Con el argumento de que viola la “libertad de expresión” y la “libertad religiosa”, las iglesias que operan en el país ya cerraron filas para rechazar la reforma a la Ley de Asociaciones Religiosas y Culto Público, pues ésta intenta –dicen– quitarles el derecho a predicar sus enseñanzas doctrinales que condenan las prácticas homosexuales.
El miércoles 10, los 32 consejos interreligiosos estatales –que aglutinan a esas iglesias– realizaron una conferencia de prensa para dar a conocer un pronunciamiento conjunto en el que aseguran que la iniciativa “pone en riesgo la libertad de expresión de ministros y congregaciones religiosas que en uso de su derecho a la libertad religiosa expresan doctrinas y creencias desde la propia convicción de fe”.