La posibilidad de un nuevo fraude electoral, que ha señalado con insistencia el candidato de la coalición Juntos Haremos Historia, Andrés Manuel López Obrador, tiene base en los análisis de testimonios y cifras oficiales, tanto del desarrollo de votaciones recientes como del manejo de programas sociales en los niveles estatal y federal. Horacio Duarte, representante de Morena ante el INE, muestra a Proceso las huellas que los operativos del PRI dejaron en los reportes a la autoridad electoral y lamenta que ésta decidiera no actuar para prevenir que se repitan esas conductas.
A las viejas artimañas priistas para ganar elecciones, como la compra masiva de votos y el uso de programas sociales para manipular la voluntad ciudadana, se suma ahora la conducta atípica de representantes de casilla que, expuestos también a la coacción, pueden ser la clave de un fraude electoral.
Las conductas irregulares durante las jornadas de votación son identificables en las estadísticas del Instituto Nacional Electoral (INE), tanto en recientes procesos locales como federales; sin embargo, dicho órgano se ha negado a investigarlas y a implantar medidas preventivas.
A las viejas artimañas priistas para ganar elecciones, como la compra masiva de votos y el uso de programas sociales para manipular la voluntad ciudadana, se suma ahora la conducta atípica de representantes de casilla que, expuestos también a la coacción, pueden ser la clave de un fraude electoral.
Las conductas irregulares durante las jornadas de votación son identificables en las estadísticas del Instituto Nacional Electoral (INE), tanto en recientes procesos locales como federales; sin embargo, dicho órgano se ha negado a investigarlas y a implantar medidas preventivas.