El número 106 de Viaducto, en la colonia Piedad Narvarte, y el 2050 de Calzada de Tlalpan, en la Campestre Churubusco, ambas colonias de la Ciudad de México, compartían una característica antes de caer: sus estructuras cargaban anuncios espectaculares.
Ese modalidad de publicidad –que aún no ha sido responsabilizada por el desplome de las edificaciones– se encuentra regulada por la Ley de Publicidad Exterior del Distrito Federal, sin embargo, navega entre la corrupción, de acuerdo con Jorge Carlos Negrete, presidente de la Fundación por el Rescate y Recuperación del Paisaje Urbano (FRRPU).