Jairo Guarneros Sosa, activista que participa con personas que buscan a sus familiares desaparecidos en el municipio de Orizaba e integrante del colectivo Huatlahtolli, fue baleado la noche del jueves en esa ciudad, informaron integrantes de la organización civil.
Aunque no precisaron detalles de la agresión, se supo que Guarneros Sosa únicamente resultó herido de bala en un hombro porque a uno de los sujetosse le encasquilló la pistola, y fue internado en el hospital Covadonga.
La orden era matarlo, pero al atacante se le atascó la pistola y no pudo continuar disparando, se retiró del lugar y dejó a Jairo tendido en el piso, dijo Emilio Rodríguez, integrante de la alianza Internacional de Habitantes.
Integrantes de organizaciones feministas, defensores del entorno ambiental y de combate al VIH-sida, hicieron un pronunciamiento para se esclarezca el atentado contra Jairo Guarneros.
Beatriz Torres Beristáin, quien tiene más de 15 años de conocer a Jairo y trabajar con él en el colectivo Huatlahtolli, lo describe como un interlocutor de luchas que se ha ganado un lugar ante las autoridades.
Refirió que el luchador social es una persona muy alegre, muy reflexivo, sabio y sensible, su trabajo es muy importante porque acompaña pequeñas luchas; para él todas las batallas son importantes.
Originario de Río Blanco, Veracruz, egresó de sociólogo por la Universidad Veracruzana (UV), y se involucró en las luchas sociales en la región de Orizaba.
Actualmente Guarneros Sosa trabaja de tallerista en temas de combate al contagio de vih-sida, con el grupo multisectorial, que imparte cursos y talleres en los penales del estado.
Para Torres Beristáin, la agresión a Guarneros Sosa tiene lugar en un contexto de muertos y desaparecidos,donde ya nada nos sorprende, donde se ha sistematizado la violencia.
Dijo que el activista se ha enfrentado al dos veces presidente municipal de Orizaba, Juan Manuel Diez Francos, del PRI, quien en su afán de conseguir el nombramiento depueblo mágico para esa ciudad, se proponía ocultar los problemas de inseguridad y pobreza que prevalecen en la zona, pero Jairo Guarneros lo desmintió.
“Jairo terminó en la cárcel en el 2011 por intentar la defensa de un grupo de comerciantes indígenas desalojados por la fuerza del mercado Zapata, porque según Diez Francos ‘afeaban el paisaje’ ”, expresó Beristáin.
Por esa rivalidad, en el pronunciamiento conjunto de las organizaciones civiles pidieron que también se investigue a la administración de Diez Franco, por su presunta participación en el atentado.
Afinidad con el Ezln
Guarneros Sosa también compartió la filosofía del movimiento zapatista desde el origen del movimiento del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN), hasta ahora que lleva el nombre de la sexta declaración de la Selva Lacandona.
El religioso Julián Verónica González, integrante del colectivo Verde de Amatlán de los Reyes también respaldó el trabajo de Jairo Guarneros, a quien describió comouna persona comprometida con los más pobres, solidario con los necesitados y muy coherente.
Consideró que la agresión de que fue víctima no puede entenderse sino como producto de un estilo de vida en donde reina la impunidad, la violencia, que pone en riesgo a todos los habitantes de Veracruz.
Fuente: La Jornada
Autora: Eirinet Gómez
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