Karla Pontigo murió, según las autoridades, por la ruptura de una puerta de cristal del local dónde trabajaba en San Luis Potosí, que le provocó, inexplicablemente, 11 tipos de lesiones diferentes, incluyendo la amputación de una pierna, y le desgarró la vagina.
La doctora que practicó la necropsia al cuerpo de Karla comentó a María Esperanza, su madre, “que su hija tenía un fuerte golpe en la cabeza” y le preguntó “si su hija tenía novio, y si sabía si era sexualmente activa, ya que tenía sus labios vaginales muy inflamados y con rasgadura, y que eso fue por una relación forzada, por lo que ya había hecho raspado vaginal y lo había mandado analizar”.