A pesar de que México es uno de los principales mercados en Latinoamérica del comercio electrónico de piezas de marfil, las autoridades del país no combaten esta actividad que fomenta la caza furtiva de elefantes en África y viola convenciones internacionales.
En varios sitios digitales se pueden encontrar a la venta figuras religiosas y pequeñas esculturas de marfil, así como colmillos de elefante, sin garantía de que el vendedor cuente con los permisos avalados por la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (CITES), que regula ese intercambio, según lo constató Apro.