El asesinato de 13 personas en una fiesta de cumpleaños el pasado viernes 19 de abril no fue el primer hecho violento que sufren sus habitantes. De acuerdo con pobladores, apenas la semana pasada “remataron” a un joven en el hospital civil, antes mataron a un taxista; los comerciantes pagan derecho de piso y cada vez hay más secuestros.
Este municipio de Veracruz, con apenas 157 mil 393 habitantes, ha visto casi duplicar el número de homicidios en los últimos tres años, y aún no pueden creer lo que ocurrió el viernes: un grupo armado asesinó a hombres, mujeres y hasta un bebé de un año de edad.