Las redes de enmalle las utilizan principalmente pescadores ilegales de totoaba –especie que también se encuentra en peligro de extinción– y es donde quedan atrapadas las vaquitas.
De acuerdo con organizaciones de la sociedad civil en pro del medio ambiente, la medida que debería ser anunciada e implementada a la brevedad es la veda permanente y el ofrecimiento de opciones sustentables para que los pescadores realicen sus actividades y no se ponga en riesgo la vida de los únicos 30 ejemplares de este ejemplar que habita en el Mar de Cortés.