“Salvemos Veracruz” fue el slogan de campaña de Miguel Ángel Yunes Linares, quien dijo que cimbraría al país con una noticia, y mejoraría la seguridad del estado en tan solo seis meses. Ninguna de esas promesas es hoy una realidad. Académicos y activistas reprueban la corta gestión del político panista que hoy, dicen, está centrada en golpear a sus adversarios políticos y promover a su hijo Miguel Ángel Yunes Márquez para que se convierta en su sucesor, más que en atender los problemas de violencia, atención a víctimas y corrupción que atraviesa la entidad.
La toma de protesta que cimbraría al país el 1 de diciembre del 2016, tal y como lo anunció Miguel Ángel Yunes Linares, puede ser su primer promesa rota ya como Gobernador, cuyos resultados como sucesor de Javier Duarte de Ochoa son reprobados por académicos y activistas.
