Menos de una semana antes de rendir su tercer informe, el presidente Enrique Peña Nieto se reacomoda para la segunda mitad de su sexenio. El jueves 27 hizo varios cambios en su gabinete. Destacó el hecho de que se deshizo de la vieja guardia priista y colocó en puestos clave a personas relativamente jóvenes, pertenecientes, por cierto, a los clanes del poder y en su mayoría egresados de universidades privadas. Los analistas ven en esos ajustes –especialmente por los nombramientos de Aurelio Nuño y José Antonio Meade– un preámbulo de la carrera por la Presidencia para 2018.
MÉXICO, D.F: Por las noches, cuando Aurelio Nuño Mayer entraba al comedor del edificio Hilda Besse, en el St. Antony’s College de la Universidad de Oxford, donde suelen coincidir alumnos de cerca de 70 países, un saludo se repetía a su paso: “Welcome, mister president”.
Benito Mirón –de prolongada estancia en esa universidad, donde obtuvo maestría y doctorado en ciencia política y con quien Aurelio Nuño coincidió, al menos en el comedor, entre 2006 y 2008– dice al reportero que no había carga peyorativa en el apodo que se expandió más allá del Centro Latinoamericano (Latin American Centre), y que se debía a las apasionadas conversaciones que el ahora secretario de Educación intentaba sostener sobre política en medio del barullo estudiantil.
Nuño no dio de alta su licenciatura en el Registro Nacional de Profesiones de la Secretaría de Educación Pública (SEP), sino hasta 2013. Su posgrado sigue sin estar registrado. Pero, a su regreso a México, pronto fue conocido como “el maestro”, y así se le presentó en diferentes actos oficiales. Desde el inicio del actual sexenio asumió un protagonismo inusitado como jefe de la Oficina de la Presidencia de la República, cargo que el Latin American Centre de Oxford celebró en su oportunidad.
Hasta entonces, Nuño había pasado seis años como uno de los tantos asesores que pululan en el Senado, desde que realizó su pasantía como aspirante a politólogo por la Universidad Iberoamericana (UIA). Siete años después de su estancia en Europa, es uno de los colaboradores cercanos al presidente Enrique Peña Nieto que, con los cambios al gabinete anunciados el jueves 27, se suman a las tempranas apuestas por la sucesión presidencial.
El destierro de la mayor parte de la vieja guardia que acompañó a Peña Nieto en la construcción de su candidatura y en el gabinete durante la primera mitad de su gobierno, posibilitó que, como en el caso de Nuño, un grupo de amigos del mandatario se catapultara al primer nivel de la administración pública…
Fragmento del reportaje que se publica en la edición 2026 de la revista Proceso, actualmente en circulación.
FUENTE: PROCESO.
AUTOR: ARTURO RODRÍGUEZ GARCÍA (REPORTAJE ESPECIAL).
MÉXICO, D.F: Por las noches, cuando Aurelio Nuño Mayer entraba al comedor del edificio Hilda Besse, en el St. Antony’s College de la Universidad de Oxford, donde suelen coincidir alumnos de cerca de 70 países, un saludo se repetía a su paso: “Welcome, mister president”.
Benito Mirón –de prolongada estancia en esa universidad, donde obtuvo maestría y doctorado en ciencia política y con quien Aurelio Nuño coincidió, al menos en el comedor, entre 2006 y 2008– dice al reportero que no había carga peyorativa en el apodo que se expandió más allá del Centro Latinoamericano (Latin American Centre), y que se debía a las apasionadas conversaciones que el ahora secretario de Educación intentaba sostener sobre política en medio del barullo estudiantil.
Nuño no dio de alta su licenciatura en el Registro Nacional de Profesiones de la Secretaría de Educación Pública (SEP), sino hasta 2013. Su posgrado sigue sin estar registrado. Pero, a su regreso a México, pronto fue conocido como “el maestro”, y así se le presentó en diferentes actos oficiales. Desde el inicio del actual sexenio asumió un protagonismo inusitado como jefe de la Oficina de la Presidencia de la República, cargo que el Latin American Centre de Oxford celebró en su oportunidad.
Hasta entonces, Nuño había pasado seis años como uno de los tantos asesores que pululan en el Senado, desde que realizó su pasantía como aspirante a politólogo por la Universidad Iberoamericana (UIA). Siete años después de su estancia en Europa, es uno de los colaboradores cercanos al presidente Enrique Peña Nieto que, con los cambios al gabinete anunciados el jueves 27, se suman a las tempranas apuestas por la sucesión presidencial.
El destierro de la mayor parte de la vieja guardia que acompañó a Peña Nieto en la construcción de su candidatura y en el gabinete durante la primera mitad de su gobierno, posibilitó que, como en el caso de Nuño, un grupo de amigos del mandatario se catapultara al primer nivel de la administración pública…
Fragmento del reportaje que se publica en la edición 2026 de la revista Proceso, actualmente en circulación.
FUENTE: PROCESO.
AUTOR: ARTURO RODRÍGUEZ GARCÍA (REPORTAJE ESPECIAL).