A pesar de que año con año Transparencia Mexicana exigió crear e implementar el Sistema Nacional Anticorrupción, durante el sexenio de Enrique Peña Nieto México se hundió de 2013 a 2017 del lugar 106 al 135 en percepción de corrupción en el sector público, con lo que también se ubicó en el peor sitio entre los miembros de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) y hoy destaca como el segundo más corrupto en la región latinoamericana.
El fenómeno del empeoramiento de la opacidad y la impunidad en este sexenio también se repite en el coeficiente TAI (Transparencia, Anticorrupción y lucha contra la impunidad) de Impunidad Cero, en el de impunidad de la Universidad de las Américas Puebla y en la calidad de información presupuestal de gobiernos estatales y municipales medido por el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO).