El pasado lunes 9 de octubre, elementos de la Policía Estatal de Veracruz dispersaron a golpes a un grupo de 40 padres y madres de familia de la comunidad Ojito de Matamoros, quienes mantenían bloqueada una carretera local para exigir la presencia urgente de médicos en su poblado, luego de que 14 niños presentaran un cuadro de enfermedad respiratoria aguda y vómito.
Tal como informó el organismo civil Red Unidos por los Derechos Humanos (RUDH), dos de estos niños fallecieron la semana pasada, luego de que se les negara atención en el Hospital Regional de Entabladero.