Mostrando entradas con la etiqueta Tlatlaya. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Tlatlaya. Mostrar todas las entradas

lunes, 26 de enero de 2015

Expediente Tlatlaya: La Sedena encubre a sus altos mandos

MÉXICO, D.F: Las inconsistencias sobre la masacre del 30 de junio de 2014 en Tlatlaya abundan en las miles de páginas de la investigación realizada por personal de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) al expediente de la Procuraduría General de la República (PGR).

En él voluminoso documento abundan declaraciones contradictorias de las tropas de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) implicadas en la ejecución extrajudicial de 22 civiles en ese municipio mexiquense, así como protección a altos mandos castrenses y la falta de transparencia sobre la participación de integrantes de la Secretaría de la Marina (Semar) en los hechos.

Todo ese material se condensó en 139 puntos de la Recomendación 51/2014, emitida por el entonces ómbudsman nacional Raúl Plascencia Villanueva el 21 de octubre pasado dirigida a la Sedena, la PGR y al gobernador del Estado de México, Eruviel Ávila Villegas.

Sin embargo, Luis Raúl González Pérez, quien sustituyó semanas después a Plascencia Villanueva en la CNDH, consideró que en Tlatlaya hubo “violaciones graves” a derechos humanos.

Esa decisión del nuevo ómbudsman nacional tomada el martes 13 permitió a Proceso revisar una versión pública del expediente abierto de oficio el 11 de julio de 2014, 11 días después de que la Sedena y el gobernador Ávila Villegas celebraron que integrantes del Ejército abatieron a 22 civiles en un “enfrentamiento” en el que un soldado resultó herido.

La recomendación de Plascencia Villanueva –quien al principio respaldó la versión oficial de la Sedena–, admitió que hubo entre 12 y 15 ejecuciones, mientras que la PGR mencionó sólo ocho, de acuerdo a la consignación del caso realizada en octubre.


Este es un adelanto del número 1995 de Proceso, ya en circulación.

FUENTE: PROCESO.
AUTOR: GLORIA LETICIA DÍAZ.

martes, 20 de enero de 2015

Tlatlaya, caso de “ejecución extrajudicial y homicidio calificado”: diputados

MÉXICO, D.F: El grupo de Trabajo de la Cámara de Diputados que indaga los hechos ocurridos el 30 de junio pasado en el municipio mexiquense de Tlatlaya –donde murieron 22 personas que “presuntamente” se habrían enfrentado con militares– coincidió en que se trató de “una ejecución extrajudicial y homicidio calificado”.

Al dar a conocer el “preinforme”, la presidenta del grupo, la perredista Elena Tapia Fonllem, estableció una serie de conclusiones, aunque aclaró que se trata de puntos “en los que hay consenso” tras diversas reuniones que tuvieron con autoridades, sin embargo, ninguna instancia oficial ha entregado a los legisladores documentación sobre esos hechos.

En el documento de la comisión se destaca:

“Existe consenso de que hubo un uso ilegal, excesivo, desproporcionado de la fuerza y sin los instrumentos de grabación por parte de los elementos militares, en contravención al Manual del Uso de la Fuerza, de aplicación común a las tres Fuerzas Armadas; sin embargo, las acciones letales se pueden definir como ejecución extrajudicial en el ámbito de la violación de derechos humanos y como homicidio calificado en el ámbito penal”.

Y llama la atención que, según el grupo de legisladores que analiza el caso, el número víctimas de ejecución extrajudicial podría pasar de ocho a 15.

Así, “de acuerdo con las diferentes versiones, el número de víctimas de ejecución extrajudicial va desde ocho hasta 15; por tanto, las víctimas de un enfrentamiento armado podrían variar desde siete hasta 14”.

La perredista y presidenta del grupo legislativo establece que no existe una conclusión definitiva, debido a que se alteró la escena de los hechos y se desplazaron los cadáveres “fuera de su posición original”.

Otro punto que llama la atención es que algunas de las víctimas habrían sido secuestradas y, mediante coacción, se les habría llevado a formar parte de un grupo delictivo y estar con ellos al momento del presunto enfrentamiento con elementos del Ejército.

“No se ha podido comprobar que entre los varones asesinados en los hechos existían víctimas de secuestro, pero familiares señalan que ocho de ellos habían sido objeto de amenazas, de coacción o de privación ilegal de la libertad antes de comenzar la comisión de presuntos actos delictivos, por lo que presuntamente habrían podido formar parte de una organización criminal en condiciones de explotación y coacción”.

El extenso documento apunta otros aspectos, entre ellos el que no se tiene información completa “sobre la cadena de mando entre el comandante de la 22 Zona Militar de la Secretaría de la Defensa Nacional y el sargento responsable directo del operativo, ni con elementos que permitan establecer la responsabilidad o no de mandos militares más allá de los ocho elementos que realizaban el patrullaje”.

Tampoco se cuenta con elementos que expliquen cómo se diseñó, operó, autorizó o permitió un patrullaje militar con ocho elementos, cuando lo reglamentario y habitual es que lo integren al menos 12 efectivos.

Además, “existe una línea de investigación diversa, que ubica la autoría intelectual de los hechos en otras personas civiles ajenas al grupo de militares, por lo que la cadena de mando no habría estado implicada en la autorización o en la orden de cometer los homicidios”.

El reporte también destaca que no hay coincidencia en el tiempo transcurrido entre el fin del enfrentamiento y el ingreso de elementos militares a la bodega. Tampoco si quienes entraron en ese momento, tras la rendición, fueron tres o cinco militares.

Por ello, “los familiares de las 22 personas que fueron privadas de la vida pueden legal y legítimamente reclamar una reparación integral que corresponde en términos de la legislación penal, fiscal y demás aplicables.

El grupo legislativo de trabajo recuerda que “la Sedena decidió dar de baja a los elementos del patrullaje del 102 Batallón de Infantería para trasladarlos a instalaciones centrales; se ejerció acción penal sin detenido contra presuntos responsables, y pidió se negara libertad bajo caución al conocerse que existía averiguación previa por parte de PGR. Los procesos por faltas contra la disciplina militar continúan sin menoscabo de los que desarrolla la jurisdicción civil”.


Los diputados también consideran que el haber aceptado la recomendación 21/2014 de la CNDH, por parte de PGR, Sedena y gobierno mexiquense, significa que el Estado reconoce la presencia de actos de tortura, intimidación y alteración de la escena del crimen cometidos por elementos de la Procuraduría de Justicia del Estado de México”.

FUENTE: PROCESO.
AUTOR: JESUSA CERVANTES.

viernes, 16 de enero de 2015

Abogados de militares presentaron amparo, para impedir difusión del caso Tlatlaya

Ya se desistieron de este recurso judicial, por lo que la investigación del caso Tlatlaya ya está abierta de nuevo a la consulta pública.

La defensa de los militares procesados por presuntas ejecuciones extrajudiciales en Tlatlaya, Estado de México, fue la responsable de promover un amparo para impedir que se hicieran públicas las investigaciones sobre el caso.

No obstante, los militares procesados ya se desistieron de este recurso judicial, por lo que la investigación del caso Tlatlaya ya está abierta de nuevo a la consulta pública.

La historia de este caso comenzó cuando el Instituto Federal de Acceso a la Información y Protección de Datos (Ifai) giró una orden para que la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) y la Procuraduría General de la República (PGR), entregaran una versión pública sobre los hechos ocurridos el 30 de junio de 2014, sobre la muerte de 22 personas a manos del Ejército.

De acuerdo con información obtenida por Noticias MVS, el representante legal de diversos procesados por el caso Tlatlaya, promovió un juicio de amparo el 16 de diciembre de 2014, ante el juez quinto de distrito en materia administrativa en el Distrito Federal, contra la orden del Ifai.

Un día después, el 17 de diciembre de 2014, el juez otorgó la suspensión provisional para que no se proporcionara información en versión pública.

Ante esta resolución, ninguna instancia podía entregar la información solicitada. El equipo de investigación de la Primera Emisión de Noticias MVS fue uno de los afectados por esta resolución, pues se interrumpió el acceso que había tenido a los peritajes en poder de la CNDH, la cual había iniciado una investigación de oficio que derivó en una recomendación.

El 23 de diciembre de 2014, se negó en definitiva la solicitud de los militares de impedir la publicación de la información, lo cual quedaría firme el 14 de enero de 2015, de acuerdo con información obtenida por la Unidad de Investigación de Noticias MVS.

Antes de cumplirse esa fecha, el 8 de enero de 2015,  los militares se desistieron de su amparo, lo cual ratificaron por escrito el 13 de enero, desde el lugar donde se encuentran internos.

Una vez ocurrida la ratificación de los militares para desistirse, el juez determinó el sobreseimiento del juicio de amparo.

Lo anterior significa que cualquier ciudadano puede solicitar versiones públicas de las investigaciones del caso Tlatlaya a la CNDH, el Ejército y la PGR y estos organismos deberán permitir su consulta.

Desde noviembre del 2014, el Consejo de la Judicatura Federal dio a conocer la identidad de los 6 soldados y el teniente a quienes se les dictó auto de formal prisión, por homicidio, alteración del lugar de los hechos, ejercicio indebido del servicio público y encubrimiento.

Se trata de:

●             Alan Fuentes Guadarrama

●             Julio César Guerrero Cruz

●             Roberto Acevedo López

●             Samuel Torres López

●             Ezequiel Rodríguez Martínez

●             Fernando Quintero Millán

●             Leobardo Hernández Leónides


Hasta el momento, no ha sido posible identificar cuántos de ellos promovieron el amparo para impedir la publicación de una versión pública de las investigaciones.

VÍDEO:



FUENTE: ARISTEGUI NOTICIAS.
AUTOR: REDACCIÓN.

Ultimátum a la PGR: tiene 10 días para entregar informe sobre el caso Tlatlaya

Tras la reclasificación que hizo la CNDH, sobre "violaciones graves" a los derechos humanos", la dependencia federal deberá hacer públicos los peritajes.

Luego de que la Procuraduría General de la República (PGR) reservara durante 12 años la información relacionada con el caso Tlatlaya, en donde se han acusado ejecuciones extrajudiciales por parte del Ejército mexicano y encubrimiento de las autoridades estatales y federales, el Instituto Federal de Acceso a la Información y Protección de datos (Ifai) ordenó a la dependencia hacer públicos los peritajes.
De acuerdo con un comunicado de la dependencia –emitido el 14 de enero pasado–, la PGR respondió a un particular que la información de lo ocurrido en Tlatlaya, Estado de México, en donde murieron 22 personas, estaba reservada por más de una década, por lo que el solicitante interpuso un recurso ante el Ifai “argumentando que se deben dar a conocer los documentos porque se relacionan con una investigación de violaciones graves a los derechos humanos, y de acuerdo con el último párrafo del artículo 14 de la Ley Federal de Transparencia y Acceso a la Información Pública (LFTAIPG), este tipo de información no puede reservarse”.

Este viernes 15 de enero, el comisionado del Ifai, Francisco Javier Acuña, dijo al periodista Ciro Gómez Leyva, de Grupo Fórmula, que la PGR tiene 10 días naturales para entregar los peritajes relacionados con la investigación. “Significa que dejamos sin efecto la negativa falaz de la PGR, es decir, sin sustento jurídico”, explicó.

“La PGR no puede combatir esta resolución, las resoluciones del IFAI son inatacables y son definitivas. En esto ganamos ya con la reforma constitucional, lo que está pendiente es la ley general que nos va a ayudar a perfeccionar mecanismos para garantizar que se cumpla (…)

“Tiene que entregar la información y si no lo hace, que es desgraciadamente lo que pudiera pasar, vamos a tener nosotros que regresar al caso en una cuestión pública y endurecer nuestra exigencia y a señalar incluso ya que su tardanza o su deliberado desafío, desacato, a darle aviso al órgano interno de control para que elabore acciones internas de responsabilidad por desacato“, agregó el comisionado.

Esto ocurre luego de que la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) modificó la clasificación del expediente del caso Tlatlaya como una investigación de “violaciones graves” a los derechos humanos, por lo que la PGR debe informar.

Asimismo, al menos 20 funcionarios del Estado de México son investigados por señalamientos de encubrimiento y tortura a sobrevivientes de ejecuciones extrajudiciales presuntamente cometidas por militares mexicanos a mediados de 2014, informaron las autoridades, en tanto un organismo estatal autónomo dispuso que el público tenga acceso a los peritajes realizados en el caso.

El procurador del Estado de México, Alejandro Gómez, dijo el miércoles 14 de enero que entre los 20 funcionarios se encuentran ministerios públicos (fiscales), peritos y agentes de la policía investigadora estatal.


“Ninguno ha sido separado del cargo todavía sobre la base del principio de presunción de inocencia”, dijo el procurador a periodistas y aclaró que no hay un plazo para determinar si alguno de esos funcionarios incurrieron o no en alguna responsabilidad penal.

FUENTE: ANIMAL POLÍTICO.
AUTOR: REDACCIÓN.

22 muertos en Tlatlaya tenían 107 heridas de bala

Uno de los 22 recibió 16 impactos de arma de fuego por parte del Ejército Mexicano, el pasado 30 de junio.

Los peritos de la Procuraduría del Estado de México tuvieron elementos para dudar de la versión del Ejército sobre el homicidio de 22 civiles en el municipio de Tlatlaya. Sin embargo, sus peritajes respaldaron la hipótesis de un enfrentamiento equitativo entre soldados y presuntos delincuentes, y no de ejecuciones extrajudiciales, como concluyó la Comisión Nacional de los Derechos Humanos.

Las 22 víctimas de Tlatlaya registraron en total 107 heridas de bala.

Nueve personas presentaron lesiones al realizar “maniobras instintivas de defensa”, esto significa que intentaron cubrirse de las agresiones del ejército.

Además, 11 de las víctimas tenían lesiones provocadas por tener contacto con superficies duras y ásperas. En sólo uno de los casos se especificó que las lesiones pudieron registrarse cuando la víctima cayó al suelo.

Los peritos llegaron a la bodega seis horas después de la balacera. Durante todo ese tiempo los soldados estuvieron en la escena del crimen sin supervisión; aún así, la Procuraduría no investigó una posible alteración de la escena del crimen.

Los peritajes fueron realizados por la Procuraduría General de Justicia del Estado de México (PGJEM) después de la matanza del 30 de junio en el municipio mexiquense de Tlatlaya.

El equipo de Noticias MVS tuvo acceso a parte de estos documentos tras una solicitud de información realizada a la CNDH, organismo que elaboró una recomendación sobre el caso.

Durante los primeros días, autoridades federales y locales mantuvieron la versión de que las muertes derivaron de un enfrentamiento equitativo entre soldados y presuntos criminales, aunque revelaciones periodísticas debilitaron su discurso y actualmente siete elementos son procesados por estos hechos.

Un día después de los hechos, el gobernador Eruviel Ávila defendió la actuación del Ejército: “El Ejército Mexicano, allá en Tlatlaya, tuvo una valiente presencia y acción al poder rescatar a tres personas que estaban secuestradas, lamentablemente un militar salió herido, pero el Ejército en su legítima defensa actuó y abatió a los delincuentes”.

Poder de fuego

En los 22 cadáveres se contaron 107 heridas de bala.

Los peritajes indican que nueve víctimas tenían trece heridas de arma de fuego que les fueron realizadas mientras realizaban “maniobras instintivas de defensa”, esto significa que intentaron cubrirse de las agresiones del ejército.

En su recomendación, la CNDH señaló que cuando se presentan maniobras instintivas de defensa y de protección “muy probablemente” la víctima fue privada ilegalmente de su vida.

Además, se señala el caso otras seis víctimas que probablemente intentaron defenderse de una ejecución extrajudicial, porque tenían heridas de arma de fuego en los brazos.

Según los documentos que fueron mostrados a MVS, la víctima más afectada durante la agresión recibió 16 impactos de arma de fuego por parte del Ejército Mexicano.

Por la descripción de los elementos se puede concluir que la hija de “Julia” (la mujer que fue entrevistada por la Revista Esquire, quien reveló la ejecución extrajudicial) recibió diez balazos.

Resguardo del lugar

La Procuraduría mexiquense concluyó que el lugar de los hechos sí fue preservado en su estado original antes de la revisión científica, sólo por el hecho de que estaba resguardado por militares.

Los hechos sucedieron alrededor de las 6:00 de la mañana.

El Ministerio Público de Tejupilco fue llamado a las 11:00 de la mañana y los peritos llegaron hasta las 12:30 horas, es decir, más de seis horas después.

Los peritos estatales fueron recibidos por un coronel del Ejército, quien informó que en ése lugar se había registrado una balacera entre miembros del Ejército y un grupo delictivo.

Con esos elementos la Procuraduría mexiquense concluyó en su informe que:

“El lugar sí fue preservado en su estadío original previo a nuestra intervención criminalística, lo que se corrobora ya que a nuestro arribo al lugar se encontraba resguardado por elementos del Ejército Mexicano”.

Enfrentamiento

La principal y última conclusión del Ministerio Público es que las muertes derivaron de un enfrentamiento equitativo entre soldados y presuntos delincuentes.

Para sostener esta hipótesis se argumenta que la camioneta Chevrolet del Ejército recibió 20 impactos de bala.

En el resumen del peritaje se establece que la posición de los cadáveres corresponde a la original en que se encontraban al momento de caer.

Sin embargo, con el mismo peritaje, expertos de la CNDH concluyeron que se registraron 12 ejecuciones extrajudiciales y tres cadáveres fueron movidos luego del tiroteo, por lo que no se puede determinar la forma exacta del fallecimiento.

Posteriormente, en un comunicado del 2 de noviembre de 2014, la Judicatura Federal informó que tres militares eran procesados por el homicidio de ocho personas.

En total, son siete los soldados investigados por los delitos de abuso de autoridad, homicidio calificado, alteración ilícita del lugar y vestigios del hecho delictivo y ejercicio indebido del servicio público.

El 21 de octubre, la Comisión Nacional de los Derechos Humanos emitió una recomendación por los hechos ocurridos en Tlatlaya.

Según esta investigación, dos de las tres sobrevivientes al ataque fueron torturadas. Incluso se les amenazó con ser violadas para que reconocieran ser parte de una banda de secuestradores y, con ello, quitaran toda responsabilidad al Ejército.

Con la declaración forzada, las mujeres fueron recluidas en un penal de alta seguridad y consiguieron su libertad el 15 de diciembre, luego de que la PGR presentó conclusiones no acusatorias.


A 200 días de los homicidios se desconocen los nombres de los 20 funcionarios de la Procuraduría del Estado de México que son investigados por ejercer tortura y tampoco se ha dado a conocer la cadena de mando completa del Ejército que participó en la ejecución extrajudicial de civiles, la madrugada del 30 de junio de 2014.

VÍDEO:



FUENTE: ARISTEGUI NOTICIAS.
AUTOR: REDACCIÓN.

jueves, 15 de enero de 2015

Caso Tlatlaya: La tortura a tres mujeres sobrevivientes

MÉXICO, D.F: Las tres mujeres que sobrevivieron a la masacre de Tlatlaya fueron víctimas de todo tipo de abusos y tratos degradantes por al menos 20 servidores públicos mexiquenses que se encuentran actualmente sujetos a investigación, a solicitud de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH).

Según la recomendación de la CNDH 51/2014 del 21 de octubre del año pasado, las mujeres fueron amarradas de pies y manos; además, simularon asfixiarlas hundiendo sus cabezas en el agua de una taza de baño y/o con una bolsa de plástico, amenazaron con violarlas y golpearon en lugares que no dejaran huella para que se declararan culpables y aceptaran su pertenencia a una banda de secuestradores o de la delincuencia organizada.

También para que omitieran declarar sobre las ejecuciones que habrían cometido soldados contra civiles rendidos.

En su recomendación, la CNDH señala que logró acreditar la tortura y agresiones sexuales cometidas por parte de personal adscrito a la PGEM, en agravio de las tres mujeres que estuvieron presentes en la bodega donde perdieron la vida 22 personas delas cuales ocho habrían sido ejecutadas por soldados.

Según los testimonio de las sobrevivientes, tras el enfrentamiento ocurrido la madrugada del 30 de junio de 2014, que duró entre cinco y 10 minutos según su versión, debido a que las personas que estaban adentro de la bodega se rindieron rápidamente, elementos militares entraron y las aseguraron, igual que a otros dos hombres de entre 17 y 20 años que, igual que ellas, estaban secuestrados.

Las tres mujeres y los dos hombres permanecieron en el fondo de la bodega y después fueron trasladadas a un cuarto frontal de la bodega, del lado sur.

Durante este lapso, seguían oyendo disparos aislados. Eran las armas del ejército accionadas contra las personas rendidas, según las sobrevivientes.

Una de ellas declaró que aproximadamente a las 7:00 de la mañana, un par de horas después del enfrentamiento, llegó a la bodega una persona “alta, de bigote, con uniforme diferente al de los demás militares”, quien se acercó a los dos jóvenes y les preguntó en qué trabajaban y su edad.

Luego dijo que “los acompañara, que les iban a tomar una foto”. En ese momento escuchó disparos provenientes del fondo del cuarto, y enseguida regresó el mismo sujeto ya sin los dos jóvenes.

Más tarde, el mismo militar se dirigió en tono molesto con ella y le dijo que “si no cooperaba, él se encargaría de llevarla a la cárcel”.

El verdadero infierno para las tres mujeres inició cuando fueron puestas a disposición de la autoridad ministerial del fuero común y llevadas a las instalaciones de la Fiscalía de asuntos especiales en Toluca.

La CNDH entrevistó a una de las víctimas el 30 de septiembre del año pasado. La identifica como V24 en su recomendación.

Ella contó que una de las mujeres del personal ministerial de la PGJEM no las trataba bien
Cuando llegaron a las instalaciones de la Procuraduría en Toluca, la sentaron y le informaron que le iban a tomar su declaración. Un abogado de unos 35 años, calvo, la llevó a una oficina donde la interrogó, con él estaban tres personas más, entre ellas una mujer, quien le pidió su contraseña de Facebook.

Mientras la mujer hurgaba en el perfil de la víctima, el abogado calvo le decía que la iban a hacer hablar, “que tenía una forma de hacer hablar a la gente sin que se le notaran los golpes”. La pateó en los costados del cuerpo y la amenazó con hacer daño a su familia, de la que estaban tomando nota en su perfil de la red social, le dijo que “no les costaba nada poner sus manos en las armas”.

Tomándola de los cabellos, la volvieron a poner en la silla y le preguntaron “quién era el (líder) de ahí”, le dijeron que era la mujer de alguno de ellos y le exigieron decir a qué sicarios conocía.

Cuando contestaba que no sabía le pegaban en la cara y en la cabeza con los nudillos. “Ahora resulta que te vienes a hacer la inocente”, le dijeron.

El “interrogatorio” duró unos 30 minutos, según el testimonio, y al final la amenazaron de no decir nada de lo ocurrido o de lo contrario “su hija quedaría en un orfanato”.

Al día siguiente, en la madrugada, la llevaron a otro lugar cercano. La metieron a un baño con tres hombres y uno de ellos le dijo que ahí “ellos hacían hasta que los muertos hablaran”.

Le jalaron el cabello, le pegaron en las costillas, y con una bolsa de plástico la asfixiaron. No se podía mover le colocaron brazos y piernas cruzadas por la espalda. Intercalaron el interrogatorio y la bolsa durante varios minutos, alrededor de tres veces, hasta que uno dijo “esa vieja se nos va a morir”.

Luego metieron su cabeza a la taza del baño, unas cuatro veces mientras le decían que tenía que decir que las personas fallecidas “habían matado a 10”, a quienes pusieron en bolsas negras, y que ella daba de comer a los secuestrados.

No paró ahí. Uno de los hombres amenazó con violarla, se bajó el pantalón y le ordenó que se inclinara. En ese momento ella accedió a declarar lo que le indicaran, firmó lo que le dieron, sin leerlo.

Otra de las sobrevivientes, identificada como V25, corrió la misma suerte. En su declaración dijo que los militares habían ultimado a varios en la bodega y una de las abogadas que estuvo presente en la bodega tras el enfrentamiento la llamó mentirosa, “que los militares no habían matado a nadie” y ordenó a la persona que tomaba nota que borrara lo que había declarado.

También la llevaron al baño, pero en esta ocasión había seis hombres. Uno de ellos le preguntó si “quiere que la traten como persona o como animal, aquí sabemos pegarle a las personas sin que se note”. Luego entre todos la golpearon en la cabeza con los nudillos y las palmas, la insultaron, hasta que uno de ellos sacó la bolsa de plástico para asfixiarla. La maniobra se repitió en cinco ocasiones.

Al intentar librarse, le preguntaron “si ya iba a hablar”, entonces sacaron una lista con nombres y una videocámara y le dijeron que a lo que le preguntaran, tendrían que decir que sí. También la amenazaron con violarla y también firmó una declaración que no leyó.
La tercera mujer corrió con mejor, suerte porque no la golpearon.

La CNDH solicitó a peritos médicos y psicólogos una valoración por posibles violaciones a derechos humanos, tortura, malos tratos o inhumanos y/o degradantes, conocido como Protocolo de Estambul.

La valoración se realizó el 30 de septiembre, 1 y 2 de octubre y se tomaron en cuenta los certificados médicos y estudios psíquicos físicos realizados por peritos de la PGJEM, Procuraduría General de la República (PGR), y del personal médico del Cefereso No. 4 Noroeste.

Los certificados médicos corroboraron el dictamen de integridad física realizado por peritos de la PGR el 6 de julio de 2014 “en donde se certificó, respecto a V24, que presentó dos costras hemáticas puntiformes en codo izquierdo, equimosis rojo violácea irregular de 3×13 centímetros en cara lateral derecha del tórax a nivel de línea axilar media y noveno arco costal, equimosis difusa rojiza irregular de 5×2 centímetros en flanco izquierdo”, señaló la CNDH.

En cuanto a la valoración psicológica, se le diagnosticó que “tiene problemas para conciliar el sueño, miedo por ella y su familia, recuerdos recurrentes e invasores y sentimientos de tristeza”.

En el caso de V25, los síntomas psicológicos diagnosticados fueron: “labilidad emocional, sentimiento de soledad y desprotección, hipersomnia, aislamiento o intolerancia, recuerdos permanentes de lo ocurrido en la bodega y durante su detención, que no puede ser limitados voluntariamente y despersonalización (pérdida de la identidad que suele ir acompañada de un sentimiento de extrañeza hacia sí misma, confusión y desorientación en el tiempo y espacio)”.

En su recomendación, la CNDH, estimó que “si bien no se cuenta con elementos para determinar quiénes fueron los servidores públicos que torturaron a las agraviadas, lo que es un hecho es que fueron trasladadas a las instalaciones de la Procuraduría en la ciudad de Toluca, donde fueron puestas a disposición del fiscal especial de homicidios, y que fue en instalaciones de dicha dependencia de esa ciudad, en donde fueron torturadas y obligadas a declarar contra su voluntad”.


Además, señaló que “es muy probable” que además de la participación del personal adscrito a la fiscalía regional de Tejupilco de la PGJEM, haya participado personal de la fiscalía de asuntos especiales en Toluca, ya sea a través de los agentes ministeriales o de la policía ministerial.

FUENTE: PROCESO.
AUTOR: REDACCIÓN.

Funcionarios de la Procuraduría del Edomex, investigados por tortura

EL funcionario aceptó la reclasificación que hizo la CNDH, para considerar la matanza como un caso de violaciones graves a los derechos humanos.

Veinte funcionarios de la Procuraduría del Estado de México son investigados por presunta tortura, cometida contra testigos del asesinato de 22 personas, en un operativo militar realizado el pasado 30 de junio en el municipio de Tlatlaya.

El procurador de Justicia del Estado de México, Alejandro Gómez Sánchez, informó el miércoles: “La Comisión Nacional de los Derechos Humanos ha presentado su denuncia, en la cual señala y ustedes lo podrán ver en la propia recomendación, una serie de personas que estuvieron involucrados en los hechos. Todos estos servidores públicos son materia de investigación. Alrededor de veinte”.

La recomendación sobre el caso Tlatlaya, emitida por la comisión el pasado 21 de octubre, concluyó que funcionarios, pertenecientes a la Procuraduría de Justicia mexiquense, torturaron a tres testigos para que aceptaran una supuesta culpabilidad, y dijeran que pertenecían a una banda de secuestradores o de la delincuencia organizada, además de que les pidieron que no declararan sobre las ejecuciones que habrían cometido soldados contra los civiles desarmados.

En su recomendación 51/2014, la CNDH señaló que:

“Además de las violaciones a derechos humanos cometidas por personal militar que participó en los hechos, este organismo nacional logró acreditar la tortura y agresiones sexuales cometidas por parte de personal adscrito a la Procuraduría General de Justicia del Estado de México, en agravio de v24 (como identifican a la primera testigo) y v25 (como identifican a la segunda testigo), y los tratos inhumanos en agravio de v23 (como identifican a la tercera testigo), mujeres que estuvieron presente en la bodega durante el momento de los hechos, así como diversas irregularidades durante la integración de la carpeta de investigación…”.

Y agregó que: “Es muy probable que además de la participación del personal adscrito a la fiscalía regional de Tejupilco de la Procuraduría General de Justicia del Estado de México, haya participado personal de la fiscalía de asuntos especiales en Toluca de la Procuraduría General de Justicia del Estado de México, ya sea a través de los agentes ministeriales o de la policía ministerial. Si bien no se cuenta con elementos para determinar quiénes fueron los servidores públicos que torturaron a las agraviadas, lo que es un hecho es que las agraviadas fueron trasladadas a las instalaciones de la Procuraduría en la ciudad de Toluca, donde fueron puestas a disposición del fiscal especial de homicidios, y que fue en instalaciones de dicha dependencia de esa ciudad, en donde fueron torturadas y obligadas a declarar contra su voluntad”.


El procurador del Estado de México no dio una fecha para concluir la investigación: “Yo no quiero adelantar una fecha, disculpen ustedes que eso no se puede hacer. Se realizarán todas y cada una de las diligencias que sean necesarias, se practicarán todas las entrevistas que resulten necesarias, para aclarar, todos y cada uno de los puntos igualmente que resulten controvertidos y poder establecer, consecuentemente, si hay una probable responsabilidad de carácter penal y por qué delito, en dado caso”.

FUENTE: ARISTEGUI NOTICIAS.
AUTOR: REDACCIÓN.

Procuraduría del Edomex se investiga a sí misma por el caso Tlatlaya

Elementos de la Procuraduría de Justicia del Estado de México cometieron conductas violatorias de derechos humanos y pueden ser constitutivas de delito, indicó el ombudsman. Además, informa que los peritajes ya están "disponibles", para ser revisados.

El presidente de la Comisión Nacional de Derechos Humanos, Luis Raúl González Pérez, reconoció que la Procuraduría del Estado de México es la encargada de investigar a sus propios integrantes, quienes participaron en el caso Tlatlaya, y están acusados de cometer actos de tortura contra testigos de los hechos.

En entrevista para Noticias MVS primera emisión, el ombudsman explicó que la CNDH decidió reclasificar la recomendación sobre lo ocurrido en Tlatlaya, porque hubo violaciones graves a los derechos humanos.

Refirió que en la comisión a su cargo serán cuidadosos de las investigaciones para que no quede en la impunidad lo sucedido. “(En la recomendación) Nos dirigimos al gobernador del estado (Eruviel Ávila) para que instruyera que se iniciaran procedimientos administrativos y averiguaciones previas”, expuso.

Elementos de la Procuraduría del Estado de México cometieron conductas violatorias de derechos humanos y pueden ser constitutivas de delito, advirtió.

Explicó que la recomendación a la PGJEM se debe a que, por ejemplo, los peritajes que hizo, no señalaban que se había alterado la escena del crimen ni que hubo muertes arbitrarias ni tampoco que se incurrió en actos de tortura, contra dos mujeres, quienes fueron encarceladas, pero ya quedaron libres.

Además, confirmó que el acceso a los peritajes ya “está disponible”. 

En su recomendación 51/2014, la CNDH señaló que:

“Además de las violaciones a derechos humanos cometidas por personal militar que participó en los hechos, este organismo nacional logró acreditar la tortura y agresiones sexuales cometidas por parte de personal adscrito a la Procuraduría General de Justicia del Estado de México, en agravio de v24 (como identifican a la primera testigo) y v25 (como identifican a la segunda testigo), y los tratos inhumanos en agravio de v23 (como identifican a la tercera testigo), mujeres que estuvieron presente en la bodega durante el momento de los hechos, así como diversas irregularidades durante la integración de la carpeta de investigación…”.


Y agregó que: “Es muy probable que además de la participación del personal adscrito a la fiscalía regional de Tejupilco de la Procuraduría General de Justicia del Estado de México, haya participado personal de la fiscalía de asuntos especiales en Toluca de la Procuraduría General de Justicia del Estado de México, ya sea a través de los agentes ministeriales o de la policía ministerial. Si bien no se cuenta con elementos para determinar quiénes fueron los servidores públicos que torturaron a las agraviadas, lo que es un hecho es que las agraviadas fueron trasladadas a las instalaciones de la Procuraduría en la ciudad de Toluca, donde fueron puestas a disposición del fiscal especial de homicidios, y que fue en instalaciones de dicha dependencia de esa ciudad, en donde fueron torturadas y obligadas a declarar contra su voluntad”.

ENTREVISTA:



FUENTE: ARISTEGUI NOTICIAS.
AUTOR: REDACCIÓN.

miércoles, 14 de enero de 2015

¿Quién está interesado en que CNDH no comparta el expediente del caso Tlatlaya?

Un recurso judicial impide a la CNDH revelar el expediente del caso Tlatlaya, sobre el operativo militar del pasado 30 de junio, en el que murieron 22 personas.

La CNDH reclasificó el expediente del caso Tlatlaya como “investigación de violaciones graves a derechos humanos”. 

Con esa decisión, podría abrir la puerta a que se difunda el expediente del caso sobre los hechos ocurridos el pasado 30 de junio en Tlatlaya, Estado de México.

La comisión argumentó que estaba impedida para permitir el acceso al expediente Tlatlaya, pues fue interpuesto un recurso judicial para impedir que se dé acceso a cualquier documento relacionado con la investigación judicial.

¿Quién está interesado en que la CNDH no pueda, como había decidido hacer, compartir el expediente que tiene en su poder, de su investigación, con medios de comunicación?, ¿quién ha tomado la decisión de proceder judicialmente?, preguntó la periodista Carmen Aristegui.

VÍDEO:


FUENTE: ARISTEGUI NOTICIAS.
AUTOR: REDACCIÓN.

Y la PGR deberá entregar peritajes sobre la ejecución de civiles en Tlatlaya

MÉXICO, D.F: A petición de un particular, el Instituto Federal de Acceso a la Información y Protección de Datos (Ifai) ordenó a la Procuraduría General de la República (PGR) entregar versiones públicas de los peritajes realizados sobre el abatimiento, por militares, de 22 personas en Tlatlaya.

En una primera instancia, en repuesta al particular, la PGR señaló que esa información está reservada por un periodo de 12 años, por lo que el solicitante se inconformó y presentó un recurso de revisión ante el Ifai, argumentando que se deben dar a conocer los documentos porque se relacionan con una investigación de violaciones graves a los derechos humanos.

De acuerdo con el último párrafo del artículo 14 de la Ley Federal de Transparencia y Acceso a la Información Pública (LFTAIPG), este tipo de información no puede reservarse.

Aun así la PGR reiteró su respuesta inicial y agregó que la averiguación previa que contiene los peritajes solicitados, fue iniciada por la probable comisión del delito de homicidio y no por delitos de lesa humanidad.

Además la PGR argumentó en los alegatos que la recomendación 51/2014 de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) no fue por violaciones graves a los derechos humanos.

Sin embargo, el comisionado ponente, Francisco Javier Acuña Llamas, determinó que “de las circunstancias que rodean el caso y de los elementos de los que se allegó el Instituto para su análisis, los actos ilícitos cometidos en la comunidad de San Pedro Limón, Tlatlaya, Estado de México, deben darse a conocer al encontrarse relacionados con violaciones graves de derechos fundamentales”.

Y destacó que la CNDH, mediante un comunicado, emitido el martes pasado, dio a conocer que modificó la clasificación del expediente del caso Tlatlaya como investigación de “violaciones graves” a los derechos humanos, con el fin de que las autoridades tomen en cuenta este hecho en las acciones que implementen para dar cumplimiento a su recomendación.

Dicha reclasificación, señaló el comisionado, actualiza el supuesto previsto en el último párrafo del artículo 14 de la Ley de Transparencia, el cual establece que “no podrá invocarse el carácter de reservado cuando se trate de la investigación de violaciones graves de derechos fundamentales o delitos de lesa humanidad”.

Lo único que concedió a la PGR fue proteger los datos personales contenidos en los documentos, por tratarse de información de carácter confidencial y le solicitó entregar al solicitante versiones públicas de los peritajes de la investigación.


De acuerdo con las investigaciones realizadas por el anterior titular de la CNDH, Raúl Plascencia Villanueva, elementos del 102 Batallón de Infantería “privaron de la vida arbitrariamente a las víctimas”, lo que fue comprobado en 12 personas y se presume en otras tres, de las 22 que murieron en los hechos registrados en la comunidad de San Pedro Limón, municipio de Tlatlaya, estado de México, el 30 junio de 2014.

FUENTE: PROCESO.
AUTOR: REDACCIÓN.

Procuraduría de Edomex investiga a 20 funcionarios por caso Tlatlaya

MÉXICO, D.F: La Procuraduría General de Justicia del Estado de México (PGJEM) investiga a 20 funcionarios estatales que presumiblemente torturaron a tres mujeres detenidas tras la ejecución de 22 civiles a manos del Ejército el pasado 30 de junio en el municipio de Tlatlaya.

Según el procurador mexiquense, Alejandro Jaime Gómez Sánchez “están todos y cada uno de ellos en la mejor disposición de colaborar en las investigaciones”.

No obstante, dijo que hasta el momento ninguno de los servidores públicos ha sido separado del cargo debido a que “estamos llevando el principio de presunción de inocencia”.

Al referirse a la reclasificación del caso, al que la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) le dio el martes pasado el carácter de “violaciones graves”, el procurador dijo que es una facultad del organismo y que la PGJEM continuará trabajando para cumplir con los ocho puntos de la recomendación.

No obstante dijo que a la dependencia a su cargo, le toca sólo la investigación de la presunta violación a los derechos humanos de las tres mujeres que fueron detenidas el día de los hechos, el 30 de junio del año pasado, y liberadas en diciembre.

Gómez Sánchez indicó que las investigaciones que se efectúan están basadas en las declaraciones que han hecho las tres testigos, con quienes ya han tenido contacto.

“La investigación que tiene que ver con la Procuraduría del Estado es la de los supuestos que tienen que ver con los tratos a las mujeres que fueron testigo de los hechos.


“Nosotros no tenemos que ver con la presunta ejecución que se hubiese llevado a cabo por parte de elementos militares”, afirmó.

FUENTE: PROCESO.
AUTOR: REDACCIÓN.

martes, 13 de enero de 2015

CNDH reconsidera masacre en Tlatlaya: abre “Investigación de Violaciones Graves”

La Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) reclasificó como una “Investigación de Violaciones Graves” lo ocurrido el pasado 29 de junio en Tlatlaya, Estado de México, donde 22 personas fueron ejecutadas por elementos del Ejército mexicano.

Mediante un comunicado de prensa, se informó que el ombudsman nacional, Luis Raúl González Pérez, ordenó notificar del cambio a las víctimas, al Secretario de la Defensa Nacional, Salvador Cienfuegos Zepeda; al Procurador General de la República, Jesús Murillo Karam, así como al Gobernador del Edomex, Eruviel Ávila Villegas.

“Desde que la CNDH conoció, por los medios de comunicación, de los hechos ocurridos el 30 de junio de 2014 en Cuadrilla Nueva, comunidad de San Pedro Limón, Municipio de Tlatlaya, Estado de México, conformó un equipo de trabajo que investigó el caso”, refirió el organismo autónomo.

Precisó que el 11 de julio inició de oficio el expediente CNDH/2/2014/5390/Q, que dio origen a la Recomendación 51/2014, emitida el 21 de octubre de 2014, y dirigida a las autoridades mencionadas, al acreditarse hechos violatorios consistentes en privación arbitraria de la vida, uso arbitrario de la fuerza, tortura y tratos inhumanos, así como actos violatorios de los derechos a la verdad y al acceso a la justicia.

SinEmbargo presentó en días pasados la reconstrucción de los minutos de la matanza con base en el conjunto de declaraciones y peritajes –declarados como “confidenciales” por el Gobierno federal y del Estado de México–. En las 268 páginas del apretado texto pericial, se observa el horror de una madre al encontrar a su hija de 15 años agonizante, y luego muerta.

En el texto que firma el periodista Humberto Padgett se da cuenta cómo Miguel Ángel Rodríguez Viviano, un muchacho de 17 años originario de Ajuchitán del Progreso, Guerrero, fue el primero en ser ejecutado en Tlatlaya por un militar, quien luego sembró esa arma junto al cuerpo de otro para así cuadrar la escena en la masacre que usó como coartada un enfrentamiento.


El expediente revela más: que hay otros involucrados en esta tragedia (que descarriló el gobierno de Enrique Peña Nieto como la de los 43 normalistas desaparecidos) y siguen libres.

En diciembre pasado, la agencia norteamericana The Associated Press (AP) publicó que funcionarios del Estado de México golpearon a una testigo de la ejecución de 22 civiles en el municipio de Tlatlaya para que firmara una declaración falsa. La mujer dijo a la agencia que el encubrimiento de las ejecuciones extrajudiciales no se limita a los siete soldados que están ahora bajo proceso sino que incluye a más militares, funcionarios estatales y federales que la presionaron para que avalara una versión según la cual las muertes fueron resultado de un enfrentamiento y no un fusilamiento de elementos castrenses.

En el reporte de AP se citan documentos judiciales del caso a los que obtuvo acceso el medio y los cuales refieren que las autoridades de investigación estatal supieron desde el principio que los militares habían alterado la escena del crimen. También indican que el Coronel a cargo del batallón de los soldados llegó al lugar antes que los investigadores de la Procuraduría estatal.

“Los documentos señalan que el Coronel Raúl Castro Aparicio, el comandante del 102 Batallón de Infantería al que pertenecían los responsables de los asesinatos, llegó a la escena antes que los investigadores del Estado de México. En los reportes no se especifica cuál habría sido el rol que jugó este mando castrense y no se ha informado si fue o es investigado en conexión con el encubrimiento”, informó AP, que además afirmó que la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) no respondió a sus solicitudes para comentar el caso.

Los documentos judiciales a los que tuvo acceso AP, los cuales están integrados a la investigación contra los siete militares procesados, dice que funcionarios del Estado de México tuvieron información desde el inicio de que la escena de los hechos fue alterada.

“Supieron, por ejemplo, que en al menos en diez casos las armas largas ubicadas junto a los cuerpos no correspondían con el calibre de los cartuchos que llevaban los fallecidos y que manchas de sangre en la ropa indicaban que los cuerpos habían sido movidos. También se puso por escrito que, al menos nueve de los muertos, presentaban heridas recibidas ‘al momento de realizar maniobras instintivas de defensa’, lo que sugiere que habrían intentado evitar los impactos de bala, algo que no habrían hecho si estuviesen disparando”, refiere el medio.

Sin embargo, agrega, investigadores estatales presentaron un reporte en el que validaban la versión del ejército y que nada se había alterado: “por las observaciones realizadas en el lugar de la investigación, se determina que este sí fue preservado en su estadio original”.

Los documentos judiciales contienen declaraciones de los soldados involucrados que aseguran que el Ejército nunca los interrogó sobre el encubrimiento y que la PGR hizo poco para investigar la matanza antes de que AP y la revista Esquire entrevistaran a la mamá de una de las víctimas.

El gobierno de México ha sido duramente cuestionado por organismos internacionales debido al caso Tlatlaya. En un principio se trataron de negar los hechos, con apoyo de Raúl Plascencia, entonces titular de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH). Eruviel Ávila, Gobernador del Estado de México, defendió la actuación del Ejército aunque se trató de ejecuciones sumarias. “Podemos ver que el Ejército mexicano actúa con firmeza con acciones concretas y el gobierno del Estado de México le reconoce  su participación y le agradece la acción decidida y contundente del día de ayer”, dijo el mandatario priista el pasado 1 de julio.

Aunado a esto, las autoridades recurrieron a “congelar” o reservar la información. Primero fue el gobierno del Edomex quien determinó  declarar “reservada” la investigación del caso. Posteriormente se dio a conocer que la Secretaría de la Defensa (Sedena) aprobó una resolución, la CI/RIR/1183/14, en la que responde a un ciudadano que también quedará oculta la investigación. A principios de este mes la Procuraduría General de la República (PGR) hizo lo mismo y catalogó como reservada la información contenida en los 11 dictámenes de la investigación.

El 19 de diciembre pasado, el Instituto Federal de Acceso a la Información y Protección de Datos (IFAI) ordenó a la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) dar a conocer el número, el grado, la unidad y el batallón o la compañía a la que pertenecen cada uno de los militares involucrados en la ejecución extrajudicial de 22 personas ocurrida el pasado 30 de junio en Tlatlaya, Estado de México, por la que siete militares enfrentan un proceso civil.

Este día, Associated Press da cuenta del testimonio de una testigo de estos hechos quien relató al medio cómo funcionarios del Edomex estatales la patearon, le pusieron una bolsa en la cabeza, la metieron en un excusado y la golpearon para firmar una declración falsa.

“Conforme me iban pegando…. decían que ellos hacían que hasta los mudos hablaran”, dijo la mujer a The Associated Press. La testigo dijo que dos días después de que fuera golpeada en las instalaciones de la Procuraduría del Estado de México, fue llevada a la capital del país, donde investigadores federales del área contra la delincuencia organizada de la Procuraduría General de la República la presionaron para que firmara la declaración falsa.

“No, le digo, yo no voy a firmar nada… y me empieza a gritar”, dijo la mujer sobre uno de los investigadores que la presionó. Sin un abogado presente, dijo que al fin cedió y firmó a los pocos días de que tuvieran lugar las muertes, antes de que los medios cuestionaran la versión oficial de que las muertes fueron producto de un enfrentamiento.


En respuesta a una petición de AP, la Procuraduría del Estado de México informó que hay dos investigaciones, una administrativa y otra penal, para determinar si incurrieron en alguna responsabilidad y/o delito los funcionarios estatales que intervinieron en el caso. Hasta ahora, sin embargo, nadie ha sido detenido ni suspendido de sus labores.

FUENTE: SIN EMBARGO.
AUTOR: REDACCIÓN.
LINK: http://www.sinembargo.mx/13-01-2015/1217205.

lunes, 12 de enero de 2015

Incautan armamento enterrado en Tlatlaya


MÉXICO, D.F: Elementos de la Base de Operaciones Mixta (BOM) localizaron e incautaron en el municipio de Tlatlaya, Estado de México dos tambos enterrados con más de 3 mil 500 cartuchos útiles de alto calibre, 30 armas largas, dos armas cortas y tres aditamentos para lanzagranadas.

Los hechos ocurrieron en la madrugada de este domingo en el paraje conocido como San Mateo, del municipio de Tlatlaya, informó el gobernador Eruviel Ávila.

“Celebro esta captura, celebro este acto, y es una muestra de que no estamos cruzados de brazos, al contrario, que las 24 horas del día, con las fuerzas federales y estatales, estamos combatiendo a los enemigos de la sociedad”, dijo el mandatario en un evento realizado hoy en el municipio mexiquense de Huixquilucan.

El hallazgo se realizó la madrugada de este domingo en el paraje conocido como San Mateo, cuando los integrantes de la BOM realizaban patrullajes y se percataron de la presencia de dos personas armadas, quienes al percatarse de las fuerzas de seguridad se internaron en la zona boscosa y lograron darse a la fuga.

Al inspeccionar la zona donde se encontraban, las fuerzas de seguridad encontraron un lanzagranadas, para luego continuar con la supervisión del lugar hallando dos tambos enterrados con el armamento.

En total fueron incautados tres aditamentos lanzagranadas; dos armas cortas, 30 armas largas y más de 3 mil 500 cartuchos útiles de alto calibre.

Las armas y demás objetos localizados fueron puestos a disposición de la agencia del Ministerio Público de la Federación en Toluca para proseguir con las investigaciones correspondientes.

La Base de Operación Mixta está formada por elementos del Ejército, Marina, la Procuraduría estatal, la Comisión Estatal de Seguridad Ciudadana y corporaciones municipales de seguridad.


FUENTE: PROCESO.
AUTOR: REDACCIÓN.

lunes, 5 de enero de 2015

Anuncia Peña plan para sacar del hoyo a la economía; omite casos Tlatlaya y Ayotzinapa

MÉXICO, D.F: Con un mensaje a la nación centrado en medidas que “mejorarán la economía familiar”, el presidente Enrique Peña Nieto deseó al país un buen año 2015 y se comprometió a trabajar por erradicar la corrupción y la impunidad.

En punto de las 9:00 de la noche, aunque con ciertas fallas al inicio de la transmisión, el portal oficial de la Presidencia de la República emitió el video en el que Peña Nieto apenas si abordó los hechos de violencia, sin mencionar los casos de Tlatlaya o de los estudiantes de Ayotzinapa, ambas masacres ejecutadas por agentes gubernamentales.

“2014 fue un año difícil, la violencia del crimen organizado nuevamente golpeó al país”, expresó el mandatario quien reiteró los calificativos que en diferentes ocasiones ha planteado para referirse a los mencionados casos, como dolor y tristeza.

Antes de lo anterior, Peña Nieto se refirió brevemente a los logros de su administración en 2014, en especial en materia económica.

Según Peña Nieto, los hechos de violencia (así, en general) dejaron como lección que México debe seguir cambiando. Pero rápidamente, redirigió su mensaje a la materia económica para mencionar siete acciones con las que inicia 2015:

La reducción de las tarifas de gas y luz, producto de la reforma energética; la suspensión de los llamados “gasolinazos”; la suspensión del cobro de largo distancia gracias a la reforma de telecomunicaciones; el reparto de televisiones digitales a 10 millones de familias; apoyos para emprendedores de 18 a 30 años; aceleración de acceso a vivienda digna.

Además, reiteró el establecimiento de zonas económicas como había prometido a principios de diciembre; trato fiscal preferencial para actividades agropecuarias de Chiapas, Guerrero y Oaxaca; y el establecimiento de medidas fiscales y de financiamiento para el desarrollo de vivienda.

Como ha hecho en múltiples ocasiones, se refirió a que los cambios y transformaciones en el país, impulsadas por su gobierno, generar obstáculos y resistencias, pero aseguró que su gobierno seguirá adelante poniendo las reformas en acción.


Añadió que su gobierno reafirma su compromiso en el combate a la corrupción y la impunidad, para finalmente, desear al país un buen 2015, con salud, logros y realizaciones.

FUENTE: PROCESO.
AUTOR: ARTURO RODRÍGUEZ GARCÍA.

viernes, 19 de diciembre de 2014

Urge Ifai a Sedena que revele quiénes son los militares involucrados en caso Tlatlaya

Pide conocer número, grado y unidad a la que pertenecían los soldados involucrados en matanza del 30 de junio. Con ello, se ofrece a la sociedad "la claridad necesaria para confiar en quienes deben resguardar la seguridad nacional y la paz pública”, dijo la comisionada Villalobos.

La Secretaría de la Defensa Nacional deberá dar a conocer el número, el grado, así como la unidad, batallón o compañía a la que pertenecían cada uno de los militares que participaron en la confrontación con un presunto grupo criminal en el municipio de Tlatlaya, Estado de México, el pasado 30 de junio de 2014, ordenó el Instituto Federal de Acceso a la Información y Protección de Datos.

Lo anterior, en respuesta a un particular que solicitó esos datos.

La Procuraduría General de Justicia Militar señaló que la información se encontraba reservada por estar vinculada a una averiguación previa y a un expediente judicial por delitos militares; la clasificación fue confirmada por la Sedena.

Sin embargo, quien solicitó la información presentó ante el Ifai un recurso de revisión, el cual fue turnado a la comisionada María Patricia Kurczyn Villalobos.

En dicho recurso, el solicitante manifestó  que el 25 de septiembre de 2014 el sujeto obligado emitió un comunicado en el que hizo del conocimiento que se pusieron a disposición de un juzgado militar a un oficial y siete elementos de tropa.

En ese sentido, indicó que su petición es para que se precise sobre el número total de elementos, los datos relativos al grado y la unidad a la que pertenecían, con lo cual no se pretende obtener información que pueda vulnerar la investigación.

En su oficio de alegatos, la Sedena  reiteró su respuesta original.

En el análisis del caso, la comisionada ponente señaló que la propia Sedena, en el comunicado prensa mencionado, informó a la opinión pública que fueron puestos a disposición del Juzgado Sexto Militar  un oficial y siete elementos de tropa que participaron en los hechos, por su presunta responsabilidad en la comisión de los delitos en contra de la disciplina militar, desobediencia e infracción de deberes en el caso del oficial, e infracción de deberes en el caso del personal de tropa.

Villalobos advirtió que el ministerio público castrense ya ejerció acción penal, por ende no se pondría en riesgo las diligencias que realizó el órgano investigador.

Asimismo, destacó que  los datos relativos al grado, así como la unidad, batallón y/o compañía a la que pertenecían cada uno de los militares, se localizan en diversos archivos administrativos desde antes que cometan algún tipo de delito, tales como expedientes personales, registros de asistencia de las unidades o batallones, así como en los libros de control de los Grupos de Procesados y Sentenciados.

Por tanto, enfatizó la comisionada, que dar a conocer los datos requeridos por el particular, no implica que sean extraídos de la indagatoria o del expediente que obra en el Juzgado militar.

Agregó que los datos requeridos son de carácter genérico que no hacen identificables a los servidores públicos que están sujetos al proceso. Además, manifestó, la Sedena en ocasiones anteriores ha entregado información similar a la requerida, como en la solicitud con número de folio 0000700115413, en la cual dio a conocer el registro de cuatro generales en juicio por diversos delitos.

La ponente consideró de gran relevancia dar a conocer la información, ya que los militares, dijo, como  servidores públicos deben estar sujetos al escrutinio de la ciudadanía. 

“Sobre todo cuando en la actualidad nos encontramos ante una crisis en materia de derechos humanos. En ese sentido, se garantiza la máxima publicidad, prevista en el artículo sexto de la Constitución, y se ofrece a la sociedad la claridad necesaria  para confiar en quienes deben resguardar la seguridad nacional y la paz pública”, enfatizó.


Por lo anterior, a propuesta de la comisionada María Patricia Kurczyn  Villalobos, el pleno del Ifai revocó la respuesta e instruyó a la Sedena a proporcionar la información genérica, en los términos referidos.

FUENTE: ARISTEGUI NOTICIAS.
AUTOR: REDACCIÓN.

martes, 16 de diciembre de 2014

Gobierno Edomex torturó a testigos y manipuló pruebas en caso #Tlatlaya para encubrir al Ejército: CNDH

El gobernador Eruviel Ávila felicitó públicamente al Ejército Mexicano por liberar a tres víctimas de secuestradores y adelantó que los soldados actuaron en legítima defensa.

El gobierno del Estado de México, que encabeza Eruviel Ávila, torturó a testigos y manipuló pruebas periciales para encubrir los rastros dejados por miembros del Batallón 102 del Ejército Mexicano sobre el asesinato de 22 civiles en el municipio de Tlatlaya, según consta en la recomendación de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, la CNDH, emitida sobre este caso.

En su investigación, la CNDH concluyó que el mandatario mexiquense y el procurador Alejandro Gómez Sánchez, no tenían pruebas para concluir, como lo hicieron, que los 22 muertos encontrados en esa localidad colindante con Guerrero cayeron durante un enfrentamiento con soldados, toda vez que  desde entonces había pruebas en el sentido de que algunos de ellos fueron asesinados ilegalmente.

El pasado 1 de julio, un día después de las ejecuciones extrajudiciales, el gobernador Eruviel Ávila, felicitó públicamente al Ejército Mexicano por liberar a tres víctimas de secuestradores y adelantó que los soldados actuaron en legítima defensa.

“El Ejército mexicano, allá en Tlatlaya, tuvo una valiente presencia y acción al poder rescatar a tres personas que estaban secuestradas, lamentablemente un militar salió herido, pero el ejército en su legítima defensa actuó y abatió a los delincuentes”, dijo el mandatario estatal.

De acuerdo con la investigación de la CNDH, el Ejército entregó a ministerios públicos estatales a tres presuntas víctimas de una banda de secuestradores, cuyos integrantes murieron en la bodega de Tlatlaya. Sus nombres, así como los de otros testigos no fueron hechos públicos por razones seguridad.

Se trataba  de tres mujeres que relataron que fueron llevadas a oficinas de la Procuraduría de Justicia del Estado de México, en donde otros funcionarios las interrogaron en tono amenazante. En sus testimonios afirmaron que una persona calva, de alrededor de 35 años, les dijo que había una forma de hacerlas hablar sin que se les notaran los golpes. La intención era que reconocieran que formaban parte de la banda de secuestradores.

A dos de ellas, primero las sentaron sobre sillas y les pidieron sus contraseñas de Facebook para acosarlas con las fotografías que encontraron. Como aún no confesaban lo que ellos querían, la postraron a jalones sobre el piso. El hombre calvo  pateó a una de ellas en los costados y la amenazó con dañar a su familia. Luego la levantaron de los cabellos para ponerla de nuevo en una silla y lanzarle más preguntas.

Cada vez que una de ellas se negaba a responder a lo que ellos querían, a confesar ser parte de la banda de secuestradores, los funcionarios les pegaban en la cara y en la cabeza con los nudillos. Las torturas duraron 30 minutos aproximadamente. Luego les advirtieron que no debían contar lo ocurrido ahí dentro, o de lo contrario, sus hijas quedarían en un orfanato.

Entre golpes y amenazas, las víctimas contaron su versión, involucrando a soldados con la ejecución de los civiles. Los funcionarios les dijeron que esa no era la verdad de los hechos.

Una funcionaria llamó mentirosa a una de las mujeres. En la página 72, en el punto 316,  la CNDH dice lo siguiente:

“No obstante, la abogada que había visto antes en la bodega, la llama “mentirosa”, “que los militares no habían matado a nadie”, por lo que le ordenó a la persona que tomaba nota que borrara lo que había declarado”.

Por la madrugada, funcionarios de la Procuraduría local llevaron a las mujeres a un hotel. Tardaron 20 minutos en llegar.  Ahí continuaron los interrogatorios.

Por separado las metieron a un baño, en donde tres hombres las golpearon de nuevo, les jalonearon el cabello, las asfixiaron con bolsas de plástico y metieron sus cabezas en la taza del baño varias veces. Uno de ellos les advirtió lo siguiente: “Aquí, hasta los muertos hablan”.

Además de exigirles que se asumieran como parte de la banda de secuestradores, los funcionarios querían que declararan que las personas muertas en la bodega en Tlatlaya asesinaron a 10 de sus compañeros.

Este testimonio fue plasmado por la CNDH en su página 72 de la recomendación del caso Tlatlaya. Textualmente dice los siguiente:

“Le decían que tenía que decir que las personas que fallecieron “habían matado a diez”, a quienes pusieron en bolsas negras, y que ella daba de comer a los secuestrados”.

Entonces un hombre amenazó con violarlas. Hubo preguntas sexuales amenazantes. Un funcionario se bajó el pantalón y ordenó a una de ellas que se inclinara.  Fue en ese momento cuando aceptaron firmar una declaración, sin saber qué contenía.

La CNDH  concluyó que estas violaciones a las garantías individuales sirvieron para encubrir la actuación de los militares y también para que dos de estas mujeres terminaran en el penal federal de Tepic procesadas por delitos graves.

El 8 de julio, la agencia AP publicó un reportaje en el que sostenía que algunas víctimas en la bodega de Tlatlaya fueron puestas contra la pared y murieron de uno  o dos disparos a la altura del pecho.

El 17 de julio, durante una rueda de prensa, Noticias MVS preguntó al procurador mexiquense, Alejandro Gómez, qué explicación tenía ante lo publicado por la agencia AP en el sentido de que podría tratarse de un fusilamiento a manos del Ejército y no de un enfrentamiento como indicaba la versión oficial.

Gómez, quien asumió el cargo apenas el pasado  21 de mayo, aseguró que de las diligencias oficiales no había pruebas de que hubo una ejecución.

“De las diligencias practicadas por el Ministerio Público del fueron común no se desprende indicio alguno que haga presuponer o que nos haga la pensar en la posible ejecución o el posible fusilamiento que usted hace referencia y se hace referencia en otros medios de comunicación”.

No obstante, la CNDH estableció que la procuraduría mexiquense actuó de forma irregular al no resguardar adecuadamente las evidencias, ni tomar fotografías dentro y fuera de la bodega antes de practicar los estudios periciales, lo que viola los protocolos establecidos en una investigación científica de este tipo.

Además detalla que el enfrentamiento entre militares y los civiles armados ocurrió alrededor de las 6:00 horas, pero los especialistas de la procuraduría local llegaron hasta las 12:30 horas.

Por otra parte, los peritos de la CNDH y PGR concluyeron que al menos tres cadáveres fueron movidos  de su posición original y se les colocaron armas para simular que cayeron en un enfrentamiento, lo cual no fue detectado por la procuraduría mexiquense aún cuando esto era evidente en sus propias fotografías.

En otra parte de la recomendación, la CNDH cuestionó los resultados de las necropcias realizadas a 22 cuerpos, toda vez que omitieron datos que permitieran tener mayor certeza sobre la forma en que sucedieron los hechos.

También destaca, por ejemplo,  que las víctimas refirieron la presencia de teléfonos celulares en la escena del crimen, pero la procuraduría mexiquense no registró ninguno como evidencia. Además, dentro de una camioneta se encontró un aparato de radiocomunicación que no quedó en manos de las autoridades.

La CNDH recibió mil 676 fotografías del lugar de los hechos y de las necropcias, pero en el caso de los cadáveres de cinco víctimas no se recibieron imágenes con detalle individual, sino que únicamente se enviaron fotos con planos generales de la zona.

Sin embargo, imágenes con el nivel de detalle requerido fueron filtradas a medios de comunicación. Para los investigadores de la Comisión esto significa que las autoridades de Servicios Periciales del Estado de México obstaculizaron la investigación por violaciones a derechos humanos.

Este miércoles, el gobernador Eruviel Ávila dijo que el gobierno del estado aprovechará los 15 días que les da la ley para analizar si aceptan o no la recomendación.

“Así que vamos a atender lo que marca la comisión nacional, lo que marca de ley, habremos de esperar estos 15 días hábiles para, en su caso, emitir nuestra respuesta formal, si aceptamos o no aceptamos dicha recomendación”

De acuerdo al gobernador, su administración no había sido notificada formalmente de la recomendación, aunque serán respetuosos de los tiempos y formas que establece la ley.

VÍDEO:


FUENTE: ARISTEGUI NOTICIAS
AUTOR: REDACCIÓN.