Así lo demuestra su largo historial de crímenes de estado cometidos con la patente de corso que le proporciona el fuero militar. Su impunidad está garantizada en esta grave anomalía del estado de derecho en México, una aberración para cualquier democracia.
Los marinos y los militares están por encima de la ley. Su licencia para matar, les permite disparar desde un helicóptero el vehículo en donde viajaba una familia, como sucedió hace unos días en Nuevo Laredo, Tamaulipas.