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Minería en México invade bosques y selvas

“En el país latinoamericano existen actualmente 895 proyectos mineros y un 58% de la cobertura forestal mexicana (64.5 millones de hectáreas) es afectada por las concesiones extractivas en todo el país”.

Las regiones boscosas en México se encuentran en el centro de disputa territorial ante la expansión de la industria minera. En el país latinoamericano existen actualmente 895 proyectos mineros y un 58% de la cobertura forestal mexicana (64.5 millones de hectáreas) es afectada por las concesiones extractivas en todo el país.

Pueblos se organizan contra saqueo de bosques en Michoacán

Los 30 pueblos que integran el Concejo Supremo Indígena de Michoacán iniciaron rondas comunitarias y se organizaron en grupos de autodefensa para proteger los bosques y huertas de aguacate contra los saqueos y rechazar el cobro de cuotas.

El jefe de la tenencia de Pamatácuaro aseguró que en los últimos meses se agravó el saqueo de los bosques y que los responsables de la tala clandestina son liberados horas después de su detención, por lo que las rondas comunitarias y los grupos de autodefensa continuarán con sus actividades de manera permanente.

“Devasta el crimen bosques de la Tarahumara”

Sacerdotes de la diócesis de la Tarahumara y comunidades de base de la Iglesia católica lanzaron la voz de alerta sobre la devastación de los bosques de la región serrana y demandaron acciones urgentes de autoridades de los tres órdenes de gobierno para frenar la sobrexplotación forestal legal e ilegal.

En conferencia de prensa, los miembros de la pastoral de la Tarahumara denunciaron que del año pasado a la fecha aumentaron indiscriminadamente la tala de árboles y los incendios intencionales, perpetrados por grupos criminales para cubrir el saqueo que cometen en total impunidad, con pleno conocimiento de las autoridades de Chihuahua.

Somos testigos de una explotación forestal sin control. La codicia de unos pocos y la impunidad ambiental han llevado a que cada vez más la delincuencia organizada se adueñe de predios y aserraderos, y a que la madera sea trasladada con permisos de dudosa procedencia, hasta llegar a incendios provocados, manifestaron.

Los clérigos Celestino Villa y Javier Ávila subrayaron que esta problemática la han denunciado directamente ante el gobernador César Duarte Jáquez y el fiscal general del estado, Jorge González Nicolás, pero no hay resultados ni se ha investigado a los saqueadores del bosque.

Sentimos que estamos llamados a cuidar esta creación, lo que también es un llamado del papa Francisco, que nos dice que este territorio, nuestra casa común, la están tratando con mucho descuido, pero también es un llamado de la Iglesia tarahumara de cuidar a los fieles de la montaña, que nos obliga a emprender acciones sobre lo que está pasando; somos colaboradores en los planes de Dios para las familias de la tierra, expuso Celestino Villa.

El sacerdote Javier Campos, de la Compañía de Jesús, conocido en los pueblos serranos como Padre Gallo, aseguró que la devastación del bosque ha trastocado la forma de vida de las comunidades indígenas, la cual está íntimamente ligada al sustento que obtiene del medio ambiente, en una economía de autoconsumo.

Su relación con el creador y la naturaleza está destrozada y económicamente no reciben beneficios. Este deterioro de los bosques los expulsa de sus rancherías a los pueblos y de los pueblos a la ciudad, recalcó.

El religioso, quien tiene unos 50 años de labor pastoral en la Tarahumara, habló de la alteración del régimen de lluvias en la región serrana en las últimas décadas. Antes había de ocho a nueve meses de lluvia, nieve y humedad, ahora hay precipitaciones solamente ocho o nueve semanas al año, recordó.

Gabriel Parga Terrazas, sacerdote de la diócesis de la Tarahumara, explicó que la tala legal en la región de la Sierra Madre es indiscriminada, porque se ha sobrevalorado la masa verde de los bosques de Chihuahua, sin tomar en cuenta tasas de recuperación del arbolado y la fragilidad de los ecosistemas.

Hay un progama del presidente Enrique Peña Nieto que quiere doblar la producción forestal de México, para cubrir la demanda del país, sin tomar en cuenta los daños colaterales que esto significa en materia ambiental. Una de las principales afectaciones es a las cuencas hidrológicas, la captación de agua. Se están dando permisos en forma indiscriminada, sin estudios serios que permitan una explotación sustentable, insistió.

Las unidades forestales y los que hacen estudios siempre están sobrevalorando el bosque, para dar permisos de explotación. El impacto es muy agresivo, lo sabemos todos los que vivimos aquí, es urgente tomar acciones para frenar el daño, sostuvo Parga.

Impunidad e ilegalidad

Javier Ávila, párroco de Creel y presidente de la Comisión de Solidaridad y Derechos Humanos, afirmó que el patrimonio natural de los bosques de la Tarahumara “está muy amenazado.

En esta región de Creel a San Juanito se habla de más de 20 mil pinos destruidos, de más de 800 hectáreas incendiadas. Hay tráfico ilegal de madera; a veces las mismas autoridades ejidales están involucradas; la impunidad y la ilegalidad siguen haciendo muchísimo daño a nuestra casa común, sentenció Ávila.

A los problemas de la tala del bosque se suma el auge de la actividad minera a tajo abierto, que tiene consecuencias negativas en el ambiente. Ya hay una afectación permanente al paisaje, contaminación de arroyos y alta probabilidad de que el lugar donde se encuentran las minas quede totalmente degradado, alertó el sacerdote Fernando Martínez.

Junto a sus pares de la diócesis de la Tarahumara estuvieron habitantes de pueblos serranos que ofrecieron testimonios del saqueo de madera y hablaron del temor fundado que tienen de hacer denuncias públicas, por la injerencia directa de grupos criminales, coludidos con grandes empresarios de la industria forestal que se benefician de la tala ilegal.





Fuente: La Jornada
Autora: Miroslava Breach Velducea
http://www.jornada.unam.mx/2016/06/18/sociedad/032n1soc

¿Gendarmería ambiental para combatir a pobladores, ejidatarios y comuneros?


A partir de la experiencia reciente de militarización y represión policiaca como estrategia para enfrentar la inseguridad, la corrupción reinante entre las distintas policías, sus constantes violaciones a los derechos humanos, y la impunidad frente a estos abusos, no es arriesgado proponer que la gendarmería ambiental, lejos de contribuir a resolver problemas ambientales, contribuirá a su agravamiento con el riesgo de favorecer nuevas amenazas y violaciones a los derechos humanos y comunitarios.


Recientemente el secretario de medio ambiente, ingeniero Industrial Rafael Pacciano, anunció un acuerdo con Renato Sales, responsable de la Comisión Nacional de Seguridad, mediante el cual ambas dependencias amenazan con crear un nuevo cuerpo especial de gendarmes federales, los gendarmes ambientales, que estarán dedicados a vigilar las áreas naturales protegidas y a perseguir a delincuentes ambientales en las mismas.

Si bien es cierto que existe una gran inseguridad y delincuencia en varias áreas naturales protegidas, también es cierto que en muchas de las regiones forestales en donde existen mecanismos de participación y gobernanza por parte de ejidatarios y comuneros, donde hay planes de manejo forestal comunitario en operación, el tema de seguridad por lo general es menos crítico que en las áreas naturales protegidas que han sido segregadas del territorio comunitario.

No sólo en México, sino en otros países en distintivas regiones del mundo, existe evidencia abundante de que en los territorios forestales donde la comunidad organizada ejerce control sobre su territorio, la presencia de la criminalidad es menor que en aquellos sitios en los que se pretende instaurar la seguridad por la vía de la fuerza policíaca (Bray y Merino, sobre el Balcón Gro.), además de que el estado de conservación es mayor en el primer tipo de áreas forestales (Merino y Martínez, 2015)

Paradójicamente, las instituciones responsables de promover la participación de las comunidades en el manejo de los bosques en el país, como la Semarnat, la CONANP y la Conafor, han recortado recursos, cerrado gerencias y programas orientados al desarrollo de capacidades productivas y de gestión de las comunidades, y han despedido personal que tenía la función de fomentar y fortalecer estas actividades comunitarias en los bosques.

Los recursos que se han dejado de ejercer para promover el manejo y aprovechamiento comunitarios de los bosques, la gobernanza y las iniciativas de las empresas forestales comunitarios, ahora se utilizarán para contratar y armar a los gendarmes. Es poco probable que este nuevo cuerpo policíaco tenga la capacidad, la posibilidad o la disposición de atender las causas subyacentes que provocan el cambio de uso de suelos, la deforestación y degradación forestal, la pérdida de biodiversidad y el deterioro de los bosques.

Entre las principales causas de pérdida de bosques en pocos casos destaca la tala ilegal o la cacería furtiva. Hay otras causas mucho más generalizadas y que tienen un impacto mucho más devastador sobre el territorio forestal. Entre ellas están varias causas sobre las cuales los gendarmes ambientales federales no actuarán: la imposición de concesiones mineras a cielo abierto y de explotación de hidrocarburos sobre territorios forestales, la construcción de autopistas y desarrollos inmobiliarios y hoteleros, los subsidios generalizados a la ganadería extensiva y a empresas agro industriales en áreas forestales comunitarias, muchas de las cuáles se encuentran en áreas naturales protegidas decretadas por el gobierno federal.

Subyace también la imposición de distintos controles, impuestos, normas y trabas que actúan contra las empresas e iniciativas forestales comunitarias orientadas al uso sustentable, manejo e incluso protección de los bosques. Resulta preocupante que los gendarmes ambientales, lejos de actuar contra estas graves fuentes de presión sobre los bosques, lo hagan contra las comunidades que defienden sus bosques y se oponen a este tipo de proyectos. Incluso en aquellos territorios donde la tala ilegal sí es un grave problema, es también muy dudoso que un grupo de policías federales la vaya a evitar.

Mientras no se controle el elevado número de madererías que venden madera ilegal, mientras se sigan imponiendo regulaciones absurdas que desincentivan la producción legal y promueven en los hechos la ilegalidad, mientras no se invierta seriamente en el desarrollo de capacidad y competitividad de los usos legales de los bosques, la presencia policíaca no mejorará en modo alguno el problema de la deforestación y el deterioro forestales.

A partir de la experiencia reciente de militarización y represión policiaca como estrategia para enfrentar la inseguridad, la corrupción reinante entre las distintas policías, sus constantes violaciones a los derechos humanos, y la impunidad frente a estos abusos, no es arriesgado proponer que la gendarmería ambiental, lejos de contribuir a resolver problemas ambientales, contribuirá a su agravamiento con el riesgo de favorecer nuevas amenazas y violaciones a los derechos humanos y comunitarios.

La experiencia reciente de distintos países, como Honduras y Camboya por mencionar sólo a un par, muestra que la presencia de policías armados en las áreas naturales protegidas ha sido un instrumento mediante el cual se ha despojado a las comunidades de sus tierras para destinarlas a plantaciones, minas o desarrollos inmobiliarios. Esta misma semana se entregó el premio Goldman del 2016 a Leng Ouch, de Camboya, quien ha estado documentando cómo el régimen autoritario es el principal promotor de la deforestación en ese país. Leng muestra claramente que la forma predilecta de los gobiernos autoritarios para despojar a las comunidades de sus territorios es precisamente mediante la instauración de cuerpos armados que los ‘vigilan’.

¿Qué relación se puede esperar que exista entre el cuerpo de gendarmes y el presidente del comisariado de bienes comunales, o el comité de vigilancia del ejido o la comunidad? ¿A quién le rendirá cuentas el gendarme? ¿A la comunidad, que es la legítima propietaria de las tierras según las leyes mexicanas, o a autoridades federales que como las actuales SEMARNAT y PROFEPA que han demostrado reiteradamente ignorar los principios más básicos del manejo sustentable de los bosques y el respeto a derechos comunitarios y civiles? ¿O a la Dirección Federal de Seguridad?

Hace pocas semanas observamos cómo un grupo de soldados y policías desplegaron un fuerte operativo armado para apoyar a la Profepa en un decomiso de venados dentro de una UMA de los comuneros de Tepoztlán, en el estado de Morelos, por el motivo de que había algunos papeles que no estaban actualizados, sobre todo por falta de apoyo de la Conanp y la Profepa para tal fin.

En ese operativo la policía y las autoridades se enfrentaron con mujeres y hombres de la comunidad, cuando claramente el problema se podría y debería haber resuelto sin la presencia policiaca y militar, simplemente con el diálogo con la comunidad. Y más recientemente pudimos observar la presencia y acción policiaca en los bosques que circundan a la población de San Francisco Xochicuautla, en el Estado de México, donde los gendarmes se dedicaron a proteger a una empresa constructora predilecta del régimen, e impedir que los pobladores detuvieran la devastación del bosque que la empresa llevó a cabo.

Además hay prisa. El propio presidente de la República, mediante tweets, ha prometido que estos nuevos cuerpos de policía estarán operando antes de diciembre, pues serán presentados en la reunión mundial de la Comisión de Diversidad Biológica de la ONU, que tendrá su cumbre mundial en Cancún a finales de año. Ahí, el gobierno mexicano hará patente su compromiso con la conservación de la biodiversidad mediante una estrategia basada en prohibición y la criminalización del uso comunitario de los bosques, y que por ese motivo está destinada al fracaso.

Más que crear estos cuerpos policiacos, sería indispensable que se consultara y se trabajara seriamente con los representantes y los miembros de los ejidos y las comunidades forestales para promover y apoyar la gobernanza y las iniciativas y empresas comunitarios. La presencia policiaca solo resultaría aceptable en áreas de fuerte ingobernabilidad, de manera temporal, acotada, basada en prácticas de rendición de cuentas y acompañamiento civil y comunitario.




Fuente: Animal Político
Autor: Raúl Benet
http://www.animalpolitico.com/blogueros-blog-invitado/2016/05/03/gendarmeria-ambiental-para-combatir-a-pobladores-ejidatarios-y-comuneros/

Exigen documentos que avalen la Gran Rueda CDMX

Ciudad de México. Las autoridades capitalinas deben presentar a la ciudadanía los documentos que avalan la construcción de la Rueda de la Fortuna CDMX, en un predio ubicado en la primera sección del Bosque de Chapultepec, que tiene un uso de suelo de área verde, de acuerdo con el Programa Delegacional de Desarrollo Urbano de 2008, exigió Gustavo García.
El representante de la Asociación del Polígono Granadas Anáhuac y uno de los abogados que interpusieron siete amparos indirectos para evitar que la empresa Trepi construya en Montes Apalaches y se mantenga como área verde, señaló que su instalación implica la presentación del certificado de uso de suelo; y la constancia de alineamiento y número oficial.
Así como el Permiso Administrativo Temporal Revocable (PATR) por parte del Comité de Patrimonio Inmobiliario de la Oficialía Mayor del Distrito Federal; autorización de Impacto Ambiental, el Dictamen de Estudio de Impacto Urbano, Título de Concesión, Manifestación de Obra, licencia de funcionamiento y programa interno de Protección Civil.
El abogado explicó en entrevista que el Bosque de Chapultepec, como área de valor ambiental, está sujeta a un programa de manejo, y la instalación de dicha rueda de 60 metros de altura obliga a contar con un permiso del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) y conocer cómo se atenderá el déficit de mil cajones de estacionamiento.
Recordó que el Bosque y Castillo de Chapultepec están en proceso de ser declarados Patrimonio Cultural de la Humanidad por parte de la Unesco, y alterar su entorno pondrá en riesgo dicho proceso y "buscan comprarnos con 30 mil pases gratuitos al año, con un costo de entre 80 y 100 pesos por persona, lo cual no vamos a permitir, y exigimos al gobierno presente los documentos que avalan su construcción.


Fuente: La Jornada
Autora: Laura Gómez Flores
http://www.jornada.unam.mx/ultimas/2016/02/23/exigen-documentos-de-gran-rueda-cdmx-2305.html

Vecinos denuncian amenaza contra el Bosque de Chapultepec

Ciudad de México.- Bajo las consignas ¡Salvemos Chapultepec! y ¡El bosque no se toca! vecinos de las colonias Roma, Juárez, Cuauhtémoc, Polanco, denunciaron que Miguel Ángel Mancera y empresarios "sin escrúpulos", planean construir una gigantesca rueda de la fortuna y un centro comercial, destruyendo una parte del Bosque de Chapultepec y su identidad.

Organizaciones sociales que le acompañan como Voz de Polanco, y diversos comités vecinales, entre otros, se pronunciaron contra este proyecto: "¡basta ya de provatizar las areas verdes de la ciudad!", "nos oponemos a este proyecto que se hace, nuevamente, sin los estudios adecuados y el consenso de los ciudadanos", igualmente informaron que "no estamos de acuerdo que Simón Levy de PROCDMX, concesione el espacio público para bebeficio de una empresa española que permaneceenla opacidad para la construcción de una torre de más de 40 pisos, un hotel y un centro comercial".

Mientras tanto, trabajadores están a marchas forzadas para acabar de instalar la rueda de la fortuna, que según informes de los propios trabajadores, estará lista para el 10 de marzo. Dicha rueda tendrá una inversión de 200 millones de pesos y forma parte de 12 concesiones que hay en el Bosque de Chapultepec. La obra lleva un avance del 60 %. La protesta se llevó a cabo en la entrada del Museo de arte modreno, la tarde de este domingo.



Fuente: Somos el medio
Autora: Judith Flores
http://www.somoselmedio.org/article/vecinos-denuncian-amenaza-contra-el-bosque-de-chapultepec

Clausura Profepa aserraderos clandestinos en Chihuahua y Durango

MÉXICO, DF (apro).- La Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) aseguró cuatro mil 592 metros cúbicos de madera de pino cuya procedencia no fue acreditada durante un operativo contra la tala clandestina realizado en la confluencia de Chihuahua y Durango entre el 6 y 11 de diciembre pasados.
Además clausuró cuatro Centros de Almacenamiento y Transformación de Materias Primas Forestales (CAT) e inició cinco procedimientos administrativos por diversas irregularidades que pueden resultar en la imposición de sanciones.
Durante el Operativo se realizaron 20 acciones de inspección y vigilancia consistentes en 18 visitas a CAT y se instalaron dos filtros de revisión al transporte de materias primas forestales.
Como resultado de ello la Profepa aseguró de manera precautoria cuatro mil 592 m3 de madera de Pino, de los cuales dos mil 897m3 corresponden a madera en rollo y mil 695 m3 a madera en escuadría. Asimismo aseguró 28 equipos de aserrío, como torres, sierras cinta, motores eléctricos y carros de empuje.
En los filtros de revisión también se inspeccionaron 108 vehículos que transportaban un total de mil 731 m3 de madera de pino cuya procedencia legal sí fue acreditada.
En un comunicado la dependencia indicó que las principales irregularidades detectadas al momento de realizar las visitas de inspección fueron: no presentar autorización de funcionamiento ni libros de registro de entradas y salidas de materias primas, uso indebido de la documentación para acreditar las materias primas y falta de registro de la maquinaria.
En el operativo participaron 27 inspectores federales de la Profepa apoyados por elementos de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) y la Procuraduría General de la República (PGR).
Además, durante el operativo las autoridades detectaron tres CAT registrados ante la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) sin funcionar desde hace dos años por lo que la Profepa informó que solicitará su baja del padrón.
La tala clandestina es frecuente en esas entidades, en particular en los municipios de Hidalgo del Parral, Santa Bárbara y Balleza, en el estado de Chihuahua y Guanacevi en Durango, donde se ubica una de las más importantes cuencas madereras del país que abastecen de madera a ciudades capitales como Chihuahua y Durango. Destaca el abastecimiento para la producción de embalajes en el punto fronterizo de Ciudad Juárez.
Fuente: Proceso
http://www.proceso.com.mx/?p=423509