Ninguna de las comisiones ordinarias y especiales de la Cámara de Diputados trabajó durante el receso, el cual está por concluir, y aun así sus presidentes solicitaron recursos extraordinarios para banquetes, foros, talleres, impresión de folletos, compra de balones, bicicletas, pantallas de televisión, contratación de asesores e incluso pago de despachos externos que les redactaran iniciativas.