El partido Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) no sólo se quedará con la mayoría en el Congreso de la Unión sino que también muchos de los parlamentos locales quedarán en su control. En la misma voltereta política, el Partido Revolucionario Institucional (PRI) fue casi expulsado de la vida política nacional.
Morena será primera fuerza en los congresos de Sinaloa, Estado de México, Puebla; en Chihuahua será primera fuerza junto con el PAN. En Nuevo León, donde el PAN se llegó el mayor número de distritos seguido de Morena, el Tricolor sólo obtuvo uno. Y aunque el PRI aún debe esperar a que se repartan las diputaciones plurinominales, éstas no le alcanzarán para remontar.