La apertura de nuevas empresas durante el segundo trimestre de este año, que abarca abril, mayo y junio, los meses más duros de la pandemia de COVID-19 en México, se desplomó a niveles no vistos incluso en la crisis económica de 2009.
Un indicador de ello es la drástica caída en la inscripción de personas morales al padrón de contribuyentes del Servicio de Administración Tributaria (SAT).
Entre abril y junio de este año, se inscribieron 4 mil 128 empresas, cifra tres veces más pequeña comparada con el trimestre inmediatamente anterior, enero-marzo (previo a la emergencia sanitaria), cuando abrieron 12 mil 713 compañías.