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AMLO se reunió con Amos J. Hochstein para hablar de nuevas inversiones

El presidente recibió en Palacio Nacional al coordinador presidencial especial para la Infraestructura Global y la Seguridad Energética del gobierno de Estados Unidos.

El presidente, Andrés Manuel López Obrador, se reunió con Amos J. Hochstein, coordinador presidencial especial para la Infraestructura Global y la Seguridad Energética del gobierno de Estados Unidos.

En su cuenta de la red social X, informó que fue “una larga e interesante conversación sostuvimos con Amos J. Hochstein, aun cuando se han fortalecido como nunca las relaciones económicas y comerciales entre nuestros países”.

AMLO dice que esta crisis “es la oportunidad de demostrar que el neoliberalismo es un fracaso”

Desde Palacio Nacional, Andrés Manuel López Obrador afirmó que “es la oportunidad de demostrar que el modelo neoliberal es antipopular, entreguista, fracasado, ineficiente. Un modelo que produce miseria pública, que produce violencia, que altera la paz, la tranquilidad. Eso estamos haciendo a un lado”.


El Presidente Andrés Manuel López Obrador criticó esta mañana el modelo de rescate del pasado, que se enfocaba en los ricos y olvidaba a los pobres. Puso como ejemplo el Fobaproa, un paquete de ayuda destinado a los empresarios más ricos y que después se convirtió en deuda pública que pagan los mexicanos –entre ellos los más de 50 millones de pobres– hasta la fecha.

Neoliberalismo y neodesarrollismo, en crisis

En América se estaría viviendo un momento de correlación de debilidades que aqueja tanto al neoliberalismo como al neodesarrollismo. En éste, las reivindicaciones inmediatas y urgentes de las grandes mayorías pueden ser sintetizadas en la recuperación de algún tipo de Estado que garantice su acceso a servicios básicos de educación, salud y seguridad social, y preserve los derechos de los trabajadores

El neoliberalismo que continúa con AMLO

Es legítimo que las personas que votaron por López Obrador celebren su triunfo, en la tercera postulación de su candidato y tras superar al menos un fraude seguro en 2006 y una “imposición”, como calificaron la elección de 2012.

Es legítima la celebración masiva del hartazgo contra los gobiernos priistas, panistas y perredistas, corresponsables de dos sexenios de muerte, violencia, terror, despojo y depauperización contra el pueblo mexicano. Sin embargo, es falsa la expectativa de que con este triunfo ha ganado una “izquierda” y falsa la idea de que “se van” PRI, PAN y PRD. La realidad es muy otra y no podemos ocultarla bajo la estela de euforia por el triunfo reconocido desde el inicio del conteo de votaciones por el sistema, en voz de los candidatos de los partidos derrotados.

Falsos principios del neoliberalismo

Reflexionamos hoy sobre algunas de las ideas fundamentales que el neoliberalismo nos ha imbuido en estas últimas décadas, hasta casi hacernos creer que “no hay alternativa” posible al mismo.

Una primera de éstas es aquella que establece la existencia de una línea recta, sin desvíos posibles, desde la privatización de los sectores económicos estratégicos de un país hasta los avances consiguientes, y sin límite, del modelo de desarrollo. Se nos repite machaconamente ese axioma, hasta considerarlo casi como ley natural e inmutable. Y en medio de esos dos extremos de la recta de evolución social y económica que supone este camino hay, por supuesto, algunas otras estaciones que nos llevan obligadamente de una a la siguiente. Así, el principio neoliberal completo podríamos resumirlo en una secuencia parecida a la siguiente, con pocos matices ya hablemos de Europa, de África, Asia o de América. La privatización de los sectores económicos estratégicos y de la vida de un país, provocará automáticamente la atracción de la inversión extranjera, con la consiguiente generación de puestos de trabajo, creando todo ello un aumento de la riqueza, que se traduce en una mejora de las condiciones de vida y de la lucha contra la pobreza y la disminución paulatina de ésta, provocando así un desarrollo ilimitado del país en cuestión.

En el neoliberalismo, México pierde bosques y selvas del tamaño de Chihuahua

¿Qué esperábamos luego de abrir las puertas a las mineras para que exploten a gusto los suelos mexicanos? ¿Qué otra cosa podría ocurrir si se promueven “megaproyectos” que devastan miles de hectáreas anualmente? ¿En verdad puede sorprendernos, luego de que todo el país se ha puesto en venta y los recursos naturales están en la primera fila a disposición de trasnacionales?


El triunfo del discurso neoliberal oligárquico

El triunfo político y cultural del neoliberalismo oligárquico, entre 1980 y 1990, canceló cualquier posibilidad de desarrollo en economías nacionales. Abrumadas por una deuda externa impagable, y forzadas a adoptar medidas de ajuste estructural, acentuaron su dependencia. Hoy en la bancarrota moral, el neoliberalismo sigue dictando qué hacer. A lo más que se aspira es a “humanizarlo”

La historia de las palabras tiene un encanto peculiar, por ejemplo en lo que revela de su capacidad para enmascarar aquello mismo que pretenden señalar. Lo que a primera vista parece evidente en sí mismo, se torna ambiguo y de bordes difusos cuando se contrasta con la realidad a la que aluden, sobre todo si se trata de las realidades del poder.

El modelo económico de México es un fracaso: creó más pobres y desigualdad, dicen académicos

El actual modelo económico es una “fábrica de pobres y desigualdad” y no genera crecimiento económico en México, coincidieron investigadores y economistas. Detallaron que en la década de los 90 el Partido Revolucionario Institucional firmó el TLCAN, lo que generó la oposición del Ejército Zapatista de Liberación Nacional, el cual visualizaba lo que les esperaba con dicho Tratado.


El italiano Francesco Vincenti, fundador del Laboratorio Social México-Unión Europea, destacó que “es fundamental” un cambio de paradigma respecto al modelo económico actual (libre comercio), que es “una fábrica de pobres y desigualdad” y no genera crecimiento económico a nivel nacional, mediante una “profesionalización” de políticos para una “gestión de riesgos” y no sólo de administración de problemas sociales.