Agentes del Estado mexicano, únicos autorizados para comprar y usar el software Pegasus de espionaje de NSO Group, atacaron a Emilio Aristegui para obtener información sobre el joven estudiante, su círculo cercano y el de la directora editorial de Aristegui Noticias.
Los ataques al hijo de la periodista comenzaron cuando era menor de edad, en su celular personal y, en algunos casos, cuando se encontraba en Estados Unidos.