Alexis tenía tres años de edad cuando desapareció en la comunidad nahua de San José Izhuapa, en la Sierra Negra de Puebla. Su caso es emblemático porque evidencia la falta de aplicación de protocolos en la desaparición y la búsqueda de niños y niñas en comunidades indígenas, de acuerdo con un análisis técnico del Instituto de Derechos Humanos Ignacio Ellacuría (IDHIE) de la Universidad Iberoamericana Puebla, que junto con la familia del pequeño exigió a las autoridades locales actuar con diligencia en estos casos.
Tras la desaparición el 2 de diciembre de 2021 de Alexis Sánchez Cabanzo, la Fiscalía General del Estado de Puebla (FGEP) esperó 54 días para activar la Alerta Amber, y la investigación se ha realizado sin una planeación y sin considerar los impactos a la familia y la comunidad. Esto ocurre cuando el Sistema Nacional de Protección Integral de Niñas, Niños y Adolescentes (Sipinna) está en riesgo de ser convertido en una unidad administrativa del Sistema Nacional para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF), vulnerando aún más los derechos de las infancias.