Denuncias ciudadanas, detenciones de capos y ejecuciones evidencian que los grupos del crimen organizado están presentes en la Ciudad de México. Hasta el Gobierno de Estados Unidos ha reportado la existencia de estos grupos. Sin embargo, el Jefe de Gobierno de la capital del país Miguel Ángel Mancera sostiene que aquí no operan. La narrativa impulsada por el Gobierno capitalino, coinciden analistas, es que, al negar la problemática, se inhibe también el combate. “No le veo sentido (a las afirmaciones de Mancera). La Ciudad de México está a un lado de Guerrero, Morelos, Michoacán, el Estado de México; esta ciudad es sin duda una parte fundamental para el engranaje financiero de los cárteles, grandes o chicos”, dice el investigador José Luis Reyna, del Centro de Estudios Sociológicos del Colegio de México.
El Jefe de Gobierno de la Ciudad de México, Miguel Ángel Mancera, ha insistido por años en que en esta capital no hay presencia de “cárteles” o, como dijo después de la detención del presunto capo sinaloense Dámaso López Núñez en la colonia Nueva Anzures de esta ciudad, que la capital del país no es “centro de operaciones” del crimen organizado.
Diferentes análisis indican, sin embargo, que delitos como la desaparición y trata de personas, el narcomenudeo, el cobro de piso y otros hechos como el “levantón” de 13 jóvenes del bar Heaven en 2013, el asesinato de cinco personas en la colonia Narvarte en 2015 o el tendido de una víctima de homicidio sobre un puente en Iztapalapa, el mismo año, son “claras” manifestaciones de crimen organizado.