El 18 de septiembre pasado, Alfredo del Mazo Maza, quien tres días antes asumió como nuevo Gobernador del Partido Revolucionario Institucional (PRI) en el Estado de México, afirmó en una entrevista que le bastarían tres meses para obtener resultados y reducir daños en materia de seguridad. Sin embargo, el plazo se venció y la entidad no cambió de rumbo, por el contrario los crímenes han aumentado y ahora se dan con más saña.
Sobre este resultado, analistas y especialistas en seguridad consultados por SinEmbargo encuentran que la responsabilidad no es sólo del mandatario local, y de quien lo antecedió en el cargo, sino también del Presidente Enrique Peña Nieto, y la estrategia que ha mantenido a lo largo de sus ya más de cinco años al frente del Gobierno federal.