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Enrique Graue es reelecto como Rector de la UNAM, y culminará esta segunda etapa hasta 2023

El artículo 9 de la Ley Orgánica de la UNAM establece que el Rector podrá ser reelecto una vez, por lo que Enrique Graue Wiechers puede ocupar el cargo de nuevo y por última ocasión.

La Junta de Gobierno de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) informó este viernes que el doctor Enrique Graue Wiechers fue reelegido para ocupar el cargo como Rector de la máxima casa de estudios para un segundo periodo, del 2019 al 2023.

Para la elección del Rector, la Junta de Gobierno debe considerar la opinión de la comunidad universitaria. Por lo que del 27 de septiembre al 31 de octubre, cinco comisiones atendieron a las personas interesadas en postular a algún universitario distinguido.

Se percibe la desconfianza en el proceso electoral, reconoce el rector de la UNAM

CIUDAD DE MÉXICO (apro).- De cara a las elecciones de 2018 se debe fortalecer la credibilidad en la democracia, porque la corrupción, inseguridad e impunidad han generado indignación y desconfianza en la sociedad, señaló el rector de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Enrique Graue.
Al abrir el foro Política y elecciones en México: Cuatro décadas de logros y desafíos. Reflexiones a 40 Años de la Reforma de 1977, el rector destacó que es urgente entender el actual proceso electoral y que la ciudadanía se mantenga informada.

Condena el rector Graue amenazas contra periodistas

Ciudad de México. El rector de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Enrique Graue Wiechers, aseguró que cualquier hecho que intimide o intente acallar, no sólo las voces de los periodistas, sino las de los universitarios, “debe ser condenado enérgicamente y así lo hemos hecho”.

En un comunicado de la máxima casa de estudios, enfatizó el hecho de que durante el primer semestre del año han sido detenidos 13 presuntos narcomenudistas que operaban en las instalaciones de Ciudad Universitaria.

Protestan por muerte de estudiante de Odontología en UNAM

Ciudad de México. La tarde de este viernes, familiares y amigos de Víctor Manuel Orihuela Rojas realizaron una protesta en Ciudad Universitaria para exigir el esclarecimiento de la muerte del estudiante de la Facultad de Odontología, que, de acuerdo con las autoridades universitarias, falleció la noche del lunes luego de caer del edificio de la Facultad de Filosofía y Letras (FFyL)

Maestros viejos, maestros jóvenes… el dilema de la UNAM

El programa de renovación de la planta académica de la casa de estudios plantea problemas laborales y académicos que generan ásperas discusiones ahora mismo. Y en ese debate surgió un tema relativo a la edad: la institución planea otorgar a jóvenes docentes las plazas que vayan dejando los académicos veteranos, de modo que hacia el año 2025 baje el promedio de edad de los profesores de la UNAM a 46 años… aunque las nuevas contrataciones sean de “jóvenes baratos”, como acusan los opositores a ese plan.
CIUDAD DE MÉXICO (Proceso).- La primera protesta a la que tuvo que enfrentarse Enrique Graue Wiechers como rector de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) fue por el Programa de Renovación de la Planta Académica, herencia de la administración de José Narro Robles.
A 10 días de haber tomado posesión, a finales del pasado noviembre, decenas de académicos llegaron hasta la torre de Rectoría para pedir a Graue la cancelación del proyecto, por considerarlo discriminatorio y excluyente.

El rector no los recibió. Sin embargo, durante su estreno como presidente del Consejo Universitario, el noveno día de diciembre, se le entregó un documento firmado por cientos de universitarios detractores del programa.
Sin embargo, habló del asunto. Enfatizó la necesidad de revertir el “envejecimiento” de la planta académica como un problema central para el futuro de la UNAM y refrendó el proyecto.
La Gaceta UNAM del pasado 18 de abril publicó un aviso para extender la convocatoria al programa, que estará vigente por cuarto año consecutivo, hasta el 10 de junio.
El rejuvenecimiento de las plantas académicas es una de las principales preocupaciones en la agenda de la Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior.
En ese sentido, la UNAM ha sido pionera en aplicar su proyecto, comprendido fundamentales en dos subprogramas: el Retiro Voluntario por Jubilación del Personal Académico de Carrera y el de Incorporación de Jóvenes Académicos de Carrera (SIJA).
Con el primero, la UNAM ofrece al personal académico de tiempo completo que haya cumplido 70 años y por lo menos 25 de antigüedad –entre otros requisitos– la posibilidad de jubilarse con una renta mensual vitalicia contratada por la institución con una aseguradora privada, que en 2016 será de 22 mil 507 pesos, así como un seguro vitalicio de gastos médicos mayores. Ambos beneficios se suman a los derechos ya estipulados en el contrato colectivo de trabajo y la oferta sería para 200 trabajadores al año.
El SIJA, por su parte, está diseñado para otorgar las plazas liberadas por los académicos jubilados mediante el programa anterior, a académicos con maestría y doctorado menores de 37 años, en el caso de los hombres, y de 39 en el caso de las mujeres.
El programa funciona desde 2013 y hasta el año pasado se habían jubilado mediante este programa 567 universitarios; 389 de esas plazas se asignaron ya a docentes jóvenes.
Con esto, según información oficial, la UNAM consiguió disminuir un año la edad promedio de la planta académica, estabilizándola en un promedio de 53.7, cuando la tendencia desde 2000 era que se incrementara seis meses anualmente. La proyección para 2025 es alcanzar un promedio de 46 años.
Esto, indica la UNAM, es gracias a que los jóvenes académicos incorporados mediante el SIJA promedian una edad de 33.56 años en el caso de los hombres y 34.86 en el de las mujeres.
Ahora las autoridades universitarias ven a 909 académicos como “potencialmente jubilables” con los estándares de su proyecto. La Dirección General Asuntos del Personal Académico (DGAPA), responsable del programa, entregó a este semanario un documento donde compara a dicho sector con las jóvenes adquisiciones:
“En el grupo de académicos potencialmente jubilables en 2016 el máximo grado de escolaridad se distribuye de la siguiente manera: doctorado, 59.79%; maestría, 18.87%; especialidad, 3.05%; licenciatura, 17.7%; técnico, 0.23% y sin grado, 0.35%. Por su parte, dentro del grupo incorporado a través del SIJA: doctorado, 24.32% y maestría, 75.68%”, expuso la DGAPA.
Y al final del documento se expone un punto excepcionalmente mencionado por las autoridades en foros públicos:
“Con el retiro de los académicos de mayor edad y antigüedad (ocupando frecuentemente plazas de alto nivel) se generan economías derivadas del diferencial existente entre los ingresos que percibían los académicos retirados y los ingresos que perciben los jóvenes académicos recién contratados en plazas con un nivel menor.”
Mientras que el documento le atribuye a ese punto la sustentabilidad del programa, sus detractores lo han interpretado exclusivamente como un recambio de académicos experimentados por jóvenes que resulten “más baratos”.

“Discriminación” y “acoso”
A un año de la publicación del Programa de Renovación de la Planta Académica de la UNAM, en 2014 un grupo de profesores reunidos en la Asamblea de Académicos Organizados manifestó su rechazo al plan del entonces rector Narro Robles, organizando reuniones de información, marchas de protesta e incluso llegaron a cerrar dos días el plantel Sur del Colegio de Ciencias y Humanidades (CCH).
Desde entonces han insistido en la derogación del programa. Enfocan sus críticas en que es “discriminatorio” y “viola” la legislación laboral al imponer límites de edad sobre los méritos académicos y los años de servicio; lo consideran “ilegal” porque contraviene los requisitos del Estatuto del Personal Académico (EPA) para tener acceso a plazas de carrera; señalan que fomenta la “discrecionalidad” de los directores para asignar las plazas y no resuelve las “precarias” condiciones de trabajo de más de 20 mil profesores de asignatura, que son mayoría entre el personal docente y de investigación.
En entrevista, Dante Bello Martínez, profesor del CCH Sur y uno de los voceros de los académicos inconformes, explica que la insistencia de la nueva administración universitaria en aplicar el programa ha levantado escozor en un sector del profesorado. Sobre el rejuvenecimiento de la planta, aclara:
“No estamos en contra de que haya sangre nueva en la UNAM. Decimos que dejan en un limbo a miles de maestros aún antes de cumplir 40 años. Para la UNAM, yo que tengo 42 y que inicié dando clases a los 32, ya soy un viejo.
“Por otra parte, me queda muy claro que las condiciones económicas de jubilación que ofrece el programa son buenas, lo que no me queda muy claro es por qué restringen la jubilación a profesores a partir de los 70 años. En cualquier lugar, por ley, después de 25 o 28 años de servicio te puedes jubilar. Yo, por ejemplo, cumpliría los 25 años de servicio requeridos a los 57 y en un caso similar hay muchos.
“La UNAM puede generar las condiciones para que todos los profesores nos jubilemos dignamente una vez que hayamos cumplido 25 años de servicio y así podrían bajar el promedio de la planta académica perfectamente. Y quien quiera continuar y esté en condiciones, que lo haga.”
Pero el punto que más alarma a Bello Martínez es que, en las últimas semanas, es posible que maestros “potencialmente jubilables” estén siendo presionados para adherirse al subprograma de retiro voluntario.
Sería el caso del profesor de la Facultad de Economía Rodolfo Miravete Sandoval, quien según el testimonio de Bello Martínez recibió el oficio FECO/DEP/065/2016, firmado por el jefe de la División de Estudios Profesionales, Mario Alberto Morales, que dice: “Por medio de la presente, solicito su presencia en esta división el día 13 de abril del año en curso, a las 19 horas, para tratar el asunto de su jubilación”, a lo que el docente se resistió.
“Hay profesores que sienten presión para jubilarse –reitera Bello Martínez–. Les insisten tanto en la conveniencia que se vuelve insoportable, no los están respetando. Muchos profesores mayores se mantienen en activo por decisión, porque entra en su plan de vida, tienen la calidad para hacerlo, el derecho de elegir si se jubilan o no, y les presentan un paquete de dinero para convencerlos.
“Profesores como Miravete denuncian un acoso laboral; se les dice que no va a haber grupos (suficientes) para el siguiente año, ‘así que venga a esta reunión de jubilación’. Les dicen que ya no va a haber horas para asignarles –un problema creciente en la universidad–, dando a entender que serían los primeros sacrificados, hayan o no tramitado el subprograma de jubilación para profesores mayores de 70 años.”
Para los inconformes, limitar la edad en un programa de contratación es “a todas luces discriminatorio”. “Lo que establece la ley sobre la discriminación no lo puede ignorar la UNAM. Nosotros no creemos que la edad sea una limitante. Basta echarle una mirada a la edad de los rectores, a la edad de los directores, y vemos que ahí no hay ese trato”, señala el académico.
Al recordarle que el SIJA se limita a contratar un máximo de profesores por año y que continúan los programas tradicionales de contratación, en lo que la DGAPA ha sido enfática, Bello Martínez responde:
“Detrás de esto hay una postura absolutamente autoritaria. Cualquier tipo de contratación debe contar con el visto bueno del director de cada dependencia. Es un tema de democratización de la UNAM. Así como denunciamos que al rector lo denomina la Junta de Gobierno, y a esa junta el Consejo Universitario… Los directores eligen a sus maestros. Es un círculo vicioso.
“Hay un paso por comisiones dictaminadoras, pero hay muchas irregularidades en los concursos. Todos los concursos de la UNAM deberían ser transparentes, lo que se pidió mucho en 2014”, lanzó el profesor.
Además cuestiona la sustentabilidad financiera del proyecto: “Basta revisar los salarios de los funcionarios y los de los profesores. Ahí están sus prebendas”. Señala que, según el artículo 59 del EPA, los funcionarios universitarios conservan su salario mensual durante tres años después de dejar el cargo.
“Basta también echar una revisión al contrato colectivo de trabajo de la AAPAUNAM (Asociación Autónoma del Personal Académico de la UNAM): todo el dinero que piden para gastos insulsos, un sindicato que habría que cuestionar.
“En cambio, el personal docente de asignatura vive en condiciones muy precarias, sencillas de explicar: un profesor con posgrado, con estímulos, siendo interino de asignatura con 28 horas a la semana, no percibe más allá de 12 mil pesos al mes en la UNAM. Un profesor de carrera titular C, D, puede percibir más de 120 mil pesos al mes. Y eso me gustaría que lo refuten como quieran. Recursos hay; tienen que distribuirse mejor”, concluye.
“Balance de experiencia y juventud”
Carlos Arámburo, responsable del Programa de Renovación de la Planta Académica de la UNAM como director de la DGAPA, defiende el proyecto como una oportunidad de brindar a la universidad una planta académica más dinámica, con un balance entre experiencia y juventud que la “fortalezca”. Aparte, reconoce que detrás de esta medida hay un problema de “sustentabilidad financiera”, porque ésta es amenazada por un creciente pasivo laboral.
En entrevista con Proceso, confirma que el envejecimiento de las plantas académicas es “una preocupación” que aqueja a las principales universidades públicas del país, para las que el programa de la UNAM puede ser un “modelo”. Sobre las críticas que han rechazado el plan desde su origen, comenta:
“Como en cualquier institución, no podemos ignorar las presiones financieras que se tienen para salir adelante. Y hay que hacer algo viable. Tratas de ver que se genere un equilibrio. Distribuir. (…) Si no hacemos nada y dejamos que esto se vaya hacia allá (el envejecimiento de la planta), vamos a tener un pasivo laboral muy intenso”.
El funcionario entiende las críticas al programa como parte de una realidad “diversa” en la universidad, y en este caso como producto de la “desinformación” o una “interpretación equivocada de las cosas”.
“En efecto, ha habido un sector que ha cuestionado este programa. Pero ha habido muchísimos sectores a favor de que siga adelante. Quiero mencionar que el SIJA no es la única manera de incorporar personal académico a la universidad, es un programa diferenciado que no se opone ni compite con otros programas que la universidad tiene para seguir contratando a través de concursos abiertos o por artículo 51 al personal académico.
“Esto hace que puedas incorporar personal joven o un poco más maduro. De hecho, en números redondos, nosotros seguimos manteniendo en los últimos cuatro años entre 250 y 300 concursos abiertos convencionales (de contratación) y del orden de 250 contrataciones por artículo 51, que si las comparas con el programa no son minoritarias”, aclaró, por lo que descarta todos las imputaciones de que sea este un programa discriminatorio.
Para el director general de la DGAPA, el objetivo principal es “brindar mejores condiciones de retiro al personal académico de tiempo completo que ya está en una etapa avanzada de su carrera académica y al mismo tiempo ofrecer oportunidades de contratación a jóvenes que se incorporen”.
Y agrega que “otra manera de ver el dinamismo que se está inyectando con este programa es ver cuántos tienen financiamiento para proyectos de investigación por competencia. En la UNAM tenemos un programa de apoyo a proyectos de investigación y de desarrollo tecnológico conocido como PAPIIT (Programa de Apoyo a Proyectos de Investigación e Innovación Tecnológica), para el que uno tiene que concursar por recursos.
“En el caso del grupo potencialmente jubilable este año, únicamente el 5% tienen un proyecto PAPIIT. En el grupo de los jóvenes que se incorporó mediante el programa, 40% tiene un proyecto PAPIIT. Es un indicador de que el programa impacta favorablemente”, indica Arámburo.
Sobre la acusación de que los métodos de contratación favorecen la discrecionalidad de los directores, para él son “leyendas urbanas”:
“Hay que ver cómo son los procedimientos. Participan los cuerpos colegiados. Hay un departamento que selecciona, luego hay un consejo interno que revisa, luego se pasa a una comisión dictaminadora y todavía, al final, un consejo técnico.”
–¿Existe la posibilidad de que en algún momento estos planes, que ahora son voluntarios, se vuelvan obligatorios? –se le plantea.
–Bueno, no está contemplado así en este momento.
FUENTE: PROCESO
AUTOR: SANTIAGO IGARTÚA

¿Qué está pasando en filos de la UNAM: El fin y los medios?


Una serie importante de hechos sociales, de carácter contrastante y acumulativo, se han registrado en nuestra facultad de Filosofía y Letras de la UNAM en estos últimos días, reflejo de procesos nacionales en la construcción de guerra, aterrorizamiento y “encierro social”.

Un grupo de estudiantes y maestros pertenecientes a un colectivo llamado Nos hacen falta, preocupados por los estudiantes de la UNAM desaparecidos o asesinados en los últimos años de la muy mal llamada “guerra al narco”, hizo pública en una conferencia de prensa una lista de 12 de éstos y presentó detalladamente, en una Campaña de Videos, cuatro casos emblemáticos documentados, que ocurrieron en la ciudad de México: de la FES-Iztacala, de Psicología, de Arquitectura y de Filosofía y Letras. Piden a las autoridades de la universidad, que son parte fundamental de esa reserva moral que no se ha activado de manera suficiente en México, que colaboren con firmeza y apoyo claro en la búsqueda de esos desaparecidos y en la justicia para los muertos, asumiendo que son parte de la comunidad; también exhortan a miembros de otras universidades en el país a hacer sus propias “listas de víctimas” de estos años y exigir que sus instituciones “busquen a sus desaparecidos” junto a los familiares. Se trata de una acción central en el terreno de la no-cooperación ante la “normalización del silencio institucional” ante los desaparecidos y muertos por la violencia social, que viene de bandas constituidas por funcionarios de gobierno, gente del delito organizado y empresarios del país.

Sobre el mismo tema, considero también muy importante cómo los jóvenes nos educan a los adultos y ojalá también al Papa, quien vino a un país con 32 mil desaparecidos, 103 mil muertos y cientos de miles de desplazados por la violencia, y no se reunió públicamente -como señal de apoyo y para “dar voz” a esas familias- en forma especial con ninguna de esas familias de víctimas, y su vocero se atrevió a tratar el caso de Ayotzinapa como “uno más entre 27 mil”, ignorando lo que el Vaticano debería saber muy bien: nunca una “acción genocida” como fue la de Iguala, puede ser un caso más. Así, puede que la visita del Papa haya aportado a la cultura y educación para la paz en el país, pero a la construcción de paz en un país en guerra no hizo ningún aporte, al contrario legitimó al victimario al ‘desaparecer’ de sus discursos a las víctimas. Nos dio esperanza que visitara la tumba de “Don Samuel” en Sancris, pero sólo fue un acto simbólico pues Tatic ofreció su vida para dar “voz a los sin voz” de más abajo.

Por otro lado, la rectoría de la UNAM hizo una serie de declaraciones y comunicados acerca del grupo que ocupa el auditorio Che Guevara o Justo Sierra de la Facultad de Filosofía y Letras. Nos parece que hay que tener mucho cuidado en esta situación para no polarizar y aumentar la espiral de guerra. Por supuesto que nos preocupa la toma del auditorio desde el año 2000, su recuperación es una demanda legítima de sectores amplios de la comunidad ante una situación que partió de tomar ese espacio como una forma de romper la exclusión social que había, y que ahora acabó siendo otra forma de exclusión. Es necesario recuperarlo con alguna forma de “mediación social” noviolenta amplia de la comunidad, para que pueda volver a servir a la construcción colectiva de conocimiento, al debate abierto de ideas, y al crecimiento de la reflexión conjunta en toda la comunidad.

Sin embargo, como decía Gandhi: “No hay camino para la paz, la paz es el camino”, y no se puede lograr un fin positivo, como es recuperar ese espacio para la colectividad amplia y total, a partir de la guerra sucia, de la represión, de denuncias sin pruebas de la PGR contra el joven Jorge Esquivel diciendo que llevaba droga y fue apresado como narcomenudista. ¿Cuántos decenas de miles de narcomenudistas hay en el país, en cada secundaria, prepa, uni, esquina de barrio…? ¿Cuántos cientos y cientos hay en CU? ¿Cómo puede ser posible que se mande a una persona en pocas horas, sin mostrar pruebas claras a la sociedad, por un delito así, al penal de máxima seguridad de Hermosillo? ¡De locos la impunidad e injusticia! Es evidente que es muy difícil creer la versión de la PGR, y aunque fuera así, el “castigo totalmente desproporcionado”, y la “criminalización social” dan a pensar que se trató de una vil y burda trampa más del poder, para aumentar la espiral de guerra, despojo y represión en el país.

Rectoría en su comunicado inmediato al hecho, criminalizó con prejuicios, estigmas y apodos al tratar de vándalos, ajenos, delincuentes y narcomenudistas a Jorge y sus compañeros del OkupaChe, olvidando que su tarea principal es la construcción de paz y no aumentar la espiral de la guerra, aún con un fin legítimo como reabrir el auditorio a la comunidad amplia. Algo fundamental en la pedagogía de la paz es “escuchar todas las voces” en conflicto, y no se escuchó a los del Okupa y, en cambio, se “obedeció ciegamente” a otra autoridad: PGR. Según los Okupa, se trató de una “siembra de droga”, Jorge no vendía nada ahí, y fue incluso arrestado por policías de civil en coches sin placas. Sabemos cómo han sido “sembrados” por el poder Mireles, Nestora Salgado, la gente de la CRAC, Semehí Verdia…

Los medios y las autoridades tomaron, haciendo uso del típico “pensamiento periférico”, el momento final de la violencia cuando los del Okupa bloquearon las calles del circuito de CU y realizaron agresiones, ignorando por completo el origen de ese proceso: su desesperación al tener un compañero desaparecido-preso sin ninguna justificación y con lujo de violencia. Podemos diferir en sus métodos de lucha, y creo que lo que hicieron no ayudó a su compañero sino que justificó mediáticamente más la represión brutal y en eso fueron ‘penetrados’ y provocados, pero no hay que olvidar que estaban dignamente siguiendo el ejemplo del colectivo Nos hacen falta al “hacerse cargo” de su compañero desaparecido.
Pero esta acción represiva se da dentro de un proceso nacional de guerra, disciplinamiento y aterrorizamiento social, en nombre de la “seguridad”, concepto de la militarización que nada tiene que ver con la paz, la cual va asociada a la justicia y la interculturalidad. Y entonces surgen otros hechos que llaman la atención y alertan sobre los ataques a la cultura humanista y de humanización de la especie que tanto ha difundido la facultad. Grupos de maestros y estudiantes, están circulando una carta y un documento de algunos Consejeros diciendo que “para conservar las condiciones materiales de seguridad y convivencia” hay que tomar medidas frente a “ese par de problemas interconectados: seguridad y comercio interno”. Así, “la invasión de vendedores ambulantes (de comida y dulces)” que hay dentro de la facultad atentan contra la seguridad y la convivencia, y contribuyen a “los niveles de deterioro creciente de nuestro espacio académico”; “…nuestra facultad se encuentra en un estado de vulnerabilidad general”. Y agregando, con total falsedad, que esta ‘limpieza social’ del espacio se trata de “una demanda unánime”. ¿A quién consultaron? ¿Nos dirán luego que esos vendedores son narcomenudistas?

Nos preguntamos: ¿con base en qué DATOS objetivos y reales se pueden hacer semejantes afirmaciones de aterrorizamiento, para crear condiciones al desalojo y la represión? Porque si no hay esos datos, se trata del puro pre-juicio, del estigma, del “empirismo lógico” que “afirma sin pruebas”; y cuando hablamos de “datos” lo hacemos con rigor científico donde un dato no es la generalización de una excepción. Esta cultura del “encierro” y el terror por la inseguridad, propia de todo el país y gran negocio para el poder, se vio en la misma facultad hace pocas semanas cuando se impuso una “huella digital” para entrar a la sala de maestros, espacio que se supone es símbolo de libertad y diálogo. ¿Aterra que un/a alumno/a entre sin permiso a esa sala exclusiva? ¿Cuántas agresiones y de qué tipo de ‘gravedad’ a maestros/as ha habido en los últimos meses por parte de alumnos/as o vendedores dentro de la facultad? Si la respuesta es cero, o casi, se trata de medidas irracionales, prejuiciadas, o de otro tipo.

Ante todo este avance de la polarización y el encierro (ideológico y físico), son una gran oportunidad de reflexión colectiva amplia en la facultad las Jornadas de “Refléctere”, acción académica de no-cooperación (evitar la inhumana normalización de “dar clases como si no pasara nada”), donde durante toda esta semana se reflexionará en varias clases lo que está sucediendo con la situación de violencia en el país, la justicia, las víctimas, la facultad, el auditorio…en un intento de construir un conocimiento que permita enfrentar desde el diálogo, la construcción de paz y noviolencia a estas situaciones, y así romper con la siembra de la inseguridad y el terror, la polarización y la confrontación prejuiciosa, que son lo que menos necesitan México y la UNAM.

Que el Auditorio Che Guevara o Justo Sierra regrese a su uso ampliado para la totalidad de la comunidad universitaria, pero desde una mediación de cultura de paz y no desde el incremento de la espiral de la guerra. Para ello, la mirada central debe estar en los medios, y no sobre el fin ‘a toda costa’.



Fuente: Desinformémonos
Autor: Pietro Ameglio
http://desinformemonos.org.mx/que-esta-pasando-en-filos-de-la-unam-el-fin-y-los-medios/

Agreden a dos alumnas en los baños de la FCPyS de la UNAM

Ciudad de México.- El día de ayer a través de las redes sociales se denunciaron dos agresiones a alumnas de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales (FCPyS) en la Universidad Nacional Autonoma de México (UNAM) las agresiones se realizaron en dos diferentes momentos; los dos casos en los sanitarios de mujeres del edificio A.
La primera denuncia la realizó una alumna de cuarto semestre, a la cual llamaremos Crespi intentando proteger su integridad, la joven se encontraba en el baño del edificio A ubicado en el primer piso, aproximadamente a las 2:00 denunciaron le arrebataron sus pertenencias; el sujeto que no logro ser identificado como alumno de la facultad escondió la mochila en el baño de los hombres del mismo piso del lado de la explanada principal; inmediatamente la estudiante persiguió y confronto al sujeto, el agresor ante esto solo se limito a decirle que lo golpeara, pero al notar que la chica no sentía miedo y reclamaba sus cosas, no tuvo mas remedio que entregarle sus pertenencias, fue en ese momento cuando pudieron tomarle la foto, antes esto se denuncio al ladrón en el área del jurídico; dónde no pudieron hacer nada, ni siquiera denunciar, solo, por que no sabían el nombre, al final se llevo la foto a Pedro Mundo quien entrego la fotografía a los vigilantes.
La segunda agresión ocurrió en el mismo sitio; el baño de mujeres del edificio A; este se encuentra subiendo por la rampa, los hechos ocurrieron aproximadamente a las ocho de la noche; la compañera que llamaremos “Caro” fue atacada cuando se encontraba sola en los sanitarios en el área de los espejos, cuando de repente un hombre vestido de negro la golpeo fuertemente con una paleta de banca; el golpe fue tal que casi pierde el conocimiento, a pesar de la contusión, Caro pudo salir a pedir ayuda; afortunadamente varios compañeros la auxiliaron; cabe destacar que el agresor no le robo ninguna de sus pertenencias, debido al fuerte golpe, la alumna tuvo que recibir varias suturas, compañeros de Caro refirieron que es una persona tranquila, querida por su familia y gente que la rodean, ademas es egresada de la Facultad y se encontraba tomando una clase.
En dicho grupo diferentes alumnos llamaron a realizar una asamblea para fijar una postura antes estos hechos, algunas encaminadas a restringir el acceso solo a estudiantes, profesores y personal administrativo; sin embargo en meses pasados las mismas alumnas han denunciado agresiones sexuales por parte de los mismos estudiantes; por ejemplo varias chicas han señalado que se les ha intentado grabar en los cubos del baño y cuando lo logran estos videos se suben a Internet.
El 14 de Mayo del 2014 varias alumnas denunciaron al estudiante Juan Carlos Sosa Ramírez que acoso y violento sexualmente a por lo menos tres estudiantes de la FCPyS, fue denunciado varias veces ante el departamento de jurídico de la facultad y nunca se le dio el seguimiento debido; ante esto colectivos feministas realizaron un scratche en la facultad y pidieron que se tomaran medidas; al final Sosa Ramírez fue expulsado (Sin Embargo,2014). El 28 de Agosto del 2015 en la facultad de Ingeniera se realizó un mitin dónde se denuncio la violación sexual por parte de un Alumno de Ciencias, Víctor Hugo Flores Soto, el cual después de la presión ejercida fue expulsado de la máxima casa de estudios (RadioZapote,2015) estos acontecimientos no son aislados y evidentemente tienen que ver con la enorme cantidad de hechos violentos contra las mujeres, y tienen trascendencia en un país dónde se comete un feminicidio cada tres horas (Sin Embargo,2015). Si bien estas agresiones en la facultad aparentemente no pertenecen a estas situaciones que recordamos,  si es una realidad que no solo la gente foránea de la facultad agrede y violenta, sexual, física y psicológica a las compañeras en su escuela.
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Es importante realizar acciones que garanticen la seguridad de todas y todos dentro de la Academia, sin embargo las agresiones de género no solo se resolverán con la instalación de cámaras, o la restricción del acceso a las instalaciones; Como universitarios se necesita reflexionar acerca de los roles, como hombres y mujeres, es hora de tener una postura frente al holocausto feminicida en nuestro país y llamarle y reconocerle como eso; una reacción violenta y fatal ante el surgimiento de un nuevo pensamiento feminista.

Fuente: Radio Zapote
Autores: Comité Editorial
http://www.radiozapote.org/agreden-a-dos-alumnas-en-los-banos-de-la-fcpys-de-la-unam/

Rector de la UNAM critica reforma educativa de Peña; sólo es administrativa, dice

MÉXICO, DF (apro).- El rector de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Enrique Graue Wiechers, criticó los alcances de la reforma educativa impulsada por el presidente Enrique Peña Nieto.
Afirmó que se trata de una reforma que sólo toca aspectos administrativos.
“Tengo mi punto de vista sobre la reforma educativa, es un primer paso pero no es una reforma educativa, hasta este momento es una reforma en la forma de contratación de los profesores y evaluación de ellos, esperamos ver la verdadera reforma educativa pronto.
“(Falta ) reformar la educación (..) modelos educativos, contenidos, materias, eso es lo que es una reforma educativa y está por verse. Es el paso que sigue”.
La reforma educativa de Peña Nieto avanza entre la oposición de buen parte del magisterio que se concentra principalmente en los estados de Chiapas, Michoacán, Guerrero y Distrito Federal.
Apenas el martes, un maestro falleció en medio de una trifulca entre policías y maestros ocurrida en Chiapas.
Graue encabeza la última sesión de año de Consejo Universitario de la Universidad, en la que se analizará y aprobará su presupuesto para el 2016, que asciende a 39 mil 381 millones de pesos, de los cuales 35 mil 81 millones son recursos federales y, el resto, ingresos propios.
Fuente: Proceso
http://www.proceso.com.mx/?p=423023