Los habitantes de esta localidad de Baja California hablan de decenas de desapariciones, pero debido al silenciamiento de la población solo se denuncia una mínima parte. El delito aumentó en 2022, cuando se recrudeció la lucha entre organizaciones criminales por el control del tráfico ilegal de la totoaba, un pez que tiene una gran demanda en el mercado asiático.
“El monstruo que destruyó aquí a San Felipe fue la totoaba. Gracias a eso mucha gente volteó a ver este lugar, fue cuando empezó el narcotráfico a entrar más duro. Era un pueblito mágico hace años. Era chiquitito, bien bonito, todo mundo que venía no se quería ir porque había mucha paz, mucha tranquilidad, por eso hay mucho americano, pero ahora ya tienen también miedo”, cuenta un familiar de una persona desaparecida en esta localidad de Baja California.