Con un Auditorio Metropolitano de Puebla atiborrado por más de 5 mil personas que vitoreaban su nombre, el gobernador Miguel Barbosa encabezó su primer acto público luego de tomar protesta como mandatario estatal en el Congreso local.
Al interior y exterior del recinto todo era un caos. La gente se arremolinaba en las entradas del auditorio para alcanzar un lugar, mientras que las personalidades de la llamada 4T se saludaban fraternalmente entre ellos a la espera de Barbosa.