México enfrentará este año unas elecciones reñidas no sólo por la polarización del voto, también al estar precedidas por el asesinato de siete políticos en los últimos días, que se suman a la lista de 19 ediles ejecutados en 2017.
La violencia en 2017 se extendió en todos los estados y no le importó condición social ni partido político alguno. La última víctima fue Adolfo Serna Nogueda, empresario y aspirante del Revolucionario Institucional (PRI) a la Alcaldía de Atoyac, Guerrero, mismo estado en el que dos días antes (29 de diciembre) fue ejecutado el perredista Arturo Gómez Pérez, Edil de Petatlán.