Hay casos que de inmediato llaman la atención de cualquier visitante. Tal es el caso de una reclusa embarazada y de otra que tuvo a una pequeña ya estando en prisión. La niña ha crecido junto a las demás mujeres, pero pronto tendrá que abandonar el penal.
Cuando están en edad de cursar el jardín de niños o la primaria, dependiendo de la elección de la madre, tienen que dejar la cárcel e irse con un tutor, explica una de las internas.