Los otros damnificados tras el terremoto que sacudió a la Ciudad de México, Puebla y Morelos el pasado martes, no tienen voz pero son escuchados y rescatados por personas conscientes del papel que estos seres tienen en la sociedad.
Cientos de voluntarios vienen y van al Parque México y a La Casa del Mestizo en la capital mexicana con los mismos fines: cuidar a los animales que quedaron desprotegidos después del 19 de septiembre y donar comida, medicamentos, correas y todo lo necesario para enviar a los refugios en los estados azotados por la furia de la tierra.