Sus atuendos delatan sus destinos. Sombreros color paja, sandalias, vestidos vaporosos o pantalones de tela de lino. Un gran ejército de viajeros ha vuelto a tomar el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM) desde este sábado, el primero dÃa de las vacaciones de verano. Permanecen ahà unas horas pero siempre llegan refuerzos para colmar salas, pasillos, restaurantes, baños, aviones.
El pasado viernes 15 fue el último dÃa de clases para más de 25 millones de alumnos de educación básica, fecha esperada por muchas familias que no aguantaron un dÃa más para escapar de esta ciudad, o llegar a ella.
Otros se adelantaron y desde el fin de semana pasado elevaron las cifras de pasajeros atendidos en el AICM, pues el viernes 8 ha sido, hasta ahora, el de mayor afluencia en el año: 136 mil 755 viajeros. De ellos, 79 mil 260 utilizaron la Terminal 1 y 57 mil 495 se trasladaron en la Terminal 2, de acuerdo con autoridades aeroportuarias.
Algunos vuelos con rumbo a Cancún, Quintana Roo; Puerto Escondido, Oaxaca; o Acapulco y Zihuatanejo, en el estado Guerrero, tenÃan demoras de dos horas en promedio.
Un grupo de 60 quinceañeras, que prefirieron un viaje de regalo y despreciaron la fiesta con chambelanes, se alistaba para salir rumbo a Europa. Algunas viajaban con sus mamás, quienes se encargaban de poner en orden a las escandalosas adolescentes.
Periodo de empleo temporal
Esta temporada de asueto resulta una oportunidad de trabajo temporal para jóvenes y adultos mayores. La SecretarÃa de Comunicaciones y Transportes (SCT) los contrata durante dos meses para brindar información a los usuarios.
Nos dan entrenamiento anÃmico, dice Hilario Vargas MartÃnez, de 68 años. Algunos pasajeros vienen cansados de su viaje, otros llegan molestos porque hubo retrasos en sus traslados, asà que no son tan receptivos a la información que les proporcionemos, aunque ellos nos estén preguntando.
Hilario Vargas ya está jubilado, pero, dijo, mientras haya vida y la situación económica siga tan desmejorada, hay que ponerse a trabajar. No saldrá de vacaciones, no alcanza: mejor me pongo a chambear.
Fuente: La Jornada
Autora: Blanca Juárez
http://www.jornada.unam.mx/2016/07/17/sociedad/030n2soc