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La reforma política es el resultado del diálogo, dicen Peña y Mancera

MÉXICO, DF (apro).-Con poco más de dos años de retraso y sin los alcances esperados, el jefe de Gobierno capitalino Miguel Ángel Mancera tuvo finalmente su recompensa por haberse alineado y defender el Pacto por México, el acuerdo político ideado por el presidente Enrique Peña Nieto para emprender una serie de reformas en áreas antes reservadas al Estado, como el sector energético.
Feliz por colgarse la medalla que sus dos últimos predecesores no pudieron, Andrés Manuel López Obrador y Marcelo Ebrard, Mancera festinó la promulgación de la reforma política que devuelve parcialmente a los capitalinos derechos políticos conculcados en 1928, a raíz de la desaparición del régimen municipal.
“Este es resultado de un trabajo con consenso, donde se dejaron de lado agendas particulares y actitudes sectarias, es el resultado del diálogo”, remachó el mandatario capitalino en el Palacio Nacional, donde nunca pusieron un pie López Obrador ni Ebrard Casaubón en sus respectivas administraciones.
A pesar de que la conformación de la Asamblea Constituyente no dejó satisfechos ni a los propios autores de la reforma –el PRI tendrá una sobrerrepresentación artificial siendo minoría en la capital y por ende derecho de veto–, y de que la Federación mantendrá la tutela sobre el gobierno de la Ciudad de México en materia de deuda pública, el mandatario capitalino exaltó las bondades de los cambios constitucionales que entrarán en vigor de manera gradual.
Puntualizó que no se dará ni un paso atrás a las conquistas logradas en la Ciudad de México, y convocó a todos los ciudadanos a trabajar en la elaboración de lo que será la primera Constitución de la capital del país.
Asimismo, dijo que la Carta Magna deberá ser moderna, de avanzada, de tal modo que en un momento dado sirva de referente para el rediseño de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos.
Previamente, el presidente Peña resaltó que la reforma política de la Ciudad de México es un triunfo del diálogo, de la democracia y de los habitantes de esta capital, así como otro logro del Pacto por México.
También se comprometió a designar a personas de excelencia, comprometidas con la Ciudad de México más allá de su perfil partidista para la conformación de la Asamblea Constituyente. De los 100 diputados que conformarán el órgano legislativo que se encargará de elaborar la Constitución de la Ciudad de México, el Ejecutivo federal podrá designar a seis, igual número que el Jefe de Gobierno, y las cámaras de Senadores y de Diputados 14 cada una. Los 60 restantes se elegirán según el principio de representación proporcional mediante una lista votada en una sola circunscripción plurinominal.
En el patio de honor de Palacio Nacional y ante unos 300 invitados, el presidente Peña dijo que es un gran día para el federalismo, la democracia y la vida republicana.
La democracia –prosiguió– avanza, da un paso más en el largo proceso histórico que ha dado forma a instituciones y al régimen jurídico nacional.
“Así se escribe la historia: con determinación y visión de futuro, poniendo por delante las demandas de la sociedad”, subrayó Peña Nieto.
Según Peña, la nueva Constitución de la capital del país contendrá las libertades y aspiraciones de que gozarán sus habitantes y la Asamblea Constituyente será un hito de la historia política reciente y cuyos integrantes -insistió el Ejecutivo- deben actuar con responsabilidad, eficacia, visión de Estado y por encima de fracciones y partidos políticos para crear así un instrumento jurídico de vanguardia.
Al final de su intervención, se fundió en un abrazo con Mancera, imagen que enmarcó el evento protocolario.
Inmediatamente después de la ceremonia, la Secretaría de Gobernación (Segob) publicó en el Diario Oficial de la Federación (DOF) el decreto que reforma y deroga diversas disposiciones de la Constitución, para concretar la reforma política de la Ciudad de México.
“La Ciudad de México es la entidad federativa sede de los Poderes de la Unión y capital de los Estados Unidos Mexicanos; se compondrá del territorio que actualmente tiene y, en caso de que los Poderes federales se trasladen a otro lugar, se erigirá en un Estado de la Unión con la denominación de Ciudad de México”, señala el Artículo 44 recién modificado.
De acuerdo con los artículos transitorios, el decreto entrará en vigor al día siguiente de su publicación, pero los ordenamientos legales para el Distrito Federal, ahora Ciudad de México, continuarán aplicándose hasta que inicie la vigencia de aquellos que los sustituyan.
Asimismo, las normas sobre la elección de los poderes locales de la Ciudad de México se aplicarán a partir del proceso electoral de 2018.
Una vez publicada la Constitución Política de la Ciudad de México, la Asamblea Legislativa del Distrito Federal (ALDF) deberá expedir las leyes reglamentarias de los Poderes Legislativo, Ejecutivo y Judicial, que deberán vigor una vez que lo haga la Constitución local.
La ALDF también podrá legislar sobre los procedimientos e instituciones electorales que resultarán aplicables al proceso electoral 2017-2018.
Todos los inmuebles ubicados en la Ciudad de México que estén destinados al servicio que prestan los Poderes de la Federación, continuarán bajo la jurisdicción de los poderes federales.
Los jueces y magistrados del Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal se integrarán en el Poder Judicial de la Ciudad de México, una vez que éste inicie sus funciones, de conformidad con lo que establezca la Constitución Política local.
“Los ciudadanos que hayan ocupado la titularidad del Departamento del Distrito Federal, de la Jefatura de Gobierno o del Ejecutivo local, designados o electos en ningún caso y por ningún motivo podrán ocupar el de Jefe de Gobierno de la Ciudad de México, ni con el carácter de interino, provisional, sustituto o encargado de despacho”, señala a su vez el transitorio décimo quinto del decreto.
A continuación se reproducen los cambios que sufrirá la Ciudad de México a partir de mañana y hasta el 2018:
–La capital pasa de ser Distrito Federal a Ciudad de México (CDMX).
–La CDMX será ahora entidad federativa con autonomía propia para que pueda elaborar su propia Constitución.
–Los titulares e integrantes de los poderes Legislativo, Ejecutivo y Judicial de la CDMX tendrán las mismas responsabilidades que los titulares e integrantes de los tres poderes en los estados.
–El Senado ya no podrá remover al Jefe de Gobierno.
–El jefe de Gobierno podrá designar o remover al secretario de Seguridad y al procurador General de Justicia, facultad que antes estaba reservada al Ejecutivo federal.
–El presidente conservará el mando de la policía en la capital.
–Las 16 delegaciones se transformarán en alcaldías y contarán con un alcalde y concejales.
–El Congreso de la Unión deberá asignar a la CDMX un bono de capitalidad por ser la sede de los poderes de la unión.
–El gobierno federal mantendrá la tutela en materia de educación y salud.
–La deuda pública de la CDMX se mantendrá igual, es decir, la Federación fijará su techo de endeudamiento.

Fuente: Proceso
http://www.proceso.com.mx/?p=428164

Capital rebelde

MÉXICO, D.F: El proceso de elaboración de una Constitución para la Ciudad de México sería una oportunidad de oro para articular la amplia diversidad de corrientes opositoras al régimen de oprobio que hoy nos mal gobierna.

Los 9 millones de habitantes del Distrito Federal se encuentran entre los más participativos y visionarios del país. Un proceso verdaderamente democrático que permitiera el libre flujo de ideas podría generar una explosiva sinergia ciudadana contagiando a las otras entidades del país con un espíritu rebelde y renovador.

Desde hace décadas los capitalinos han estado a la vanguardia en las transformaciones políticas nacionales. La histórica participación solidaria en respuesta al terremoto de 1985 en la Ciudad de México dio una contundente lección al régimen autoritario y neoliberal encabezado por el presidente Miguel de la Madrid.

Y las sorpresivas victorias electorales de la izquierda durante las primeras dos elecciones para la jefatura de gobierno, primero con Cuauhtémoc Cárdenas en 1997 y después con Andrés Manuel López Obrador en 2000, generaron una enorme esperanza entre la población de que era posible concretar una nueva forma de hacer política.

Hoy los habitantes del Distrito Federal siguen siendo los ciudadanos quienes tienen menos tolerancia para las mentiras del PRI y del PAN. Las elecciones de 2006 y 2012, tanto para la Presidencia de la República como para la jefatura de gobierno, casi desaparecieron al PRI del mapa político en la capital y han mantenido al PAN con una representación estrictamente minoritaria. Y actualmente los capitalinos reprueban de manera contundente tanto a Miguel Ángel Mancera como al PRD por su actitud represora, su deleznable servilismo a Enrique Peña Nieto y su abierta complicidad con el régimen de corrupción neoliberal.

Sin embargo, si bien predomina una actitud crítica y consciente, los “chilangos” también somos víctimas de sectarismos y desconfianzas propios de la vida urbana que debilitan nuestra capacidad de acción colectiva. La intensidad de la vida profesional, personal y escolar también obstaculiza la coordinación de esfuerzos. En lugar de caminar juntos a favor de una meta común, la dinámica de la vida en el Distrito Federal empuja a los capitalinos hacia la multiplicación de nuevas iniciativas, muchas relevantes e importantes pero sin articulación alguna entre sí.

La construcción de una Constitución para la Ciudad de México ayudaría enormemente a superar estos problemas de desarticulación y desconfianza. En este proyecto podrían confluir fácilmente radicales y moderados, organizaciones populares y organizaciones civiles, militantes de Morena y “anulistas”, líderes estudiantiles y sindicalistas, jóvenes y personas de la tercera edad, trabajadores informales y formales, tuiteros y facebookeros. Si el proceso se abriera auténticamente a la participación de la población en su conjunto, se podría generar un pequeño laboratorio para un eventual nuevo constituyente también a nivel federal.    

La población mexicana reclama y demanda nuevas oportunidades para la participación democrática. Frente al derrumbe de la confianza ciudadana en las instituciones realmente existentes urge iniciar procesos de articulación social y política para ir reconstruyendo nuestra capacidad de soñar y actuar juntos.

Ello es el contexto para la trágica decisión del Senado de la República de cerrar al máximo el proceso de elaboración de la Constitución de la Ciudad de México. De acuerdo con la versión aprobada, hoy en espera de su análisis y votación en la Cámara de Diputados, 40 de los 100 integrantes del Congreso Constituyente serían elegidos por los partidos del Pacto por México, incluyendo 28 legisladores federales en funciones y 12 nombrados por “dedazo” por Enrique Peña Nieto y Mancera. Los otros 60 serían electos por la población, pero sin un verdadero proceso de auscultación, debate y participación ciudadana o garantías con respecto a la representatividad de la diversidad de los sectores e intereses sociales en la capital.

El objetivo político es claro. Se busca evitar a toda costa que el nuevo constituyente en el Distrito Federal rompa con las arraigadas prácticas de simulación institucional y exclusión ciudadana consolidadas dentro del marco del Pacto por México. Peña Nieto y Mancera saben perfectamente bien que un proceso verdaderamente democrático podría destapar un amplio proceso de esperanza y acción ciudadana en todo el país, similar a lo que ocurrió con la Convención de Aguascalientes de 1914.


Los capitalinos merecemos más y el país merece mejor. En lugar de utilizar el nuevo constituyente para consolidar la simulación autoritaria y traicionar a los capitalinos, habría que aprovechar este proceso histórico para resucitar y regenerar la esperanza ciudadana. 

FUENTE: PROCESO.
AUTOR: JOHN M. ACKEERMAN.

Habrá ‘dedazo’ en el DF y favorecerá al PRI: analistas

Aunque ya la aprobó el Senado, falta que la reforma política del DF sea discutida por la Cámara de Diputados y, por tratarse de cambios constitucionales, también deberá ser revisada por los congresos locales.

La reforma política del DF, aprobada por el Senado, contiene puntos controvertidos y se pueden presentar objeciones, en el tema de la Asamblea Constituyente -que se encargará de redactar una Constitución-, pues ésta tendrá “designaciones de dedo”, por parte del presidente Enrique Peña Nieto, y al quedar conformada favorecería al PRI, quien tiene “pocas simpatías” en la capital, señalaron analistas en entrevista para Aristegui CNN.

El analista político Francisco Paoli Bolio expuso: ”Tengo objeciones en el orden formal, jurídico, constitucional, y tengo objeciones en el constituyente, o lo que están llamando constituyente, en la designación de dedo, porque si va a ser un estado libre y soberano, como los otros 31, tienen que ser electos por el soberano, el soberano es el ciudadano, es el que tiene derecho… yo creo que son demasiados cien, están haciendo cien para tener cuotas qué repartir”.

Lo anterior lo comentó en referencia a que serán 100 los diputados locales que conformen la Asamblea Constituyente, de los cuales 40 serán designaciones, no por elección; “eso va a tener cierta ilegitimidad”, consideró.

Vamos a ver qué pasa en la Cámara de Diputados y “no sé si va a haber mayoría en las entidades federativas”, agregó.

A pregunta expresa de qué calificación le pondría a la reforma, respondió que cuatro. “Hay un acuerdo para que esto salga ya, por lo visto, y no están siendo atendidos los principios constitucionales”, lamentó

“Estoy de acuerdo en que hay que buscar las fórmulas para que los ciudadanos que vivimos en la Ciudad de México tengamos los mismos derechos y las mismas responsabilidades que tienen el resto de los ciudadanos que viven en estados de la República, pero eso no quiere decir que sea con las misma fórmulas. Ni somos estado ni vamos a serlo… ni somos un régimen municipal, porque sólo los estados pueden tener un régimen municipal. Y creo que no es factible tener un constituyente. La Constitución del Distrito Federal está en el artículo 122 de la Constitución federal”, señaló.

“No sé si se va a aprobar en el Senado con los términos que son adecuados de acuerdo con la teoría constitucional y política, porque se está habalando de una Constitución, y las constituciones las tienen los estados, sea estado nacional o entidades federativas, son libres y soberanos. No sé si una ciudad pude tener una Constitución. Mi primera duda es si realmente procede una Constitución”, mencionó.

Apuntó que con las reformas se otorga al gobierno (del DF) una serie de facultades que no tiene ahora, como nombrar al jefe de la policía y al procurador.

Por su parte, Antonio de la Cuesta, director de análisis político del CIDAC, señaló que en esta reforma “son 53 cambios a artículos constitucionales, la mayoría de los cuales lo único que hacen es cambiar o borrar el nombre de Distrito Federal y cambiarlo por entidades federativas , e incluir en ese corpus a lo que va a ser la Ciudad de México. Hay despropósitos tales como en el artículo 44 que se dice que en un dado caso de que los poderes Federales salgan de esta demarcación, incluso perderíamos nosotros el nombre de Ciudad de México”.

El analista sostuvo que  la Constitución de la Ciudad de México ya está pactada y va más allá de lo jurídico.

Se trata de “un acuerdo político de redistribución de fuerzas en el Distrito Federal, el cual va a favorecer principalmente al partido que detenta el gobierno federal, es decir al PRI, porque el PRI que es el partido que menos simpatías tiene en el Distrito Federal y esto es una cosa histórica, va a tener una representación importante en el Constituyente”.

Apuntó que el PRI podría tener hasta 32 de los 100 constituyentes, es decir la tercera parte del cuerpo serían priistas o cercanos al PRI, contrario a lo que ha ocurrido históricamente en las elecciones del DF.

Quienes harán la Constitución, remarcó, serán los cuarenta asignados por diferentes poderes, mientras los otros sesenta se van a someter a votación el 6 de junio de 2016 y ”de acuerdo a la proporcionalidad de cada partido, esos sesenta serán distribuidos”.

Precisó que los cien que redactarán la Constitución serían: 40 por designación, entre ellos 14 senadores, 14 diputados, 6 designados por el presidente Enrique Peña Nieto y 6 por el jefe de Gobierno Miguel Ángel Mancera. Mientras que los otros 60 serán elegidos en 2016.

Para el director no habrá un cambio sustancial, pues las delegaciones, que pasan a ser alcaldías, no serán en realidad municipios.

“Si realmente fuéramos a tener un cambio sustantivo, o es decir que las delegaciones se convirtieran en municipios, y no lo va a ser. Van a ser alcaldías nombradas, siguen siendo delegaciones, sin los poderes que a la fecha tienen los municipios”.

“El que sí va a quedar empoderado es el jefe de Gobierno de la Ciudad de México”, agregó.


Bolio calificó las reformas con un 4, mientras que de la Cuesta le dio un 5 de calificación.

FUENTE: ARISTEGUI NOTICIAS.
AUTOR: REDACCIÓN.

AMLO tacha de “antidemocrática” a la reforma política del DF

Ecatepec, Méx. Al señalar que la reforma política del Distrito Federal es “antidemocrática y un retroceso" porque no es posible que desde el gobierno se quiera decidir quiénes van a ser diputados, Andrés Manuel López Obrador consideró que es un insulto que quieran crear un aparato burocrático costosísimo habiendo tanta necesidad en la Ciudad de México.

“La reforma política es para someter al DF e imponer al PRI. Y si Mancera hizo ese acuerdo se equivocó, es un error, porque además se está pisoteando un principio democrático universal. Cómo se les ocurre designar a quiénes va a ser representantes populares, eso fue lo que hizo Hernán Cortés cuando llegó a conquistar a México, se autonombró gobernante de México, señor de México, sin que lo eligiera nadie. Cómo va a ser que en la Ciudad de México no se elija a los diputados y que los nombre (Enrique) Peña o el corrupto sinvergüenza de Beltrones o el del Senado, Gamboa, es un retroceso, es una aberración, eso debe ser rechazado".

“Llamo a que no se apruebe esa reforma, que se pare ahí en el Congreso, que se revise, que se le pregunte a la gente, que haya una consulta. Cómo va a ser posible, es un insulto el que quieran nombrar a los diputados, que no los elija el pueblo, es la verdad antidemocrático, es una aberración”, dijo.

En entrevista, López Obrador explicó que como ex jefe del Distrito Federal no está de acuerdo con la reforma política aprobada en el Senado, principalmente por dos razones. La primera, argumentó, que en la reforma no hay democracia porque no es posible que desde el gobierno se decida quiénes van a ser diputados.

“Ni en la época de Porfirio Díaz se hacia eso, en aquel entonces había fraude, pero se cuidaban las formas, había elecciones, ahora cómo va a ser por designación, cómo va ir un representante popular supuesto, o cómo va a ser un supuesto representante popular nombrado por la autoridad y no por el pueblo. Claro que no estoy de acuerdo con eso”.

En segundo lugar, afirmó, la reforma política del Distrito Federal es un gasto excesivo, oneroso y un insulto, porque quieren crear todo un aparato burocrático costosísimo habiendo tanta pobreza y tanta necesidad en la Ciudad de México y en lugar de utilizar los recursos para programas como apoyo al adulto mayor, quieren crear más burocracia.

"Y que tiene que ver (Enrique) Peña, el corrupto de Peña, el ladrón de Peña, en la designación de representantes populares en el Distrito Federal. ¿Quién es Peña?, que lo decida la gente, en el Distrito Federal la gente no quiere al PRI, en el país se rechaza al PRI, pero mucho más en el DF. ¿A cambio de qué Peña va a decidir sobre los representantes populares?”, expresó.

Andrés Manuel sostuvo que si es necesario un cambio en el Distrito Federal pero con independencia y que sea el pueblo el que elija a sus autoridades y que haya austeridad republicana. “Osea que no sigan creando aparatos burocráticos que a final de cuentas están al servicio de la mafia en el poder, puro político corrupto y achichincle de los potentados”.

Pide liberar a delegado


El presidente del Consejo Nacional de Morena encabezó en Ecatepec un mitin en apoyo a los candidatos de su partido a diputados federales y, en la plaza del poblado de San Pedro Xalostoc, ante unos 500 simpatizantes exigió la libertad del delegado de la comunidad, José Guadalupe Martínez Pallares y otro vecino que el pasado lunes fueron detenidos por granaderos de la policía estatal, cuando bloqueaban la autopista México-Pachuca para exigir seguridad en su colonia y escuelas de la zona, ante ola de rumores por el robo de menores en los colegios.

“Exigimos a Eruviel Ávila la inmediata liberación del delegado de San Pedro Xalostoc y también al que manda en el estado de México, Luis Miranda, el subsecretario de gobierno. Vamos a denunciar el problema que está viviendo Xalostoc y la represión de la que fue objeto.

"Pedimos la libertad del compañero que esta detenido de manera injusta. Aquí en Xalostoc está la prueba de que hay mucha inseguridad, mucha violencia en Ecatepec y estado de México y que la gente está buscando protección y cuando protesta se le reprime y los encarcelan, todo esto se tiene que saber”, finalizó.

FUENTE: LA JORNADA.
AUTOR: Javier Salinas Cesáreo.

Diputados frenan la reforma política del DF

Los diputados del PRI, PAN, PRD y Panal no lograron un consenso para que el dictamen aprobado por el Senado sea discutido en el pleno de la Cámara de Diuputados.

Un día después de que el Senado aprobó la reforma política del Distrito Federal, la Cámara de Diputados no discutirá el dictamen en el pleno, luego de que los partidos Acción Nacional y Nueva Alianza se manifestaron en contra, mientras que los legisladores del PRI y del PRD indicaron que tienen dudas sobre el tema.

El coordinador de los diputados panistas, Ricardo Anaya, aseguró que su bancada votaría en contra de la reforma, ya que, consideró, que la aprobación “al vapor” de ese dictamen significaría un despropósito.

“Nos parece un despropósito pretender que una minuta que se está recibiendo el día de hoy y que implica una profunda reforma constitucional se estuviera aprobando mañana.

“No estamos de acuerdo en que se procese al vapor y tenemos señaladas diferencias con la minuta, en la que se están sobrerrepresentando el PRI y el PRD en la Asamblea Constituyente”, manifestó Anaya, de acuerdo con el diario Reforma.

El coordinador de los diputados perredistas, Miguel Alonso Raya, indicó que su bancada tampoco ha logrado el consenso sobre el dictamen que les envió el Senado. Explicó que el principal cuestionamiento está en la conformación de la Asamblea Constituyente.

Manlio Fabio Beltrones, coordinador de los diputados del PRI, confirmó que no hay condiciones para aprobar la reforma política del DF y agregó que será hasta la próxima legislatura cuando el tema sea retomado, puesto que se quedará en la Comisión de Puntos Constitucionales, donde deberá ser analizada a fondo.

Horas antes, Ricardo Anaya había asegurado que se requiere más tiempo para analizar la reforma del Distrito Federal, puesto que a su partido le preocupa que se crearía una sobrerrepresentación del PRI y del PRD en la Asamblea Constituyente.

“Sin duda es una buena reforma de gran trascendencia, pero debo decir con toda franqueza, sí tenemos tres legítimas preocupaciones que se traducen hasta cierto punto en objeciones que tendrían que ser escuchadas sin lo cual nosotros no podríamos acompañar la reforma”, dijo en entrevista con Denise Maerker en Radio Fórmula.

La primera es un tema de tiempo, debido a que, dijo, los diputados apenas conocieron de manera formal el dictamen “y se pretende que esto se vote el día de mañana”.

Agregó que otra de las objeciones de su partido es que no encuentran una razón para que 40% de los integrantes de la Asamblea Constituyente sean designados sin intervención directa de los ciudadanos.

La reforma política del DF se aprobó el martes 28 de abril en el Senado con 79 votos a favor, 19 en contra y 0 abstenciones.

El dictamen establece que la Ciudad de México sea una entidad federativa, con autonomía constitucional en todo lo concerniente a su régimen interior y a su organización política y administrativa, un Congreso local y 16 alcaldías.


Indica que una vez que entre en vigor, la capital del país tendrá, al igual que los estados de la Unión, la posibilidad contar con su propia Constitución.

FUENTE: ANIMAL POLÍTICO.
AUTOR: REDACCIÓN.

El ‘dedazo’ de la Capital

Pese al acuerdo de los partidos para sacar adelante la Reforma Política del DF, los senadores expresaron sus dudas respecto a las transformaciones de fondo y no solo de nombre.

La llamaron “Frankestein”, vacilada y hasta  bodrio, pero al final la Reforma Política del Distrito Federal fue aprobada en lo general en el pleno del Senado de la República en medio de un ambiente de dudas, incertidumbre e inconformidad por la forma en que integrará la Asamblea Constituyente.

Algunos de los que votaron a favor, lo hicieron con la reserva de no aceptar ni estar de acuerdo con la forma en la que se designará a los 100 constituyentes, 60 por votación y 40 por designación.

Es ese “dedazo”, como lo calificaron algunos de los senadores, el tema medular que acaparó gran parte del debate.

“Porfirio…perdieron eh, y feo”, le lanzó desde la tribuna Manuel Bartlett a Porfirio Muñoz Ledo, comisionado para la Reforma Política del Distrito Federal.

El senador del PT fue uno de los que opuso de manera contundente a la aprobación del dictamen en los términos en los que fue presentado.

“¿Cómo no les da vergüenza?”, exclamó Bartlett en alusión a la forma en que repartirán los 100 espacios de la Asamblea Constituyente. “Ahí vamos a tener a 14 senadores impuestos. Senadores y Constituyentes en el DF. Dame y te doy, la rebatinga es la rebatinga”

La dos veces que hizo uso de la tribuna el expriista expuso que el gran ganador de la Reforma Política no son los capitalinos ni siquiera el PRD sino el PRI, quien estaría negociando su entrada al territorio donde no tiene presencia política.

No solo el petista se opuso. Desde las filas del PRI, el senador Omar Fayat dijo que haría honor a la palabra empeñada de su grupo parlamentario pero no dejo de calificar de bodrio el documento.

“Nada de eso que hemos platicado desde hace muchos años quedó contemplado en este ‘Frankestein’, así es como se puede llamar a este pegotero de ideas. Es una pena. Pretende maquillar, es una simulación, es un absurdo, una vacilada”, externó.

Fayad arremetió también contra el operador de la Reforma, Muñoz Ledo, al criticar que solo se le cambiaron de nombre a las delegaciones, pero que en la esencia no se les dio una autonomía presupuestal y de gasto pues no se les soltó la chequera, por lo que seguirán sin personalidad jurídica.

“No podemos dejar ese bodrio, nos lo va a reclamar la historia. No se vale que lo hagamos. Nos hemos pasado”, dijo.

La idea que prevaleció en el Senado fue que pese a las deficiencias, huecos y faltantes era mejor aprobar el dictamen y después trabajar en su depuración.

La panista Gabriela Cuevas dio muestra de este sentir.

“Las delegaciones tendrán un mero bautizo como alcaldías, lo demás permanecerá intacto”, sin embargo, celebró que ayer por fin aunque sean estos avances pudiera llegar la votación.

“Mejor que no hacer nada y quedarnos con los brazos cruzados. Un paso importante aunque no el definitivo”, recalcó la panista que también votó a favor.

La reforma

> Permitirá modificar la estructura jurídica del Distrito Federal, que desde ahora se denominará Ciudad de México.

> No tendrá carácter de ‘entidad federativa’, pero tendrá más autonomía de la Federación en todo lo concerniente a su régimen interior y a su organización política administrativa.

> Las delegaciones se convertirán en alcaldías y tendrán un Consejo Electo.

> El alcalde gobernará junto con representantes ciudadanos.

> El Constituyente estará formado por 60 ciudadanos electos por el voto directo y 40 designados por el presidente de la República, el jefe del gobierno del  Distrito Federal y el Congreso de la Unión.

> La ciudad podrá contar con la facultad para aprobar su deuda pública.

> El titular del Poder Ejecutivo se denominará jefe de Gobierno de la Ciudad de México y ya no jefe de Gobierno del Distrito Federal. 

> El ejercicio del Poder Legislativo se deposita en la Legislatura o Congreso de la Ciudad de México, el cual dejará de ser Asamblea Legislativa del Distrito Federal.

El dedo en la llaga

Dolores Padierna aunque se declaró a favor de la Reforma puso el dedo en la llaga en el tema de cómo se elegirán a los constituyentes.

Dijo que el dictamen que se aprobó ayer los coloca en la ruta deseada pero es de lamentar los “constituyentes de a dedo” , en franca oposición a que sean los diputados, senadores, el presidente y el jefe de Gobierno en turno, quienes los elijan.


Si todo sale conforme a los plazos, Miguel Ángel Mancera podrá adjudicarse el mérito de haber heredado a la capital su Constitución.

FUENTE: PROCESO.
AUTOR: ICELA LAGUNAS.

Asamblea a modo

Para algunos expertos, al aprobarse la Reforma Política del DF, los ciudadanos comunes tendrán menos posibilidades de acceder a la Asamblea Constituyente, pues si una persona quiere integrarse deberá presentar más de 73 mil firmas ante el INE.

De acuerdo con el esquema aprobado de la Reforma Política del DF, los ciudadanos comunes tienen menos posibilidades de acceder a la Asamblea Constituyente de la nueva Constitución Política de la Ciudad de México, coincidieron expertos.

El Senado aprobó este martes la reforma política del Distrito Federal, con lo que se dota de un régimen constitucional a la capital mexicana.

De acuerdo con lo aprobado, la Asamblea Constituyente se constituirá por 100 integrantes. De ellos, 60 serán electos por el principio de representación proporcional, que serán votados en la lista de una sola circunscripción plurinominal.

La elección de esos 60 miembros ocurrirá el domingo 5 de junio, y comenzarán a trabajar a partir del 15 de septiembre del 2016, fecha límite para que el jefe de Gobierno capitalino entregue el proyecto de Constitución Política.

También podrán postularse candidatos independientes, quienes tendrán que recolectar el 1 por ciento de las firmas de los ciudadanos inscritos en el padrón electoral de la Ciudad de México.

Es decir, si un ciudadano quisiera ser considerado para participar en la Asamblea Constituyente, deberá presentar 73 mil 668 firmas ante el Instituto Nacional Electoral (INE), autoridad que estará encargada de organizar el proceso de elección.

Los partidos políticos podrán participar en las candidaturas postulando a diputados constituyentes.

Además de los 60 legisladores electos, habrá otros 40 diputados constituyentes que llegarán designados desde varias esferas del poder.

Por un lado, el presidente de la República podrá designar a seis miembros de la Asamblea; lo mismo el jefe de Gobierno del Distrito Federal.

El Senado y la Cámara de Diputados deberán designar a 14 senadores y diputados cada uno, para que participen en el Constituyente.

El senador perredista Mario Delgado, presidente de la Comisión del Distrito Federal, denunció que con la construcción de la Asamblea Constituyente no representará la conformación política del Distrito Federal, donde el PRI es minoría, pero tendrá mayoría en el órgano.

De acuerdo a sus proyecciones, el tricolor y su aliado, el PVEM, podrían hacerse hasta de un 32 por ciento de la Asamblea Constituyente; el PAN se quedaría con un 16 por ciento; el PRD, con 26 por ciento; Morena, con 19; y los demás partidos, con un 7 por ciento.

“Los senadores y diputados serán designados en su mayoría por el PRI y el PAN, además de las designaciones de Enrique Peña Nieto, le van a generar al PRI una sobrerrepresentación artificial en que no tienen por la vía electoral”, acusó Delgado.

Según constitucionalistas, la conformación aprobada de la Asamblea Constituyente pone en peligro la redacción de la Constitución de la Ciudad de México, sobre todo en la participación política de la ciudadanía.

Partidos, con miedo de los ciudadanos

Jaime Cárdenas Gracia, abogado constitucionalista e investigador del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM, consideró que los partidos políticos buscan hacerse del control de la Asamblea Constituyente por temor al empoderamiento de los ciudadanos.

“Quieren hacer una Constitución a la medida de las nomenclaturas de las élites de los partidos, y no una Constitución a medida de los ciudadanos. ¿Qué les da pánico? Les atemoriza un Constituyente donde, por ejemplo, se tengan muchos mecanismos de participación ciudadana que ahorita no existen en la Ciudad de México.

“Rechazarían, por ejemplo, que hubiera propuestas como la elección directa de los magistrados del Tribunal Superior de Justicia o del voto ciudadano. Lo que están previniendo, con este procedimiento elitista, son propuestas de democracia radical, están demostrando que no quieren una democracia cercana a los ciudadanos”, señaló Cárdenas en entrevista.

Para el académico, un Constituyente conformado por diputados emanados de las fuerzas políticas se convierte en un congreso elitista, alejado de la ciudadanía y sus necesidades.

“Están elitizando el procedimiento para que el control lo tengan unos cuantos líderes de la Asamblea Constituyente; es decir, para que se pongan de acuerdo el PRI, el PAN y el PRD.

“Es una Asamblea Constituyente muy elitista, muy partidocrática, poco democrática, con poco espacio para la participación de los ciudadanos”, expuso el catedrático.

La única forma en que la Asamblea Constituyente esté totalmente legitimada sería que estuviera conformada por líderes sociales, con representación de todos los sectores, comentó Cárdenas, porque así como estará formada “no es suficientemente democrática”.

En ella, sostuvo, deberían participar todo tipo de personas, desde expertos en cuestiones legales, hasta empresarios, trabajadores, académicos o amas de casa que representen a un sector social.

Cárdenas va más allá. Para el constitucionalista, el proceso de conformación de la reforma política del Distrito Federal es débil de raíz, pues se debió llevar a cabo un referéndum para, incluso, saber si la ciudadanía quería que hubiera una nueva Constitución y la forma de organización que debía tener la Ciudad de México.

Un modelo en peligro

Para Francisco Burgoa, abogado constitucionalista y catedrático de la Facultad de Derecho de la UNAM, si no se permite a los ciudadanos llegar a la Asamblea Constituyente, se pondría en peligro la conformación del modelo de Ciudad que se requiere.


Aunque el envío del proyecto de la Carta Magna de la Ciudad de México será facultad exclusiva del Jefe de Gobierno del Distrito Federal, Burgoa insistió en que éste debe ser enriquecido por una Asamblea totalmente autónoma y que no sea solo comparsa de las autoridades de la capital.

“Se busca que una Asamblea Constituyente tenga una representación plural, pero hasta donde los diputados que conformen esta Asamblea van a tener la libertad para discutir los temas de la propia Constitución.

“Porque si la Asamblea Constituyente solamente va a fungir como un órgano de legitimación del proyecto que envíe el jefe de Gobierno, no me parecería lo más apropiado”, criticó Burgoa.

Además, quienes sean llamados a formar parte de esa Asamblea Constituyente no deberían obedecer a criterios partidistas, sino a un interés general de construir el andamiaje de la Ciudad de México.

“Nosotros como ciudadanos queremos tener la confianza ciega de que la Asamblea Constituyente goce de una autonomía en la toma de sus decisiones y goce de una pluralidad. ¿Cómo lo vamos a lograr? En la medida que se haga una reforma en donde se pueda dar esa garantía”, consideró.


Burgoa sugirió que el proyecto de Constitución pueda ser construido por entidades académicas de prestigio, aunque lo presente el jefe de Gobierno, para garantizar que no sea una Carta Magna que obedezca solo a criterios políticos.

FUENTE: REPORTE INDIGO.
AUTOR: IMELDA GARCÍA.

Destraban nudo de reforma política

Tras más de dos años cabildeando la reforma política, Miguel Ángel Mancera habría obtenido el apoyo del Gobierno Federal para que mañana el Senado apruebe darle mayor autonomía al Distrito Federal.

Los cabilderos del Senado y actores de la Reforma Política del Distrito Federal dicen que esta se logró gracias a un acuerdo desde arriba entre el jefe de Gobierno, Miguel Ángel Mancera Espinosa y el presidente de México, Enrique Peña Nieto.

Después de años, parece que al fin se destrabó el nudo para que mañana martes se apruebe la herramienta que dotará de una Constitución Política a la Ciudad de México, y sobre todo de mayor autonomía para la capital.

Qué ocurrió para que esto fuera posible, qué se negocio entre los partidos para que decididos Miguel Barbosa, presidente del Senado, y Emilio Gamboa, coordinador del PRI, salieron a asegurar desde la semana pasada que este martes sale porque sale, la ansiada Reforma Política que el jefe de Gobierno busca concretar desde que llegó al poder a finales de 2012.

Interesados en el tema, además del jefe de Gobierno, Miguel Ángel Mancera, otros actores políticos como Alejandro Encinas, Miguel Barbosa, Porfirio Muñoz Ledo, Mario Delgado y hasta Mariana Gómez del Campo, se han inmiscuido en las negociaciones que hasta la fecha habían sido poco fructíferas y que exhibían la falta de interés por parte de los partidos.

Pero siempre hubo obstáculos. Más allá de lo que representa para el Distrito Federal, frenaba el quién se  beneficiaría políticamente con su aprobación.

Miguel Ángel Mancera, el PRD. ¿Y por qué premiarlos?, cuentan algunos de los inmersos en los fallidos intentos.

Pero Miguel Ángel Mancera no cejó en el intento y mantuvo el tema, desde que llegó hasta ahora, como una de sus propuestas más sólidas, hasta que logró el consenso de algunos pero sobre todo el aval del Ejecutivo nacional.

Ahí comenzaron a fluir las negociaciones PRD-PRI en torno a la Reforma Política.

¿Qué es y para qué sirve?

El documento que entregó hace más de un año el jefe de Gobierno al Consejo Rector del Pacto por México, lo que busca, en sus propias palabras, es la definición jurídica de la Ciudad de México a través de una Constitución Política que será la Ley Suprema, por lo que el Poder Legislativo de la capital tendrá la facultad exclusiva de aprobar adiciones o reformas.

En dicha propuesta se puntualiza que al Congreso de la Unión le corresponderá legislar en materia de coordinación metropolitana e intervenir en deuda pública de la capital.

Y corresponde al presidente de México participar en los mecanismos de coordinación del desarrollo de la Zona Metropolitana.

Mientras que el poder legislativo se integrará en los términos que establezca la propia Constitución, cuyos integrantes serán electos mediante sufragio universal, libre, secreto y directos, según los principios de mayoría relativa y de representación proporcional.

Asimismo, el Poder Judicial se ejercerá por los tribunales que establezca la Constitución Política de la Ciudad de México; la independencia de los magistrados y jueces en el ejercicio de sus funciones deberá estar garantizada por la misma.

En el caso de los magistrados integrantes del Supremo Tribunal de Justicia de la Ciudad de México deberán observarse los requisitos plasmados en el artículo 95 de la Constitución.

No podrán ocupar este papel quienes hayan ejercido el cargo de secretario o equivalente; de procurador general de Justicia en el Gobierno de la Ciudad de México o integrante del Poder Legislativo local, durante el año previo al día de la designación.

Respecto a las demarcaciones políticas el texto propone que su gobierno estará a cargo de un titular electo por votación universal, libre, secreta y directa y de un órgano colegiado de elección popular.

En la elección de los titulares de estas demarcaciones y de sus órganos colegiados podrán participar los ciudadanos en forma independiente y los partidos políticos con registro local en la Ciudad de México. 

El camino a seguir

Si este martes, por fin, se aprueba el proyecto de Reforma Política, debe enviarse a los Congresos de los 31 estados de la Federación debido a que implica cambios al artículo 122 de la Constitución, para que éstos a su vez, lo aprueben.

Una vez termine esta travesía por los Congresos estatales, el Congreso de la Unión lo avalará y enviará al presidente Enrique Peña Nieto para su promulgación.

Como parte de este camino de procedimientos, se tendrá que conformar la Asamblea Constituyente, que se encargará de redactar la Carta Magna de la Ciudad de México con base en el proyecto inicial que envió Miguel Ángel Mancera.

Una vez que se conforme de la constituyente, la Asamblea Legislativa se convertirá en el Congreso Local, y el Distrito Federal adoptaría como su nombre oficial Ciudad de México.

Las 16 delegaciones políticas se convertirán en lo que equivale a un Municipio, que será regido por un alcalde y un grupo de concejales.


El acuerdo entre el PRD, PRI e incluso el PAN ya existe. De aprobarse mañana, como está previsto, Mancera Espinosa tendrá el derecho de iniciativa para presentar la Constitución Política. Un bálsamo para su vapuleada administración.

FUENTE: PROCESO.
AUTOR: ICELA LAGUNAS.