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Economía estable es importante, pero no a costa de estabilidad social: CNDH

El organismo instó a garantizar la seguridad física y patrimonial de los ciudadanos, así como a brindar información veraz para evitar el pánico.

La Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) señaló que es importante la estabilidad económica del país, pero no a costa de su estabilidad social, por lo que exhortó al gobierno federal a implementar a la brevedad medidas en beneficio de los grupos más desfavorecidos y en defensa de sus derechos.

El organismo condenó los recientes actos vandálicos y saqueos en establecimientos comerciales e instó a las autoridades a garantizar la seguridad física y patrimonial de los ciudadanos, así como a brindar información objetiva y veraz de la situación para evitar pánico.

“Que se diseñen e implementen medidas de racionalidad y control del gasto, para el combate efectivo a la corrupción e impunidad, que permitan un manejo más eficaz y eficiente de los recursos públicos, sin afectar directamente la economía de las personas y de sus familias”, concluyó.

En un comunicado, agregó que la existencia de un descontento social legítimo no debe ser utilizada para la consecución de intereses individuales de naturaleza política, económica o de otra índole.

“Este organismo nacional hace un respetuoso llamado a los actores políticos y sociales, a efecto de que tengan una actuación ética, responsable y en el marco de la ley ante estos hechos, que prevenga que se capitalice o se obtenga un beneficio ilegítimo, manipulando o aprovechando la indignación social que se advierte”, indicó.


La comisión dijo que el ejercicio de todo derecho, así como el planteamiento de cualquier protesta, inconformidad o expresión de indignación, debe realizarse invariablemente de manera pacífica, con respeto a los derechos de terceros y sin infringir la ley o atentar contra las instituciones.

FUENTE: ARISTEGUI NOTICIAS.
AUTOR: REDACCIÓN.
LINK: http://aristeguinoticias.com/0501/mexico/economia-estable-es-importante-pero-no-a-costa-de-estabilidad-social-cndh/

Para comer bien, un mexicano debe trabajar 23 horas al día; un puro bistec le sale en 14 horas

Para comprar un bistec, un mexicano necesita trabajar más de 14 horas, 396 por ciento más tiempo que en 1987. Otras alternativas para comer, además de tener que trabajar más horas, es buscar dos o más empleos por persona, incorporar a otros miembros de la familia a trabajar independientemente de su edad o condición de salud, emigrar o aceptar un empleo pese a la distancia, expuso el estudio “México: más miseria y precarización del trabajo” del Centro de Análisis Multidisciplinario (CAM) publicado este miércoles. Sin embargo, si eso no es posible y tampoco se reciben transferencias del Gobierno, se está destinado a caer en una situación de pobreza, aseguró Miguel Reyes Hernández, miembro del Campo Estratégico de Acción en Pobreza y Exclusión.

Del 16 de diciembre de 1987 al 25 de abril del 2016, los mexicanos se han visto orillados a cuadriplicar las horas de trabajo para poder seguir comiendo ya que la pérdida acumulada del poder adquisitivo del salario mínimo durante ese periodo es de 79.11 por ciento y, por el contrario, el precio de la Canasta Alimenticia Recomendable (CAR) subió de 3.95 a 213.46 pesos diarios, de acuerdo con el reporte “México: más miseria y precarización del trabajo” realizado por el Centro de Análisis Multidisciplinario (CAM) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

Esta situación, afirma el informe, se expresa en el deterioro de los niveles de vida de las familias mexicanas: los trabajadores tienen que laborar más tiempo para intentar nivelar su consumo, lo que los priva de descansar, convivir, educarse o ejercer actividades recreativas. Además, el aumento del precio de la canasta se refleja en la contracción del consumo de productos básicos como leche, tortillas, pan, huevo y frijol.
“Para el 16 de diciembre de 1987 un trabajador debía trabajar 4 horas y 53 minutos para adquirir todos los productos que componen la CAR en tanto que, para el 25 de abril de 2016, el mismo trabajador necesitó trabajar 23 horas y 22 minutos para comprar la CAR, es decir, en un intervalo de 29 años se cuadruplicó el tiempo que se requería para comprar una CAR, registrándose un incremento del 412 por ciento”, expone el CAM.

En el último mes de 1987 –cuando el país registraba una inflación de 159 por ciento, una devaluación del peso del 33 por ciento y la caída del precio internacional del petróleo a 11 dólares por barril– el Tiempo de Trabajo Necesario (TTN) para adquirir un kilo de tortilla era de 24 minutos. El 25 de abril de este año, cuando el salario mínimo es de 73.04 pesos, para poder comprar lo mismo se tuvo que trabajar 1 hora con 31 minutos, un aumento de 446 por ciento.

En el caso de un kilo de carne de bistec de res, el 16 de diciembre de 1987 el TTN requerido para adquirirlo era de 5 horas con 25 minutos de una jornada laboral de 8 horas. Sin embargo, para el 25 de abril de 2016 se necesitó laborar 14 horas y 46 minutos por el mismo producto, es decir, un incremento de 396 por ciento.
De esta manera, añade el documento, el consumo de la carne de res dejó de ser considerada como una posibilidad de consumo ordinario para las familias trabajadoras y ahora pasó a ser considerada como un alimento de lujo.

“La gente que no alcanza a trabajar ese número de horas y que otro miembro de la familia no puede trabajar para un ingreso adicional, entonces está recibiendo transferencias [de programas sociales] y de esa manera compensa de cierta forma la pérdida de la caída del ingreso. Como los salarios han caído de una manera significativa, de 1997 a la actualidad la cobertura de transferencias ha pasado de 5 millones a 25 millones, pero la pobreza no ha bajado de una manera importante. Si tampoco recibe transferencias, entonces cae en situación de pobreza y es lo que está ocurriendo”, afirmó Miguel Reyes Hernández, miembro del Campo Estratégico de Acción en Pobreza y Exclusión de la Universidad Iberoamericana.

De 1987 al año 2016, dice el estudio, la política salarial ha registrado durante seis sexenios “una tendencia negativa del poder adquisitivo del salario” y “no ha logrado una recuperación”.

El Presidente Enrique Peña Nieto declaró en el marco del Día del Trabajo que de diciembre del 2012 a diciembre del 2015, el salario mínimo general promedio acumuló una recuperación en su poder adquisitivo de 5 por ciento. Pero “es totalmente falso”, acusa el CAM. Del 1 de enero del 2013 al 13 de octubre del 2015 registra una pérdida del poder adquisitivo del salario de 9.65 por ciento.
El coordinador del Centro de Reflexión y Acción Laboral (CEREAL), David Foust Rodríguez, dijo en entrevista a SinEmbargo que “hay una política de congelamiento de los salarios y México es el único país de Latinoamérica que ha permanecido en una situación así, y eso evidentemente ha deteriorado la situación especialmente en la gente que recibe entre uno y dos salarios mínimos”.

“Hay una decisión por parte de las élites que gobiernan este país de mantener los salarios artificialmente deprimidos. Las personas no trabajarían por esos salarios si quitaran el tope salarial. Pero la Conasami [Comisión Nacional de los Salarios Mínimos] continúa esa política reiterada por órganos como el Consejo Mexicano de Hombres de Negocios, el Consejo Coordinador Empresarial y la Coparmex [Confederación Patronal de la República Mexicana]”, aseguró.

La caída del poder adquisitivo, sigue el estudio del CAM, “precariza brutalmente las condiciones laborales de los trabajadores, es decir, aunado a la caída del salario real se encuentra hoy el aniquilamiento de todas aquellas prestaciones laborales que le representen un costo al empresario, como lo son entre otras, el reparto de utilidades, el aguinaldo y el pago de horas extras”, dice el reporte.
Otras alternativas para comer, además de trabajar más horas, es buscar dos o más empleos por trabajador; incorporar a otros miembros de la familia a trabajar independientemente de su edad o condición de salud; emigrar o aceptar un empleo pese a la distancia.

Pero aunque la tasa de desocupación ronda el 4 o 5 por ciento, añadió Foust Rodríguez, “en el primer trimestre de este año, la Tasa de Ocupación en Condiciones Críticas creció del 12 al 14 por ciento […] La gente está insatisfecha por estar en un país donde no se puede vivir bien”.



CONTRACCIÓN “DRAMÁTICA” DE CONSUMO

Antes un salario mínimo alcanzaba para más. Pero las políticas salariales han provocado que la contracción del consumo de las familias mexicanas sea “dramática”, afirma el estudio.

Actualmente, determinó el CAM, 32 millones de trabajadores en México sobreviven en diferentes niveles de miseria porque su ingreso es insuficiente para adquirir la Canasta Básica.

Durante 1987-2016, por cada peso que aumentó el salario, el precio de la canasta alimentaria recomendable aumentó cinco pesos. Para adquirir la canasta los trabajadores mexicanos requieren de un ingreso mensual promedio de 6 mil 403.80 pesos, el equivalente a casi 3 salarios mínimos diarios, calculó el Centro.

Si hubiera una distribución equitativa de acuerdo a lo que se produce, declaró Reyes Hernández, los mexicanos no tendrían por qué estar trabajando más horas y podrían aspirar a un nivel de vida adecuado y digno.
“Es un problema distributivo al interior de las empresas […] somos el país de la OCDE más inequitativo en cuanto a distribución del ingreso”, sostuvo.

Con un salario mínimo, en 1982 se podían comprar 18 litros de leche y ahora, en abril de 2016, solo cuatro. De los 51 kilos de tortilla que hace 34 años se podían adquirir, ahora, con el mismo dinero, solo se obtienen 6 kilos.

En 1982 podían tenerse 280 piezas de pan y en abril de 2016 solo 44. Por la misma cantidad, antes se podían comprar 8 kilos y medio de huevo y en 2016, 2 kilos del mismo producto. Y, de acuerdo con el informe, hace 34 años, con un salario mínimo, podían comprarse 12 kilos de frijol y actualmente solo 3 kilos.

Un factor que impide una distribución equitativa , añadió el académico de la Universidad Iberoamericana, es que las grandes corporaciones no pagan los impuestos que dan las pequeñas y medianas empresas, que es una tasa del 20 por ciento sobre sus ingresos netos. De esa manera no solo habría ingresos para programas sociales asistencialistas, también recursos para seguridad social universal y ampliación de cobertura educativa.


“Pero no hay voluntad política para sentarse a negociar con empresarios y representantes de trabajadores”, concluyó.



FUENTE: SIN EMBARGO.
AUTOR: DULCE OLVERA.
LINK: http://www.sinembargo.mx/08-06-2016/3051865

Continúa aumento del precio de la tortilla

La Comisión Federal de Competencia Económica advierte que podría sancionar aquellos acuerdos entre empresas para elevar o manipular los precios.

Esta semana continúa el aumento en el precio de la tortilla, pues de tener un costo promedio de 12 pesos, subió a 15 y hasta 17 pesos el kilo en algunos establecimientos de la Ciudad de México; mientras que en tortillerías del país, el costo ha subido más, por ejemplo en Hermosillo, Sonora, donde un kilo se ha vendido hasta en 24 pesos. 

Pese a que en 2015 permaneció prácticamente inamovible, el precio promedio de la tortilla a nivel nacional comenzó a subir este año.

Sin embargo, el secretario de Agricultura, José Calzada Rovirosa, aseguró la semana pasada que no hay ningún elemento que motive el incremento al precio del kilogramo de la tortilla, pues México es autosuficiente en maíz blanco, principal ingrediente en la elaboración del alimento.

Al respecto, la autoridad antimonopolios advirtió a representantes de asociaciones, que se han manifestado en favor de reunir a sus agremiados para valorar, y en su caso concretar, acuerdos para elevar los precios en el mercado de la tortilla, que esas conductas podrían ser contrarias a la competencia y libre concurrencia.

La Comisión Federal de Competencia Económica (Cofece) recuerda que es responsable de prevenir, investigar y, en su caso, sancionar aquellos acuerdos entre empresas para elevar o manipular los precios en los mercados, o intercambiar información con ese objeto o efecto.

Refiere que la Constitución de México y las leyes aplicables establecen, por regla general, un sistema de libre mercado en el que la oferta y la demanda determinan los niveles de producción, así como los precios de bienes y servicios.

Así, señala en un comunicado, el precio de la masa y la tortilla debe determinarse por cada agente económico en lo individual.

Por ello, en uso de sus facultades de prevención, la Cofece invita a asociaciones de la masa y la tortilla a evitar el diseño de reglas que disuadan a los asociados a competir unos con otros, y a no sugerir, recomendar, avalar o ser el vehículo para el intercambio de información estratégica que pudieran configurar un acuerdo colusorio.

Reitera a los agentes económicos que en caso de haber participado en acuerdos contrarios a lo dispuesto en la Ley Federal de Competencia Económica (LFCE), tienen la oportunidad de sumarse al Programa de Inmunidad.

Este programa, recuerda, permite a empresas o individuos involucrados en acuerdo de manipulación de precio u oferta el obtener, a cambio de su total y plena colaboración, una reducción de las sanciones aplicables.

Destaca que ello permite restablecer las condiciones de competencia en el mercado en favor de los consumidores.


El organismo antimonopolios aclara que en aquellos casos donde se registren alzas de precios que no sean provocadas por una colusión u otras conductas contrarias a la LFCE, existen autoridades responsables de investigar dichos actos, de acuerdo con su ámbito de competencia.

FUENTE: ARISTEGUI NOTICIAS.
AUTOR: REDACCIÓN.
LINK: http://aristeguinoticias.com/1602/mexico/continua-aumento-del-precio-de-las-tortillas/

La inflación anual se acelera a 2.48% en los primeros 15 días del año; la cebolla, con mayor alza

En los primeros quince días de este año los productos con mayor alza en el precio fueron la cebolla y los plátanos. En contraste, lo que más bajó fue el precio del transporte aéreo, el chile poblano y el del jitomate, el cual fue el que más se elevó en la época navideña. ¿Cuánto tiempo los precios de los bienes y servicios soportarán el fortalecimiento del dólar?

Durante la primera quincena de enero de 2016, cuando el dólar rebasó la barrera de los 18 por uno, el Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC) presentó un incremento de 0.03 por ciento. En el mismo periodo de 2015, cuando el dólar estaba en unos 14 pesos, reportó una disminución de 0.19 por ciento.

En los primeros quince días de este año los productos con mayor alza en el precio fue la cebolla (18.59 por ciento quincenal) y los plátanos (9.96 por ciento quincenal). En contraste, lo que más bajó fue el precio del transporte aéreo (15.33 por ciento quincenal), el chile poblano (14.43 por ciento quincenal) y el del jitomate (8.62 por ciento), el cual fue el que más se elevó en la época navideña.

En comparación anual, la tasa de inflación se ubicó en la primera quincena del año en 2.48 por ciento, frente al 3.08 por ciento del mismo periodo de 2015. Aunque el dato aún se ubica por debajo del objetivo del Banco de México (Banxico) que es del 3 por ciento, la inflación cerró 2015 en 2.13 por ciento, de acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).
El presidente de la Confederación de Cámaras Nacionales de Comercio, Servicios y Turismo (Concanaco-Servytur) expuso hace unos días que, ante la volatilidad del tipo de cambio –ayer el dólar llegó a 19.10 pesos–, aquellos productos del exterior o que tienen en sus componentes insumos de origen importado seguramente tendrán mayores efectos en su precio final, aunado a que tal situación la registran desde las últimas semanas del año pasado. Entre esos productos figuran los aparatos electrónicos y de cómputo, del sector mecánico, farmacéutico y textil.

“Creo que debemos esperar a que transcurra enero para observar cómo se estabiliza el mundo, y en particular la economía de Estados Unidos y de China, aunado a los conflictos geopolíticos”, señaló. De acuerdo con el Secretario de Hacienda, Luis Videgaray Caso, el comportamiento del dólar es global y temporal.

En tanto el índice de precios subyacente –que no toma en cuenta bienes y servicios volátiles–  mostró en enero un avance quincenal de 0.08 por ciento. En cuanto a 2016 frente a 2015, presentó una tasa de 2.61 por ciento.


Por su parte, el índice de precios no subyacente disminuyó 0.13 por ciento, alcanzando una tasa anual de 2.08 por ciento.



FUENTE: SIN EMBARGO.
AUTOR: REDACCIÓN.
LINK: http://www.sinembargo.mx/22-01-2016/1604231

Casi un millón de pequeños negocios venden alimentos en México: Cofece

México, DF. Los supermercados y tiendas de autoservicio, encabezadas por Walmart y Oxxo, incrementaron en 7.5 por ciento su número de sucursales en México y en 8.8 por ciento sus ventas en los últimos diez años (2005-2014), indica la investigación sobre las condiciones de competencia en el sector agroalimentario que la Comisión Federal de Competencia Económica (Cofece) realizó este año.
Pese a ello, los supermercados y tiendas de conveniencia no han logrado desplazar del primer lugar de la comercialización de alimentos a los pequeños negocios que conforman el llamado "canal tradicional" del comercio minorista o al menudeo y que van desde los puestos de los mercados y tianguis, hasta tiendas de abarrotes, pollerías, tortillerías, panaderías, carnicerías, entre otros.
Walmart, por ejemplo, pasó de tener un total de 432 sucursales en 2005 a 2 mil 163 en 2014, lo que implica un crecimiento del 16.2 por ciento anual en tanto que sus ventas aumentaron 8.2 por ciento cada año.
Si sólo se toman en cuenta las bodegas Aurrerá el aumento de las sucursales fue de 19.4 por ciento a tasa anual al pasar de 2003 a mil 660 en el mismo periodo, aunque por su tamaño implica menos crecimiento en el piso de venta del corporativo. Igual comportamiento registra la cadena Oxxo, perteneciente a Grupo Femsa, que tuvo un aumento anual de 11.9 en sus tiendas pues en 2005 tenía 4 mil 141 pero el año pasado cerró con 12 mil 853 y un incrermento en las ventas de 11.4 por ciento.
En el país hay 950 mil pequeños negocios dedicados a la venta de alimentos, encabezados por las tiendas de abarrotes, y, en conjunto, reciben 79.2 pesos de cada 100 pesos del gasto total que hacen los mexicanos en alimentos.
El restante por 20.8 ciento corresponde al "canal moderno" del comercio minorista, integrado por 42 mil establecimientos de 42 cadenas de supermercados, tiendas de autoservicio, clubes de membresía y tiendas de conveniencia.
La Cofece considera que la preeminencia de los pequeños negocios sobre las grandes cadenas comerciales se explica por el bajo nivel de ingresos de la población.
"Para la mayoría de los consumidores mexicanos, las tiendas de abarrotes son la principal fuente de abasto cotidiano, puesto que el escaso nivel de ingreso no les permite comprar volúmenes por los que valga la pena trasladarse a las tiendas de autoservicio...En el conjunto de todos los hogares, el 30 por ciento del gasto en alimentos para consumo en el hogar se ejerce en las tiendas de abarrotes, pero el porcentaje se eleva a 42 por ciento en el caso del decil con más bajos ingresos", puntualiza.
En contraste, las cadenas de supermercados son preferidas por la población de mayores recursos y les destinan 46 por ciento de su gasto total en alimentos, precisa el organismo antimonopolios en un reporte de 570 páginas en el que desglosa cada eslabón del sector agroalimentario mexicano, en diferentes capítulos. (https://www.cofece.mx/cofece/images/Estudios/COFECE_reporte_Agro.pdf).
Destaca también que, a partir de diversos análisis de precios que realizó, las tiendas de conveniencia y los supermercados venden, en general, más caro que los mercados y las tiendas de abarrotes. Sin embargo, acota, que hay productos y localidades donde el comportamiento es inverso, además de que ambos tipos de canales se complementan o atienden diferentes deciles de la población.
Aunque conservan la preeminencia en el abasto de alimentos en el país, los pequeños negocios sí han resultado afectados por la expansión del "canal moderno" pues perdieron 3.1 puntos porcentuales en la repartición del mercado durante el último quinquenio al pasar de 82.3 por ciento en 2010 al referido 79.2 por ciento.
El canal moderno ha sido más dinámico en cuanto a la apertura de establecimientos pues las tiendas de autoservicio crecieron a una tasa anual de 7.5 por ciento en la década referida y los pequeños negocios apenas lo hicieron en 2 por ciento. Además, "se estima que cada año dejan de funcionar alrededor de 30 mil puntos de venta del canal tradicional", apunta la Cofece.
Detalla que los 950 mil pequeños negocios dedicados a la venta de alimentos se caracterizan por ser una forma de autoempleo familiar, cuentan con un limitado surtido de productos, carecen de tecnología para administrar su inventario, reponen la mercancía conforme sus ventas diarias lo permiten y la mayoría sólo realiza transacciones en efectivo, precisa la investigación.
Por el contrario, los 42 mil establecimientos del canal moderno que pertenecen a 42 tiendas de autoservicio, de alcance nacional o regional y con diferentes tipos de sucursales o "formatos", en tanto que ofrecen distinta cantidad, variedad y tipo de productos (no sólo alimentos) como por el tamaño de sus locales. Las sucursales más pequeñas de las cadenas son de 250 o 500 metros cuadrados y las más grandes rebasan los 10 mil metros cuadrados, pues hay megamercados, hipermercados, clubs de membresía, supermercados, bodegas, tiendas express y de descuento, así como tiendas de conveniencia. En general, cuentan con una logística y canal propio de abastecimiento y proveedores, tecnología para eficientar su labor y, además del dinero en efectivo, aceptan otras formas de pago como los vales de despensa y las tarjetas de crédito o débito.

Fuente: La Jornada
Autora: Susana González 
http://www.jornada.unam.mx/ultimas/2015/12/20/en-ultimos-10-anos-supermercados-incrementan-sus-ventas-en-8-8-3325.html

Cierran alrededor de 30 mil “tienditas” en México por nuevas exigencias fiscales

México, DF. Unas 30 mil misceláneas bajaron la cortina definitivamente y provocaron la pérdida de 56 mil autoempleos durante el último año, debido a la imposibilidad de cubrir las exigencias impuestas por el nuevo Régimen de Incorporación Fiscal (Rif) y al aumento de la base gravable del Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (Ieps), que aumentó los precios de “productos base” para la operatividad de las “tienditas de la esquina”, informó Cuauhtémoc Rivera Rodríguez, presidente de la Asociación Nacional de Pequeños Comerciantes (Anpec).

Respaldado por los resultados de un estudio realizado por Nielsen México, el dirigente de la Anpec apuntó que el cierre de las tiendas de abarrotes responde a una tendencia que tiende agravarse también por la ausencia de gobernabilidad en amplias regiones que abarcan a por lo menos 11 entidades del país. Entre ellas Michoacán, Guerrero, Oaxaca, Chiapas, algunas partes del Estado de México, Zacatecas y Tamaulipas, entre otras, donde es habital el pago “por derechos de piso” la delincuencia, dijo.

En conferencia de prensa, Cuauhtémoc Rivera explicó que la caída anual de 4.6 por ciento en la recaudación del Ieps a productos distintos a las gasolinas y el díesel en enero de este año, tiene como causa principal “una estrechez muy fuerte del consumo interno”, cuyo hueco no puede ser resarcido por las familias de menores ingresos, que constituyen la clientela habitual de las tienditas, quienes han absorbido el aumento de precios de productos con alto contenido calórico.

Las medidas fiscales no han arrojado los resultados positivos para la salud de las personas en el combate a la obesidad por el consumo de alimentos chatarra. En apariencia estos productos se han consumido menos pero no es porque las personas busquen mejorar su salud, “la baja en las ventas es el reflejo de la inflación y la disminución del salario real de los trabajadores”, afirmó.

Según el estudio hecho por Nielsen México, la base de ventas del pequeño comercio establecido son: refresco, 88 por ciento; frituras o botanas, 50 por ciento; latería y abarrotes, 39 por ciento; lácteos y derivados, 48 por ciento; cigarros, 82 por ciento y cerveza, 66 por ciento.

Lo que ha ocurrido, explicó, es que la elevación de precios de éstos productos por efecto del Ieps ha provocado una migración en el consumo de estos productos, que están sujetos a la supervisión fiscal y de salud, a otros “artesanales”, o de elaboración fuera de todas las normas como “papas fritas, chicharrones preparados, postres, pan y otros productos de alto contenido calórico y elevados niveles de grasa que son expedidos en la vía pública por el comercio informal sin control sanitario alguno”.

Los pequeñas tiendas de abarrotes, unas 908 mil en todo el país, tienen que enfrentar costos relativamente mayores para enfrentar las obligaciones a que están sujetas por el nuevo régimen de incorporación fiscal como llevar una facturación electrónica de los proveedores y contratar los servicios de un contador para llevar sus cuentas, algo que está totalmente fuera de sus posibilidades económicas.

Por lo mismo, el dirigente de la Ampec consideró indispensable que las autoridades responsables de la política económica del país se sensibilicen de la necesidad de cambios en el régimen de tributación de los pequeños comerciantes, que permitan devolver la confianza al pequeño contribuyente y a la equidad tributaria, ahora que “el abatimiento del mercado ha dejado de ser una posibilidad para convertirse en una condición real que hay que solucionar”.

FUENTE: LA JORNADA.
AUTOR: Juan Antonio Zúñiga M.