Con la decisión del gobierno federal de entregar directamente a las familias el subsidio del Programa de Estancias Infantiles para Apoyar a Madres Trabajadoras (PEI), en lugar de transferirlo a estos centros de cuidado, se corre el riesgo de que el dinero no se use para ese propósito y de afectar así el desarrollo de los niños, indicaron especialistas consultados por Animal Político.
En el largo plazo, mencionaron, la decisión puede perpetuar la desigualdad, afectando más a las familias que tienen condiciones precarias.