con sede en Ciudad del Carmen tiene hoy 14 contratos vigentes con Pemex y cinco barcos en operación. 

La petrolera le ha encargado trabajos muy delicados, como la operación de los barcos loderos que permiten que las plataformas puedan seguir extrayendo petróleo sin que se acumule una mayor presión alrededor del pozo. 

Antes de que se anunciara la inhabilitación y posterior toma de la empresa por el Servicio de Administración y Enajenación de Bienes (SAE) en febrero de este año, la nueva propiedad de los Alemán operaba 86 barcos y tenía 44 contratos vigentes. 

Ahora los acreedores y los nuevos dueños deberán redimensionar estos contratos, con la posibilidad de licitar nuevos gracias a la orden del juez Felipe Consuelo Soto de dejar sin efecto la inhabilitación por 21 meses que le impusieron a la empresa, en tanto se resuelva el concurso mercantil.

Al tiempo en que se capitalizará Oceanografía, la familia política de Miguel Alemán Magnani está en problemas. 

TMM cerró el 2013 con un total de activo circulante, es decir, bienes o efectivo disponible para transacciones, de mil 954 millones de pesos (146 millones de dólares al tipo de cambio actual), esto es, una tercera parte de lo que sus familiares inyectarán en Oceanografía. 

Tienen 9 mil 54 millones de pesos en maquinaria y equipo, pero su deuda a largo plazo casi los supera: sumaba al cierre del año pasado 10 mil 254 millones de pesos. 

Estas cifras muestran una caída en el capital total de la empresa, que resume ganancias y pérdidas, a 201 millones de pesos durante el año pasado. 

La cantidad, que en dólares son 15 millones, es un 0.03 por ciento de lo que sus familiares planean invertir en su antes competidora.

El desplome ha sido estrepitoso: el capital social de TMM bajó de mil 562 millones de pesos en 2009 a 201 millones el año pasado. 

El Grupo se deshizo de su filial de autotransporte y mantiene sus mejores números en las operaciones marítimas, que le generaron 2 mil 455 millones de pesos de utilidades el año pasado, de acuerdo con su Reporte Anual 2013, entregado a la Bolsa Mexicana de Valores.

La propia compañía aceptó que “nuestro endeudamiento sustancial podría afectar negativamente nuestra condición financiera y afectar negativamente nuestra capacidad de operar nuestro negocio, y es posible que no podamos pagar los intereses y el monto principal de nuestro endeudamiento”.

TMM acepta que “somos una compañía sumamente apalancada y nuestro nivel de endeudamiento podría tener consecuencias importantes”.

Como una advertencia hacia el futuro, adelanta que “si no podemos generar suficiente flujo de efectivo de las operaciones para el pago de nuestra deuda, podríamos incumplir con nuestras facilidades de financiamiento. Si incumplimos en cualquier facilidad de ese tipo, los acreedores podrían tomar medidas para ejecutar garantías para el pago de dicha facilidad”. 

La medida preventiva que han tomado es que sus barcos se han puesto en garantía “para asegurar nuestras obligaciones”.

La compañía debe pagar su deuda en pesos con sus ingresos generados en dólares, “ya que no generamos suficientes ingresos en pesos de nuestras operaciones para pagar toda nuestra deuda denominada en pesos”. 

La situación de la empresa es tan dramática que ya prevén la posibilidad de convocar a una junta de accionistas para disolverse, en caso de que no se renueven sus contratos de rentas de barcos. 

El Reporte indica que al cierre de 2013 TMM tenía tres buques rentados a Pemex Refinación, uno más a Pemex Explotación y Producción (PEP), además de otros 19 a la misma PEP para operaciones costa afuera. 

El año pasado firmaron siete contratos de renta con operadores privados que estarán vigentes durante los próximos uno a cuatro años. 


Cuando estos contratos venzan, escribieron en su Reporte, en caso de que no se renueven o cambien por contratos similares, “podría afectar adversamente nuestros resultados operativos”.

Otra causa de sugieren para problemas graves en el futuro es que se mantengan altos los precios del combustible. 

En 2012 la compañía salió de la Bolsa de Nueva York, ya que sus resultados financieros mostraron “que habían caído por debajo de las normas de cotización continua”.

¿Ruptura familiar?

Miguel Alemán Velasco es un hombre de familia. Su oficina en la Ciudad de México, sede de la Fundación Miguel Alemán, luce como un homenaje permanente a su padre, presidente de México de 1946 a 1952. 

La colección de retratos incluye a su esposa, Christiane Magnani, a sus hijos y sus nietos. 

Alemán Velasco llegó a Los Pinos a los 15 años. Vivió su adolescencia en ese mundo en que “la gente lo hace creer a uno que es muy inteligente, muy guapo”, dijo en una entrevista publicada en 2011.

Su hijo Miguel Alemán Magnani creció en la opulencia de ser una de las familias más importantes de México. Se casó en 2002 con Vanessa Serrano, mientras su padre era gobernador, en una recepción privada en el Hotel Mocambo, uno de los más emblemáticos de Veracruz.

Los Alemán se califican como discretos. Consideran que el problema de la violencia en el país radica en la economía. “Hacemos una tontería tras otra, en lugar de aprender la lección, cada seis años queremos redescubrir México. 

No se trata de dar dádivas ni regalos, sino oportunidades de trabajo y educación, que aprendan algo más que simplemente a sembrar maíz”, declaró entonces al diario Imagen de Veracruz.

Con esta postura comenzaron a comprar aviones que hoy conforman la flota de Interjet, invirtieron como socios en el fondo Discovery Americas, que financió el surgimiento de Volaris, y ahora anunciarán oficialmente la compra de Oceanografía, la flota de barcos más importantes que le da servicio a Pemex.


Ahora el dilema será si la compra de Oceanografía les dará pie para conseguir mejores contratos que salven a TMM o podrán absorber a la empresa de su familia política y erigirse como el súper consorcio naviero del sexenio.

FUENTE: REPORTE INDIGO.
AUTOR: PENILEY RAMÍREZ.

jueves, 9 de octubre de 2014

Los Alemán al timón de Oceanografía

La polémica empresa proveedora de Pemex cambia de manos. Ahora la familia de Miguel Alemán posee el 70 por ciento de las acciones y la inyección de capital de los nuevos dueños salvaría a Amado Yáñez de los juicios pendientes al negociar con proveedores, como Banamex.

Siete meses después de iniciar las negociaciones “informales y en buenos términos” con la familia del exgobernador de Veracruz, Miguel Alemán, Amado Yáñez logró vender casi el 70 por ciento de las acciones de la compañía. 

Oceanografía había pertenecido a su familia durante los últimos 46 años.

Los 400 millones de dólares que se espera inyecten los Alemán en su empresa servirán para apuntalar el reinicio de operaciones de la naviera más importante para Pemex. 

La cantidad está pronosticada para ingresar en enero del próximo año.

Detrás de estos primeros anuncios, la transacción deja a Amado Yáñez a un paso de concluir su expediente judicial por el que no ha pisado la cárcel y lo pone en una mejor posición para negociar con sus acreedores.

Al mismo tiempo, la venta integra el primer mega-consorcio de transporte por mar en una misma familia en lo que va del sexenio.

La nueva Oceanografía, inhabilitada desde febrero de este año por 21 meses, pero aún con 14 contratos vigentes con Pemex, zarpa de la mano de quienes en algún momento compitió: el grupo TMM.

El anuncio representa un revés para el empresario Carlos Hank Rhon, quien intentó comprar la compañía poco antes de que se anunciara en febrero pasado que estaba involucrada en un supuesto fraude a Banamex por casi 500 millones de dólares.

Yáñez: de dueño a operador

El vínculo para que Amado Yáñez negociara con la familia Alemán, una de las más prominentes de Veracruz, fue otro veracruzano: el extenista y socio minoritario de Oceanografía, Oliver Fernández Mena. 

En abril de este año, cuando aún Yáñez permanecía fuera de la escena pública y diseñaba una defensa legal en contra de las acusaciones de fraude a Banamex, iniciaron las conversaciones para que el Grupo que lidera el exgobernador de Veracruz comprara la mayoría de las acciones de la empresa. 

Según dos fuentes cercanas a la negociación, consultadas por Reporte Indigo, las pláticas se dieron siempre en buenos términos. Incluso Yáñez se encontraba “contento y muy tranquilo”.

La causa es simple, la compra le permite una mejor posición para negociar con los acreedores, al mismo tiempo que sigue haciendo lo que es el sentido de su vida: operar la empresa.

Antes de que Oceanografía se inhabilitara y fuera embargada a principios de marzo, Amado Yáñez podía dejar esperando en una mesa de restaurante durante una hora a cualquier interlocutor, mientras solucionaba por teléfono todo tipo de asuntos, desde la compra de las meriendas, hasta la reposición de una pieza de un barco.

Uno de sus proveedores principales contó a Reporte Indigo que en el gremio nadie confiaba en su capacidad como administrador, pero todos sabemos que “no hay un operador como él en México”.

Este conocimiento técnico jugará ahora a favor de la familia Alemán, que deja a Yáñez como operador, con una mínima participación accionaria y restricciones para involucrarse en asuntos financieros y de administración. 

Estos temas serán manejados por el Grupo que integran el hijo del expresidente Miguel Alemán Valdez y su nieto, Miguel Alemán Magnani, dueños a su vez de la aerolínea Interjet, una de las principales beneficiadas de la salida del aire de Mexicana de Aviación.

Este nexo resulta ahora más interesante, ya que el mismo juez que llevó en un inicio el concurso mercantil de Mexicana, Felipe Consuelo Soto, es que el que ahora lo hace con el concurso de Oceanografía.

La familia une a los rivales

La compra de Oceanografía por la familia Alemán pasa necesariamente por el consejo de administración de Grupo especialista en logística y transporte TMM, en algún momento competidor de la naviera.

El presidente y vicepresidente del Consejo de Administración de Interjet, Miguel Alemán Velasco y Miguel Alemán Magnani,  son vocales del Consejo de Administración de TMM, compañía que hasta ahora era competidora de Oceanografía. 

La participación de los Alemán en la compañía que preside José Serrano Segovia tiene un ancla familiar.

En mayo de 2002, mientras Miguel Alemán Velasco gobernaba Veracruz, su hijo contrajo nupcias con la hija de Serrano, Vanessa Serrano Cuevas.

La pareja tiene tres hijos y ella es “miembro distinguido” del Patronato de la Fundación Miguel Alemán. 

El exgobernador de Veracruz actualmente forma parte también del Consejo de Administración de Televisa, donde trabajó durante varios años su hijo, Miguel Alemán Magnani, yerno de Serrano. 

La ficha de Magnani en el Reporte Anual 2013 de Grupo TMM indica que es el director ejecutivo de la línea aérea Interjet, presidente de Grupo Alemán (Galem), que ahora compró Oceanografía, y socio del fondo Discovery Americas.

Magnani es el segundo yerno del dueño de TMM. 

Durante los 90 Vanessa Serrano estuvo casa con Martín Díaz, uno de los principales implicados en el caso Oceanografía como enlace entre Amado Yáñez con Banamex y los hermanos Rodríguez Borgio. 

Actualmente Díaz se encuentra en Miami y no ha sido detenido ni ha pagado fianza por el caso.Ha sido mencionado en las indagatorias como operador de Oceanografía para las operaciones de factoraje con Banamex, que utilizaban como vehículo la línea de crédito de Pemex, clasificada como de bajo riesgo porque la petrolera era entonces paraestatal.

Zarparán de nuevo los barcos

En los próximos diez días, según una fuente que pidió anonimato, el conciliador de este concurso mercantil debe dar a conocer la lista definitiva de acreedores, que sumaban 149 cuando se dictó la declaratoria en julio pasado.


Esta lista estaba encabezada por Banamex, con 6 mil 745 millones de pesos, más otros 19.1 millones de su Arrendadora Banamex.

El concurso también anunció que le debían 517.5 millones al Banco Mercantil del Norte, 18.6 millones al Instituto Mexicano del Seguro Social, 4 mil 703 millones en pagarés de créditos garantizados a 2015 y 2 mil 175 millones a Candies Mexican Investments, con los que Oceanografía adquirió 20 barcos (Reporte Indigo, 10 de julio de 2014).

Ya con la capitalización del Grupo Alemán, Oceanografía entrará nuevamente a negociar con cada uno de los acreedores, algunos de los cuales podrán convertirse en accionistas.

El siguiente paso, que debe concretarse también en los próximos días, será que el Servicio de Administración y Enajenación de Bienes (SAE) deje la operación de la empresa en manos de los nuevos dueños.

El paso del SAE por Oceanografía no ha resultado exitoso: la compañía ha perdido una tercera parte de sus trabajadores, Pemex le inició un proceso de rescisión de varios contratos y ha disminuido su valor de 3 mil 500 millones de dólares en diciembre del año pasado, a poco más de 800 millones en julio de este año, según dos valuaciones independientes consultadas por Reporte Indigo. 

El SAE paga bien

Entre las negligencias que podrían ser imputables al SAE está el súper sueldo que han cobrado desde marzo pasado tres de los funcionarios que fueron recomendados por Pemex para hacerse cargo de la empresa.

Luis Alfonso Maza Urueta, cercano al abogado general de Pemex, Marco Antonio de la Peña, suscribió recibos de honorarios por 619 mil pesos mensuales en calidad de síndico-administrador de la empresa intervenida por el SAE.

Sus dos subordinados más importantes, el director general de administración, Gustavo Bazúa Witte, así como el director de contraloría, Alfonso Salvador Antonio Compeán Gallardo, cobraron 200 mil pesos mensuales por su intervención en Oceanografía (Reporte Indigo, 3 de julio de 2014).

Una fuente interna del SAE dijo a este diario que luego de la publicación de sus recibos de honorarios en este medio, Bazúa Witte, hermano de la tesorera de la Federación durante el gobierno de Vicente Fox, se ha negado a firmar documentos que muestren su permanencia dentro de la administración transitoria de Oceanografía. 

El regreso de la compañía al agua se confirma con el testimonio de varios proveedores, quienes aseguraron que ya Pemex ha considerado los bancos de la empresa en las estimaciones de operación para el próximo año. 

En julio, al dictarse el concurso mercantil, el juez Consuelo Soto ordenó dejar sin efecto la inhabilitación contra Oceanografía para ayudar a la empresa a capitalizarse. 

En este mismo sentido la defensa de Yáñez solicitó que se le devolvieran 500 millones de pesos de penas convencionales sobre los contratos que les retuvo Pemex desde finales de febrero pasado (Reporte Indigo, 22 de agosto de 2014).

Este objetivo de la “capitalización” ahora viene no por aplicarse las disposiciones del juez, sino con la compra del Grupo Alemán, que inyectará dinero nuevo para reiniciar las operaciones de la compañía y tener ganancias para pagarles a los proveedores. 

La compra resulta el remate a la posibilidad de que Amado Yáñez salga librado en el juicio en su contra. 

Banamex no ha entregado pruebas judiciales en los peritajes del caso que demuestren que la falsificación de las estimaciones de cobro se realizó en la compañía, no al interior del propio banco.

Esta posición se confirma con la salida de Javier Arrigunaga de la dirección de Grupo Financiero Banamex, luego de que un juez en Estados Unidos solicitara a Citigroup que entregue pruebas del presunto fraude (Reporte Indigo, 7 de octubre de 2014).


En una comparecencia durante septiembre, el procurador Jesús Murillo Karam dijo que “no hubo fraude a Banamex porque el banco estaba de acuerdo con Oceanografía”.

FUENTE: REPORTE INDIGO.
AUTOR: PENILEY RAMÍREZ.

miércoles, 8 de octubre de 2014

Grupo Alemán acuerda la compra de Oceanografía

El mexicano Grupo Alemán, propietario de la aerolínea Interjet, acordó la compra de la compañía de servicios petroleros Oceanografía, centro de un escándalo por créditos fraudulentos que le costó más de 500 millones de dólares a Citigroup, según una fuente familiarizada con la operación.

La adquisición tendrá que ser aprobada por los acreedores de Oceanografía como parte del concurso mercantil y los detalles finales de la transacción aún no han sido resueltos, dijo la fuente.

Oceanografía fue intervenida en febrero por el gobierno de México, después de ser inhabilitada para celebrar contratos públicos y acusada de defraudar a Banamex, unidad mexicana del gigante estadunidense Citigroup, por al menos 400 millones de dólares.

La cifra posteriormente fue revisada a más de 500 millones de dólares.

El juez encargado del concurso mercantil ordenó este verano suspender la sanción que impedía a Oceanografía obtener contratos del gobierno, allanando el camino para que la empresa reinicie su negocio.

Un vocero de Oceanografía remitió las preguntas sobre una posible compra a la agencia del gobierno encargada de administrar la empresa durante su concurso mercantil, donde declinaron hacer comentarios.

Una portavoz de Grupo Alemán (Galem), una compañía familiar de capital privado que también tiene intereses en el transporte marítimo, tampoco quiso comentar.

Los estados financieros de 2012 muestran que Oceanografía, que realizaba mantenimiento de ductos y operaba barcos para la petrolera estatal Pemex, recibió de ésta el 97 por ciento de sus ingresos, que alcanzaron los 12 mil 100 millones de pesos (unos 899.4 millones de dólares).

La empresa contaba con una flota y equipos con un valor de unos 16 mil 700 millones de pesos (unos mil 240 millones de dólares) a finales de 2012.

El procurador general de México, Jesús Murillo, dijo al Congreso el mes pasado que "no hubo fraude a Banamex porque el banco estaba de acuerdo con Oceanografía". En junio dijo que apuntaba a ordenar el arresto de tres empleados de Banamex en relación con el caso, pero ninguno de esos arrestos se ha concretado.


El director general de Banamex, Javier Arrigunaga, renunció el viernes al cargo y fue sustituido por Ernesto Torres Cantú.

FUENTE: LA JORNADA/ REUTERS