La muerte de Iker, un niño de siete años que hacía malabares en las calles, llevó a la captura del hombre y el rescate del grupo de menores que vivían hacinados.
Policías investigadores de la Secretaría de Seguridad Pública, en coordinación con la Fiscalía General del Estado de Yucatán, capturaron a Domingo D. G., de 42 años de edad, como presunto explotador laboral de un grupo de 15 niños originarios de Chiapas.
De las investigaciones policiales se supo que Domingo D. G. tenía una orden de aprehensión vigente en esa entidad por el delito de privación ilegal de la libertad en su modalidad de plagio o secuestro, de la cual había logrado evadirse desde el año 2001.