Durante una reunión en el Monumento a la Revolución de la Ciudad de México, los asistentes celebraron la segunda reunión de coordinación de lucha contra el gasolinazo, en la que hicieron un llamado para que en la “asamblea nacional” del próximo 21 de enero se lleven a cabo las acciones.
Entre ellas se encuentran la liberación de carreteras y autopistas, la toma de las cámaras de senadores y diputados y la promoción de acciones legales contra quienes hicieron estallar “la indignación popular”.
Además, acordaron articular “acciones locales” en las delegaciones de la Ciudad de México y continuar con las manifestaciones para “acabar con la doctrina del miedo”. Resaltaron la importancia de “no dar pretexto con actos de rapiña, a fin de que el gobierno tenga el pretexto para reprimir”, y recordaron que los saqueos del 4 de enero pasado fueron “orquestados” por las mismas autoridades.
Felipe Arizmendi, obispo de San Cristóbal de las Casas, dijo que “la mejor forma de calmar al pueblo” es “hacer más efectiva la lucha contra la corrupción oficial”, y justificó la “rabia” de los mexicanos porque “se sienten defraudados por las autoridades, engañados con la promesa de que esos bienes y servicios bajarían de precio, y ahora resulta lo contrario. Por ello, muchos ya no confían en los políticos”.
Señaló que el enojo de la población continúa porque ve “cuánta corrupción e impunidad se descubre en la administración pública”, así como “cuánto se gasta en publicidad oficial, cuánto ganan los diputados, senadores, ministros de la Suprema Corte y otros servidores públicos”.
El propósito del Movimiento será presionar al Congreso federal, mediante protestas pacíficas y recursos legales, para convocar a un periodo extraordinario de sesiones para eliminar el Impuesto Especial Sobre Producción y Servicios (IEPS) para bajar los precios de la gasolina, el diésel, el gas doméstico y la energía eléctrica.
“Aunado a esto estamos buscando que se revise el presupuesto de egresos para implementar apoyos especiales a los grupos más vulnerables, ya que con el aumento a los precios de los alimentos y de bienes y servicios va aumentar la desnutrición infantil, de las personas de la tercera edad y va aumentar el número de familias en pobreza extrema”, aseguró el dirigente nacional de la UPAS VAH, Reynaldo Galván.
El Movimiento también tendrá como objetivo buscar que se aumenten de manera emergente los salarios de los trabajadores en por lo menos el 50 por ciento, “ya que con el gasolinazo quedó pulverizado el aumento que se anunció a finales de 2016″.
FUENTE: DESINFORMÉMONOS.
AUTOR: REDACCIÓN.
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