México es un país racista y seguirá siéndolo mientras se crea mestizo, pues el origen de su propensión a discriminar surge de la idea de que nos debemos mezclar, expuso el profesor Federico Navarrete, del Instituto de Investigaciones Históricas de la UNAM.
“Este concepto, pretendidamente incluyente, en realidad excluye, pues define quién puede ser integrado y quién no, y deja de lado a grupos poblacionales importantes como los indígenas, a las personas de origen africano o asiático, o a los inmigrantes judíos y a otros grupos supuestamente incapaces de asimilarse”, agregó.
“Este concepto, pretendidamente incluyente, en realidad excluye, pues define quién puede ser integrado y quién no, y deja de lado a grupos poblacionales importantes como los indígenas, a las personas de origen africano o asiático, o a los inmigrantes judíos y a otros grupos supuestamente incapaces de asimilarse”, agregó.