Focos amarillos acentuarían el brillo de los pisos de madera, prometió el constructor, de modo que cuando todas las bombillas se quemaron, Anahi Abadia y su esposo fueron a un Home Depot para reabastecer las lámparas de su chic departamento nuevo en la Ciudad de México.
Acababan de llegar a la caja registradora cuando se produjo el sismo, causando un estremecimiento tal que la estructura de la tienda crujió. Minutos después les llegó un mensaje de texto de un vecino: El elegante departamento que acababan de comprar hacía solo seis meses se había desmoronado, y su nueva vivienda era una montaña de pedazos de cemento.