CUAUHTÉMOC, Chih: El Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF) analizará más de cien restos óseos localizados en dos fosas y una brecha de los municipios colindantes de Cuauhtémoc, Cusihuiriachi y Carichí.
Así lo anunció el grupo durante la firma del convenio con el gobierno de Javier Corral y añadió de antemano que hay interés por evidenciar a quienes obstaculizaron la investigación en el sexenio anterior.
La Fiscalía Zona Occidente tiene 527 carpetas de investigación de personas desaparecidas, aunque hay varios sin denunciar por temor o desconfianza hacia las autoridades, coincidieron familiares de desaparecidos, autoridades actuales y activistas.
El gobernador Javier Corral Jurado reconoció que las investigaciones de desapariciones forzadas en la región no serán fáciles, porque hay demasiadas complicidades desde el poder e intereses que permitieron que creciera el “funesto delito”.
“Vengo primero a dar un abrazo solidario (…) frente a ese trabajo arduo que realizan, en el que muchos de ustedes han sustituido en los hechos a los Ministerios Públicos, a los policías, a las autoridades.
“Vengo también para asumir el deber legal de la responsabilidad frente a una realidad que se ha querido ocultar (…) vamos a batallar mucho más de lo que pensamos, porque hay muchos hilos y hay tejidas muchas complicidades, y porque hay profundos intereses y complicidades hondas que tenemos que ir desbaratando poco a poco”, dijo en su mensaje a las familias de personas desaparecidas.
Durante la firma del convenio de colaboración entre el gobierno del estado y el EAAF, liderado por Mercedes Doretti, ella recordó que en dos intentos anteriores por firmar el acuerdo, en el sexenio de César Duarte Jáquez, se los impidieron porque estaban aferrados a incluir cláusulas que les impedían acceder a los expediente y dar información a los familiares.
El encargado del área de Personas Desaparecidas en el Centro de Derechos Humanos de las Mujeres (Cedehm), Gabino Gómez Escárcega, denunció durante su participación en la firma del convenio, que aún hay funcionarios de la anterior administración empeñados en impedir que se investiguen las desapariciones forzadas en el municipio de Cuauhtémoc. Incluso dos días antes intentaron de nuevo intimidar y dividir a los familiares para que no lo exigieran.
Doretti se congratuló de firmar “por fin el convenio porque puede aportar luz y justicia a las familias que buscan un familiar desaparecido” y confirmó el intento de funcionarios de la Fiscalía General del estado de impedir el trabajo del equipo argentino.
“Para el equipo argentino, si no podemos hablar con la familia, no podemos hablar con los representantes legales y no les podemos dar los resultados, no tiene razón de ser la intervención. No podemos firmar convenios donde se nos diga que no hagamos eso. Hubo intentos por impedirlo recientemente pero finalmente lo hemos firmado”, agregó la especialista argentina.
La antropóloga explicó que su trabajo consistirá en analizar los restos localizados en dos ranchos y una brecha y crear una base de datos de datos genéticos de los familiares. “No son muestras fáciles, vamos a ver hasta dónde podemos llegar”.
Mercedes Doretti refirió que la organización a la que pertenece es sin fines de lucro y se dedica a aplicar ciencia forense a graves violaciones de derechos humanos desde 1984, cuando iniciaron buscando los desaparecidos de Argentina. En Ciudad Juárez contribuyeron en el 2004, en casos de feminicidio, con organizaciones de Chihuahua y Juárez.
“Firmamos este acuerdo, gracias a esta enorme terquedad de familias y activistas, y ahora hay voluntad del estado que permite firmarlo. Es la tercera vez que lo intentamos y ahora sí lo vamos a firmar”, refirió.
Y es que desde 2013 organizaciones civiles solicitaron la presencia del EAAF para intervenir en el análisis de los restos localizados en los municipios mencionados. En octubre de 2011 se localizó una fosa clandestina en el rancho Dolores, Cuauhtémoc, con numerosos cadáveres calcinados. En noviembre de ese año se hallaron más restos en El Montero (municipio de Cusihuiriachi), y en febrero de 2012 se detectó una tumba ilegal más en el poblado El Porvenir, del municipio de Carichí.
Luego de varios intentos a partir de 2011 para que solicitaran el apoyo del EAAF, el 25 de marzo de 2013, el Movimiento Estatal de Mujeres logró que el exgobernador accediera, firmaron acuerdos y nombraron como encargada de contactar al equipo argentino a María del Refugio Dowz Torres, de la Dirección General Jurídica de la Fiscalía General del estado.
Dowz se encargó de insistir a Mercedes Doretti que firmaran el convenio con las cláusulas de opacidad, pero ella no accedió.
El 19 de noviembre de 2015, Doretti respondió: “Lamentablemente, observé con preocupación que la mayoría de las solicitudes fundamentales para la realización de nuestro trabajo, como el acceso a los expedientes correspondientes, la libre selección de muestras óseas, la transmisión de los resultados a los familiares de víctimas involucradas y sus representantes legales, el diálogo con servidores públicos intervinientes en la investigación, los plazos de trabajo, la reciprocidad en las cláusulas sobre obligaciones y derechos de cada una de las partes, entre otras, han sido todas retiradas de su versión en el contrato.
“En particular, la cláusula donde el gobierno prohíbe al equipo compartir los resultados del trabajo con las familias involucradas y sus representantes legales desafía el mismo propósito de nuestra intervención, toda vez que estamos realizando este trabajo a pedido de ellos”.
Cuando parecía que las autoridades de la administración pasada accedían a firmar el acuerdo conforme lo pedía el EAAF, se retractaban. En un par de ocasiones hicieron viajar a Doretti a Chihuahua y la dejaron plantada.
De manera simultánea, a partir de febrero pasado y ante la presión internacional sobre la problemática de desaparición forzada en Cuauhtémoc, el municipio con la mayor tasa de ese delito en el país, la fiscalía comenzó a buscar a las familias de personas desaparecidas, incluidos los representados por el Cedehm, para que firmaran y permitieran procesar los restos, con el fin de conseguir resultados genéticos, pero sin ninguna obligación de informar a los parientes familiares de las víctimas de desaparición forzada (Proceso 2056).
El Cedehm promovió nueve amparos para evitar que se procesaran los restos, y varios juzgados federales les otorgaron la suspensión provisional. También la Comisión Nacional de los Derechos Humanos emitió medidas cautelares que se mantendrán hasta que peritos independientes los analicen.
El Cedehm demandó a la coordinadora del Ministerio Público porque en el documento que les dieron a rubricar se incluía una renuncia a la coadyuvancia, es decir, nadie los podría asesorar formalmente. Esa funcionaria continúa y dos días antes de este sábado, intentó dividir e intimidar a familiares de desaparecidos, para que no permitieran la firma del convenio. La funcionaria aún continúa.
Otra anomalía de las autoridades anteriores, es que en agosto del año pasado, cuando la familia de Gustavo Parra Perea pidió llevar una ofrenda floral a la fosa donde las autoridades encontraron sus restos, en el rancho privado Providencia -propiedad de Julio Escárcega-, encontraron la tierra removida y el terreno limpio, refiere Gabino Gómez.
De acuerdo con un agente ministerial de la Fiscalía Zona Occidente, quien pidió permanecer en anonimato, un día antes el exdirector de la Policía Estatal Única, Pablo Ernesto Rocha Acosta (actual director de la Policía Municipal de Juárez), mandó limpiar todo.
“Encontraron como tres mil restos y nadie dijo nada. Había cráneos, casquillos, embolaron todo y dejaron limpio (…) Darinel, el exdirector de la Policía Investigadora, le habló al segundo comandante para darle la orden de Rocha. Le dijo: ‘saquen esas osamentas porque no quiero que encuentren evidencia’”, agregó el agente.
Testimonios de familiares
A nombre de las familias de desaparecidos en Cuauhtémoc, la maestra Olaya Dozal resumió la impotencia y el dolor que enfrentaron durante la anterior administración estatal, con complicidades de autoridades omisas y corruptas:
“La voluntad (de las autoridades) no se compra, se tiene (en el caso de la administración anterior), si hubiéramos comprado un pedacito de voluntad del gobernador anterior. Gracias (por el convenio) también a nombre de las familias, porque tienen miedo, sí, tenemos miedo porque hemos pasado por muchas situaciones. Aquí vamos a estar siempre (…) ni siquiera tenemos derecho a saber si viven o no”, expresó la mujer.
Su hija desapareció hace siete años, salió de su casa en Cuauhtémoc, a la preparatoria donde estudiaba y no regresó.
“Nos escucharon después de una larga lucha, después de años de pedir el apoyo en diferentes instituciones gubernamentales, porque todos los que son padres nos comprenderán que hasta el último aliento vamos a buscar a nuestros hijos. Agradecemos al Equipo Argentino por cada kilómetro recorrido”.
En entrevista, la mujer de Cuauhtémoc, afirma que a la mayoría de los desaparecidos en esa región se los ha llevado el crimen organizado:
“¿Quién más, si el crimen organizado actúa donde no hay autoridad, puede hacer y deshacer por las más diversas causas, desde las implicaciones, denuncias, porque son quiénes tienen el mando y hacen con las personas que quieren y no les pasa nada”.
Durante su intervención en la firma del convenio, Olaya Dozal agregó:
“Tenemos dos años pidiendo que se reconozcan esos restos de personas que se han encontrado, de personas de esta región. Quisiéramos que no estuvieran ahí nuestros hijos, que no fuera ninguno de nuestros hijos, de nuestras hijas, pero sabemos que de alguien son y sabemos que hay un padre o una madre esperando.
“Tenemos años esperando que se reconozcan esos restos, que se haga lo que se deba hacer para liberarnos de este martirio. El anterior gobierno fue sordo”.
En el teatro de cámara del Centro Cultural San Antonio lleno, estaba la familia Muñoz, a quien le desaparecieron ocho hombres durante un festejo del Día del Padre en el 2011; la familia Ibarra, a quien le faltan otros cuatro integrantes, entre otras familias que no cesan de buscar a sus familiares desaparecidos por policías, agentes de tránsito, militares, entre otros.
Corral, apoyo al EAAF
Javier Corral dijo en su intervención durante la firma del convenio, que el trabajo del EAAF permitirá identificar el ADN de los restos localizados y brindar por lo menos a los familias de las víctimas, la certeza del paradero sus familiares desaparecidos.
Se comprometió a permitir el trabajo del equipo de expertos en antropología y el gobierno estatal será su coadyuvante.
“Porque sé que aunque muchas o todas y todos ustedes, esperan ver vivos a sus familiares, reencontrarse con ellos, también sé, que hay quienes quieren encontrarse de cualquier forma con ellos”, agregó.
“Por eso teníamos que firmar con todas sus consecuencias políticas y jurídicas, aquí el grupo argentino no será molestado, aquí el gobierno estará como su aliado y coadyuvante”, afirmó.
El gobernador recordó que el 26 septiembre de 2014, “el mundo se estremeció con desaparición de 43 estudiantes de Ayotzinapa, del municipio de Iguala, en el estado de Guerrero y a raíz de la presión internacional, invitaron al EAAF, además de otros expertos, quienes se confrontaron con las autoridades federales y finalmente los echaron del país.
FUENTE: PROCESO.
AUTOR: PATRICIA MAYORGA.
LINK: http://www.proceso.com.mx/465186/forenses-argentinos-analizaran-restos-hallados-en-fosas-clandestinas-en-chihuahua
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lunes, 5 de diciembre de 2016
martes, 26 de abril de 2016
Forenses argentinos: La realidad de México “es muy triste, vimos lo que no vemos en ningún lado”
Después de un año y tres meses de trabajo que implicaron un peritaje multidisciplinario e integral, los resultados del análisis de los 26 expertos del Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF), dieron una estocada mortal a la llamada “verdad histórica” del Gobierno de México sobre un caso abierto que recorre todo el mundo: la desaparición forzada de los 43 estudiantes de la Escuela Normal Rural de Ayotzinapa “Raúl Isidro Burgos”.
Desde aquellos tiempos en que Clyde Snow, el fundador del Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF), alentó a “excavar de día y llorar de noche”, sus integrantes llevan 32 años trabajando con un bajo perfil.
A pesar de haber viajado por medio mundo, sus rostros y sus nombres son muy poco conocidos, pero el 9 de febrero de este 2016 la historia de los llamados “peritos argentinos” —como ya se les conoce en México— dio un giro. Ese día, dos de sus integrantes, Mercedes Doretti y Miguel Nieva, aparecieron ante una multitud de medios de comunicación nacionales e internacionales, y se convirtieron en noticia. México conoció sus rostros.
Después de un año y tres meses de trabajo que implicaron un peritaje multidisciplinario e integral, los resultados del análisis de los 26 expertos del equipo, dieron una estocada mortal a la llamada “verdad histórica” [versión oficial] sobre un caso abierto que recorre el mundo: la desaparición forzada de 43 estudiantes de la Escuela Normal “Rural Raúl Isidro Burgos” de Ayotzinapa, entre la noche del 26, y la madrugada del 27 de septiembre de 2014. Hasta ahora, sólo ha sido posible la identificación de uno de los alumnos, Alexander Mora Venancio, y eso fue posible través de una muestra que no se recogió en presencia de los peritos argentinos y no tuvo cadena de custodia.
El dictamen de 351 páginas sobre su análisis del basurero de Cocula fue contundente: las evidencias científicas recolectadas y los peritajes hechos en ese lugar no respaldan la hipótesis de que ahí se hayan incinerado los restos de los 43 estudiantes, como lo aseguró en su momento, el titular de la Procuraduría General de la República (PGR), Jesús Murillo Karam.
De hecho, este 19 de abril, el EAAF puso a disposición de la opinión pública el peritaje íntegro que hizo con el fin de “generar un debate científico e informado” sobre los hechos.
El equipo trabaja en total secrecía, y suele evitar el contacto con la prensa; pero Doretti y Nieva accedieron a hablar con VICE News. Después de más de dos meses de intercambiar mails y llamados, logramos reconstruir un perfil del equipo multidisciplinario que hizo esta investigación. Así fue como encontramos una serie de currículums que revelan el prestigio y la probidad de estos expertos en dinámica de fuego, criminalística, balística, botánica, entomología, odontología, anatomía, genética, analistas de imágenes satelitales y fotografías.
“Vinieron los mejores que conocemos”, nos dice Miguel Nieva, investigador del EAAF. Los 26 expertos llegaron de Argentina, México, Estados Unidos, Canadá, Uruguay y Colombia. Ellos aplicaron sus múltiples saberes para responder, desde el punto de vista de la evidencia recolectada en el basurero de Cocula: ¿es posible que la noche del 26 al 27 de septiembre del 2014 los perpetradores hayan llevado a los 43 estudiantes, asesinando a quienes habrían llegado vivos, e incinerado los restos de todos ellos ahí? La respuesta es “no”.
El estudio se basó en peritajes realizados en el basurero del 27 de octubre al 6 de noviembre de 2014. Tras cruzar información sobre 138 elementos balísticos, más de 400 artefactos relacionados con ropa y calzado, plantas, insectos; y fotografías satelitales de Human Rights Watch y UNITAR-UNOSAT.
Cocula no fue la primera misión del EAAF con la PGR. Venían trabajando juntos en la Comisión Forense, un acuerdo con una decena de ONGs mexicanas y centroamericanas para identificar a víctimas de masacres: 72 migrantes en San Fernando, Tamaulipas [agosto de 2010];193 personas en fosas clandestinas también en San Fernando [abril del 2011] y 49 torsos aparecidos en una carretera de Cadereyta, Nuevo León [mayo de 2012]. “Del total de 314 víctimas entre las tres masacres, cerca de 200 estaban sin identificar”, dice Doretti.
Actualmente, existe la posibilidad de que el equipo se sume a otro proyecto en Chihuahua, a pedido de organizaciones locales. Y hay otros casos en Guerrero y Tamaulipas.
–¿Uno se acostumbra a trabajar con masacres?
La doctora Mercedes Doretti [Argentina] es antropóloga. Empezó a trabajar en el EAAF en 1984. Cuando Clyde Snow llegó al país del cono sur para ayudar a Abuelas de Plaza de Mayo en la identificación de nietos apropiados por el terrorismo de Estado y de personas desaparecidas, convocó a otros colegas a fin de que lo ayudaran. No tuvo suerte. Llamó a estudiantes avanzados.
‘Mimí’ cursaba antropología en la Universidad de Buenos Aires (UBA) y acudió, por eso se convirtió en una de las confundadoras. Su madre, Magdalena Ruiz Guiñazú, una de las periodistas más conocidas de la Argentina, en esos años formó parte de la Comisión Nacional sobre la Desaparición de Personas (CONADEP). Su informe, el “Nunca Más”, se publicó en 1984.
Hace dos años, cuando la UBA entregó el Doctor Honoris Causa a Doretti y a otros integrantes del EAAF, lo recibió su mamá, orgullosa. ‘Mimí’ estaba en México investigando fosas.
Doretti ha estudiado los restos de las grandes masacres de este siglo. Lideró misiones en todos los continentes y recibió la Beca de los Genios de la Fundación Mac Arthur (2007), por su “excepcional creatividad en su trabajo”.
Miguel Nieva [Argentina], se licenció en Criminalística por la Universidad Católica de Salta y se sumó al equipo en 2001. Pasa muy pocos días del año en su casa: la mayoría del tiempo está viajando en misiones del EAAF. Para el informe integral, estudió los elementos balísticos-casquillos, proyectiles y cartuchos recuperados del basurero de Cocula. En la Escuela del Poder Judicial y en la Cátedra de Medicinal Legal de la Universidad Nacional de Rosario, enseña mucho de lo que aprendió en todos estos años como perito.
Trabajó en la morgue judicial de Rosario, fue Chief Autopsy Technician del Tribunal Penal Internacional para la Antigua Yugoslavia (ICTY), y técnico en Histopatología Forense y Laboratorio de Antropología Forense del Instituto Médico Legal de Rosario [Poder Judicial, Santa Fe].
Mariana Segura [Argentina] es licenciada en Ciencias Antropológicas, estuvo junto con Doretti y Nieva en la conferencia de prensa de febrero. Es profesora de Antropología Forense, ha participado de misiones en Argentina y de capacitaciones en varios países, en jornadas y congresos. Conoce muy bien una parte menos visible de su trabajo, que es la que transcurre fuera del laboratorio y del campo: entrevistar, acompañar y contener a los familiares, dar noticias que siempre son funestas, pero, a veces, aportan el alivio de la verdad.
Ellos son los expertos convocados por EAAF que intervinieron en la investigación:
Jorge Manuel Pachón Mora [Colombia] es técnico forense del Grupo Balística Forense, de la Dirección Regional Bogotá del Instituto Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses de Colombia. Analizó, junto con Nieva, 138 elementos balísticos recuperados del basurero de Cocula. Documentaron, según el dictamen, inconsistencia entre las declaraciones de los inculpados y la evidencia balística.
Aída Galindo Bonilla [Colombia] tiene un magister en Biología por la Universidad Nacional de Colombia, recolectó especies vegetales en el basurero de Cocula. Las analizó desde la Botánica Forense: la rama que estudia el material vegetal de la investigación judicial. Especialista del Instituto y D. Duarte y O. Rivera de la Universidad Nacional de Colombia. Coordinadora del Grupo Nacional de Investigación Científica Forense. Participó en numerosas investigaciones del Instituto Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses de Colombia.
Ellos son los consultores convocados por EAAF que intervinieron en la investigación:
Gregory Olson [Canadá]. Desde hace muchos años, ‘Greg’ es uno de los hombres que más saben sobre incendios y explosivos de la policía de Canadá. Junto con su colega Bryan Fischer, examinó, entre tantos elementos, los troncos de la vegetación removida por los peritos de PGR y del EAAF en Cocula, y evaluó la existencia o no de alteración térmica. Olson tiene años de investigaciones sobre fraude y criminalidad, y es miembro de la Asociación de Antropólogos de Canadá, de la Asociación de Investigación de Homicidios de Ontario y de la Sociedad Arqueológica de Ontario.
Bryan Fischer [Canadá] es supervisor de investigaciones sobre fuego en la policía de Ontario donde lleva más de 30 años. Fischer trabajó con su colega y compatriota Olson en el basurero, para tratar de determinar cómo fue la dinámica del fuego en Cocula. Estudió Leyes y Seguridad en Sheridan College.
Dr. Steve Symes [EU] es antropólogo especialista en trauma, lleva más de 30 años descifrando huesos y restos, y asesoró al EAAF en otros casos complejos. Autor de más de 50 publicaciones y un centenar de ‘papers’; sus investigaciones sirvieron de prueba en expedientes de violaciones a derechos humanos en Canadá, México, Perú, Indonesia, Kosovo y Europa. Es profesor de Antropología en el Departamento de Ciencias Forenses de la Universidad de Mercyhurst [Pensilvania]. En 2008 recibió el premio T. Dale Stewart el más alto honor que otorga el área de Antropología Física de la Academia de Ciencias Forenses de EEUU.
Sean Carlson-Greer [EU] es anatomista, magister en Antropología Forense y Biológica de la Universidad Mercyhurst, Pennsylvania, donde forma parte del equipo de Symes. Ha trabajado en el equipo de reconstrucción de escena de Mercyhurst, y en laboratorios forenses.
Dr. Ray Miller [EU] es odontólogo forense, puede analizar una pieza dental e inferir, entre tantas cosas, cuál fue la temperatura que alcanzó el fuego. Trabaja desde hace más de 15 años en el Departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos, y el EAAF lo convocó para evaluar evidencia dental en Cocula. Tiene mucha experiencia en la identificación de víctimas desde el área de Patología de las Fuerzas Armadas de Estados Unidos.
Sarah Baumgarten [EU] es antropóloga y arqueóloga; estudió en la Universidad Stony Brook en Nueva York y en Mercyhurst. Discípula de Symes, integra su equipo y es profesora. Investigadora de trauma, paleontología e imágenes en 3D.
Cullen Black [EU] es arqueólogo, trabajó en el laboratorio de identificación del Comando Central del Pacífico de Hawai para la agencia del Departamento de Defensa de Estados Unidos, que se ocupa de la búsqueda de desaparecidos en guerras. Investiga memoria y recuperación de restos en Vietnam, así como migraciones en Guatemala City a partir de restos humanos.
Ellos son los demás integrantes del EAAF:
Mariana Selva [Argentina] es antropóloga, investigadora del EAAF. Apenas se graduó, en la Universidad de Buenos Aires, recorrió las provincias de la Argentina participando en múltiples excavaciones. En el peritaje integral en Cocula, participó de la entrega de muestras -por ejemplo, de presuntas prendas de normalistas- a la Universidad de Innsbruck.
Carola Romanini [Argentina] es genetista, trabaja en el Laboratorio de Inmunogenética y Diagnóstico Molecular. Analizó restos óseos hallados en el basurero de Cocula.
Pablo Gallo [Argentina] es antropólogo, investigador del EAAF, también trabaja en la Procuración General de la Nación de Argentina desentrañando rastros de crímenes de lesa humanidad entre el cruce de las ciencias forenses y los expedientes. En los últimos años, pasó varias semanas en otras misiones interdisciplinarias del equipo entre México y Centroamérica, trabajando con las familias y las organizaciones locales en la identificación de migrantes desaparecidos.
Selva Varela Istueta [Argentina] es técnica antropóloga, forma parte del EAAF desde 2003. Llegó en 1987 a consultar al equipo pero desde otro rol: buscando identificar los restos de sus padres, desaparecidos por el terrorismo de Estado cuando ella era una niña muy pequeña.
Alejandra Ibañez [Argentina] también es antropóloga, investigadora del EAAF. Es especialista en arqueología y profesora. Dictó capacitaciones y encabezó trabajos de campo vinculados a la localización de restos para identificar a desaparecidos.
Analía González Simonetto [Argentina] es antropóloga, egresada de la UBA, donde da clases de antropología biológica y paleoantropología. Pero también dicta capacitaciones ahí donde convocan al EAAF. Por ejemplo, en Vietnam, donde le solicitaron asistencia y formación para la búsqueda de caídos en guerra. De las misiones en países extranjeros, aprendió que respetar los tiempos, así como avanzar con tacto y cautela, es crucial para entrar en confianza.
Diego Argañaraz Fochi [Argentina] es técnico antropólogo, miembro del equipo de investigación del EAAF y fotógrafo amateur. Estudió en la Universidad Nacional de Tucumán y conoce en profundidad el altiplano andino, donde participó de experiencias de investigación arqueológica.
Raymond Petit [Estados Unidos] tiene un magister en antropología y años de experiencia en organizaciones no gubernamentales, donde aprendió a ser muy versátil: sabe de gestión, logística, edición y hasta de fundraising. Consultor del EAAF desde 2007 en Estados Unidos y México, se graduó en la Universidad de Nueva York, su curriculum incluye becas en Estados Unidos, Europa y América Latina. Trabajó en museos y editando libros.
Monserrat Nájera [México] es investigadora del EAAF. Licenciada en Antropología Física por la Escuela Nacional de Antropología e historia.
Karla Hernández Mares [México] Consultora del EAAF, fotógrafa, aliada de organizaciones sociales por la defensa de los derechos humanos: voluntaria en Grupo12: Derechos de los Pueblos Indígenas, de Amnistía Internacional México. Magister en Derechos Humanos y Democracia de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales, participa de diversa experiencias de capacitación de jóvenes, como la construcción de una red de promotores de derechos sexuales y reproductivos.
Alicia Lusiardo [Uruguay] es antropóloga, integra el Grupo de Investigación en Antropología Forense (GIAF) de Uruguay desde 2007. Estudió en la Universidad de la República [Uruguay], donde es profesora, y en la Universidad de Florida (EE.UU.). Participó en localizar y analizar restos de Timoteo Aparicio —caudillo y militar uruguayo, pieza crucial del Partido Nacional, en 1872 proclamó la Revolución de las Lanzas— y en la exhumación de los restos de João Goulart —presidente de Brasil (1961-1964), lo derrocó un golpe militar y se exilió en Argentina, donde murió en una habitación de hotel en 1976, ya en dictadura. En 2008, un agente dijo que había sido envenenado en el marco del Plan Cóndor—.
Estas son las organizaciones que también intervinieron:
Laboratorio Actlabs [Canadá] es líder en análisis forense, de minerales y de medio ambiente. Estudió muestras de sedimentos del suelo. Y revisó el informe generado por PGR sobre elementos químicos, para una revisión entre pares.
Human Rights Watch, es una ONG internacional independiente y sin fines de lucro, con 400 miembros vinculados a derechos humanos en distintos países del mundo. Tiene un área de analistas de imágenes satelitales.
UNITAR-UNOSAT, UNITAR (United Nations Institute for Training and Research) es el Instituto de Naciones Unidas para Formación e Investigación que impulsa UNOSAT: un programa sobre aplicaciones operacionales de satélite. Brinda servicio de cartografía humanitaria y análisis de imágenes satelitales para poner la información geográfica al servicio de la comunidad, los expertos y las organizaciones. En el informe participaron expertos de estas organizaciones en análisis de imágenes satelitales, gestionadas a través de la oficina del Alto Comisionado para los Derechos Humanos de las Naciones Unidas en México.
FUENTE: SINEMBARGO, VICE NEWS.
AUTOR: MARÍA EUGENIA LUDEÑA.
LINK: http://www.sinembargo.mx/26-04-2016/1653141
Desde aquellos tiempos en que Clyde Snow, el fundador del Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF), alentó a “excavar de día y llorar de noche”, sus integrantes llevan 32 años trabajando con un bajo perfil.
A pesar de haber viajado por medio mundo, sus rostros y sus nombres son muy poco conocidos, pero el 9 de febrero de este 2016 la historia de los llamados “peritos argentinos” —como ya se les conoce en México— dio un giro. Ese día, dos de sus integrantes, Mercedes Doretti y Miguel Nieva, aparecieron ante una multitud de medios de comunicación nacionales e internacionales, y se convirtieron en noticia. México conoció sus rostros.
Después de un año y tres meses de trabajo que implicaron un peritaje multidisciplinario e integral, los resultados del análisis de los 26 expertos del equipo, dieron una estocada mortal a la llamada “verdad histórica” [versión oficial] sobre un caso abierto que recorre el mundo: la desaparición forzada de 43 estudiantes de la Escuela Normal “Rural Raúl Isidro Burgos” de Ayotzinapa, entre la noche del 26, y la madrugada del 27 de septiembre de 2014. Hasta ahora, sólo ha sido posible la identificación de uno de los alumnos, Alexander Mora Venancio, y eso fue posible través de una muestra que no se recogió en presencia de los peritos argentinos y no tuvo cadena de custodia.
El dictamen de 351 páginas sobre su análisis del basurero de Cocula fue contundente: las evidencias científicas recolectadas y los peritajes hechos en ese lugar no respaldan la hipótesis de que ahí se hayan incinerado los restos de los 43 estudiantes, como lo aseguró en su momento, el titular de la Procuraduría General de la República (PGR), Jesús Murillo Karam.
De hecho, este 19 de abril, el EAAF puso a disposición de la opinión pública el peritaje íntegro que hizo con el fin de “generar un debate científico e informado” sobre los hechos.
El equipo trabaja en total secrecía, y suele evitar el contacto con la prensa; pero Doretti y Nieva accedieron a hablar con VICE News. Después de más de dos meses de intercambiar mails y llamados, logramos reconstruir un perfil del equipo multidisciplinario que hizo esta investigación. Así fue como encontramos una serie de currículums que revelan el prestigio y la probidad de estos expertos en dinámica de fuego, criminalística, balística, botánica, entomología, odontología, anatomía, genética, analistas de imágenes satelitales y fotografías.
“Vinieron los mejores que conocemos”, nos dice Miguel Nieva, investigador del EAAF. Los 26 expertos llegaron de Argentina, México, Estados Unidos, Canadá, Uruguay y Colombia. Ellos aplicaron sus múltiples saberes para responder, desde el punto de vista de la evidencia recolectada en el basurero de Cocula: ¿es posible que la noche del 26 al 27 de septiembre del 2014 los perpetradores hayan llevado a los 43 estudiantes, asesinando a quienes habrían llegado vivos, e incinerado los restos de todos ellos ahí? La respuesta es “no”.
El estudio se basó en peritajes realizados en el basurero del 27 de octubre al 6 de noviembre de 2014. Tras cruzar información sobre 138 elementos balísticos, más de 400 artefactos relacionados con ropa y calzado, plantas, insectos; y fotografías satelitales de Human Rights Watch y UNITAR-UNOSAT.
“No estamos acostumbrados a trabajar en casos resonantes, o que estén generando una opinión pública todo el tiempo como éste”, dice Miguel Nieva.Cuando los convocaron para intervenir en la desaparición de los 43, los forenses argentinos estaban en México trabajando en Proyecto Frontera: un sistema regional forense para búsqueda de migrantes desaparecidos entre Centroamérica, México y Estados Unidos. “Vamos cofundando el Banco de Datos Forense de Migrantes Desaparecidos en sus comunidades o países de origen, y cruzamos esta información con morgues en la ruta migratoria. Este año estaremos tomando muestras y recolectando información en el Banco de Oaxaca, recientemente iniciado”, explica Mercedes Doretti, coordinadora del equipo en México.
“La realidad en México es muy triste. El nivel de errores que hemos detectado [por parte de las autoridades] en muchos lugares, es grave. En otros países estas cosas no pasarían nunca. Las cifras de víctimas son comparables con las de cualquier conflicto armado”, agrega Nieva.
Cocula no fue la primera misión del EAAF con la PGR. Venían trabajando juntos en la Comisión Forense, un acuerdo con una decena de ONGs mexicanas y centroamericanas para identificar a víctimas de masacres: 72 migrantes en San Fernando, Tamaulipas [agosto de 2010];193 personas en fosas clandestinas también en San Fernando [abril del 2011] y 49 torsos aparecidos en una carretera de Cadereyta, Nuevo León [mayo de 2012]. “Del total de 314 víctimas entre las tres masacres, cerca de 200 estaban sin identificar”, dice Doretti.
Actualmente, existe la posibilidad de que el equipo se sume a otro proyecto en Chihuahua, a pedido de organizaciones locales. Y hay otros casos en Guerrero y Tamaulipas.
–¿Uno se acostumbra a trabajar con masacres?
“No, México es un ejemplo de que no te podés acostumbrar nunca. Las cosas que hemos visto, no las vemos en ningún lado”, dice Nieva.¿QUIÉNES SON Y QUÉ HICIERON?
La doctora Mercedes Doretti [Argentina] es antropóloga. Empezó a trabajar en el EAAF en 1984. Cuando Clyde Snow llegó al país del cono sur para ayudar a Abuelas de Plaza de Mayo en la identificación de nietos apropiados por el terrorismo de Estado y de personas desaparecidas, convocó a otros colegas a fin de que lo ayudaran. No tuvo suerte. Llamó a estudiantes avanzados.
‘Mimí’ cursaba antropología en la Universidad de Buenos Aires (UBA) y acudió, por eso se convirtió en una de las confundadoras. Su madre, Magdalena Ruiz Guiñazú, una de las periodistas más conocidas de la Argentina, en esos años formó parte de la Comisión Nacional sobre la Desaparición de Personas (CONADEP). Su informe, el “Nunca Más”, se publicó en 1984.
Hace dos años, cuando la UBA entregó el Doctor Honoris Causa a Doretti y a otros integrantes del EAAF, lo recibió su mamá, orgullosa. ‘Mimí’ estaba en México investigando fosas.
Doretti ha estudiado los restos de las grandes masacres de este siglo. Lideró misiones en todos los continentes y recibió la Beca de los Genios de la Fundación Mac Arthur (2007), por su “excepcional creatividad en su trabajo”.
Miguel Nieva [Argentina], se licenció en Criminalística por la Universidad Católica de Salta y se sumó al equipo en 2001. Pasa muy pocos días del año en su casa: la mayoría del tiempo está viajando en misiones del EAAF. Para el informe integral, estudió los elementos balísticos-casquillos, proyectiles y cartuchos recuperados del basurero de Cocula. En la Escuela del Poder Judicial y en la Cátedra de Medicinal Legal de la Universidad Nacional de Rosario, enseña mucho de lo que aprendió en todos estos años como perito.
Trabajó en la morgue judicial de Rosario, fue Chief Autopsy Technician del Tribunal Penal Internacional para la Antigua Yugoslavia (ICTY), y técnico en Histopatología Forense y Laboratorio de Antropología Forense del Instituto Médico Legal de Rosario [Poder Judicial, Santa Fe].
Mariana Segura [Argentina] es licenciada en Ciencias Antropológicas, estuvo junto con Doretti y Nieva en la conferencia de prensa de febrero. Es profesora de Antropología Forense, ha participado de misiones en Argentina y de capacitaciones en varios países, en jornadas y congresos. Conoce muy bien una parte menos visible de su trabajo, que es la que transcurre fuera del laboratorio y del campo: entrevistar, acompañar y contener a los familiares, dar noticias que siempre son funestas, pero, a veces, aportan el alivio de la verdad.
Ellos son los expertos convocados por EAAF que intervinieron en la investigación:
Jorge Manuel Pachón Mora [Colombia] es técnico forense del Grupo Balística Forense, de la Dirección Regional Bogotá del Instituto Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses de Colombia. Analizó, junto con Nieva, 138 elementos balísticos recuperados del basurero de Cocula. Documentaron, según el dictamen, inconsistencia entre las declaraciones de los inculpados y la evidencia balística.
Aída Galindo Bonilla [Colombia] tiene un magister en Biología por la Universidad Nacional de Colombia, recolectó especies vegetales en el basurero de Cocula. Las analizó desde la Botánica Forense: la rama que estudia el material vegetal de la investigación judicial. Especialista del Instituto y D. Duarte y O. Rivera de la Universidad Nacional de Colombia. Coordinadora del Grupo Nacional de Investigación Científica Forense. Participó en numerosas investigaciones del Instituto Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses de Colombia.
Ellos son los consultores convocados por EAAF que intervinieron en la investigación:
Gregory Olson [Canadá]. Desde hace muchos años, ‘Greg’ es uno de los hombres que más saben sobre incendios y explosivos de la policía de Canadá. Junto con su colega Bryan Fischer, examinó, entre tantos elementos, los troncos de la vegetación removida por los peritos de PGR y del EAAF en Cocula, y evaluó la existencia o no de alteración térmica. Olson tiene años de investigaciones sobre fraude y criminalidad, y es miembro de la Asociación de Antropólogos de Canadá, de la Asociación de Investigación de Homicidios de Ontario y de la Sociedad Arqueológica de Ontario.
Bryan Fischer [Canadá] es supervisor de investigaciones sobre fuego en la policía de Ontario donde lleva más de 30 años. Fischer trabajó con su colega y compatriota Olson en el basurero, para tratar de determinar cómo fue la dinámica del fuego en Cocula. Estudió Leyes y Seguridad en Sheridan College.
Dr. Steve Symes [EU] es antropólogo especialista en trauma, lleva más de 30 años descifrando huesos y restos, y asesoró al EAAF en otros casos complejos. Autor de más de 50 publicaciones y un centenar de ‘papers’; sus investigaciones sirvieron de prueba en expedientes de violaciones a derechos humanos en Canadá, México, Perú, Indonesia, Kosovo y Europa. Es profesor de Antropología en el Departamento de Ciencias Forenses de la Universidad de Mercyhurst [Pensilvania]. En 2008 recibió el premio T. Dale Stewart el más alto honor que otorga el área de Antropología Física de la Academia de Ciencias Forenses de EEUU.
Sean Carlson-Greer [EU] es anatomista, magister en Antropología Forense y Biológica de la Universidad Mercyhurst, Pennsylvania, donde forma parte del equipo de Symes. Ha trabajado en el equipo de reconstrucción de escena de Mercyhurst, y en laboratorios forenses.
Dr. Ray Miller [EU] es odontólogo forense, puede analizar una pieza dental e inferir, entre tantas cosas, cuál fue la temperatura que alcanzó el fuego. Trabaja desde hace más de 15 años en el Departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos, y el EAAF lo convocó para evaluar evidencia dental en Cocula. Tiene mucha experiencia en la identificación de víctimas desde el área de Patología de las Fuerzas Armadas de Estados Unidos.
Sarah Baumgarten [EU] es antropóloga y arqueóloga; estudió en la Universidad Stony Brook en Nueva York y en Mercyhurst. Discípula de Symes, integra su equipo y es profesora. Investigadora de trauma, paleontología e imágenes en 3D.
Cullen Black [EU] es arqueólogo, trabajó en el laboratorio de identificación del Comando Central del Pacífico de Hawai para la agencia del Departamento de Defensa de Estados Unidos, que se ocupa de la búsqueda de desaparecidos en guerras. Investiga memoria y recuperación de restos en Vietnam, así como migraciones en Guatemala City a partir de restos humanos.
Ellos son los demás integrantes del EAAF:
Mariana Selva [Argentina] es antropóloga, investigadora del EAAF. Apenas se graduó, en la Universidad de Buenos Aires, recorrió las provincias de la Argentina participando en múltiples excavaciones. En el peritaje integral en Cocula, participó de la entrega de muestras -por ejemplo, de presuntas prendas de normalistas- a la Universidad de Innsbruck.
Carola Romanini [Argentina] es genetista, trabaja en el Laboratorio de Inmunogenética y Diagnóstico Molecular. Analizó restos óseos hallados en el basurero de Cocula.
Pablo Gallo [Argentina] es antropólogo, investigador del EAAF, también trabaja en la Procuración General de la Nación de Argentina desentrañando rastros de crímenes de lesa humanidad entre el cruce de las ciencias forenses y los expedientes. En los últimos años, pasó varias semanas en otras misiones interdisciplinarias del equipo entre México y Centroamérica, trabajando con las familias y las organizaciones locales en la identificación de migrantes desaparecidos.
Selva Varela Istueta [Argentina] es técnica antropóloga, forma parte del EAAF desde 2003. Llegó en 1987 a consultar al equipo pero desde otro rol: buscando identificar los restos de sus padres, desaparecidos por el terrorismo de Estado cuando ella era una niña muy pequeña.
Alejandra Ibañez [Argentina] también es antropóloga, investigadora del EAAF. Es especialista en arqueología y profesora. Dictó capacitaciones y encabezó trabajos de campo vinculados a la localización de restos para identificar a desaparecidos.
Analía González Simonetto [Argentina] es antropóloga, egresada de la UBA, donde da clases de antropología biológica y paleoantropología. Pero también dicta capacitaciones ahí donde convocan al EAAF. Por ejemplo, en Vietnam, donde le solicitaron asistencia y formación para la búsqueda de caídos en guerra. De las misiones en países extranjeros, aprendió que respetar los tiempos, así como avanzar con tacto y cautela, es crucial para entrar en confianza.
Diego Argañaraz Fochi [Argentina] es técnico antropólogo, miembro del equipo de investigación del EAAF y fotógrafo amateur. Estudió en la Universidad Nacional de Tucumán y conoce en profundidad el altiplano andino, donde participó de experiencias de investigación arqueológica.
Raymond Petit [Estados Unidos] tiene un magister en antropología y años de experiencia en organizaciones no gubernamentales, donde aprendió a ser muy versátil: sabe de gestión, logística, edición y hasta de fundraising. Consultor del EAAF desde 2007 en Estados Unidos y México, se graduó en la Universidad de Nueva York, su curriculum incluye becas en Estados Unidos, Europa y América Latina. Trabajó en museos y editando libros.
Monserrat Nájera [México] es investigadora del EAAF. Licenciada en Antropología Física por la Escuela Nacional de Antropología e historia.
Karla Hernández Mares [México] Consultora del EAAF, fotógrafa, aliada de organizaciones sociales por la defensa de los derechos humanos: voluntaria en Grupo12: Derechos de los Pueblos Indígenas, de Amnistía Internacional México. Magister en Derechos Humanos y Democracia de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales, participa de diversa experiencias de capacitación de jóvenes, como la construcción de una red de promotores de derechos sexuales y reproductivos.
Alicia Lusiardo [Uruguay] es antropóloga, integra el Grupo de Investigación en Antropología Forense (GIAF) de Uruguay desde 2007. Estudió en la Universidad de la República [Uruguay], donde es profesora, y en la Universidad de Florida (EE.UU.). Participó en localizar y analizar restos de Timoteo Aparicio —caudillo y militar uruguayo, pieza crucial del Partido Nacional, en 1872 proclamó la Revolución de las Lanzas— y en la exhumación de los restos de João Goulart —presidente de Brasil (1961-1964), lo derrocó un golpe militar y se exilió en Argentina, donde murió en una habitación de hotel en 1976, ya en dictadura. En 2008, un agente dijo que había sido envenenado en el marco del Plan Cóndor—.
Estas son las organizaciones que también intervinieron:
Laboratorio Actlabs [Canadá] es líder en análisis forense, de minerales y de medio ambiente. Estudió muestras de sedimentos del suelo. Y revisó el informe generado por PGR sobre elementos químicos, para una revisión entre pares.
Human Rights Watch, es una ONG internacional independiente y sin fines de lucro, con 400 miembros vinculados a derechos humanos en distintos países del mundo. Tiene un área de analistas de imágenes satelitales.
UNITAR-UNOSAT, UNITAR (United Nations Institute for Training and Research) es el Instituto de Naciones Unidas para Formación e Investigación que impulsa UNOSAT: un programa sobre aplicaciones operacionales de satélite. Brinda servicio de cartografía humanitaria y análisis de imágenes satelitales para poner la información geográfica al servicio de la comunidad, los expertos y las organizaciones. En el informe participaron expertos de estas organizaciones en análisis de imágenes satelitales, gestionadas a través de la oficina del Alto Comisionado para los Derechos Humanos de las Naciones Unidas en México.
FUENTE: SINEMBARGO, VICE NEWS.
AUTOR: MARÍA EUGENIA LUDEÑA.
LINK: http://www.sinembargo.mx/26-04-2016/1653141
jueves, 21 de abril de 2016
Borró evidencias una segunda quema en basurero de Cocula: EAAF
CIUDAD DE MÉXICO: El dictamen completo del Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF) sobre Cocula arroja que ese basurero fue vuelto a quemar después del primer peritaje, durante el tiempo en que la PGR retiró la vigilancia, acción que hizo que se borraran evidencias.
También revela que los testimonios de los supuestos asesinos no coinciden en cuestiones fundamentales como las horas, la colocación de las víctimas y el número de bolsas en las cuales dispusieron sus restos; además de que ellos mismos confesaron que restos humanos encontrados en el sitio son de personas asesinadas antes de la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa.
“Dadas las alteraciones significativas en la continuidad de la custodia del sitio, el tiempo transcurrido desde que se produjo el incidente hasta que se examinó por primera vez el lugar de los hechos, las observaciones colectivas realizadas durante la inspección del 5 de diciembre de 2014 y la información reunida durante la inspección inicial comenzada el 27 de octubre de 2014, no respaldamos la hipótesis de que hubo un fuego de la magnitud requerida y de la duración informada en la madrugada del 27 de septiembre de 2014, que habría arrojado como resultado la cremación en masa de los 43 estudiantes desaparecidos”, se destaca en el dictamen como conclusión.
El estudio realizado entre octubre de 2014 y febrero pasado, y en el que participaron 26 peritos internacionales, fue publicado anoche en la página oficial de la prestigiada organización y tiene como conclusión que no existe evidencia científica de la incineración de los 43 estudiantes en el basurero y tampoco de que el hueso de Alexander Mora Venancio, hallado en el río San Juan, provenga de ese sitio.
El informe de 351 páginas revela información que la PGR intentó ocultar al EAAF, a pesar de ser coadyuvante en el caso y representante de las 43 familias de los normalistas. Además, contrasta con los tres vagos párrafos presentados como conclusión preliminar de los seis expertos en fuego que realizaron un tercer peritaje al basurero, en el que sólo mencionaron que hubo una quema controlada en el basurero de Cocula y que en el lugar se encontraron restos humanos de 17 personas, pero no especifica si esos “hallazgos” están relacionados con la búsqueda de los 43 estudiantes o si se refiere a quemas anteriores en el tiradero.
El informe del EAAF cuestiona duramente las evidencias que presentó en su tiempo el procurador general de la República, Jesús Murillo Karam, para “demostrar” la calcinación de los estudiantes, y señala que el funcionario pasó por alto que en ese basurero siempre se ha quemado basura, que no pudo existir un “efecto horno” que calcinara a 43 personas y que las evidencias presentadas en conferencia (aluminio, restos de llantas, piedras y huesos) no son muestra de nada relacionado con los estudiantes.
Este equipo también da cuenta de múltiples irregularidades que notaron al trabajar al lado de la PGR, entre ellas las alteraciones que sufrió el tiradero después de haber sido revisado, las inspecciones que hizo por cuenta propia el personal de la dependencia sin avisar al equipo, cómo el sitio quedó sin ser resguardado a pesar de ser considerado la escena del crimen, y el extraño hallazgo de 44 casquillos amontonados en un lugar que antes ya había sido revisado por los especialistas argentinos.
“Cabe destacar que al llegar al lugar de los hechos el 5 de diciembre de 2014, un integrante del EAAF que había estado presente en la inspección iniciada el 27 de octubre de 2014 advirtió que, a lo largo de la base de la ladera, parecía haber cinco áreas de quema bien localizadas que no se habían evidenciado durante la inspección inicial”, se menciona en el reporte.
En el apartado sobre el basurero se menciona: “La mayor parte del follaje no mostraba señal alguna de haber sufrido los efectos del calor; aproximadamente 11 ramas mostraban diversos niveles de daño por calor y fuego. También es importante advertir que, dadas las alteraciones significativas en la continuidad del lugar con evidencias que indicaban que se accedió al basurero en el periodo comprendido entre la inspección inicial del lugar realizada a partir del 27 de octubre de 2014 y la inspección realizada el 5 de diciembre de 2014, se desconoce si la pila de follaje examinada había sido alterada de alguna manera, lo que impide afirmar con absoluta certeza si se inspeccionó todo el follaje desmalezado en la primera inspección para buscar signos de los efectos del calor.”
El retiro de la vigilancia de la zona por parte de la PGR, a pesar de que el basurero era considerado escena del crimen, causó la pérdida de información valiosa, como el uso del combustible, de madera y de neumáticos para la supuesta quema de los estudiantes; también hubo alteraciones en el follaje y la tierra.
En un apartado donde entrelazan las declaraciones de los detenidos con las que Murillo Karam armó la supuesta “verdad histórica”, el EAAF menciona: “Es importante señalar que aquí Cortés (se refiere a Jonathan Osorio Cortés, El Jona) habla de cuatro bolsas, Bahena (se refiere a Miguel Ángel Landa Bahena, o El Cheques) de seis o siete bolsas, mientras que Reyes (se refiere a Agustín Reyes García, El Chereje) menciona ocho bolsas con restos supuestamente de los normalistas que habrían arrojado al río San Juan”.
“Fue interesante advertir que la información derivada de las declaraciones obtenidas (de parte de la PGR de los tres inculpados supuestamente involucrados en la matanza y disposición de los restos) presentó contradicciones significativas. La forma en que se colocaron los restos de las víctimas, los neumáticos, los troncos y el resto del material combustible varía significativamente. También cabe advertir que la información de la persona arrestada e interrogada en último lugar sugirió el método más eficiente de quemar los restos de las víctimas.”
Esto se advierte en el apartado “Análisis en relación al fuego”, firmado por los expertos canadienses en incendios y explosivos Greg Olson y Bryan Fisher, consultores EAAF quienes, según el documento, estuvieron en el basurero de Cocula y analizaron evidencia en la Ciudad de México del 30 de noviembre al 7 de diciembre de 2014; del 2 al 8 de febrero de 2015, y del 18 al 26 de abril de 2015.
Para realizar ese análisis, además de la visita al basurero, la recolección de muestras, la toma y comparación de fotografías satelitales, el estudio de la vegetación y la fauna, se tomaron en cuenta las investigaciones de la PGR con los testimonios de los presuntos asesinos.
Para hacer el dictamen los expertos tomaron como base la “verdad histórica” presentada por el entonces titular de la PGR, Jesús Murillo Karam, que señalaba lo siguiente: “Esa madrugada (del 27 de septiembre de 2014), los 43 estudiantes desaparecidos fueron llevados a un basurero municipal ubicado en las afueras de Cocula, donde fueron asesinados, sus cuerpos apilados y quemados con gasolina y/o diesel, junto con neumáticos y pedazos de madera. Se presume [en función de las declaraciones de los inculpados]que los restos de los 43 estudiantes fueron cremados durante aproximadamente 15 horas.
“Luego, los inculpados recolectaron parte de los fragmentos óseos quemados de los estudiantes y otros artefactos en ocho bolsas, que transportaron hasta un pequeño río (el San Juan), que corre junto a un camino de grava por el que se accede al basurero desde la ruta principal, justo a la salida de la población de Cocula. En ese momento los inculpados vaciaron en el río los fragmentos de hueso de todas las bolsas menos dos; estas dos bolsas fueron arrojadas con su contenido al río. Cuatro inculpados confesaron haber estado presentes durante el asesinato, la cremación y la disposición final de los cuerpos de los 43 estudiantes, y tres de 11”.
En el documento, el EAAF señala –en coincidencia con el Informe Ayotzinapa del Grupo de Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI)– que no coinciden las declaraciones de los inculpados sobre su llegada al basurero y sobre el número de horas que permanecieron en él, así como en la colocación de los cuerpos o el uso de combustibles.
Aunque los peritos del Equipo Argentino encontraron evidencias de que en ese lugar había, por lo menos, restos de 19 personas distintas, en el informe mencionan que los mismos presuntos culpables dijeron a la PGR que en la base de la ladera del basurero ya antes habían asesinado y cremado a otras víctimas que no están relacionados con los 43.
Uno de los restos hallados fue una mandíbula con piezas de porcelana, trabajo odontológico que ninguno de los 43 estudiantes tenía.
Sobre las “evidencias” que en su tiempo presentó Murillo Karam para reforzar que los 43 fueron calcinados en Cocula, el dictamen señala:
“No es evidente, por el momento, ni el número de eventos de fuego ocurridos en el basurero de Cocula ni poder distinguir a cuál de ellos pudieran pertenecer los elementos recolectados entre el 27 de octubre y el 6 de noviembre del 2014. En este sentido, el cálculo de temperaturas a las que podrían haber sido sometidos elementos biológicos y no biológicos encontrados en el basurero de Cocula, mencionados también en la conferencia del 27 de enero de 2015 por la PGR, puede no ser relevante en esta investigación. Los elementos tomados como diagnóstico –aluminio, vidrio, dientes, etc.– pueden no corresponder a los incidentes del 26 de septiembre del 2014, sino a eventos anteriores”.
Lo que no cuadra…
Varios de los estudios al basurero arrojaron datos por las cuales estos peritos independientes señalan que en el mismo no pudieron ser quemados los 43 estudiantes, entre ellos los siguientes:
*Alteraciones al follaje
“Antes de desmalezar el lugar que rodeaba el área oscurecida de la base de la ladera, se hizo evidente que parte del follaje había sido cortado, arrancado o quitado previamente.
*No había presencia de follaje decolorado o marchito que indicara la existencia de un gran fuego:
Se observó que el resto del follaje que se encontraba alrededor del perímetro del área desmalezada no mostraba signos de haberse decolorado o marchitado. Hubo sólo una excepción. Se observó un área localizada de quema del suelo en el borde occidental del área desmalezada, al sur de la trinchera cavada por el equipo del EAAF y PGR durante la inspección original del lugar.
La mayor parte del follaje no mostraba señal alguna de haber sufrido los efectos del calor; aproximadamente 11 ramas mostraban diversos niveles de daño por calor y fuego. También es importante advertir que, dadas las alteraciones significativas en la continuidad del lugar con evidencias que indicaban que se accedió al basurero en el periodo comprendido entre la inspección inicial del lugar realizada a partir del 27 de octubre de 2014 y la inspección realizada el 5 de diciembre de 2014, se desconoce si la pila de follaje examinada había sido alterada de alguna manera, lo que impide afirmar con absoluta certeza si se inspeccionó todo el follaje desmalezado en la primera inspección para buscar signos de los efectos del calor.”
*Las rocas incineradas pudieron haber sido quemadas antes del 26 de septiembre
“Se puede concluir que las rocas han sufrido exposición al calor, aunque se desconoce cuándo, durante cuánto tiempo, así como la cantidad de episodios de incendio que tuvieron lugar.”
*Los neumáticos pudieron haber sido quemados antes del 26 de septiembre
“También se detectó la presencia de numerosos restos de hilos metálicos trenzados y oxidados a diferentes profundidades. Los hilos metálicos son similares en tamaño a las cuerdas de metal usadas en la fabricación de neumáticos. Esto indicaría que en este lugar se quemaron neumáticos en ocasiones anteriores.”
*Los tocones no se veían afectados por un gran incendio
“La mayoría de los tocones experimentó efectos menores de exposición al calor. Sin embargo, como el calor radiante no se ve afectado por las condiciones climáticas y se extiende desde el foco del incendio en línea recta, un gran incendio provocaría efectos de calor significativos en el área inmediatamente alrededor del incendio, y ese no fue el caso aquí. Estando la gran mayoría de los tocones dentro del área oscurecida y dentro de la retícula demarcada, habrían estado expuestos a un incendio grande y prolongado dentro del área oscurecida donde se informó que 43 víctimas fueron cremadas en masa, pero sólo se observan efectos menores de calor”.
*Los hidrocarburos no pudieron ser estudiados por las alteraciones al sitio
“En otras circunstancias, estos resultados, junto con los de las muestras tomadas por el equipo de la PGR mencionado anteriormente, serían concluyentes; sin embargo, debido a las significativas alteraciones en la continuidad de la escena y a las evidencias de que se ingresó al sitio y que hubo incendios en el periodo comprendido entre la inspección original iniciada el 26 de octubre y la inspección del 5 de diciembre de 2014, nos es imposible arribar a conclusiones basadas en la presencia de estos líquidos inflamables volátiles en relación con los hechos ocurridos el 27 de septiembre.”
*No coinciden testimonios de supuestos culpables con el uso de neumáticos
“Con respecto a los neumáticos mezclados con los restos de víctimas, la información de los inculpados sobre cómo se utilizaron los neumáticos no fue coincidente. Uno de los inculpados informó que las víctimas fueron colocadas sobre los neumáticos puestos en el suelo; otro inculpado informó que los neumáticos fueron colocados arriba de las víctimas. Un inculpado indicó que se usaron entre 10 y 15 neumáticos. Si los neumáticos se hubieran colocado sobre el piso con las víctimas encima, habrían quedado restos parciales de las paredes laterales de los neumáticos junto con los hilos de acero. Como se indicó anteriormente, hubo al menos ocho neumáticos tomados por el equipo de la PGR de México y hubo piezas de lo que se sospecha que es goma encontrada en los indicios recolectados. Si los neumáticos hubieran sido colocados arriba de las víctimas, se habrían consumido por completo y sólo hubieran quedado los hilos de acero. Como se consignó anteriormente, hubo alteraciones significativas en la continuidad de la custodia de la escena, lo que se suma a la evidencia de que hubo quemas subsiguientes, lo que nos impide la posibilidad de enunciar cómo se usaron los neumáticos, si acaso se usaron, ni cómo pudieron haber sido usados.”
*Se borró la pista de cómo se utilizó la madera en la supuesta quema
“Con respecto a la madera (los troncos) que supuestamente se usó, tal como se mencionó en numerosas ocasiones, hubo alteraciones significativas en la continuidad de la custodia que impiden hacer algún comentario sobre hasta qué punto se usó madera como carga de fuego ni sobre cuáles fueron sus dimensiones específicas.”
*No hubo “efecto horno”, como lo anunció Murillo Karam
“Más allá del follaje que rodea esta área, no hay barreras físicas reales que permitirían que el calor radiante se reflejase de manera eficiente hacia las víctimas quemadas, la cantidad de calor radiante reflejado hacia las víctimas quemadas sería mínima. Las características físicas del área tipo cráter no respaldan el argumento específico de que la supuesta quema de los estudiantes desaparecidos en el basurero produjo un proceso de quema similar a ‘cremar las víctimas en un horno’, como fuera alegado por el entonces procurador Murillo Karam en la conferencia de prensa de enero de 2015.
*Notorias contradicciones de los supuestos asesinos
“Fue interesante advertir que la información derivada de las declaraciones obtenidas (de parte de la PGR de los tres inculpados supuestamente involucrados en la matanza y disposición de los restos) presentó contradicciones significativas. La forma en que se colocaron los restos de las víctimas, los neumáticos, los troncos y el resto del material combustible varía significativamente. También cabe advertir que la información de la persona arrestada e interrogada en último lugar, sugirió el método más eficiente de quemar los restos de las víctimas”.
FUENTE: PROCESO.
AUTOR: MARCELA TURATI.
FECHA: 20 ABRIL 2016.
LINK: http://www.proceso.com.mx/437833/borro-evidencias-una-segunda-quema-en-basurero-cocula-eaaf
También revela que los testimonios de los supuestos asesinos no coinciden en cuestiones fundamentales como las horas, la colocación de las víctimas y el número de bolsas en las cuales dispusieron sus restos; además de que ellos mismos confesaron que restos humanos encontrados en el sitio son de personas asesinadas antes de la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa.
“Dadas las alteraciones significativas en la continuidad de la custodia del sitio, el tiempo transcurrido desde que se produjo el incidente hasta que se examinó por primera vez el lugar de los hechos, las observaciones colectivas realizadas durante la inspección del 5 de diciembre de 2014 y la información reunida durante la inspección inicial comenzada el 27 de octubre de 2014, no respaldamos la hipótesis de que hubo un fuego de la magnitud requerida y de la duración informada en la madrugada del 27 de septiembre de 2014, que habría arrojado como resultado la cremación en masa de los 43 estudiantes desaparecidos”, se destaca en el dictamen como conclusión.
El estudio realizado entre octubre de 2014 y febrero pasado, y en el que participaron 26 peritos internacionales, fue publicado anoche en la página oficial de la prestigiada organización y tiene como conclusión que no existe evidencia científica de la incineración de los 43 estudiantes en el basurero y tampoco de que el hueso de Alexander Mora Venancio, hallado en el río San Juan, provenga de ese sitio.
El informe de 351 páginas revela información que la PGR intentó ocultar al EAAF, a pesar de ser coadyuvante en el caso y representante de las 43 familias de los normalistas. Además, contrasta con los tres vagos párrafos presentados como conclusión preliminar de los seis expertos en fuego que realizaron un tercer peritaje al basurero, en el que sólo mencionaron que hubo una quema controlada en el basurero de Cocula y que en el lugar se encontraron restos humanos de 17 personas, pero no especifica si esos “hallazgos” están relacionados con la búsqueda de los 43 estudiantes o si se refiere a quemas anteriores en el tiradero.
El informe del EAAF cuestiona duramente las evidencias que presentó en su tiempo el procurador general de la República, Jesús Murillo Karam, para “demostrar” la calcinación de los estudiantes, y señala que el funcionario pasó por alto que en ese basurero siempre se ha quemado basura, que no pudo existir un “efecto horno” que calcinara a 43 personas y que las evidencias presentadas en conferencia (aluminio, restos de llantas, piedras y huesos) no son muestra de nada relacionado con los estudiantes.
Este equipo también da cuenta de múltiples irregularidades que notaron al trabajar al lado de la PGR, entre ellas las alteraciones que sufrió el tiradero después de haber sido revisado, las inspecciones que hizo por cuenta propia el personal de la dependencia sin avisar al equipo, cómo el sitio quedó sin ser resguardado a pesar de ser considerado la escena del crimen, y el extraño hallazgo de 44 casquillos amontonados en un lugar que antes ya había sido revisado por los especialistas argentinos.
“Cabe destacar que al llegar al lugar de los hechos el 5 de diciembre de 2014, un integrante del EAAF que había estado presente en la inspección iniciada el 27 de octubre de 2014 advirtió que, a lo largo de la base de la ladera, parecía haber cinco áreas de quema bien localizadas que no se habían evidenciado durante la inspección inicial”, se menciona en el reporte.
En el apartado sobre el basurero se menciona: “La mayor parte del follaje no mostraba señal alguna de haber sufrido los efectos del calor; aproximadamente 11 ramas mostraban diversos niveles de daño por calor y fuego. También es importante advertir que, dadas las alteraciones significativas en la continuidad del lugar con evidencias que indicaban que se accedió al basurero en el periodo comprendido entre la inspección inicial del lugar realizada a partir del 27 de octubre de 2014 y la inspección realizada el 5 de diciembre de 2014, se desconoce si la pila de follaje examinada había sido alterada de alguna manera, lo que impide afirmar con absoluta certeza si se inspeccionó todo el follaje desmalezado en la primera inspección para buscar signos de los efectos del calor.”
El retiro de la vigilancia de la zona por parte de la PGR, a pesar de que el basurero era considerado escena del crimen, causó la pérdida de información valiosa, como el uso del combustible, de madera y de neumáticos para la supuesta quema de los estudiantes; también hubo alteraciones en el follaje y la tierra.
En un apartado donde entrelazan las declaraciones de los detenidos con las que Murillo Karam armó la supuesta “verdad histórica”, el EAAF menciona: “Es importante señalar que aquí Cortés (se refiere a Jonathan Osorio Cortés, El Jona) habla de cuatro bolsas, Bahena (se refiere a Miguel Ángel Landa Bahena, o El Cheques) de seis o siete bolsas, mientras que Reyes (se refiere a Agustín Reyes García, El Chereje) menciona ocho bolsas con restos supuestamente de los normalistas que habrían arrojado al río San Juan”.
“Fue interesante advertir que la información derivada de las declaraciones obtenidas (de parte de la PGR de los tres inculpados supuestamente involucrados en la matanza y disposición de los restos) presentó contradicciones significativas. La forma en que se colocaron los restos de las víctimas, los neumáticos, los troncos y el resto del material combustible varía significativamente. También cabe advertir que la información de la persona arrestada e interrogada en último lugar sugirió el método más eficiente de quemar los restos de las víctimas.”
Esto se advierte en el apartado “Análisis en relación al fuego”, firmado por los expertos canadienses en incendios y explosivos Greg Olson y Bryan Fisher, consultores EAAF quienes, según el documento, estuvieron en el basurero de Cocula y analizaron evidencia en la Ciudad de México del 30 de noviembre al 7 de diciembre de 2014; del 2 al 8 de febrero de 2015, y del 18 al 26 de abril de 2015.
Para realizar ese análisis, además de la visita al basurero, la recolección de muestras, la toma y comparación de fotografías satelitales, el estudio de la vegetación y la fauna, se tomaron en cuenta las investigaciones de la PGR con los testimonios de los presuntos asesinos.
Para hacer el dictamen los expertos tomaron como base la “verdad histórica” presentada por el entonces titular de la PGR, Jesús Murillo Karam, que señalaba lo siguiente: “Esa madrugada (del 27 de septiembre de 2014), los 43 estudiantes desaparecidos fueron llevados a un basurero municipal ubicado en las afueras de Cocula, donde fueron asesinados, sus cuerpos apilados y quemados con gasolina y/o diesel, junto con neumáticos y pedazos de madera. Se presume [en función de las declaraciones de los inculpados]que los restos de los 43 estudiantes fueron cremados durante aproximadamente 15 horas.
“Luego, los inculpados recolectaron parte de los fragmentos óseos quemados de los estudiantes y otros artefactos en ocho bolsas, que transportaron hasta un pequeño río (el San Juan), que corre junto a un camino de grava por el que se accede al basurero desde la ruta principal, justo a la salida de la población de Cocula. En ese momento los inculpados vaciaron en el río los fragmentos de hueso de todas las bolsas menos dos; estas dos bolsas fueron arrojadas con su contenido al río. Cuatro inculpados confesaron haber estado presentes durante el asesinato, la cremación y la disposición final de los cuerpos de los 43 estudiantes, y tres de 11”.
En el documento, el EAAF señala –en coincidencia con el Informe Ayotzinapa del Grupo de Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI)– que no coinciden las declaraciones de los inculpados sobre su llegada al basurero y sobre el número de horas que permanecieron en él, así como en la colocación de los cuerpos o el uso de combustibles.
Aunque los peritos del Equipo Argentino encontraron evidencias de que en ese lugar había, por lo menos, restos de 19 personas distintas, en el informe mencionan que los mismos presuntos culpables dijeron a la PGR que en la base de la ladera del basurero ya antes habían asesinado y cremado a otras víctimas que no están relacionados con los 43.
Uno de los restos hallados fue una mandíbula con piezas de porcelana, trabajo odontológico que ninguno de los 43 estudiantes tenía.
Sobre las “evidencias” que en su tiempo presentó Murillo Karam para reforzar que los 43 fueron calcinados en Cocula, el dictamen señala:
“No es evidente, por el momento, ni el número de eventos de fuego ocurridos en el basurero de Cocula ni poder distinguir a cuál de ellos pudieran pertenecer los elementos recolectados entre el 27 de octubre y el 6 de noviembre del 2014. En este sentido, el cálculo de temperaturas a las que podrían haber sido sometidos elementos biológicos y no biológicos encontrados en el basurero de Cocula, mencionados también en la conferencia del 27 de enero de 2015 por la PGR, puede no ser relevante en esta investigación. Los elementos tomados como diagnóstico –aluminio, vidrio, dientes, etc.– pueden no corresponder a los incidentes del 26 de septiembre del 2014, sino a eventos anteriores”.
Lo que no cuadra…
Varios de los estudios al basurero arrojaron datos por las cuales estos peritos independientes señalan que en el mismo no pudieron ser quemados los 43 estudiantes, entre ellos los siguientes:
*Alteraciones al follaje
“Antes de desmalezar el lugar que rodeaba el área oscurecida de la base de la ladera, se hizo evidente que parte del follaje había sido cortado, arrancado o quitado previamente.
*No había presencia de follaje decolorado o marchito que indicara la existencia de un gran fuego:
Se observó que el resto del follaje que se encontraba alrededor del perímetro del área desmalezada no mostraba signos de haberse decolorado o marchitado. Hubo sólo una excepción. Se observó un área localizada de quema del suelo en el borde occidental del área desmalezada, al sur de la trinchera cavada por el equipo del EAAF y PGR durante la inspección original del lugar.
La mayor parte del follaje no mostraba señal alguna de haber sufrido los efectos del calor; aproximadamente 11 ramas mostraban diversos niveles de daño por calor y fuego. También es importante advertir que, dadas las alteraciones significativas en la continuidad del lugar con evidencias que indicaban que se accedió al basurero en el periodo comprendido entre la inspección inicial del lugar realizada a partir del 27 de octubre de 2014 y la inspección realizada el 5 de diciembre de 2014, se desconoce si la pila de follaje examinada había sido alterada de alguna manera, lo que impide afirmar con absoluta certeza si se inspeccionó todo el follaje desmalezado en la primera inspección para buscar signos de los efectos del calor.”
*Las rocas incineradas pudieron haber sido quemadas antes del 26 de septiembre
“Se puede concluir que las rocas han sufrido exposición al calor, aunque se desconoce cuándo, durante cuánto tiempo, así como la cantidad de episodios de incendio que tuvieron lugar.”
*Los neumáticos pudieron haber sido quemados antes del 26 de septiembre
“También se detectó la presencia de numerosos restos de hilos metálicos trenzados y oxidados a diferentes profundidades. Los hilos metálicos son similares en tamaño a las cuerdas de metal usadas en la fabricación de neumáticos. Esto indicaría que en este lugar se quemaron neumáticos en ocasiones anteriores.”
*Los tocones no se veían afectados por un gran incendio
“La mayoría de los tocones experimentó efectos menores de exposición al calor. Sin embargo, como el calor radiante no se ve afectado por las condiciones climáticas y se extiende desde el foco del incendio en línea recta, un gran incendio provocaría efectos de calor significativos en el área inmediatamente alrededor del incendio, y ese no fue el caso aquí. Estando la gran mayoría de los tocones dentro del área oscurecida y dentro de la retícula demarcada, habrían estado expuestos a un incendio grande y prolongado dentro del área oscurecida donde se informó que 43 víctimas fueron cremadas en masa, pero sólo se observan efectos menores de calor”.
*Los hidrocarburos no pudieron ser estudiados por las alteraciones al sitio
“En otras circunstancias, estos resultados, junto con los de las muestras tomadas por el equipo de la PGR mencionado anteriormente, serían concluyentes; sin embargo, debido a las significativas alteraciones en la continuidad de la escena y a las evidencias de que se ingresó al sitio y que hubo incendios en el periodo comprendido entre la inspección original iniciada el 26 de octubre y la inspección del 5 de diciembre de 2014, nos es imposible arribar a conclusiones basadas en la presencia de estos líquidos inflamables volátiles en relación con los hechos ocurridos el 27 de septiembre.”
*No coinciden testimonios de supuestos culpables con el uso de neumáticos
“Con respecto a los neumáticos mezclados con los restos de víctimas, la información de los inculpados sobre cómo se utilizaron los neumáticos no fue coincidente. Uno de los inculpados informó que las víctimas fueron colocadas sobre los neumáticos puestos en el suelo; otro inculpado informó que los neumáticos fueron colocados arriba de las víctimas. Un inculpado indicó que se usaron entre 10 y 15 neumáticos. Si los neumáticos se hubieran colocado sobre el piso con las víctimas encima, habrían quedado restos parciales de las paredes laterales de los neumáticos junto con los hilos de acero. Como se indicó anteriormente, hubo al menos ocho neumáticos tomados por el equipo de la PGR de México y hubo piezas de lo que se sospecha que es goma encontrada en los indicios recolectados. Si los neumáticos hubieran sido colocados arriba de las víctimas, se habrían consumido por completo y sólo hubieran quedado los hilos de acero. Como se consignó anteriormente, hubo alteraciones significativas en la continuidad de la custodia de la escena, lo que se suma a la evidencia de que hubo quemas subsiguientes, lo que nos impide la posibilidad de enunciar cómo se usaron los neumáticos, si acaso se usaron, ni cómo pudieron haber sido usados.”
*Se borró la pista de cómo se utilizó la madera en la supuesta quema
“Con respecto a la madera (los troncos) que supuestamente se usó, tal como se mencionó en numerosas ocasiones, hubo alteraciones significativas en la continuidad de la custodia que impiden hacer algún comentario sobre hasta qué punto se usó madera como carga de fuego ni sobre cuáles fueron sus dimensiones específicas.”
*No hubo “efecto horno”, como lo anunció Murillo Karam
“Más allá del follaje que rodea esta área, no hay barreras físicas reales que permitirían que el calor radiante se reflejase de manera eficiente hacia las víctimas quemadas, la cantidad de calor radiante reflejado hacia las víctimas quemadas sería mínima. Las características físicas del área tipo cráter no respaldan el argumento específico de que la supuesta quema de los estudiantes desaparecidos en el basurero produjo un proceso de quema similar a ‘cremar las víctimas en un horno’, como fuera alegado por el entonces procurador Murillo Karam en la conferencia de prensa de enero de 2015.
*Notorias contradicciones de los supuestos asesinos
“Fue interesante advertir que la información derivada de las declaraciones obtenidas (de parte de la PGR de los tres inculpados supuestamente involucrados en la matanza y disposición de los restos) presentó contradicciones significativas. La forma en que se colocaron los restos de las víctimas, los neumáticos, los troncos y el resto del material combustible varía significativamente. También cabe advertir que la información de la persona arrestada e interrogada en último lugar, sugirió el método más eficiente de quemar los restos de las víctimas”.
FUENTE: PROCESO.
AUTOR: MARCELA TURATI.
FECHA: 20 ABRIL 2016.
LINK: http://www.proceso.com.mx/437833/borro-evidencias-una-segunda-quema-en-basurero-cocula-eaaf
Equipo Argentino destaca contradicciones en las versiones de los detenidos
CIUDAD DE MÉXICO: En el dictamen del Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF) sobre las versiones de los detenidos que supuestamente aportaron los datos para que la PGR concluyera que en el basurero de Cocula fueron calcinados los 43 normalistas de Ayotzinapa, Guerrero, existen grandes contradicciones. A continuación los distintos testimonios sobre lo que supuestamente los implicados hicieron en el basurero de Cocula:
“El Chereje”
“El 28 de octubre de 2014, el equipo de la Procuraduría interrogó a Agustín García Reyes (El Chereje), quien declaró que recibió la indicación de recoger maderas, troncos, árboles y piedras; que hicieron un círculo con las piedras y colocaron los troncos en el centro, y después apilaron encima a las víctimas. Informó que volcaron aproximadamente 20 litros de diésel o gasolina de un único contenedor sobre la pila de cuerpos de las víctimas y sobre los troncos, y encendieron el fuego con un encendedor. Ese fuego tardó aproximadamente 15 horas en quemar a las víctimas hasta dejarlas reducidas a cenizas.
Después, los inculpados usaron las manos y botellas para recoger los restos, ya que había solo una pala. Los restos fueron colocados en ocho bolsas negras de residuos que llevaron al río San Juan, adonde las arrojaron”.
“El Jona”
“El 28 de octubre de 2014, la Procuraduría interrogó a un inculpado de nombre Jonathan Osorio Cortés (El Jona), quien inicialmente habló de otro incidente en el que participó [ocurrido algunos meses antes de septiembre de 2014), en el cual otras tres víctimas desconocidas fueron asesinadas en el basurero de Cocula, tras lo cual los inculpados acomodaron piedras en círculo, colocaron neumáticos y troncos en el pozo, colocaron a las víctimas encima y les prendieron fuego con gasolina y diésel. Se informó que el fuego duró ocho horas y que los inculpados mientras tanto lo alimentaban para que “quemara mejor”, hasta que los restos quedaron “calcinados”. Luego, trituraron los restos de las víctimas usando un tronco largo y pesado. Cortés declaró que se limpió el área pero que no retiró los restos del lugar. Luego, Cortés habló del incidente en cuestión [es decir, la supuesta cremación de los 43 normalistas], y dijo que ocurrió en el mismo lugar que el anterior. [Al referirse a este último, señaló que] aproximadamente las 03:00 del 27 de septiembre de 2014, las víctimas fueron colocadas en un ‘horno’ hecho de piedras, neumáticos y troncos. Cortés declaró que esto “serviría para que el oxígeno produjera la combustión”. Cortés dijo que otro inculpado arrojó diésel con un poquito de gasolina a los cuerpos y prendió fuego en cada extremo opuesto de la pila “para que los cuerpos se quemaran parejos”. Declaró que el fuego duró seis horas antes de que hubiera necesidad de avivarlo. Aproximadamente a las 13:00, Cortés recibió la orden de cortar árboles y alimentar el fuego. A las 16:00-16:30 del 27 de septiembre de 2014, Cortés recibió la orden de regresar al basurero para ayudar a limpiar el área. A las 17:40, aproximadamente, del 27 de septiembre de 2014, llegó a la casa de Landa donde había cuatro bolsas de cenizas que iban a ser llevadas al río adonde serían arrojadas; él no fue”.
“El Cheques”
“Un tercer inculpado, Miguel Ángel Landa Bahena (El Cheques), [detenido el 11 de abril de 2015]fue interrogado por la Procuraduría y confesó haber estado presente en el basurero de Cocula cuando las víctimas fueron asesinadas y sus cuerpos eliminados. Proporcionó [página 98 de 246] una extensa declaración. Bahena también informó sobre otra víctima asesinada y quemada en el basurero de Cocula. Bahena declaró que acomodaron piedras en el fondo del basurero y que trajeron entre 10 y 15 neumáticos. Informó que en ese momento caía una ligera llovizna. Dijo que los neumáticos fueron colocados arriba de las piedras junto con trozos de plástico y palos. Luego, los inculpados pusieron entre ocho y diez cuerpos de víctimas en fila, uno al lado de otro (hombro con hombro), luego pusieron otra capa de cuerpos, entre ocho y diez, en forma perpendicular, entrecruzados, sobre la capa anterior. Continuaron acomodando a las víctimas de esta manera hasta que la pila llegó a tener 1.5 metros de altura, aproximadamente. Bahena informó que otro inculpado trajo dos contenedores de gasolina de cinco litros cada uno, que volcaron sobre las víctimas. A esa altura, ya eran aproximadamente las 02:00-03:00 de la madrugada del 27 de septiembre de 2014. A las 09:30, aproximadamente, trajeron una motosierra al lugar de los hechos, que se usó para cortar troncos más chicos y colocarlos arriba de los restos que se estaban calcinando. Hacia las 17:00 horas del 27 de septiembre de 2014, los restos ya estaban casi reducidos a cenizas. El 28 de septiembre de 2014, Bahena regresó con varios inculpados a la escena, llevaron palas y, con ellas y con las manos, juntaron las cenizas y las colocaron en seis o siete bolsas negras de residuos; las bolsas luego fueron arrojadas al río San Juan.”
FUENTE: PROCESO.
AUTOR: MARCELA TURATI.
FECHA: 20 ABRIL 2016.
LINK: http://www.proceso.com.mx/437849/equipo-argentino-destaca-contradicciones-en-las-versiones-los-detenidos
“El Chereje”
“El 28 de octubre de 2014, el equipo de la Procuraduría interrogó a Agustín García Reyes (El Chereje), quien declaró que recibió la indicación de recoger maderas, troncos, árboles y piedras; que hicieron un círculo con las piedras y colocaron los troncos en el centro, y después apilaron encima a las víctimas. Informó que volcaron aproximadamente 20 litros de diésel o gasolina de un único contenedor sobre la pila de cuerpos de las víctimas y sobre los troncos, y encendieron el fuego con un encendedor. Ese fuego tardó aproximadamente 15 horas en quemar a las víctimas hasta dejarlas reducidas a cenizas.
Después, los inculpados usaron las manos y botellas para recoger los restos, ya que había solo una pala. Los restos fueron colocados en ocho bolsas negras de residuos que llevaron al río San Juan, adonde las arrojaron”.
“El Jona”
“El 28 de octubre de 2014, la Procuraduría interrogó a un inculpado de nombre Jonathan Osorio Cortés (El Jona), quien inicialmente habló de otro incidente en el que participó [ocurrido algunos meses antes de septiembre de 2014), en el cual otras tres víctimas desconocidas fueron asesinadas en el basurero de Cocula, tras lo cual los inculpados acomodaron piedras en círculo, colocaron neumáticos y troncos en el pozo, colocaron a las víctimas encima y les prendieron fuego con gasolina y diésel. Se informó que el fuego duró ocho horas y que los inculpados mientras tanto lo alimentaban para que “quemara mejor”, hasta que los restos quedaron “calcinados”. Luego, trituraron los restos de las víctimas usando un tronco largo y pesado. Cortés declaró que se limpió el área pero que no retiró los restos del lugar. Luego, Cortés habló del incidente en cuestión [es decir, la supuesta cremación de los 43 normalistas], y dijo que ocurrió en el mismo lugar que el anterior. [Al referirse a este último, señaló que] aproximadamente las 03:00 del 27 de septiembre de 2014, las víctimas fueron colocadas en un ‘horno’ hecho de piedras, neumáticos y troncos. Cortés declaró que esto “serviría para que el oxígeno produjera la combustión”. Cortés dijo que otro inculpado arrojó diésel con un poquito de gasolina a los cuerpos y prendió fuego en cada extremo opuesto de la pila “para que los cuerpos se quemaran parejos”. Declaró que el fuego duró seis horas antes de que hubiera necesidad de avivarlo. Aproximadamente a las 13:00, Cortés recibió la orden de cortar árboles y alimentar el fuego. A las 16:00-16:30 del 27 de septiembre de 2014, Cortés recibió la orden de regresar al basurero para ayudar a limpiar el área. A las 17:40, aproximadamente, del 27 de septiembre de 2014, llegó a la casa de Landa donde había cuatro bolsas de cenizas que iban a ser llevadas al río adonde serían arrojadas; él no fue”.
“El Cheques”
“Un tercer inculpado, Miguel Ángel Landa Bahena (El Cheques), [detenido el 11 de abril de 2015]fue interrogado por la Procuraduría y confesó haber estado presente en el basurero de Cocula cuando las víctimas fueron asesinadas y sus cuerpos eliminados. Proporcionó [página 98 de 246] una extensa declaración. Bahena también informó sobre otra víctima asesinada y quemada en el basurero de Cocula. Bahena declaró que acomodaron piedras en el fondo del basurero y que trajeron entre 10 y 15 neumáticos. Informó que en ese momento caía una ligera llovizna. Dijo que los neumáticos fueron colocados arriba de las piedras junto con trozos de plástico y palos. Luego, los inculpados pusieron entre ocho y diez cuerpos de víctimas en fila, uno al lado de otro (hombro con hombro), luego pusieron otra capa de cuerpos, entre ocho y diez, en forma perpendicular, entrecruzados, sobre la capa anterior. Continuaron acomodando a las víctimas de esta manera hasta que la pila llegó a tener 1.5 metros de altura, aproximadamente. Bahena informó que otro inculpado trajo dos contenedores de gasolina de cinco litros cada uno, que volcaron sobre las víctimas. A esa altura, ya eran aproximadamente las 02:00-03:00 de la madrugada del 27 de septiembre de 2014. A las 09:30, aproximadamente, trajeron una motosierra al lugar de los hechos, que se usó para cortar troncos más chicos y colocarlos arriba de los restos que se estaban calcinando. Hacia las 17:00 horas del 27 de septiembre de 2014, los restos ya estaban casi reducidos a cenizas. El 28 de septiembre de 2014, Bahena regresó con varios inculpados a la escena, llevaron palas y, con ellas y con las manos, juntaron las cenizas y las colocaron en seis o siete bolsas negras de residuos; las bolsas luego fueron arrojadas al río San Juan.”
FUENTE: PROCESO.
AUTOR: MARCELA TURATI.
FECHA: 20 ABRIL 2016.
LINK: http://www.proceso.com.mx/437849/equipo-argentino-destaca-contradicciones-en-las-versiones-los-detenidos
miércoles, 20 de abril de 2016
…Y que aparecen en el Basurero de Cocula, amontonados, 41 casquillos: Forenses argentinos
El Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF) decidió hacer público su peritaje interdisciplinario sobre las evidencias halladas en el Basurero de Cocula. Y hay sorpresas. Dijo por ejemplo que, desde su punto de vista, existe “un serio cuestionamiento sobre el hallazgo de la evidencia que PGR señala recuperó el 15 de noviembre del 2014”. Dijo que al coincidir al menos uno de los elementos balísticos recuperados entre los 42 cartuchos mencionados con un cartucho recuperado en la ZONA B por ambos grupos de peritos, “arroja una duda importante sobre la evidencia balística recuperada” en el basurero de Cocula por parte de las autoridades federales.
El Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF) decidió hacer público su peritaje interdisciplinario sobre las evidencias halladas en el Basurero de Cocula. En febrero pasado presentó un informe ejecutivo. Pero ahora lo ha liberado completo. 331 páginas, en total.
Y hay nuevas revelaciones.
El 1 de abril, en una declaración conjunta, el subprocurador de derechos humanos, Eber Omar Betanzos Torres, y un vocero del panel de expertos sobre dinámica de fuego, dieron a entender que el tercer peritaje encontró evidencia de 17 o más cuerpos quemados en un gran evento de fuego, en ese basurero, lo que se acomoda a la versión oficial del gobierno de México, conocida como “verdad histórica”. Esto provocó una ruptura entre Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI), los padres de los 43 normalistas desaparecidos y la Procuraduría General de la República (PGR).
Un día después, el EAAF dijo en un comunicado que no existen datos contundentes que puedan confirmar un evento de fuego reciente vinculado a la desaparición de los 43 normalistas y también aclaró que los restos óseos hallados hasta el momento en el basurero de Cocula no se pueden relacionar con los estudiantes. El GIEI acusó a la dependencia encabezada por la Procuradora Arely Gómez González de haber liberado un peritaje parcial y los padres dijeron que la dependencia violó los acuerdos con el Presidente Enrique Peña Nieto de no divulgar información sin antes presentarla con las familias de los jóvenes desaparecidos, la noche del 26 de septiembre de 2014 en Iguala, Guerrero.
Junto a la falta de evidencia científica para afirmar que en el basurero de Cocula fueron incinerados los cuerpos de los 43 normalistas de Ayotzinapa desaparecidos entre el 26 y 27 de septiembre de 2014, el Equipo Argentino detectó otras irregularidades en la investigación de la Procuraduría General de la República (PGR) como fue el repentino hallazgo de 41 casquillos en una zona que ya había sido inspeccionada.
El EAAF concluyó, tras más de un año de trabajo científico independiente sobre la evidencia física recolectada y analizada proveniente del Basurero de Cocula, que no es posible que los presuntos perpetradores hayan incinerado en ese lugar a los 43 jóvenes, pues no hay consistencia entre la evidencia física y la evidencia testimonial. En el marco de la investigación sobre el caso Iguala, el Equipo Forense hizo público este día su peritaje en el cual se da cuenta de otras irregularidades en la recolección de evidencia.
El documento, difundido en su totalidad, menciona que en la diligencia del 15 de noviembre del 2014 realizada por la PGR y la Subprocuraduria Especializada en Investigación de Delincuencia Organizada (SEIDO) y por peritos de la Coordinación General de Servicios Periciales (CGSP) de PGR se hallaron 42 casquillos, 41 de ellos juntos, en una zona ya inspeccionada por ambos grupos de peritos entre el 27 de octubre y el 6 de noviembre del 2014 y en un lugar entres dos rocas de uso continuo por ambos equipos.
Refirió que desde su punto de vista existe “un serio cuestionamiento sobre el hallazgo de la evidencia que PGR señala recuperó el 15 de noviembre del 2014”. Dijo que al coincidir al menos uno de los elementos balísticos recuperados entre los 42 cartuchos mencionados con un cartucho recuperado en la ZONA B por ambos grupos de peritos, “arroja una duda importante sobre la evidencia balística recuperada en Zona B por ambos equipos forenses entre el 27 de octubre y 6 de noviembre del 2014”.
El documento del equipo de peritos destaca que en la declaración del 28 de octubre de 2014 de uno de los imputados en la desaparición de los estudiantes, Jonathan Osorio Cortes, dijo:
“Nos dijo que solo lleváramos “Cortinas” es decir armas cortas como las nueve milímetros, se nos instruyó que no lleváramos las armas largas que teníamos asignadas.
El EAAF detalla que en las declaraciones de dos de los imputados se hace alusión a las armas que supuestamente fueron utilizadas la noche del 26 de septiembre de 2014, para asesinar a los normalistas.
Explica que el resultado llamativo es que los implicados hacen referencia a armas cortas y largas, y con respecto a los calibres, solo mencionan 9 mm, principalmente, .38 Super y por defecto, 7,62 mm en relación a los “Cuernos de Chivo”, al rifle de asalto AK 47 en sus diferentes versiones, donde la nominación técnica del calibre es: 7.62 x 39 mm.
Los peritos indican que al confrontar esta información con la evidencia balística hallada por la Coordinación General de Servicios Periciales y el EAAF entre el 27 de octubre del 2014 y el 6 de noviembre del mismo año, así como aquellas recuperadas solo por la PGR el 15 de noviembre del 2014, en el basurero de Cocula “se observa claramente que las armas más representadas en el lugar son fusiles de asalto calibre .223R/5.56 x 45 mm, representados en 73 casquillos de ese calibre y armas calibre .22LR, estos últimos representados casualmente por 43 casquillos. Respecto a las armas calibre 9 mm, sólo fueron hallados 12 casquillos y solo 4 casquillos de calibre 7,62 x 39 mm”.
El documento precisa que de las 35 armas de fuego de las que dispararon esos cartuchos fueron solo 2 de calibre 7,62 x 39 mm, 4 de calibre 9 mm, 8 armas de calibre .22LR y 25 de calibre .223R / 5.56 x 45 mm.
“Esto implica que, sobre las 39 armas de fuego individualizadas en el análisis balístico del EAAF, sólo 4 armas son consistentes con las declaraciones de los inculpados pero las restantes 35, es decir la mayoría, no son consistentes con las armas que declararon que portaban esa noche los inculpados”, concluyen los peritos argentinos.
En el dictamen hacen una comparación entre las armas que fueron identificadas de acuerdo con los casquillos recuperados. Por una parte, mientras el imputado Jonathan Osorio Cortes, dijo en su declaración: “se nos instruyó que no lleváramos las armas largas que teníamos asignadas”, de las 25 armas representadas en 73 casquillos correspondientes al calibre .223R /5.56 x 45 mm, que son armas largas, no coincide con lo declarado por Osorio.
Además, tampoco es consistente lo declarado por los inculpados, que consta en la averiguación previa PGR/SEIDO/UEIDMS/871/2014 sobre las armas que portaban la noche del 26 y la madrugada del 27 de septiembre de 2014 en el basurero de Cocula, con el hallazgo de 43 casquillos calibre .22LR, pues nunca mencionan este tipo de armas.
Los expertos reiteran que, según lo declarado por los inculpados por el caso, los estudiantes habrían sido asesinados por ellos y otros miembros de los Guerreros Unidos con armas de calibres 7.62 x 39 mm (fusiles), de 9 mm (pistolas o subametralladoras), y de .38 Super (pistolas o revólveres). Sin embargo, dice el EAAF, “de haber sido así, sería esperaba haber encontrado en el sitio más evidencia de estos calibres”.
El documento recuerda que, de acuerdo también con las declaraciones de los implicados, se detalla que sólo una persona, identificada como “Peluca”, llevaba una “.38 Super”, y que el resto llevaban calibre 9mm, lo que contrasta “con la evidencia hallada en el basurero, donde el calibre más representativo recuperado es calibre .223R/5.56 x 45mm, que representa el 55 por ciento y .22LR que representa el 32 por ciento. Estos dos calibres ni siquiera son mencionados en sus declaraciones y representan el 87 por ciento de los casquillos recuperados”.
“En este sitio sólo fueron recuperados 4 proyectiles o fragmentos de éstos, en función de las declaraciones y el número de proyectiles hallados (4) en relación al número de casquillos hallados (134) es una cantidad inusual”, recalca el documento.
Para el dictamen en el basurero de Cocula, el EAAF integró un grupo interdisciplinario integrado por 26 peritos calificados en arqueología, antropología, criminalística, entomología y botánica forense, balística, dinámica de fuego, interpretación de imágenes satelitales, odontología forense, genética y trauma óseo, de diversos países como Argentina, México, Estados Unidos, Colombia, Uruguay y Canadá.
EL COMUNICADO ÍNTEGRO DEL EQUIPO
Nota de prensa
FUENTE: SIN EMBARGO.
AUTOR: REDACCIÓN.
LINK: http://www.sinembargo.mx/20-04-2016/1650902
El Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF) decidió hacer público su peritaje interdisciplinario sobre las evidencias halladas en el Basurero de Cocula. En febrero pasado presentó un informe ejecutivo. Pero ahora lo ha liberado completo. 331 páginas, en total.
Y hay nuevas revelaciones.
El 1 de abril, en una declaración conjunta, el subprocurador de derechos humanos, Eber Omar Betanzos Torres, y un vocero del panel de expertos sobre dinámica de fuego, dieron a entender que el tercer peritaje encontró evidencia de 17 o más cuerpos quemados en un gran evento de fuego, en ese basurero, lo que se acomoda a la versión oficial del gobierno de México, conocida como “verdad histórica”. Esto provocó una ruptura entre Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI), los padres de los 43 normalistas desaparecidos y la Procuraduría General de la República (PGR).
Un día después, el EAAF dijo en un comunicado que no existen datos contundentes que puedan confirmar un evento de fuego reciente vinculado a la desaparición de los 43 normalistas y también aclaró que los restos óseos hallados hasta el momento en el basurero de Cocula no se pueden relacionar con los estudiantes. El GIEI acusó a la dependencia encabezada por la Procuradora Arely Gómez González de haber liberado un peritaje parcial y los padres dijeron que la dependencia violó los acuerdos con el Presidente Enrique Peña Nieto de no divulgar información sin antes presentarla con las familias de los jóvenes desaparecidos, la noche del 26 de septiembre de 2014 en Iguala, Guerrero.
Junto a la falta de evidencia científica para afirmar que en el basurero de Cocula fueron incinerados los cuerpos de los 43 normalistas de Ayotzinapa desaparecidos entre el 26 y 27 de septiembre de 2014, el Equipo Argentino detectó otras irregularidades en la investigación de la Procuraduría General de la República (PGR) como fue el repentino hallazgo de 41 casquillos en una zona que ya había sido inspeccionada.
El EAAF concluyó, tras más de un año de trabajo científico independiente sobre la evidencia física recolectada y analizada proveniente del Basurero de Cocula, que no es posible que los presuntos perpetradores hayan incinerado en ese lugar a los 43 jóvenes, pues no hay consistencia entre la evidencia física y la evidencia testimonial. En el marco de la investigación sobre el caso Iguala, el Equipo Forense hizo público este día su peritaje en el cual se da cuenta de otras irregularidades en la recolección de evidencia.
El documento, difundido en su totalidad, menciona que en la diligencia del 15 de noviembre del 2014 realizada por la PGR y la Subprocuraduria Especializada en Investigación de Delincuencia Organizada (SEIDO) y por peritos de la Coordinación General de Servicios Periciales (CGSP) de PGR se hallaron 42 casquillos, 41 de ellos juntos, en una zona ya inspeccionada por ambos grupos de peritos entre el 27 de octubre y el 6 de noviembre del 2014 y en un lugar entres dos rocas de uso continuo por ambos equipos.
“El hecho de que los 41 casquillos hayan sido hallados todos juntos debajo o según aparece en el video de la CGSP de PGR entre dos piedras, deja en clara evidencia que la ubicación de los mismos no son producto de la disposición que debería darse al ser eyectados o extraídos de un arma de fuego que fuera disparada en el lugar, sino que estos fueron colocados por alguna persona en ese lugar, que es la única forma en que 41 casquillos percutidos por la misma arma, como fuera informado en el Dictamen del Departamento de Balística, puedan quedar amontonados todos juntos entre las piedras en un mismo lugar”, planteó el Equipo Argentino de Antropología Forense en su peritaje de febrero pasado.
Refirió que desde su punto de vista existe “un serio cuestionamiento sobre el hallazgo de la evidencia que PGR señala recuperó el 15 de noviembre del 2014”. Dijo que al coincidir al menos uno de los elementos balísticos recuperados entre los 42 cartuchos mencionados con un cartucho recuperado en la ZONA B por ambos grupos de peritos, “arroja una duda importante sobre la evidencia balística recuperada en Zona B por ambos equipos forenses entre el 27 de octubre y 6 de noviembre del 2014”.
El documento del equipo de peritos destaca que en la declaración del 28 de octubre de 2014 de uno de los imputados en la desaparición de los estudiantes, Jonathan Osorio Cortes, dijo:
“Nos dijo que solo lleváramos “Cortinas” es decir armas cortas como las nueve milímetros, se nos instruyó que no lleváramos las armas largas que teníamos asignadas.
“… Vi que Pelón, Mente o Cerebro, Pardo llevaban armas largas como Cuernos de Chivo, por su parte Duba, Cepillo, Rana y Pato llevaban cada uno una 9 mm, Peluca llevaba una .38 Súper, yo llevaba mi 9 mm que nunca ocupé….”Por su parte, en la declaración de Agustín García Reyes, también del 28 de octubre del 2014, aseguró:
“… y es como veo que el Pato, el Cepillo y/o el Terco, el Guereque, el Primo y el Bimbo los cuales todos llevaban armas de fuego cortas y todos ellos disparan hacia donde estaban amontonados todos los estudiantes…”
El EAAF detalla que en las declaraciones de dos de los imputados se hace alusión a las armas que supuestamente fueron utilizadas la noche del 26 de septiembre de 2014, para asesinar a los normalistas.
Explica que el resultado llamativo es que los implicados hacen referencia a armas cortas y largas, y con respecto a los calibres, solo mencionan 9 mm, principalmente, .38 Super y por defecto, 7,62 mm en relación a los “Cuernos de Chivo”, al rifle de asalto AK 47 en sus diferentes versiones, donde la nominación técnica del calibre es: 7.62 x 39 mm.
Los peritos indican que al confrontar esta información con la evidencia balística hallada por la Coordinación General de Servicios Periciales y el EAAF entre el 27 de octubre del 2014 y el 6 de noviembre del mismo año, así como aquellas recuperadas solo por la PGR el 15 de noviembre del 2014, en el basurero de Cocula “se observa claramente que las armas más representadas en el lugar son fusiles de asalto calibre .223R/5.56 x 45 mm, representados en 73 casquillos de ese calibre y armas calibre .22LR, estos últimos representados casualmente por 43 casquillos. Respecto a las armas calibre 9 mm, sólo fueron hallados 12 casquillos y solo 4 casquillos de calibre 7,62 x 39 mm”.
En este sentido, destaca el peritaje del grupo, “existe una clara contradicción en cuanto a las armas que los testigos señalan haber utilizado y las evidencias balísticas halladas en el lugar”.
El documento precisa que de las 35 armas de fuego de las que dispararon esos cartuchos fueron solo 2 de calibre 7,62 x 39 mm, 4 de calibre 9 mm, 8 armas de calibre .22LR y 25 de calibre .223R / 5.56 x 45 mm.
“Esto implica que, sobre las 39 armas de fuego individualizadas en el análisis balístico del EAAF, sólo 4 armas son consistentes con las declaraciones de los inculpados pero las restantes 35, es decir la mayoría, no son consistentes con las armas que declararon que portaban esa noche los inculpados”, concluyen los peritos argentinos.
En el dictamen hacen una comparación entre las armas que fueron identificadas de acuerdo con los casquillos recuperados. Por una parte, mientras el imputado Jonathan Osorio Cortes, dijo en su declaración: “se nos instruyó que no lleváramos las armas largas que teníamos asignadas”, de las 25 armas representadas en 73 casquillos correspondientes al calibre .223R /5.56 x 45 mm, que son armas largas, no coincide con lo declarado por Osorio.
Además, tampoco es consistente lo declarado por los inculpados, que consta en la averiguación previa PGR/SEIDO/UEIDMS/871/2014 sobre las armas que portaban la noche del 26 y la madrugada del 27 de septiembre de 2014 en el basurero de Cocula, con el hallazgo de 43 casquillos calibre .22LR, pues nunca mencionan este tipo de armas.
Los expertos reiteran que, según lo declarado por los inculpados por el caso, los estudiantes habrían sido asesinados por ellos y otros miembros de los Guerreros Unidos con armas de calibres 7.62 x 39 mm (fusiles), de 9 mm (pistolas o subametralladoras), y de .38 Super (pistolas o revólveres). Sin embargo, dice el EAAF, “de haber sido así, sería esperaba haber encontrado en el sitio más evidencia de estos calibres”.
El documento recuerda que, de acuerdo también con las declaraciones de los implicados, se detalla que sólo una persona, identificada como “Peluca”, llevaba una “.38 Super”, y que el resto llevaban calibre 9mm, lo que contrasta “con la evidencia hallada en el basurero, donde el calibre más representativo recuperado es calibre .223R/5.56 x 45mm, que representa el 55 por ciento y .22LR que representa el 32 por ciento. Estos dos calibres ni siquiera son mencionados en sus declaraciones y representan el 87 por ciento de los casquillos recuperados”.
“En este sitio sólo fueron recuperados 4 proyectiles o fragmentos de éstos, en función de las declaraciones y el número de proyectiles hallados (4) en relación al número de casquillos hallados (134) es una cantidad inusual”, recalca el documento.
Para el dictamen en el basurero de Cocula, el EAAF integró un grupo interdisciplinario integrado por 26 peritos calificados en arqueología, antropología, criminalística, entomología y botánica forense, balística, dinámica de fuego, interpretación de imágenes satelitales, odontología forense, genética y trauma óseo, de diversos países como Argentina, México, Estados Unidos, Colombia, Uruguay y Canadá.
EL COMUNICADO ÍNTEGRO DEL EQUIPO
Nota de prensa
Por transparencia y para generar debate científico e informado, el EAAF hace público el peritaje completo del Basurero de Cocula
Ciudad de México, 20 de abril. El Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF) decidió hacer público su peritaje interdisciplinario sobre las evidencias halladas en el Basurero de Cocula, en el marco de la investigación sobre la desaparición forzada de los 43 estudiantes normalistas de Ayotzinapa, luego que el pasado 9 de febrero presentara en conferencia de prensa los principales hallazgos.
El EAAF concluyó, tras más de un año de trabajo científico independiente sobre la evidencia física recolectada y analizada proveniente del Basurero de Cocula, que no es posible que los presuntos perpetradores hayan incinerado en ese lugar a los 43 jóvenes, pues no hay consistencia entre la evidencia física y la evidencia testimonial.
Cabe recordar que el EAAF conformó un grupo interdisciplinario integrado por 26 peritos calificados en arqueología, antropología, criminalística, entomología y botánica forense, balística, dinámica de fuego, interpretación de imágenes satelitales, odontología forense, genética y trauma óseo. Dichos especialistas provienen de Argentina, México, Estados Unidos, Colombia, Uruguay y Canadá.
En aras de contribuir a la transparencia y generar un debate científico, el EAAF pone a disposición de la opinión pública las más de 300 hojas de dictamen que sustentan sus conclusiones.
En este sentido, es importante señalar que en la actualidad son públicos los dictámenes del EAAF y el del perito José Luis Torero publicado por el Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI), quedando pendiente la publicación completa de los peritajes de la PGR en relación al Basurero de Cocula y especialmente, el informe que contiene la opinión que habría formalizado el panel de especialistas en fuego, según externó su vocero Ricardo Damián Torres, el pasado 1 de abril del 2016.
La publicación de todos los dictámenes y opiniones técnicas permitirá una discusión abierta entre peritos en beneficio de la investigación que nos ocupa. Sólo la transparencia y la discusión científica permitirán esclarecer los hallazgos del sitio del Basurero de Cocula en el marco de la investigación sobre la desaparición de los 43 normalistas.
El dictamen completo está disponible en la página del EAAF:
http://www.eaaf.org/
Dictamen: http://www.eaaf.org/files/dictamen-sobre-el-basurero-cocula-feb2016-2.pdf
FUENTE: SIN EMBARGO.
AUTOR: REDACCIÓN.
LINK: http://www.sinembargo.mx/20-04-2016/1650902
viernes, 1 de abril de 2016
Gobierno de Chihuahua “planta” a forenses argentinos; formalizaría análisis en fosas
CHIHUAHUA, Chih: El secretario de Gobierno Mario Trevizo Salazar desairó a la coordinadora del Equipo Argentino de Antropología Forense Mercedes Doretti al no presentarse a la firma de un convenio para identificar restos de tres fosas localizadas en el municipio de Cuauhtémoc, pese al acuerdo al que llegaron previamente.
La antropóloga acudió a la cita acompañada de organizaciones civiles que han dado seguimiento a las desapariciones en la localidad y al caso de las fosas localizadas entre 2011 y 2012. También fueron personas que continúan en la búsqueda de sus familiares, así como representantes del Centro de Derechos Humanos de las Mujeres (Cedehm) que lleva la coadyuvancia en varios casos.
El director de Gobernación, Walter Villalobos, les informó que serían recibidos por “algún” funcionario de la Fiscalía General. Al final no fueron atendidos por personal de ninguna de las dos dependencias, sólo lograron ver a algunos funcionarios que se asomaban por las ventanas.
Mercedes Doretti lamentó la actitud de las autoridades estatales ya que llegó con una cita previa, es decir, que no fue una improvisación, además de que se trataba de un derecho de las víctimas, “no de un capricho de nadie”.
La especialista atribuyó la dilatación de la firma de convenio a que las autoridades de la Fiscalía están empeñadas en no brindar información a los familiares de las víctimas, así como en que las especialistas no elijan libremente los restos para el muestreo ni tengan acceso a los expedientes. Dicha situación, dijo, “resulta absurda”.
“No era aceptable la propuesta de convenio de la Fiscalía, ya que esta cuestión era fundamental para la intervención del Equipo porque los familiares fueron los que solicitaron nuestro trabajo”, insistió Doretti.
Desde el 2013, el gobernador César Duarte Jáquez firmó un acuerdo con las organizaciones y familias de desaparecidos para que el EAAF acudiera a Chihuahua. El propósito fue analizar los restos localizados en las fosas del Rancho Dolores, municipio de Cuauhtémoc en octubre de 2011; en El Monterio del municipio de Cusihuiriachi en noviembre de 2011 y en el poblado El Provenir del municipio de Carichí en febrero de 2012.
En enero pasado, la organización Amnistía Internacional informó que hay por lo menos 350 desapariciones con evidencias de que fueron forzadas en los últimos años.
A partir de ese informe, las familias fueron presionadas para firmar un oficio en el que aceptaran procesar los restos con los resultados que fueren y renunciaran a la representación de cualquier integrante del Cedehm.
Sin embargo, no todos firmaron. Hubo familias que promovieron por lo menos nueve amparos para que esos restos no fueran procesados y ganaron la suspensión de todos los recursos ante juzgados federales.
Las gestiones para que las antropólogas argentinas viajaran a Chihuahua iniciaron en el 2014 a través de la Fiscalía. No obstante, el encuentro se ha pospuesto en diferentes ocasiones.
El pasado 9 de marzo se realizó una reunión en el Palacio de Gobierno con Mario Trevizo y la titular del Instituto Chihuahuense de la Mujer Emma Saldaña.
Al encuentro asistieron Mercedes Doretti y representantes de las organizaciones como testigos de la firma del acuerdo del gobernador para contratar al EAAF, así como tres familiares de personas desaparecidas en Cuauhtémoc.
En dicha reunión los firmantes acordaron que este 1 de abril regresaría Doretti a Chihuahua para firmar el convenio. La especialista estuvo puntual a la cita, pero no fue recibida porque presuntamente Trevizo no se encontraba y el director de Gobernación les dijo que “el licenciado López”, del Jurídico de la Fiscalía también estaba ausente.
FUENTE: PROCESO.
AUTOR: PATRICIA MAYORGA.
LINK: http://www.proceso.com.mx/435525/gobierno-de-chihuahua-planta-a-forenses-argentinos-formalizaria-analisis-en-fosas
La antropóloga acudió a la cita acompañada de organizaciones civiles que han dado seguimiento a las desapariciones en la localidad y al caso de las fosas localizadas entre 2011 y 2012. También fueron personas que continúan en la búsqueda de sus familiares, así como representantes del Centro de Derechos Humanos de las Mujeres (Cedehm) que lleva la coadyuvancia en varios casos.
El director de Gobernación, Walter Villalobos, les informó que serían recibidos por “algún” funcionario de la Fiscalía General. Al final no fueron atendidos por personal de ninguna de las dos dependencias, sólo lograron ver a algunos funcionarios que se asomaban por las ventanas.
Mercedes Doretti lamentó la actitud de las autoridades estatales ya que llegó con una cita previa, es decir, que no fue una improvisación, además de que se trataba de un derecho de las víctimas, “no de un capricho de nadie”.
La especialista atribuyó la dilatación de la firma de convenio a que las autoridades de la Fiscalía están empeñadas en no brindar información a los familiares de las víctimas, así como en que las especialistas no elijan libremente los restos para el muestreo ni tengan acceso a los expedientes. Dicha situación, dijo, “resulta absurda”.
“No era aceptable la propuesta de convenio de la Fiscalía, ya que esta cuestión era fundamental para la intervención del Equipo porque los familiares fueron los que solicitaron nuestro trabajo”, insistió Doretti.
Desde el 2013, el gobernador César Duarte Jáquez firmó un acuerdo con las organizaciones y familias de desaparecidos para que el EAAF acudiera a Chihuahua. El propósito fue analizar los restos localizados en las fosas del Rancho Dolores, municipio de Cuauhtémoc en octubre de 2011; en El Monterio del municipio de Cusihuiriachi en noviembre de 2011 y en el poblado El Provenir del municipio de Carichí en febrero de 2012.
En enero pasado, la organización Amnistía Internacional informó que hay por lo menos 350 desapariciones con evidencias de que fueron forzadas en los últimos años.
A partir de ese informe, las familias fueron presionadas para firmar un oficio en el que aceptaran procesar los restos con los resultados que fueren y renunciaran a la representación de cualquier integrante del Cedehm.
Sin embargo, no todos firmaron. Hubo familias que promovieron por lo menos nueve amparos para que esos restos no fueran procesados y ganaron la suspensión de todos los recursos ante juzgados federales.
Las gestiones para que las antropólogas argentinas viajaran a Chihuahua iniciaron en el 2014 a través de la Fiscalía. No obstante, el encuentro se ha pospuesto en diferentes ocasiones.
El pasado 9 de marzo se realizó una reunión en el Palacio de Gobierno con Mario Trevizo y la titular del Instituto Chihuahuense de la Mujer Emma Saldaña.
Al encuentro asistieron Mercedes Doretti y representantes de las organizaciones como testigos de la firma del acuerdo del gobernador para contratar al EAAF, así como tres familiares de personas desaparecidas en Cuauhtémoc.
En dicha reunión los firmantes acordaron que este 1 de abril regresaría Doretti a Chihuahua para firmar el convenio. La especialista estuvo puntual a la cita, pero no fue recibida porque presuntamente Trevizo no se encontraba y el director de Gobernación les dijo que “el licenciado López”, del Jurídico de la Fiscalía también estaba ausente.
FUENTE: PROCESO.
AUTOR: PATRICIA MAYORGA.
LINK: http://www.proceso.com.mx/435525/gobierno-de-chihuahua-planta-a-forenses-argentinos-formalizaria-analisis-en-fosas
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