Familiares de la madre de la menor conocida como “Calcetitas rojas” exigieron justicia por el asesinato cometido hace más de nueves meses, y el padre Solalinde denunció actos de intimidación en contra de la activista Frida Guerrera, quien dio seguimiento al caso.
La pequeña bautizada como “Calcetitas rojas” fue golpeada hasta la muerte y su cuerpo abandonado en Nezahualcóyotl, Estado de México, el pasado 18 de marzo. Durante 9 meses, nadie identificó el cadáver y nadie fue señalado por el crimen.