El crecimiento acelerado entre niños y adolescentes del uso de dispositivos electrónicos como teléfonos inteligentes, tablets y reproductores digitales no ha generado un impacto necesariamente positivo en su aprendizaje, afirmaron profesores y especialistas.
Destacaron que el acceso a herramientas tecnológicas que permiten obtener de forma casi instantánea diversos contenidos de la red puede convertirse en uno de los grandes motores de la creatividad y nuevas formas de aprendizaje en el aula, pero ello implicarÃa un cambio radical y cultural del uso que actualmente damos a los dispositivos electrónicos, afirmaron.
Al respecto, la Comisión de Banda Ancha para el Desarrollo Digital de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) destacó en su informe más reciente que a finales de este año se superará la cifra de 7 mil millones de suscripciones celulares, es decir, habrá una penetración mundial de 97 registros por cada 100 personas.
En el informe anual El estado de la banda ancha, presentado ante la ONU el pasado 21 de septiembre, se destacó que 43.4 por ciento de la población mundial (3 mil 200 millones de personas) están en lÃnea.
Maestros en servicio destacaron que resulta alarmante ver que un instrumento que puede ser fabuloso para generar nuevos saberes se convierte en riesgo de enajenación y aislamiento de niños y adolescentes.
En la escuela, agregó Francisco Bravo, ex dirigente del magisterio disidente del Distrito Federal y profesor con 30 años de servicio,detectamos que un menor que no cuenta con alguno de estos dispositivos prácticamente se siente ajeno al mundo de sus pares, pero al mismo tiempo notamos que en casa su uso no es interactivo para despertar la imaginación o los cuestionamientos sobre lo que aprenden en clase. Se les entrega la tableta o el celular para que se entretengan, porque muchas veces sus padres no tienen tiempo de jugar o interactuar con ellos.
Pedro RamÃrez Vázquez, profesor de nivel secundaria en el estado de México y dirigente magisterial, destacó que como instrumento educativo pueden mejorar los aprendizajes, pero por si solos no pueden tener función educativa. Es una labor conjunta entre docentes y sociedad.
La Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) reconoce en su informe Enfoques estratégicos sobre TICS en educación en América Latina y el Caribe que la incorporación de estas nuevas tecnologÃas a los sistemas educativos regionales en los últimos 20 años ha mostrado poco efecto en la calidad de la educación.
Explica que en parte ello se debe a que se han incorporado con una lógica de importación con la que se han introducido en las escuelas dispositivos y programas computacionales, sin claridad previa acerca de cuáles son los objetivos pedagógicos que se persiguen, qué estrategias son apropiadas para alcanzarlos y, sólo entonces, con qué tecnologÃas podremos apoyar su logro.
Lo anterior, subraya el organismo multinacional, ha generado que estas nuevas tecnologÃas terminen por ocupar un lugar marginal en las prácticas educativas, que siguen siendo relativamente las mismas que habÃa antes de la inversión.
Alejandro Calvillo, presidente de El Poder del Consumidor, destacó que enfrentamos el hiperconsumo de servicios y productos, como los dispositivos electrónicos, y no siempre estamos advertidos de su posible efecto negativo.
Explicó que su uso excesivo y la exposición a contenidos violentos como los de algunos videojuegospueden ser nocivos para niños y adolescentes, a lo que se suma un gasto que nunca antes habÃamos percibido para cubrir la necesidad de tener acceso a estas tecnologÃas.
Fuente: La Jornada
Autora: Laura Poy Solano
http://www.jornada.unam.mx/2015/12/21/sociedad/037n1soc