Imágenes del tema: kelvinjay. Con la tecnología de Blogger.

Nacional

Estados

Politica

Violencia

Si AMLO no combate informalidad, para 2050 México tendrá una población adulta en pobreza

Académicos de la UNAM explican que los trabajadores informales no son capaces de ahorrar para su retiro pues carecen de los derechos que otorga la ley; por lo que un aumento del salario mínimo tampoco sería la mejor opción.

Más allá de incrementar el salario mínimo, el gobierno de Andrés Manuel López Obrador debe concentrarse en formalizar el empleo en el país, pues solo así la pobreza y la desigualdad “podrán dar un giro y ser manejables”, opinó el doctor José Nabor, integrante del Instituto de investigaciones Económicas de la UNAM.

Durante la conferencia titulada: “Informalidad, en su máximo nivel: más de 30 millones de mexicanos en la precariedad laboral”, ofrecida en la UNAM, el académico opinó que la prioridad de la próxima administración tendrá que estar encaminada a reducir los 30.5 millones de personas que actualmente se desempeñan en el campo informal.

Informalidad repunta en enero tras abarcar a 27.5% de la población ocupada: Inegi

La informalidad en el país está lejos de retroceder, pese a la incipiente mejora en las condiciones del mercado laboral.

De acuerdo con los indicadores de ocupación y empleo correspondientes a enero, dados a conocer por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), la Tasa de Ocupación en el Sector Informal representó 27.5% de la población ocupada en el primer mes del año en curso, cifra mayor a la observada en el mes precedente, cuando cerró en 26.6% y registró un aumento de 0.7 puntos frente a la de igual mes del año pasado.

Tasa de desempleo cae a 3.4 %, pero informalidad aumenta a 56.8%: Inegi

La tasa de informalidad fue de 56.8 por ciento en diciembre de 2017, mayor en 0.2 puntos respecto a diciembre de 2016, cuando fue de 56.6 por ciento.

La Tasa de Desocupación (TD) en diciembre fue de 3.4 por ciento de la Población Económicamente Activa (PEA) a nivel nacional, cifra menor a la registrada en el mismo mes de 2016 (3.7 por ciento), de acuerdo con datos de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).

En su comparación mensual, la TD en diciembre tuvo una ligera disminución respecto a noviembre pasado, cuando se ubicó en 3.7 por ciento.

Sector informal representa 57.4% de la población ocupada durante el tercer trimestre: Inegi

De acuerdo con los resultados de la encuesta nacional de ocupación y empleo de julio a septiembre de este año, la población desocupada fue de 2.2 millones de personas y (4 por ciento) de la PEA, porcentaje menor al reportado en el mismo trimestre de 2015, que fue de 4.6 por ciento.

De acuerdo con cifras publicadas por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) todas las modalidades de empleo informal sumaron 29.9 millones de personas, para un aumento de 1.8 por ciento respecto al igual periodo de 2015 y representó 57.4 por ciento de la población ocupada, el mayor nivel en lo que va del año.

De julio a septiembre, 14.1 millones de personas conformaron específicamente la ocupación en el sector informal, cifra que significó un incremento de 1.6 por ciento anual y constituyó 27.1 por ciento de la población ocupada

La tasa de desempleo durante el tercer trimestre de 2016 fue de 3.8 por ciento, cifra menor que la registrada en el mismo periodo de 2015 (3.9 por ciento).

De acuerdo con los resultados de la encuesta nacional de ocupación y empleo de julio a septiembre de este año, la población desocupada fue de 2.2 millones de personas y (4 por ciento) de la PEA, porcentaje menor al reportado en el mismo trimestre de 2015, que fue de 4.6 por ciento.

Durante el tercer trimestre de este año, la población de 15 años y más disponible para trabajar fue de 54.2 millones (60.2 por ciento del total), cuando un año antes había sido de 53.2 millones (60 por ciento).

Según el Inegi, el aumento en 1 millón de personas es consecuencia tanto del crecimiento demográfico, como de las expectativas que tiene la población de contribuir o no en la actividad económica.

La tasa de población subocupada llegó a 4 millones de personas, presentó una variación de 0.2 puntos respecto al segundo trimestre de este año.


Al considerar a la población ocupada con relación al sector económico en el que labora, 6.9 millones de personas (13.2 por ciento del total) trabajan en el sector primario, 13.1 millones (25.2 por ciento) en el secundario o industrial y 31.8 millones (61.1 por ciento) están en el terciario o de los servicios. El 0.5 por ciento no especificó su actividad económica.

FUENTE: SIN EMBARGO.
AUTOR: REDACCIÓN.
LINK: http://www.sinembargo.mx/14-11-2016/3115152

Inegi: 29.1 millones de mexicanos trabajan en el sector informal; y la cifra no deja de crecer

El Inegi informó que que el 52.9 por ciento de la población económicamente activa estuvo ocupada en el primer trimestre de 2016, por lo que la tasa de desocupación registró un ligero descenso frente al trimestre anterior al pasar de 4.2 por ciento a 4.3 por ciento. El número de personas que trabajan en el sector informal representó el 57.4 por ciento de la población ocupada.

Ciudad de México: El 52.9 por ciento de la población económicamente activa estuvo ocupada en el primer trimestre de 2016, por lo que la tasa de desocupación registró un ligero descenso frente al trimestre anterior al pasar de 4.3 por ciento a 4.2 por ciento.

De acuerdo con la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE) realizada por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), en el primer trimestre un total de 50.8 millones de personas se encontraban ocupadas, cifra mayor en 973 mil personas a la del primer trimestre de 2015.

El número de personas que trabajan en el sector informal sumaron 29.1 millones de personas, un crecimiento de 1.5 por ciento respecto a igual periodo de 2015 y representó el 57.4 por ciento de la población ocupada.

De manera detallada, 13.7 millones conformaron específicamente la ocupación en el sector informal, cifra que significó un aumento de 1.7 por ciento anual y constituyó 27.1 por ciento de la población ocupada.

De la Tasa de Ocupación en el Sector Informal, 2.3 millones corresponden al servicio doméstico remunerado; 5.7 millones al ámbito agropecuario, y otros 7.4 millones al de las empresas, gobierno e instituciones.

“La Tasa de Informalidad Laboral se refiere a la suma, sin duplicar, de los que son laboralmente vulnerables por la naturaleza de la unidad económica para la que trabajan, con aquellos cuyo vínculo o dependencia laboral no es reconocido por su fuente de trabajo”, explicó el Inegi.

Para el ciudadano común, aquel que no sabe sobre temas de cuenta corriente, inflación, superávits, Producto Interno Bruto (PIB), política monetaria, confianza del consumidor, entre otros tantos términos económicos, pero que independientemente tiene y busca un ingreso para alimentarse (bien o mal), la ocupación laboral informal será su única opción. Tan sólo al cierre del año pasado se reportó un nuevo repunte no visto en años.

En abril pasado, un análisis de BBVA Bancomer puntualizó que el elevado grado de economía informal existente en México se ha convertido en el principal obstáculo para el crecimiento de la nación.

“El problema más serio es la informalidad del país, mientras la informalidad no se resuelva es imposible que el crédito traiga niveles de penetración como en otros países”, dijo el director general de BBVA Bancomer, Eduardo Osuna, filial de la española BBVA y la primera entidad financiera de México.

De acuerdo con los analistas, la población mexicana que labora en el sector informal equivale a toda la población de países como Perú, Arabia Saudita o Venezuela, o bien la de cinco países juntos: Paraguay, El Salvador, Dinamarca, Finlandia y Noruega.

En septiembre de 2014, el Presidente Enrique Peña Nieto lanzó el programa “Crezcamos Juntos” para incorporar a la economía formal a los trabajadores y empresas informales.

A través de beneficios fiscales, el Gobierno federal pretendía reducir la informalidad, ya que esto último entre otras cosas limita la recaudación fiscal y concentra la recaudación en los trabajadores cautivos, que para el caso son 4 de cada 10.

Con un potencial nuevo ajuste al crecimiento económico de México para este año, el empleo informal aumentará y quizá harán falta más plazas públicas, cruceros vehiculares para los vendedores informales. Con todo y “Crezcamos Juntos” el número sigue creciendo.

Respecto a la población subocupada, el Inegi informó que llegó a 4 millones de personas en el trimestre de 2016, para una tasa de 7.9 por ciento respecto a la población ocupada, proporción inferior a la de igual periodo de 2015, que fue de 8.1 por ciento.

Por entidad federativa, los estados que tienen las mayores tasas de participación en la actividad económica son Colima con 67 por ciento; Quintana Roo, 66.9 por ciento; Baja California Sur, 66.3 por ciento; Nayarit, 63.6 por ciento; Yucatán 63.2 por ciento; Jalisco, 62 por ciento; Sinaloa y Sonora con 61.9 por ciento cada uno.


En contraste, las entidades que durante el primer trimestre de 2016 observaron las tasas de desocupación más altas fueron Tabasco con 7.2 por ciento; Ciudad de México, 5.7 por ciento; Sonora, 5.1 por ciento; Tamaulipas, 4.9 por ciento y el Estado de México con 4.8 por ciento.

FUENTE: SIN EMBARGO.
AUTOR: REDACCIÓN.
LINK: http://www.sinembargo.mx/13-05-2016/1660047

Los empleados informales en México (30 millones) equivalen a la población de 5 países juntos

Datos del Inegi muestran que en el último trimestre del año pasado la población ocupada fue de 51.57 millones de personas, de ellos 58 de 100 trabajadores están en la llamada informalidad laboral, la cual limita la recaudación fiscal. Es decir, 30 millones de personas, la cifra más elevada en al menos una década y equivalente a la población de cinco países juntos: Paraguay, El Salvador, Dinamarca, Finlandia y Noruega.

Para el ciudadano común, aquel que no sabe sobre temas de cuenta corriente, inflación, superávits, Producto Interno Bruto (PIB), política monetaria, confianza del consumidor, entre otros tantos términos económicos, pero que independientemente tiene y busca un ingreso para alimentarse (bien o mal), la ocupación laboral informal será su única opción. Tan sólo al cierre del año pasado se reportó un nuevo repunte no visto en años.

Datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) muestran que en el último trimestre del año pasado la población ocupada fue de 51.57 millones de personas, de ellos 58 de 100 trabajadores están en la llamada informalidad laboral. Es decir, 30 millones de personas. De hecho ese porcentaje, 58.2 por ciento del total de ocupados, se ubica como el más elevado en los últimos ocho trimestres, es decir desde el 58.6 por ciento reportado en el cuarto trimestre de 2013.

Eso en términos porcentuales, porque en números absolutos se ubica como la cifra más elevada en al menos una década.

Ese incremento se registró en forma previa al recorte al gasto federal para este año por 132 mil 300 millones de pesos que anunció la Secretaría de Hacienda (SHCP). Ese ajuste representa 0.7 por ciento del PIB. El menor gasto influye negativamente en la inversión privada. Además, el incremento en la tasa de referencia que anunció el Banco de México (Banxico) también repercute en la inversión y el consumo por el mayor costo del dinero (crédito).

En un escenario de desaceleración de la economía global, Banxico volvió a ajustar a la baja su perspectiva de crecimiento de la economía mexicana para este año. Desde el pronóstico para 2016 que tenía el banco central a finales de 2014 al anunciado la semana pasada, el ajuste a la baja es de 1.2 puntos porcentuales al pasar del rango de 3.2 a 4.2 por ciento a un estimado de entre 2 y 3 por ciento. Otros dos ajustes se anunciaron en febrero y mayo del año pasado.

Entre la primera y la más reciente proyección el ajuste al PIB equivale a 13 mil 295 millones de dólares. Cifra que también equivale a lo generado por las dos menores economías del país: Colima y Tlaxcala.

MENOS EMPLEOS FORMALES 

Según el Banco de México, en congruencia con el ajuste en los pronósticos de actividad económica, se revisan a la baja las expectativas para el crecimiento del número de puestos de trabajo afiliados en el IMSS.

Para 2016, se espera un aumento de entre 610 mil y 710 mil puestos, es decir 20 mil plazas menos respecto al informe trimestral anterior.

Para 2017, se modifica el intervalo de 660 mil a 760 mil puestos de trabajo afiliados al IMSS a un rango de entre 650 mil y 750 mil plazas laborales. Tan sólo el año pasado, con un crecimiento de 2.5 por ciento del PIB, el número de empleos permanentes registrados en el IMSS aumentó en 733 mil 500 (para cerrar el año en 17.72 millones de trabajadores).

En tanto, a la economía informal recurrieron 680 mil 500 individuos más para llegar a un total de 30 millones de personas. Como ya había comentado, ese número se ubica como el más elevado al menos en una década.
La población mexicana que labora en el sector informal equivale a toda la población de países como Perú, Arabia Saudita o Venezuela, o bien la de cinco países juntos: Paraguay, El Salvador, Dinamarca, Finlandia y Noruega.

Con esos números que son fríos y contundentes, ya es hora de que el gobierno federal fije las líneas o mejor dicho, las nuevas líneas para crear y alinear incentivos reales que motiven a los informales a estar en la formalidad.

Con dichos números, se puede inferir el fracaso del programa que lanzó la presidencia de la República en 2014. En septiembre de ese año, el Presidente Enrique Peña Nieto lanzó el programa “Crezcamos Juntos” para incorporar a la economía formal a los trabajadores y empresas informales.

A través de beneficios fiscales, el gobierno federal pretendía reducir la informalidad, ya que esto último entre otras cosas limita la recaudación fiscal y concentra la recaudación en los trabajadores cautivos, que para el caso son 4 de cada 10.


Con un potencial nuevo ajuste al crecimiento económico de México para este año, el empleo informal aumentará y quizá harán falta más plazas públicas, cruceros vehiculares para los vendedores informales. Con todo y “Crezcamos Juntos” el número sigue creciendo.

FUENTE: SIN EMBARGO, ECONOMÍA HOY.
AUTOR: REDACCIÓN, TOMÁS DE LA ROSA.
LINK: http://www.sinembargo.mx/15-03-2016/1636148

La situación laboral de costureras mexicanas, igual que hace 30 años

Sobreviven con salarios que van de 650 a 700 pesos a la semana y no tienen prestaciones. Son despedidas si no trabajan entre 11 y 12 horas al día, acusa el sindicato 19 de Septiembre. Carecen de seguridad social y los inspectores de la Secretaría del Trabajo no acuden a las fábricas.

En las fábricas y talleres donde se confecciona ropa en el país, las costureras sobreviven con salarios que van de 650 a 700 pesos semanales, apenas 2 mil 800 pesos al mes. Les pagan entre 2.5 y 3 pesos por prenda. Son obligadas a trabajar entre 11 y 12 horas al día, o las despiden. La mayoría no tienen prestaciones, y casi la totalidad están con sindicatos de protección.

Este es el retrato de la situación que viven las mujeres del gremio que hace la secretaria general del sobreviviente Sindicato Nacional de la Industria de la Costura y la Confección 19 de Septiembre, Alejandra Martínez Hernández, quien agrega: “Nos fregamos los riñones, los pulmones y la vista, y ni cómo atendernos, porque es raro el patrón que paga el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS). No quieren. Estamos igual o peor que en 1985.

Treinta años después del sismo que sacó a la luz la explotación que vivimos, nada cambió. Sólo los nombres de los patrones y las empresas. La situación de las costureras en México está muy mal, cada día peor. Los patrones no dejan que ningún sindicato se meta a las fábricas, prefieren llegar a arreglos con los de la Confederación de Trabajadores de México, la Confederación Revolucionaria de Obreros y Campesinos o cualquier otro gremio de protección, afirma la lideresa.

Mientras relata cómo lograron rescatar el 19 de Septiembre, que casi se había extinto, hace un paréntesis para señalar que pasa lo mismo en las empresas de confección de ropa de las calles de Pino Suárez, Izazaga y Chabacano, en el Distrito Federal, que en las de mezclilla de Puebla y Tlaxcala, o las de chamarras y mochilas en el estado de México. A los trabajadores del ramo les pagan apenas arriba de un salario mínimo, y no tienen prestaciones. Por estos talleres no llegan los inspectores de la Secretaría del Trabajo, o no los hemos visto, expresa.


Pone de ejemplo que en Maquilas Cartagena, del empresario Ernesto Kuri, que fabrica ropa de las marcas Paco Rabanne y Nina Ricci, las trabajadoras iniciaron una huelga hace dos años, porque llevaba semanas pagándoles 100 o 200 pesos, argumentando que no tenía dinero. El patrón, además de haber cambiado cuatro veces de razón social, no les pagaba IMSS ni Infonavit. Se llevó la maquinaria y les ofreció de liquidación 10 mil pesos a costureras que tenían 30 o 35 años de antigüedad. Siguen en plantón a las afueras de la empresa.

La autoridad laboral, como siempre en contra de los trabajadores, desconoció la huelga, y ellas interpusieron un amparo.

Con experiencia en muchas batallas, añade: A mí me han despedido de tres empresas por tratar de organizar a las compañeras. En otras, nada más saben que vengo de la lucha de 1985 y no me contratan. Pero también muchas compañeras no quieren saber de organización por miedo a perder el trabajo.

Apoyos que no llegaron

–¿Por qué casi acabaron con el 19 de Septiembre? –se le pregunta, y con voz que no deja de tener cierta tristeza responde:

–Se batalló fuerte para construir la organización. Se lograron muchos contratos, pero hubo problemas porque mucha gente, asesores, metió la mano en el gremio. Supimos que hubo muchos apoyos de organizaciones nacionales e internacionales que nunca llegaron a las costureras. Gente ajena que se apropió de los predios, de los departamentos que les asignaron.

Se crearon dos guarderías para los hijos de estas trabajadoras, y de las personas que estuvieron en la lucha inicial y las usufructúan. Luego las empresas fueron presionando a las trabajadoras para que se salieran del sindicato, con amenazas, con recuentos amañados, y cerraron los talleres, como hizo una maquiladora de Tehuacán, donde se ganó el registro y luego se liquidó a la plantilla laboral.

Martínez Hernández –quien trabaja en una compañía de las 8 de la mañana a las 7 de la noche– expone que el 19 de Septiembre sólo tiene los contratos colectivos de tres empresas: una en Irapuato, otra en Tlalnepantla y otra en Iztapalapa.


Advierte que miles de costureras en el país no alcanzarán jubilación, porque no las afilian al Seguro Social. Menos podrán hacerse de una vivienda, porque tampoco les pagan el Infonavit. Asegura que algunas prestaciones no se las han dado nunca, como utilidades. Concluye: Es duro este trabajo, y más batallar frente a autoridades que cierran los ojos ante la realidad.

FUENTE: LA JORNADA.
AUTOR. PATRICIA MUÑOZ RIOS.