La Comisión de Prerrogativas y Partidos Políticos aprobó hoy los Lineamientos para Garantizar la Equidad entre los Participantes en la Contienda Electoral, sin embargo no regula los gastos que los aspirantes a cargos de elección popular hagan en giras, mítines o reuniones.
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jueves, 20 de julio de 2017
Avalan consejeros de INE "piso parejo" para difundir propaganda
Ciudad de México. En comisiones el Instituto Nacional Electoral (INE) aprobó prohibir a aspirantes a cargos de elección popular que sean dirigentes partidistas, servidores públicos, legisladores o sin cargo alguno difundir propaganda contratada, adquirida o pagada a partir del 8 de septiembre y si no lo acatan, las erogaciones efectuadas para este fin se cuantificarán como gastos de precampaña o campaña.
jueves, 24 de diciembre de 2015
Derrochó Peña en propaganda 7 mil 400 millones de pesos
MÉXICO, DF (apro).- El gobierno que encabeza Enrique Peña Nieto informó a la Comisión Permanente que en el año que termina se ejerció un presupuesto de 7 mil 400 millones de pesos en campañas de comunicación de las dependencias.
De esa cifra, el principal gasto se realizó en difusión para la prevención de chikungunya y dengue, por mil 2 millones de pesos.
En el reporte sobre recursos en materia de comunicación social y publicidad, correspondientes a la partida 36101, el gobierno de Peña admitió que las secretarías con mayor gasto en ese rubro son Educación Pública, Hacienda, Salud, Desarrollo Social y Medio Ambiente.
Y la Presidencia de la República, según el informe, sólo ejerció 41 millones 961 mil 980 pesos en la difusión del tercer informe, acciones de gobierno y mensajes a la ciudadanía.
La Secretaría de Gobernación, destacó Reforma, reportó un ejercicio de 298 millones 597 mil pesos; SRE, 38 millones 500 mil; Hacienda, 595 millones 352 mil; Defensa Nacional, 103 millones 95 mil; Agricultura, 158 millones 855 mil; Comunicaciones, 157 millones 261 mil, y Economía, 447 millones 444 mil pesos.
Por su parte la SEP ejerció 962 millones de pesos; Salud, mil 206 millones; Marina 110 millones; Trabajo 320 millones 864 mil; Desarrollo Agrario, 105 millones 114 mil; Medio Ambiente, 779 millones 422 mil; Energía, 9 millones 580 mil; Desarrollo Social, 769 millones 277 mil; Turismo, 11 millones 859 mil, y Función Pública, 10 millones 797 mil pesos.
En tanto la PGR destinó a campañas 31 millones 788 mil pesos; CFE, 324 millones 852 mil; Pemex, 145 millones, y el Instituto Nacional de las Mujeres, 63 millones 898 mil pesos.
La Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas, 15 millones de pesos; la Procuraduría de Defensa del Contribuyente, 63 millones 870 mil; el ISSSTE, 32 millones 742 mil; IMSS, 599 millones 719 mil, y la Procuraduría Social de Atención a las Víctimas de Delitos, 20 millones.
Fuente: Proceso
http://www.proceso.com.mx/?p=424446
jueves, 19 de noviembre de 2015
Buscan eliminar spots del gobierno “que no dicen nada”
El texto que regula la propaganda gubernamental fue redactado por el senador Manuel Camacho Solís, quien falleció en junio.
La bancada del PRD en el Senado de la República presentó una excitativa de reforma constitucional para regular y acotar la propaganda gubernamental, la cual plantea que sólo sea utilizada para campañas de salud, educación y protección civil.
El senador del Partido de la Revolución Democrática (PRD), Zoé Robledo Aburto, presentó la excitativa este jueves y destacó que ésta fue redactada por el senador Manuel Camacho Solís, quien falleció el pasado mes de junio.
En ella señaló que la comunicación entre autoridades y ciudadanos es un componente fundamental en una democracia, pero el esquema diseñado para esto podría utilizarse para promover la imagen personal de los funcionarios y no para informar.
Anotó que esta práctica lesiona a la democracia, pues no contribuye a tener una sociedad mejor informada, además de que se destinan recursos públicos para fines personales y se facilita el control sobre los medios de comunicación mediante la asignación selectiva de contratos de publicidad.
El problema no está en el modelo electoral de compra o adquisición de medios como se ha tratado de abordar el tema, sino en la propaganda gubernamental y la gran cantidad de recursos públicos invertidos en ello, consideró.
“Los ciudadanos tienen que estar informados de la acción del gobierno, desde luego que sí, pero no de esta forma, no con spots que no dicen nada, que en el umbral de percepción de los ciudadanos están prácticamente desaparecidos”, dijo.
Por ello, la propuesta busca modificar el Artículo 134 constitucional para que únicamente se permita la difusión de información gubernamental de suma importancia para la sociedad, como campañas de salud, educación y protección civil.
Que en ningún caso incluya nombres, imágenes, voces o símbolos que impliquen promoción personalizada de cualquier servidor público.
La excitativa fue turnada a las Comisiones Unidas de Puntos Constitucionales; de Justicia; de Radio Televisión y Cinematografía; Estudios Legislativos, Segunda del Senado de la República.
En el documento -que se presenta a continuación- se solicita formular esta excitativa a dichas comisiones para que se reúnan “y dictamine la iniciativa con proyecto de decreto por el que se expide la Ley General de Propaganda Gubernamental”:
EXCITATIVA SOBRE PROPAGANDA GUBERNAMENTAL.docx by Aristegui Noticias:
FUENTE: ARISTEGUI NOTICIAS.
AUTOR: REDDACCIÓN.
LINK: http://aristeguinoticias.com/1911/mexico/buscan-eliminar-spots-del-gobierno-que-no-dicen-nada/
La bancada del PRD en el Senado de la República presentó una excitativa de reforma constitucional para regular y acotar la propaganda gubernamental, la cual plantea que sólo sea utilizada para campañas de salud, educación y protección civil.
El senador del Partido de la Revolución Democrática (PRD), Zoé Robledo Aburto, presentó la excitativa este jueves y destacó que ésta fue redactada por el senador Manuel Camacho Solís, quien falleció el pasado mes de junio.
En ella señaló que la comunicación entre autoridades y ciudadanos es un componente fundamental en una democracia, pero el esquema diseñado para esto podría utilizarse para promover la imagen personal de los funcionarios y no para informar.
Anotó que esta práctica lesiona a la democracia, pues no contribuye a tener una sociedad mejor informada, además de que se destinan recursos públicos para fines personales y se facilita el control sobre los medios de comunicación mediante la asignación selectiva de contratos de publicidad.
El problema no está en el modelo electoral de compra o adquisición de medios como se ha tratado de abordar el tema, sino en la propaganda gubernamental y la gran cantidad de recursos públicos invertidos en ello, consideró.
“Los ciudadanos tienen que estar informados de la acción del gobierno, desde luego que sí, pero no de esta forma, no con spots que no dicen nada, que en el umbral de percepción de los ciudadanos están prácticamente desaparecidos”, dijo.
Por ello, la propuesta busca modificar el Artículo 134 constitucional para que únicamente se permita la difusión de información gubernamental de suma importancia para la sociedad, como campañas de salud, educación y protección civil.
Que en ningún caso incluya nombres, imágenes, voces o símbolos que impliquen promoción personalizada de cualquier servidor público.
La excitativa fue turnada a las Comisiones Unidas de Puntos Constitucionales; de Justicia; de Radio Televisión y Cinematografía; Estudios Legislativos, Segunda del Senado de la República.
En el documento -que se presenta a continuación- se solicita formular esta excitativa a dichas comisiones para que se reúnan “y dictamine la iniciativa con proyecto de decreto por el que se expide la Ley General de Propaganda Gubernamental”:
EXCITATIVA SOBRE PROPAGANDA GUBERNAMENTAL.docx by Aristegui Noticias:
FUENTE: ARISTEGUI NOTICIAS.
AUTOR: REDDACCIÓN.
LINK: http://aristeguinoticias.com/1911/mexico/buscan-eliminar-spots-del-gobierno-que-no-dicen-nada/
miércoles, 21 de octubre de 2015
Del “Ya supérenlo” al “Ya chole”
MÉXICO, D.F: El taller es la imagen de la precariedad laboral, con mala iluminación, reducido espacio, cableado expuesto y su televisor de 14 pulgadas, testimonio de que ahí no llegaron las pantallas que regala el gobierno para la migración digital. Dos carpinteros trabajan y escuchan un viejo radio con casetera, desde el que se les bombardea con publicidad gubernamental: el omnipresente y carísimo mensaje de los “logros” por las reformas estructurales.
Afectado por la excesiva propaganda, uno de ellos le espeta al otro: “Ya chole con las reformas”. Contrariado, el segundo carpintero, más joven y alegre que el primero, responde repitiendo el discurso oficial: que bajó la luz, que no se cobra larga distancia, que ahora son trabajadores formales y están en el Seguro Social… todo eso, dice, gracias a las reformas, así que riposta a su compañero: “Ya chole con tus quejas”.
El carpintero que conoce “los logros” del gobierno representa al presidente Enrique Peña Nieto, un hombre que cerró su capacidad de escucha y tiene disminuida su tolerancia a la crítica, dice el estratega político Antonio Solá, consultado por Proceso.
El spot es uno de los dos que Presidencia emitió el lunes 12 como parte de una campaña titulada “Mover a México. Tres años” y que, por la reacción en redes sociales se convirtió en un boomerang para el gobierno, que en menos de 24 horas lo bajó de su canal de videos en YouTube.
La noción generalizada, en especial en las redes sociales y diferentes abordajes periodísticos, fue que el mensaje estaba dirigido a los críticos del gobierno y de un presidente que este año registró los peores niveles de aprobación, como no ocurrió ni siquiera con la violencia y el estancamiento durante el gobierno de su antecesor, Felipe Calderón.
El segundo spot es la estampa de la vivienda indigna, insalubre. Trata de una pareja en un patio de paredes pringosas y herrumbre en los pasamanos de una escalera. Aunque sin el “ya chole”, la mujer recrimina al marido por salir “otra vez con lo del gobierno”. En ese caso, hay una variación: en lugar de presumir el Seguro Social, ella le recuerda que ya tienen su crédito de Infonavit y que ahora “está dando el doble (de préstamo)”.
“Y apenas vamos a la mitad, faltan tres años ¡imagínate!”, dice la mujer llena de optimismo.
Ese spot se mantenía en el canal Gobierno de la República hasta la noche del viernes 16. El miércoles 14, la Coordinación de Comunicación Social de la Presidencia entregó tarjetas informativas a diferentes medios, en las que explicó que habían sido “sensibles” a los reclamos por el primer spot y que lo bajaron por vocación democrática.
Cerrazón contagiosa
Cuatro días después de iniciar su gobierno, Enrique Peña Nieto saludó a los reporteros que cubren sus actividades y viajan a bordo del avión presidencial. Ellos pedían mayor cercanía y acceso para sus coberturas. El mandatario respondió: “Todo esto hay que irlo reorientando. Espero que encontremos espacios de comunicación muy equilibrados entre lo que deba de atenderse, lo que a veces no son buenas noticias, pero, también, de las muy buenas noticias que México debe conocer”.
El 18 de noviembre de 2014, en medio del escándalo que produjo el reportaje titulado “La Casa Blanca de Peña Nieto”, anunció que había rumores y versiones sin sustento que su esposa aclararía. En su mensaje expresó: “No sé si esté vinculado a esto (la investigación periodística sobre la Casa Blanca con las protestas por los hechos de Iguala) que pareciera un afán orquestado por desestabilizar y por oponerse al proyecto de nación”.
El 4 de diciembre incurrió en una de las declaraciones más criticadas de su discurso, al pedir “superar el momento de dolor”, aludiendo a los hechos de Iguala, que en redes sociales, se viralizó con la etiqueta “Ya supérenlo”.
El pasado 9 de abril, de nueva cuenta, el mandatario se dolió de la crítica, al anunciar una inversión en el sector turismo: “A veces tenemos frente a nosotros las buenas noticias, pareciera que no las queremos ver, pero las hay y prueba de ello es que México se está consolidando cada día más como una potencia turística de clase mundial”.
Ese tipo de expresiones también las tuvo Felipe Calderón en su periodo. El 20 de agosto de 2009, por ejemplo, dijo que había quienes no sólo hacían un esfuerzo cotidiano por hablar mal del país, “sino que hasta de eso viven”.
¿Cómo entender ese tipo de expresiones en los presidentes? ¿Hay un vínculo entre el spot de los carpinteros y el discurso sostenido por Peña Nieto? Para Antonio Solá sí lo hay.
“Todos los presidentes llegan a un estado de profunda soledad y desarraigo que los lleva a sentirse incomprendidos. Creen que su sacrificio y buen hacer –pese a los errores– no son correspondidos por los ciudadanos a los que se deben. Cuando el peso de su soledad es mayor que cualquier otra circunstancia, su performance comunicativo pasa a transpirar esa incomprensión reflejada en el ‘Ya chole’.
“En realidad, a quien representa el actor del spot que dice ‘Ya chole’ es al propio presidente.”
El estratega español naturalizado mexicano, socio de la consultora Ostos-Solá y famoso entre otras campañas por crear en 2006 la frase “López Obrador es un peligro para México” que tanto le costó al dos veces candidato presidencial, está convencido de que el comercial de los carpinteros fue un despropósito y nadie se atrevió a decírselo a Peña Nieto por temor.
“Es cuando esa soledad y sentimiento de frustración se hace poderosa y domina la agenda. Es ahí también cuando los presidentes comenten sus peores errores. La soledad te cierra la capacidad de escucha y te disminuye la tolerancia a opiniones contrarias a la tuya. Es una imposición clara de sí mismo y de su estado. Médicamente podríamos decir que un estado de ansiedad lleva a un estado proporcional de ausencia de la realidad. Esto es contagioso y perturba la mirada del gobierno. Al final, los presidentes piensan ‘nadie me entiende, con todo lo que yo estoy sacrificando por ellos’.”
Para Solá, lo peor que puede hacer un gobierno es culpar a los ciudadanos. “Su obligación es resolver los problemas y una vez resueltos, le toca resolver los que siguen y no volver para atrás otorgando el sentido de culpa a quien no le corresponde. La forma de comunicar las ventajas de las reformas con este spot es inapropiada, vulgar, y constituye, en sí misma, un boomerang para el gobierno”.
Aun peor. El anuncio debilita el diálogo democrático y abona a la confrontación, en opinión de Gabriel Sosa Plata, investigador de tiempo completo de la Universidad Autónoma Metropolitana y especialista en análisis de medios.
“La comunicación política del gobierno federal está fallando. No logra convencer a la sociedad con argumentos sino con descalificaciones. Si criticas eres mal visto. Parece que quieren una ciudadanía conformista con estos spots, pero esto ya no es posible en una sociedad que ha cambiado, que vivió la transición del año 2000, que está más conectada e informada que antes, que –al menos en las grandes ciudades– sale a las calles a protestar”, dice el también exómbudsman de Noticias MVS.
Pero no sólo hubo falta de sensibilidad al emitir el spot. Paola Ricaurte Quijano, catedrática en el Tecnológico de Monterrey, campus Ciudad de México, es autora de diferentes estudios sobre democracia, cultura electrónica y activismo político en línea. Para ella, el spot es absurdo y ofensivo, porque los que ahí se expone son logros ridículos.
Ricaurte, doctora en ciencias del lenguaje, considera que, inclusive la elección de un lenguaje cotidiano de los ciudadanos resulta contraproducente por la distancia entre ciudadanos y gobierno, la ausencia de canales de diálogo y la cerrazón mostrada por el gobierno ante la crítica y la realidad.
Añade que hubo falta de sensibilidad respecto de lo que ocurre en el país, no por desconocimiento de la realidad y sí por cinismo. Del análisis que ella hizo durante las horas que se impugnó el spot en redes sociales, resultó que había consistencia en el tipo de reclamo: una sanción al gobierno. Los ciudadanos, de hecho, devolvieron la ofensa en los mismos términos con la etiqueta #YaCholeCon (Peña, con el PRI, etcétera).
“Desde el principio está la narrativa y lógica discursiva de pensar en lo bueno y no enfocarse en lo malo (‘ustedes sólo se quejan’, parece decir el gobierno). En realidad es una anulación de la otredad que, si reclama, es porque sufre las consecuencias.
FUENTE: PROCESO.
AUTOR: ARTURO RODRÍGUEZ GARCÍA (REPORTAJE ESPECIAL)
Afectado por la excesiva propaganda, uno de ellos le espeta al otro: “Ya chole con las reformas”. Contrariado, el segundo carpintero, más joven y alegre que el primero, responde repitiendo el discurso oficial: que bajó la luz, que no se cobra larga distancia, que ahora son trabajadores formales y están en el Seguro Social… todo eso, dice, gracias a las reformas, así que riposta a su compañero: “Ya chole con tus quejas”.
El carpintero que conoce “los logros” del gobierno representa al presidente Enrique Peña Nieto, un hombre que cerró su capacidad de escucha y tiene disminuida su tolerancia a la crítica, dice el estratega político Antonio Solá, consultado por Proceso.
El spot es uno de los dos que Presidencia emitió el lunes 12 como parte de una campaña titulada “Mover a México. Tres años” y que, por la reacción en redes sociales se convirtió en un boomerang para el gobierno, que en menos de 24 horas lo bajó de su canal de videos en YouTube.
La noción generalizada, en especial en las redes sociales y diferentes abordajes periodísticos, fue que el mensaje estaba dirigido a los críticos del gobierno y de un presidente que este año registró los peores niveles de aprobación, como no ocurrió ni siquiera con la violencia y el estancamiento durante el gobierno de su antecesor, Felipe Calderón.
El segundo spot es la estampa de la vivienda indigna, insalubre. Trata de una pareja en un patio de paredes pringosas y herrumbre en los pasamanos de una escalera. Aunque sin el “ya chole”, la mujer recrimina al marido por salir “otra vez con lo del gobierno”. En ese caso, hay una variación: en lugar de presumir el Seguro Social, ella le recuerda que ya tienen su crédito de Infonavit y que ahora “está dando el doble (de préstamo)”.
“Y apenas vamos a la mitad, faltan tres años ¡imagínate!”, dice la mujer llena de optimismo.
Ese spot se mantenía en el canal Gobierno de la República hasta la noche del viernes 16. El miércoles 14, la Coordinación de Comunicación Social de la Presidencia entregó tarjetas informativas a diferentes medios, en las que explicó que habían sido “sensibles” a los reclamos por el primer spot y que lo bajaron por vocación democrática.
Cerrazón contagiosa
Cuatro días después de iniciar su gobierno, Enrique Peña Nieto saludó a los reporteros que cubren sus actividades y viajan a bordo del avión presidencial. Ellos pedían mayor cercanía y acceso para sus coberturas. El mandatario respondió: “Todo esto hay que irlo reorientando. Espero que encontremos espacios de comunicación muy equilibrados entre lo que deba de atenderse, lo que a veces no son buenas noticias, pero, también, de las muy buenas noticias que México debe conocer”.
El 18 de noviembre de 2014, en medio del escándalo que produjo el reportaje titulado “La Casa Blanca de Peña Nieto”, anunció que había rumores y versiones sin sustento que su esposa aclararía. En su mensaje expresó: “No sé si esté vinculado a esto (la investigación periodística sobre la Casa Blanca con las protestas por los hechos de Iguala) que pareciera un afán orquestado por desestabilizar y por oponerse al proyecto de nación”.
El 4 de diciembre incurrió en una de las declaraciones más criticadas de su discurso, al pedir “superar el momento de dolor”, aludiendo a los hechos de Iguala, que en redes sociales, se viralizó con la etiqueta “Ya supérenlo”.
El pasado 9 de abril, de nueva cuenta, el mandatario se dolió de la crítica, al anunciar una inversión en el sector turismo: “A veces tenemos frente a nosotros las buenas noticias, pareciera que no las queremos ver, pero las hay y prueba de ello es que México se está consolidando cada día más como una potencia turística de clase mundial”.
Ese tipo de expresiones también las tuvo Felipe Calderón en su periodo. El 20 de agosto de 2009, por ejemplo, dijo que había quienes no sólo hacían un esfuerzo cotidiano por hablar mal del país, “sino que hasta de eso viven”.
¿Cómo entender ese tipo de expresiones en los presidentes? ¿Hay un vínculo entre el spot de los carpinteros y el discurso sostenido por Peña Nieto? Para Antonio Solá sí lo hay.
“Todos los presidentes llegan a un estado de profunda soledad y desarraigo que los lleva a sentirse incomprendidos. Creen que su sacrificio y buen hacer –pese a los errores– no son correspondidos por los ciudadanos a los que se deben. Cuando el peso de su soledad es mayor que cualquier otra circunstancia, su performance comunicativo pasa a transpirar esa incomprensión reflejada en el ‘Ya chole’.
“En realidad, a quien representa el actor del spot que dice ‘Ya chole’ es al propio presidente.”
El estratega español naturalizado mexicano, socio de la consultora Ostos-Solá y famoso entre otras campañas por crear en 2006 la frase “López Obrador es un peligro para México” que tanto le costó al dos veces candidato presidencial, está convencido de que el comercial de los carpinteros fue un despropósito y nadie se atrevió a decírselo a Peña Nieto por temor.
“Es cuando esa soledad y sentimiento de frustración se hace poderosa y domina la agenda. Es ahí también cuando los presidentes comenten sus peores errores. La soledad te cierra la capacidad de escucha y te disminuye la tolerancia a opiniones contrarias a la tuya. Es una imposición clara de sí mismo y de su estado. Médicamente podríamos decir que un estado de ansiedad lleva a un estado proporcional de ausencia de la realidad. Esto es contagioso y perturba la mirada del gobierno. Al final, los presidentes piensan ‘nadie me entiende, con todo lo que yo estoy sacrificando por ellos’.”
Para Solá, lo peor que puede hacer un gobierno es culpar a los ciudadanos. “Su obligación es resolver los problemas y una vez resueltos, le toca resolver los que siguen y no volver para atrás otorgando el sentido de culpa a quien no le corresponde. La forma de comunicar las ventajas de las reformas con este spot es inapropiada, vulgar, y constituye, en sí misma, un boomerang para el gobierno”.
Aun peor. El anuncio debilita el diálogo democrático y abona a la confrontación, en opinión de Gabriel Sosa Plata, investigador de tiempo completo de la Universidad Autónoma Metropolitana y especialista en análisis de medios.
“La comunicación política del gobierno federal está fallando. No logra convencer a la sociedad con argumentos sino con descalificaciones. Si criticas eres mal visto. Parece que quieren una ciudadanía conformista con estos spots, pero esto ya no es posible en una sociedad que ha cambiado, que vivió la transición del año 2000, que está más conectada e informada que antes, que –al menos en las grandes ciudades– sale a las calles a protestar”, dice el también exómbudsman de Noticias MVS.
Pero no sólo hubo falta de sensibilidad al emitir el spot. Paola Ricaurte Quijano, catedrática en el Tecnológico de Monterrey, campus Ciudad de México, es autora de diferentes estudios sobre democracia, cultura electrónica y activismo político en línea. Para ella, el spot es absurdo y ofensivo, porque los que ahí se expone son logros ridículos.
Ricaurte, doctora en ciencias del lenguaje, considera que, inclusive la elección de un lenguaje cotidiano de los ciudadanos resulta contraproducente por la distancia entre ciudadanos y gobierno, la ausencia de canales de diálogo y la cerrazón mostrada por el gobierno ante la crítica y la realidad.
Añade que hubo falta de sensibilidad respecto de lo que ocurre en el país, no por desconocimiento de la realidad y sí por cinismo. Del análisis que ella hizo durante las horas que se impugnó el spot en redes sociales, resultó que había consistencia en el tipo de reclamo: una sanción al gobierno. Los ciudadanos, de hecho, devolvieron la ofensa en los mismos términos con la etiqueta #YaCholeCon (Peña, con el PRI, etcétera).
“Desde el principio está la narrativa y lógica discursiva de pensar en lo bueno y no enfocarse en lo malo (‘ustedes sólo se quejan’, parece decir el gobierno). En realidad es una anulación de la otredad que, si reclama, es porque sufre las consecuencias.
FUENTE: PROCESO.
AUTOR: ARTURO RODRÍGUEZ GARCÍA (REPORTAJE ESPECIAL)
A una semana del “Ya chole”, Peña pide traducir en bienestar las reformas
MÉXICO, D.F: El presidente Enrique Peña Nieto se reunió hoy con su gabinete para revisar los avances en la instrumentación de las reformas estructurales aprobadas en los primeros 20 meses de su gestión, y para pedirles disciplina y responsabilidad en el ejercicio del gasto.
A una semana de que se desató la polémica por la emisión de dos spots publicitarios que exaltaban las reformas y descalificaban a los críticos del gobierno –uno de ellos conocido en redes sociales con la etiqueta #YaChole–, la reunión se realizó en la residencia oficial de Los Pinos y abordó precisamente los temas de la campaña de publicidad identificada como “Mover a México. 3 años”.
La reunión fue a puerta cerrada y no se permitió el acceso a los medios de comunicación, por lo que el comunicado emitido por la coordinación de Comunicación Social de la Presidencia de la República es la única información oficial al respecto.
El texto informa que el mandatario habría llamado a sus colaboradores a que la instrumentación de las reformas se refleje en bienestar para la población, además de que supuestamente revisaron diferentes programas de gobierno y políticas públicas.
La encerrona ocurre un día después de que la Cámara de Diputados aprobó la miscelánea fiscal, incluyendo severos recortes de recursos en diferentes rubros de la administración.
Durante el encuentro, el jefe del Ejecutivo habría recordado a sus colaboradores que ante la volatilidad e incertidumbre económica en el escenario internacional, se requiere continuar con la disciplina y responsabilidad presupuestaria, para “mantener la estabilidad macroeconómica del país”.
FUENTE: PROCESO.
AUTOR: ARTURO RODRÍGUEZ GARCÍA.
A una semana de que se desató la polémica por la emisión de dos spots publicitarios que exaltaban las reformas y descalificaban a los críticos del gobierno –uno de ellos conocido en redes sociales con la etiqueta #YaChole–, la reunión se realizó en la residencia oficial de Los Pinos y abordó precisamente los temas de la campaña de publicidad identificada como “Mover a México. 3 años”.
La reunión fue a puerta cerrada y no se permitió el acceso a los medios de comunicación, por lo que el comunicado emitido por la coordinación de Comunicación Social de la Presidencia de la República es la única información oficial al respecto.
El texto informa que el mandatario habría llamado a sus colaboradores a que la instrumentación de las reformas se refleje en bienestar para la población, además de que supuestamente revisaron diferentes programas de gobierno y políticas públicas.
La encerrona ocurre un día después de que la Cámara de Diputados aprobó la miscelánea fiscal, incluyendo severos recortes de recursos en diferentes rubros de la administración.
Durante el encuentro, el jefe del Ejecutivo habría recordado a sus colaboradores que ante la volatilidad e incertidumbre económica en el escenario internacional, se requiere continuar con la disciplina y responsabilidad presupuestaria, para “mantener la estabilidad macroeconómica del país”.
FUENTE: PROCESO.
AUTOR: ARTURO RODRÍGUEZ GARCÍA.
lunes, 20 de julio de 2015
El dispendio de Peña
Peña Nieto afirmó al diario The Financial Times que su gobierno vive una crisis de credibilidad. Lo que llama poderosamente la atención es que, en vez de cambiar y trabajar en aras de dar credibilidad a las instituciones, y que éstas a su vez aporten una perspectiva diferente sobre la realidad respecto a los graves problemas de violaciones a derechos, corrupción e impunidad, el gobierno federal opta por comprar imagen, por la manipulación de la información y el poder de la propaganda.
En 2013 Enrique Peña Nieto gastó 7,000 millones de pesos, una erogación que jamás antes se había hecho del presupuesto público. Esto de por sí ya es grave y lo es aún más si le sumamos que el gobierno federal se excedió en 48% del gasto originalmente aprobado para publicidad oficial. ¿Hay alguna consecuencia de esto? No, ninguna.
Nuestro sistema de rendición de cuentas y auditoría permite este cambio millonario de partidas presupuestales sin consecuencia alguna, lo que nos lleva a preguntar: ¿Y para qué se toma la molestia la Cámara de Diputados de señalarle al Ejecutivo en qué rubros debe gastar? Más aún, ¿por qué no ha expresado su oposición a ello, por qué no lo ha llamado a rendir cuentas? Al respecto, el órgano legislativo omite ejercer su papel de contrapeso.
Gobernar sólo con la imagen es hoy una constatación de que no hay (o es muy escasa) política eficiente para resolver problemas graves que aquejan al país. El aumento en el rubro mencionado no está justificado y, si me presionan para decirlo, no tiene impacto alguno que beneficie a la sociedad. Es decir, no tenemos más y mejor información para tomar decisiones. El aumento se puede medir de la siguiente manera: Vicente Fox en 2001 gastó $3,495 millones en publicidad oficial; Felipe Calderón, en 2007, gastó $5,261, frente a los $7,000 de Peña en 2013, los cuales se calcula que serán superados considerablemente en 2014.
A los $7,000 millones del gasto de Peña se le tienen que sumar los gastos de los gobernadores para poder llegar a la cifra aproximada de lo que gastan los ejecutivos de todo el país. Súmele a esto lo erogado por Velasco en Chiapas, Borge en Quintana Roo, “Malova” en Sinaloa y Duarte en Veracruz. La cifra será grosera sin lugar a dudas.
La relación más tóxica entre el poder y los medios de comunicación en México pasa por el discrecional —y grosero— gasto para la compra de publicidad oficial. Dicha discrecionalidad premia una relación corrupta entre los medios y el poder político que lleva, sin lugar a dudas, a una sutil (o tal vez no tanto) censura en el contenido. El viejo refrán: “no pago para que me pegues” parece estar en el centro de esta corrupta relación. Sin lugar a dudas, el dinero que premia o castiga a los medios es un lastre para el periodismo mexicano. Pero que no se entienda que es una cuestión meramente gubernamental, al contrario, el sistema se mueve y prevalece por la actitud, también corrupta, y la complicidad del sistema de medios.
La televisión —Televisa y Estudios Azteca— acumuló el 34% del gasto en publicidad oficial en 2014 (tomemos en cuenta que en entidades como Puebla o el Estado de México el gasto en televisión alcanza el 60%). La radio, a su vez, recibió el 16.27 %, los medios impresos el 15.23%. Esto quiere decir que la mitad del gasto en publicidad oficial se distribuye en medios radioeléctricos, a pesar de que el gobierno dispone de espacios gratuitos y tiempos oficiales para transmitir contenidos de Estado.
Si hacemos un análisis más minucioso para determinar los proveedores con mayor concentración del gasto en publicidad oficial encontramos lo siguiente: Televisa acapara el 43.24% del total (con un contrato total de $506’472,692.55), Estudios Azteca el 36.12% (con un contrato de $423’079,205.29). En radio, el más beneficiado —y que no tiene programas de entretenimiento, sino que su fuerte son los programas de noticias y opinión— es Grupo Fórmula, con 40.31% (y un contrato de $61’790,643.58) y Grupo Radio Centro, con 34% (equivalente a $52’427,439.95).
En el ámbito de los medios impresos está un poco más distribuido el gasto. Ningún periódico tiene una concentración como la que vemos en medios electrónicos. Los tres diarios con mayor ingreso son: diario Reforma con 7.68% del total destinado a este tipo de medios que equivale a un contrato de $40,216,156. El Universal con 6.24% con un contrato de $32,685,948 y Milenio con 6.09% con un contrato de $31,924,526.
Si recordamos que el presupuesto aproximado de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos es de $1,500 millones de pesos, las cifras del dispendio en propaganda resulta más preocupante todavía. En 2012, Enrique Peña Nieto escribió una columna en el diario Reforma en la que se comprometía a regular el gasto en publicidad oficial, y después ratificó su compromiso con los tres primeros temas de la agenda. Al presidente se le olvidó su compromiso, y cómo no iba a olvidarlo si puede gastar dichas cantidades sin ningún escrutinio. Lo cierto es que, a pesar de que en el Congreso hay una docena de iniciativas en la materia, congeladas, ningún partido político quiere tocar esa fuente de ingresos.
Como conclusión, los siguientes puntos:
- La única solución que vislumbro en el horizonte —y no peco de ingenuo— es quitarle el poder de distribución del dinero destinado a publicidad oficial a los gobiernos (federal y estatales). Prohibir categóricamente la compra, producción y emisión de propaganda política.
- Crear un órgano autónomo que regule este gasto a través de criterios no discrecionales, transparentes y con índices de impacto. Esto querrá decir que muchos medios que viven de la publicidad oficial desaparecerán si no es que logran crear un nuevo modelo de mercado y adecuarse a las nuevas reglas.
- Sí debe haber un subsidio a los medios de comunicación con criterios que incluyan promover el periodismo de interés público y asegurar el acceso a la información de temas de interés público a la población (por ejemplo, campañas de vacunación, alerta de huracanes, campañas ambientales, etcétera). pero de ninguna manera un medio puede vivir 100% del dinero público: debe haber un techo.
- Deberá reforzarse la legislación vigente para dotar de independencia editorial y financiera a la red de medios públicos, y usar de manera más eficiente los tiempos oficiales y fiscales a disposición del gobierno federal.
- En aras de diseñar una estrategia adecuada de distribución desde la institución competente, es fundamental promover y asegurar una mayor transparencia de los medios de comunicación en algunas materias como números de audiencia, tiraje, poblaciones foco, etcétera.
Está fuera de toda comprensión que se hable de crisis y de recortes de presupuesto en sectores fundamentales para la sociedad, como la cultura o la salud, mientras el rubro presupuestal de dinero para publicidad del gobierno federal crece año con año. La gobernanza basada en la imagen y propaganda no ha traído hasta ahora ningún beneficio, y sí un gran y grosero dispendio de nuestro dinero. Repito, la única solución es quitarles ese dinero.
FUENTE: SIN EMBARGO.
AUTOR: DARÍO RAMÍREZ.
LINK: http://www.sinembargo.mx/opinion/16-07-2015/36934.
En 2013 Enrique Peña Nieto gastó 7,000 millones de pesos, una erogación que jamás antes se había hecho del presupuesto público. Esto de por sí ya es grave y lo es aún más si le sumamos que el gobierno federal se excedió en 48% del gasto originalmente aprobado para publicidad oficial. ¿Hay alguna consecuencia de esto? No, ninguna.
Nuestro sistema de rendición de cuentas y auditoría permite este cambio millonario de partidas presupuestales sin consecuencia alguna, lo que nos lleva a preguntar: ¿Y para qué se toma la molestia la Cámara de Diputados de señalarle al Ejecutivo en qué rubros debe gastar? Más aún, ¿por qué no ha expresado su oposición a ello, por qué no lo ha llamado a rendir cuentas? Al respecto, el órgano legislativo omite ejercer su papel de contrapeso.
Gobernar sólo con la imagen es hoy una constatación de que no hay (o es muy escasa) política eficiente para resolver problemas graves que aquejan al país. El aumento en el rubro mencionado no está justificado y, si me presionan para decirlo, no tiene impacto alguno que beneficie a la sociedad. Es decir, no tenemos más y mejor información para tomar decisiones. El aumento se puede medir de la siguiente manera: Vicente Fox en 2001 gastó $3,495 millones en publicidad oficial; Felipe Calderón, en 2007, gastó $5,261, frente a los $7,000 de Peña en 2013, los cuales se calcula que serán superados considerablemente en 2014.
A los $7,000 millones del gasto de Peña se le tienen que sumar los gastos de los gobernadores para poder llegar a la cifra aproximada de lo que gastan los ejecutivos de todo el país. Súmele a esto lo erogado por Velasco en Chiapas, Borge en Quintana Roo, “Malova” en Sinaloa y Duarte en Veracruz. La cifra será grosera sin lugar a dudas.
La relación más tóxica entre el poder y los medios de comunicación en México pasa por el discrecional —y grosero— gasto para la compra de publicidad oficial. Dicha discrecionalidad premia una relación corrupta entre los medios y el poder político que lleva, sin lugar a dudas, a una sutil (o tal vez no tanto) censura en el contenido. El viejo refrán: “no pago para que me pegues” parece estar en el centro de esta corrupta relación. Sin lugar a dudas, el dinero que premia o castiga a los medios es un lastre para el periodismo mexicano. Pero que no se entienda que es una cuestión meramente gubernamental, al contrario, el sistema se mueve y prevalece por la actitud, también corrupta, y la complicidad del sistema de medios.
La televisión —Televisa y Estudios Azteca— acumuló el 34% del gasto en publicidad oficial en 2014 (tomemos en cuenta que en entidades como Puebla o el Estado de México el gasto en televisión alcanza el 60%). La radio, a su vez, recibió el 16.27 %, los medios impresos el 15.23%. Esto quiere decir que la mitad del gasto en publicidad oficial se distribuye en medios radioeléctricos, a pesar de que el gobierno dispone de espacios gratuitos y tiempos oficiales para transmitir contenidos de Estado.
Si hacemos un análisis más minucioso para determinar los proveedores con mayor concentración del gasto en publicidad oficial encontramos lo siguiente: Televisa acapara el 43.24% del total (con un contrato total de $506’472,692.55), Estudios Azteca el 36.12% (con un contrato de $423’079,205.29). En radio, el más beneficiado —y que no tiene programas de entretenimiento, sino que su fuerte son los programas de noticias y opinión— es Grupo Fórmula, con 40.31% (y un contrato de $61’790,643.58) y Grupo Radio Centro, con 34% (equivalente a $52’427,439.95).
En el ámbito de los medios impresos está un poco más distribuido el gasto. Ningún periódico tiene una concentración como la que vemos en medios electrónicos. Los tres diarios con mayor ingreso son: diario Reforma con 7.68% del total destinado a este tipo de medios que equivale a un contrato de $40,216,156. El Universal con 6.24% con un contrato de $32,685,948 y Milenio con 6.09% con un contrato de $31,924,526.
Si recordamos que el presupuesto aproximado de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos es de $1,500 millones de pesos, las cifras del dispendio en propaganda resulta más preocupante todavía. En 2012, Enrique Peña Nieto escribió una columna en el diario Reforma en la que se comprometía a regular el gasto en publicidad oficial, y después ratificó su compromiso con los tres primeros temas de la agenda. Al presidente se le olvidó su compromiso, y cómo no iba a olvidarlo si puede gastar dichas cantidades sin ningún escrutinio. Lo cierto es que, a pesar de que en el Congreso hay una docena de iniciativas en la materia, congeladas, ningún partido político quiere tocar esa fuente de ingresos.
Como conclusión, los siguientes puntos:
- La única solución que vislumbro en el horizonte —y no peco de ingenuo— es quitarle el poder de distribución del dinero destinado a publicidad oficial a los gobiernos (federal y estatales). Prohibir categóricamente la compra, producción y emisión de propaganda política.
- Crear un órgano autónomo que regule este gasto a través de criterios no discrecionales, transparentes y con índices de impacto. Esto querrá decir que muchos medios que viven de la publicidad oficial desaparecerán si no es que logran crear un nuevo modelo de mercado y adecuarse a las nuevas reglas.
- Sí debe haber un subsidio a los medios de comunicación con criterios que incluyan promover el periodismo de interés público y asegurar el acceso a la información de temas de interés público a la población (por ejemplo, campañas de vacunación, alerta de huracanes, campañas ambientales, etcétera). pero de ninguna manera un medio puede vivir 100% del dinero público: debe haber un techo.
- Deberá reforzarse la legislación vigente para dotar de independencia editorial y financiera a la red de medios públicos, y usar de manera más eficiente los tiempos oficiales y fiscales a disposición del gobierno federal.
- En aras de diseñar una estrategia adecuada de distribución desde la institución competente, es fundamental promover y asegurar una mayor transparencia de los medios de comunicación en algunas materias como números de audiencia, tiraje, poblaciones foco, etcétera.
Está fuera de toda comprensión que se hable de crisis y de recortes de presupuesto en sectores fundamentales para la sociedad, como la cultura o la salud, mientras el rubro presupuestal de dinero para publicidad del gobierno federal crece año con año. La gobernanza basada en la imagen y propaganda no ha traído hasta ahora ningún beneficio, y sí un gran y grosero dispendio de nuestro dinero. Repito, la única solución es quitarles ese dinero.
FUENTE: SIN EMBARGO.
AUTOR: DARÍO RAMÍREZ.
LINK: http://www.sinembargo.mx/opinion/16-07-2015/36934.
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