Incluso si la guerra contra las drogas finalizara hoy, todavía habría crímenes callejeros y pandillas en un futuro lejano. Sin embargo, estos problemas estarían en una escala dramáticamente menor. Las pandillas callejeras de México nunca podrían ascender al nivel cártel sin las ganancias masivas de drogas ilegales para pagar por el armamento necesario, sicarios, protección política, etc.
Por la misma razón, el dinero de la droga evoca un círculo vicioso de criminalidad desenfrenada que va mucho más allá del narcotráfico. En otras palabras, los cárteles de México son organizaciones delictivas diversificadas que no se limitan al contrabando de drogas.