El ganador de la elección de gobernador de este 4 de junio recibirá un estado al borde de la “asfixia” financiera, como consecuencia de la multimillonaria deuda pública que heredará de la administración de Roberto Sandoval Castañeda y de la recesión económica y el desempleo que afectan a la población.
Hasta el pasado mes de marzo, la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) reportaba un adeudo de 4 mil 775 millones de pesos por parte del Gobierno de Nayarit, pero si a esta cantidad se le suman los créditos de corto plazo, los pasivos con diferentes proveedores, contribuciones, transferencias y otros compromisos, la deuda real se eleva a alrededor de diez mil millones de pesos, advierte Andrés García Torres, exauditor general del Órgano de Fiscalización Superior (OFS) de Nayarit.